Día 20 de la cuarentena obligatoria. Hoy el presidente anuncia que la cuarentena obligatoria no finaliza y se extiende hasta el 23 de abril, contradiciendo lo que dijo hace un par de días cuando anunció el final de la cuarentena obligatoria para el día 12. Yo pensé que iban a corregir eso de mentir como asiduamente hacía el gobierno anterior. Eso sí, medidas económicas para ayudar a los parados no hay ni hizo anuncios, a los parados que trabajan, porque para los que no trabajan que se la llevan de arriba, si hay y siempre hubo. Gran parte de la clase media sigue solventando a los que no producen nada. Imagino que lo tienen medido, hasta que pierden el control y ya es tarde, hay muchos ejemplos en los últimos 20 años, sin ir más lejos, agosto de 2019. Los medios de comunicación anuncian una caída en la imagen del presidente, esto de la imagen no le doy mucha importancia, suba y baja como el riesgo país, pero si se condice con los gestos, aplaudir a un sindicalista que no está bien visto por gran parte de la sociedad, luego soltar y agolpar cantidad de gente en los bancos en plena cuarentena, seguido de denuncias y sospechas de corrupción (denuncias por ellos mismos) en el ministerio de desarrollo social con compras con “irregularidades”, este cambio de termina/no termina la cuarentena, algunos dichos, etc… una seguidilla de hechos que se contraponen con lo manifestado en lo referente a sanidad. Al tiempo que dejan la prisión sujetos políticos condenados por hechos delictivos.
Las miserias de la política no se quedan quietas en este país, en una ciudad del interior, un intendente repartió arroz con insectos, se ofendió cuando la gente le hizo saber lo que repartía, incluso alegremente dijo que “curaban” el cáncer. Por este tipo de cosas somos un país subdesarrollado. Y me pregunto, frente a semejante hecho ¿no se hace nada? De manera institucional y judicial ¿no se hace nada?. Algo así me genera indignación.
La ministra de seguridad, que cuando no hay cuarentena obligatoria no aparece en los medios, pero ahora sí que apareció por videoconferencia con los diputados y dio su discurso (¿me pregunto si realmente lo cree?) de “mano dura”, y que no van a tolerar los cortes de rutas por parte de los municipios, cierres de fronteras antojadizos, etc… y contesta preguntas, en un momento la ministra dice algo así “realizamos ciberpatrullajes para ver el humor social y prevenir situaciones”, como no podía ser de otra manera esto genera una inmediata reacción de los reaccionarios a estos temas, la pregunta la realiza un legislador comunista (troskista, socialista, izquierdista, rojos, tantas denominaciones), lo importante es que pregunta ¿Quiero saber qué son los ciberpatrullajes? Y la ministra contesta No es ciberespionaje. Lo que se hace es un rastreo por lo que es público, si no no usaríamos las redes; solo se accede a lo que es público, eso permite anticiparse a una dimensión del humor social. Inmediatamente me viene a la mente la película La vida de los otros (2007), ¿qué es el “humor social”? ¿está previsto que se está indagando en el “humor social”? ¿qué es lo que motiva centrarse en el “humor social”? ¿cuál es el peligro del “humor social”? ¿cómo se mide el “humor social”? ¿y a esto se dedican las fuerzas de seguridad? Supongo que los observadores de las fuerzas de seguridad pasan horas mirando perfiles de redes sociales, receptando y analizando cadenas por redes sociales, ¿y qué más pueden hacer? Una análisis de notas y artículos periodísticos, de los comentarios que la gente deja en esos artículos, en redes sociales más conocidas y menos conocidas, no es lo mismo twitter y reditt, las entradas de blog como este ¿serán motivo de ciberpatrullaje? Dudo mucho porque no tienen llegada, apenas entre dos y tres visitas señalan las estadísticas internas, ¿cómo se puede asegurar que no se infiltren en grupos cerrados en redes sociales? Yo no creo que no lo hagan, además se sirven de “informantes”, si algo sobran en todas las sociedades, más en las atrasadas como esta, son los alcahuetes, delatores, informantes voluntarios de todo tipo, desde un sujeto en un balcón con un megáfono, hasta las cientos de miles de llamadas para denunciar a los violan las cuarentenas, lo que me pregunto es la efectividad de estos “ciberpatrullajes”, ni siquiera se sabe que es el “humor social” que por su imprecisión podría ser, al mismo tiempo, una expresión ambigua y vaga. ¿Buscan saber si la gente está descontenta? ¿Si se está organizando para algo? ¿si está soportando las medidas restrictivas bien o mal? ¿si hay presencia de agitadores y alborotadores? ¿si se están preparando manifestaciones? ¿si hay delitos en marchas y estos se anuncian por redes sociales?. Me preocupa la palabra rastro. Si están rastreando es porque están atrás de alguien, están siguiendo a alguien, que al parecer lo denominan como “humor social”. No me gusta ni cinco, me pregunto si esto está autorizado por la justicia o es recopilación y análisis de datos públicos que lo puede hacer cualquiera, sea un periodista, una abogada, un verdulero, un ama de casa, etc... y un por consiguiente, un poli.
No es casual la aparición de la ministra de seguridad, y que los medios de comunicación se hagan eco de lo que dijo, otro que apareció en los medios de comunicación el día de hoy, es el secretario de seguridad de la provincia más relevante, hablando del endurecimiento de controles, y esto viene de la mano con el anuncio de la extensión de la cuarentena. No obstante, hay datos que informan de un aumento de gente no habilitada a circular que anda dando vueltas. Hoy mismo, muchos se “juntaron” para tomarse la selfie con el presidente ¿es correcto eso?, pero al resto le piden reclusión y distancia.
A las 21hs el cotidiano aplauso, y más tarde la actualización de las cifras, 1795 infectados y 65 muertos.
Hay un dicho popular que dice cuando la propina es grande hasta el santo desconfía. Y yo desconfío que nos vaya tan bien como país, no puedo creer que esté tan chata la curva, y la poca cantidad de casos, conociendo la clase de personas que somos los argentinos y la historia argentina, parece que somos un país bendecido, y me cuesta mucho creerlo, creer tanta eficiencia, pero tal vez sea así. Si el coronavirus, tiene una tasa promedio de contagio de 5 días, si como indican algunos estudios científicos, el período medio de incubación es de 5 días, es decir cuando comienzan a aparecer los síntomas, entre hoy y mañana son los días claves para muchas personas, si es que pasó el peor escenario, dado que se cumplen los 5-6 días desde el viernes pasado cuando enviaron a gran parte de la población mayor a los bancos, sumado a todas las demás personas que circularon ese día, planeros, auh, habilitados a circular (trabajadores de sanidad, fuerzas de seguridad, periodistas, etc….), más todas aquellas personas que salieron a hacer las compras de suministros, más todas aquellas personas que salieron a comprar a las farmacias, más todos aquellos que directamente violaron la cuarentena, más todos aquellos que salieron a pasear al perro, etc… y supongo que los efectos, se sumaran a los que naturalmente se vienen dando por el desarrollo “contenido” de la enfermedad, y de los cuales veremos las consecuencias en una o dos semanas, que justo caen en el período del 13 al 23 del corriente mes. Ya veremos.
Aun así, no creo que sea el peor escenario, ya he escuchado en la televisión dos opciones más, la que habla del posible rebote, y la que habla de la posible segunda ola, y además, lo que dicen y señalan los sanitaristas por los medios de comunicación que ahora esperan el pico para mayo, yo personalmente ni siquiera creo que se haya desarrollado el primer embate y evidentemente, todavía estamos lejos del pico, es posible que sea en mayo, cuanto más lo “achaten” más se estirará, más se hará esperar ¿y qué pasa si lo llevan hasta junio o julio? En pleno invierno, cuando el virus ataca con más fuerza ¿estarán pensando en una nueva cuarentena que se junte con las vacaciones de invierno?
A mí me asusta esta situación, no por el coronavirus, no por lo que vemos en países como Italia, España, Francia, Reino Unido y EEUU, sino por la tranquilidad a como viene aquí, demasiado liviano para ser un país que salta de crisis en crisis, esa calma es la que me asusta, simplemente porque no me la creo, porque no le creo a ningún político, sea del partido que sea, no le creo a prácticamente nadie que habla por los medios de comunicación. Me hace ruido, que justamente en los medios, ya varios periodistas hacen la pregunta incómoda ¿por qué no se realizan tanta cantidad de testeos como en otros países? Porque el sentido común da una posible respuesta alternativa a la baja cantidad de casos, que podría ser, por la falta de testeos. El razonamiento es el siguiente, si el virus se expandió el día viernes de forma masiva, y entre hoy y mañana muchas personas presentan síntomas de gripe y resfriados pero que podrían ser compatibles con coronavirus (estoy hablando de casos leves (casi asintomáticos) y no graves o bien diferenciados propios de la enfermedad) y a estas personas no se le realizan los testeos para saber si eficientemente es coronavirus ¿cómo se puede saber que la curva sigue achatada o la misma no se ensancha demasiado? Y esto me lleva a un escenario mucho peor de como se puede llegar a saber eso (o como se va a conocer), pero mejor dejo aquí… son conjeturas de un lego y no de un experto en la materia.
Terminé la lectura de una pequeño librito llamado Al diablo con el diablo. De la Editorial Cántaro, Colección del Mirador.
Se trata de un compilado interesante de textos relacionados con el diablo, poema, teatro, cuentos, relatos, anónimos y de autores conocidos. Este librito en particular, lo compré en una librería de saldos y usados, pienso que lo estudió algún alumno y evidentemente lo aprovechó, está completamente subrayado con lápiz, también posee las tapas forradas con papel contac, es decir, está protegido y arruinado al a vez.
En un apartado de este libro Al diablo con el diablo, como no podía ser de otra manera, han relacionado con el infierno de Dante Alighieri, y trae un pequeño gráfico, y este gráfico señala la estructura que generó Dante hacia el 1300, luego de cruzar el río Aqueronte se desciende hasta encontrarse con el mismo diablo. En el octavo círculo, de los más cercano al demonio, hay una cantidad de categorías de individuos, allí están los fraudulentos, y entre ellos, un grupo compuesto por los adivinos, brujas, y otros embaucadores, y otro grupo compuesto por los estafadores, barateros y corruptos.
Hay muchos más grupos, y pensaba en aquellas adivinas que fueron escrachadas por las redes sociales al fallar sus predicciones de manera escandalosa, y sin embargo tienen pantalla y publicidad, siempre a costa de personas incrédulas y desesperadas, y también en los sobreprecios y las sospechas de corrupción en medio de la tragedia.
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