jueves, 9 de octubre de 2014

Museo Nacional De Bellas Arte.

Crónica del día sábado 28 de julio de 2007. Hoy por la tarde visité el Museo Nacional de Bellas Artes. Su web es http://www.mnba.gob.ar/ .Es la primera vez que lo visito, a pesar que durante algunos años pase allí y nunca se me dio por conocerlo. En realidad fue una visita no planeada del todo, tenía ganas de ir a fotografiar su fachada, debido a que hay un concurso fotográfico al respecto, y luego ir a filmar algunos de los que cantan en la feria que se suele armar en plaza Francia. Pero cuando llegué museo, decidí ingresar, vi que entraba gente y me mandé yo también. Una vez que crucé la puerta, lo primero que busqué fue donde dejar la mochila, no hizo falta porque fue lo que me indicaron inmediatamente. La entrada es gratuita. Dejé la mochila y le pregunté a este señor de “Informes” si tenía un plano del museo, pero desafortunadamente no tenía, se habían acabado, me indicó algunos folletos de las obras en exposición que sólo los tomé cuando me fui (estos folletos también suelen dejarlos en sus respectivas salas), y este señor me indicó las salas y los pisos y a que correspondían varias de ellas. Me dijo que podía empezar por cualquiera de los lados, pude ver que toda la gente comenzaba por la derecha, así tomé el camino de la izquierda, creo que hice una buena elección. Había dos chicas que comenzaron a la par que yo, y nadie más, el resto todos comenzaban por la derecha. Por varias razones me resultó mejor ingresar por la izquierda, una de ellas es que prácticamente no había nadie y eso permite disfrutarlo aún más.

Comencé por la sala de arte europeo antiguo, que para mi gusto es mejor que el arte americano y europeo pero más moderno, que comprendía la sala de la derecha, las obras eran mucho más antiguas, y así fue que comencé a recorrer. Debo decir que no conozco absolutamente nada de arte, solamente me guío por el gusto visual y personal y nada más.



Otra de las salas posee obras en tapiz. Son grandes tapices que ocupan toda una pared. Este, a mi parecer, es uno de los mejores museos que visité. De hecho en su web dice “El patrimonio artístico de carácter público más importante de América Latina”. Luego en otra sale, hay esculturas en el piso intercaladas con las pinturas en las paredes. No se podía fotografiar con flash, según me comentaron, el flash daña las obras, así que tomé algunas fotos sin flash. Cuando llegué a la mitad del recorrido por planta baja, en lugar de continuar por la otra mitad, subí al primer piso.

Regreso a casa.
Allí en el primer piso se encuentra toda la zona de arte argentino, que salvo unos pocos cuadros, no me agradó demasiado, recuerdo tres obras muy buenas, “La vuelta del malón” y “Regreso a casa” dos obras de diferentes autores que me parecieron la dos caras de un mismo momento histórico, digo me parecieron, porque desconozco de que trata el segundo cuadro, lo entendí como un militar que regresaba a su casa, y otro cuadro que me gustó mucho es “Sin pan y sin trabajo”.


Uno de los cuadros en una de sus esquinas inferiores, parecía que había sido tocado con un dedo y por consiguiente, arruinado, una mujer le explicaba el cuadro a una chica y señalaba el daño ocasionado por alguien. Era común en planta baja, escuchar por micrófono en castellano y en inglés, algún reproductor que continuamente repite el “Por favor no acercarse a la obra”, lamentablemente, hay gente inconsciente que tocaba los cuadros y las esculturas. La maldita costumbre de apuntar y señalar con el dedo, y llevarlo hasta milímetros de la pintura, cuando no, tocarla directamente. ¿Qué no pueden hacerse un mapa mental y generar una localización del lugar señalado vocalmente por el otro interlocutor en la obra? Evidentemente no, requiere mucho esfuerzo mental que se suprime con llevar directamente le dedo a la obra, algo que no comparto en absoluto, pero que es una constante en los visitantes. Como lo entiendo, las obras están en muestra para ser contemplados y apreciados y no para ser manoseados ni tocados, y era gente grande, no se trataba de chicos o jóvenes.

En planta baja había muchísima gente, en el primer piso había pocas personas.
En el museo hay obras en más de 30 estilos diferentes, y particularmente lo que hace al arte argentino, en la etapa anterior a 1945 (el museo hace esa diferenciación en la webpage) es todo lo que en su mayoría me agradó, en tanto todo lo posterior, es lo que en su mayoría no me gustó, no le encuentro ningún sentido a dichas obras, me parecieron mucho más elaboradas y con mayor esfuerzo la realización de las obras de antaño.
Luego hay una sala con arte prehispánico, muy interesante, oscura, supongo que está oscura para conservar las piezas en buen estado, el museo posee 265 obras de arte prehispánico de alta calidad. Y otra sala con arte antiguo y arte de Asia.

Una obra que me llamó la atención, en un principio no la entendía simple vista, luego cuando uno lee la explicación ya se entiende algo o al menos lo que lee. Lo que nunca entendí fue porque se utilizó la “papa” con papas de verdad, algo orgánico. Como imaginaran las papas ya estaban podridas y otras re-podridas en el momento que estaba visitando el museo. La obra consistía en un casillero de madera, y en cada casilla una papa con unos cables pinchados en ellas. Lo de “bellas” artes, bueno, imagino que será “bella” la obra si se la mira en conjunto con la explicación, porque las papas ya estaban todas achucharradas, incluso habían algunas chorreado ese líquido negruzco fruto de la pudrición de las mismas. Y pensemos en los límites, hoy ponemos unas papas que se descomponen como obra de arte y mañana a alguien se le puede inspirar poner un cadáver (de hecho ya algo así anda circulando en la exposición itinerante Bodies: the exhibition (Cuerpos: la exhibición)), claro que llevé la idea al extremo, pero si la relaciono con la analogía que habla el autor de la libertad de conciencia (poco serio), alguien se le podría ocurrir hacer una con la libertad de expresarse y para esto elegir el objeto con el cual hacerlo. Debo decir que la obra de este autor, de nombre Julio Sánchez, no me gustó, y hasta me pareció de mal gusto, al margen de su analogía, que es aceptable, pero la veo más para un arte literaria o científica si es que la desarrolla más, no obstante es solo mi opinión.



Analogía I
1. Papa: (voz quichua) Nombre primitivo de la papa que aún se usa en España y en toda América. Tubérculo: papa de apio fam. paparrucha. Fig y fam. Cualquier especie de comida. Sopas blandas y puches. Papa de caña o real; agua turma; Planta compuesta comestible. América Central: Papa del aire. Name cimarrón. Chile, papa espinosa. Bolivia, papa Lisa, ulluco.
l. Conciencia: Conocimiento noción. Deriva del Latín concientia. Sentimiento interior por el cual aprecia el hombre sus acciones. Nuestra conciencia es nuestra jura. Moralidad - integridad. En sentido figurado: libertad de conciencia, derecho que reconoce el Estado a cada ciudadano de pensar como quiere en materia de religión.
2. Función cotidiana de la papa: Alimentación básica.
2. Forma cotidiana de la conciencia: Conciencia individual.
3. Ampliación de la función cotidiana: Obtención de energía eléctrica (0.7 volt por unidad).
3. Ampliación de la función cotidiana: Obtención de conciencia de la energía.

Deseo agregar, desde otro momento, a posterior de la visita, y corroborado con otras visitas que realicé al museo, que a las papas les van haciendo un recambio, retiran las papas podridas, las achucharradas, limpian el líquido negruzco y maloliente que despiden, las reponen ubicando en cada casillero una papa nueva y por debajo de cada papa, colocan unos papelitos, ¿absorbentes? Quizás, o tal vez para no apoyar las papas, directamente sobre la madera y arruinar la obra.
¿Qué habrá sucedido con las papas podridas? Que pregunta obvia, no es una pregunta el remate, es una afirmación ¡qué ganas de tirar 20 papas cada 20 días!

Cuando terminé de recorrer el primer piso, pregunté a uno de los que cuidan y contestan dudas, por donde se accedía al segundo piso, había visto el ascensor pero no encontraba las escaleras, estaban medias ocultas en un pasillo, así que me indicó y subí por las escaleras, una de las chicas que había comenzado la recorrida a la par mío, me vio que pregunté y me siguió, tampoco encontraba las escaleras.

Allí arriba había hay una sola sala donde suelen exponer muestras fotográficas, bastante pequeña, en esta ocasión la muestra versaba sobre los“110 años del museo en imágenes”.
Luego se accedía a otra muestra, saliendo a la terraza se encontraba la siguiente exposición que comprendía algunas esculturas (que me parece están siempre allí) y una muestra de un artista (lamentablemente olvidé su nombre) que había realizado muchos trabajos en mármol en tamaño pequeño. Desde la terraza del museo se puede ver la estructura de la facultad de Derecho de la UBA.
Di una recorrida y bajé. Finalmente, continué recorriendo todo lo que me quedaba sin visitar de planta baja, retiré la mochila y me fui para volver nuevamente en otra ocasión.

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