jueves, 20 de diciembre de 2018

El Familiar. Una historia de terror.


Reseña.
Esta novela se desarrolla en Tucumán, en el verano de 1938. Luis, un chico porteño de quince años, va de vacaciones con su familia a un ingenio azucarero.
Allí se vinculará con dos hermanos cuyo padre ha desaparecido. El rumor de los paisanos indica que se lo mandaron al Familiar.
"El Familiar" es un mito del norte argentino; según una de sus versiones, el dueño de un ingenio azucarero, con el objeto de asegurarse buenas cosechas, debía entregar, cada año, uno o dos peones... aparentemente, para que "el Familiar" los devorara.

Ficha Técnica.
Título: El Familiar. Una historia de terror.
Autor: Emilio Saad.
Editorial: Editorial Estrada.
Colección: Azulejo Rojo.
Género: Narrativa Novela.
Año: 2009
Idioma: Castellano
Páginas: 128
Formato: 19 x 14
Ancho: 190 mm
Largo: 140 mm
Edad recomendada: A partir de 11 años.
Material Auxiliar de Enseñanza.
Apreciación Literaria I.
Realización Gráfica: Verónica Carman.

Acerca del autor:
Emilio Saad nació en Tucumán, pero vive en Buenos Aires. Es periodista, autor de historietas, dibujante, escritor, dramaturgo y operador social. En 1990 su cuento La regadera que jugaba al carnaval ganó el segundo premio en un concurso realizado por la Fundación El Libro, ALIJA y editorial Colihue, y fue publicado en la antología ¡Ufa!, seis cuenteros más. Ha publicado los cuentos El recreo del sombrero en la antología ¡Todos al recreo! y El ovillo del destino en La última rebelión, libro que reúne cuentos de nuestra historia, ambos publicados por la editorial Amauta. Publicó una novela histórica para chicos: La casa de las ánimas (Crecer creando, 2006).

Hurgando en un cajón de usados, encontré este libro, y al leer el título me vino un aire familiar, valga la palabra, ya conocía el mito, de haberlo leído y de haberlo escuchado en varias películas/documentales del noroeste argentino. Lo segundo, la imagen de cubierta, me gustó, está bien lograda para representar lo que se va a narrar. Lo tercero, el subtítulo Una historia de terror.
Si bien el libro lo compré en una librería de usados, cuando lo abrí, en la hoja de portada figura un sello que dice Ejemplar de Promoción.



Se me ocurren muchas elucubraciones para formular, como por ejemplo ¿cómo llega un ejemplar de promoción a una librería de usados? Y a partir de allí imaginar muchos caminos. Pero voy a evitar estos divagues para concentrarme en realizar un comentario personal sobre el libro. Además me alegra haber podido obtener un ejemplar y haber podido leído.

El libro es de fácil lectura en el sentido de utilizar un vocabulario no rebuscado, y de capítulos cortos de un par de hojas cada uno de ellos.
Coloca la historia en un contexto de un determinado período histórico. Y el autor realizar una versión del mito. No se si es una versión personal del autor o una versión seleccionada de varias existentes en la tradición oral. Está orientado a un público juvenil en el sentido que agrega al final, un apartado de actividades, tareas para que los docentes le impartan a los alumnos. Y efectivamente así fue. Resulta que busqué en la web que comentarios y/o apreciaciones hay sobre el libro, y me encuentro con muchos mensajes de jóvenes buscando respuestas a sus actividades escolares con el libro trabajado. Me pregunto, estos libros de carácter estudiantil ¿tienen un período de vigencia? Claramente que sí, la pregunta que sigue es ¿de cuánto es la duración? ¿cuánto tiempo reviste interés el tema planteado en el libro y el libro mismo como actividad de reflexión/estudio? Sea como fuere, si el libro lo lee un adulto también le es útil. Depende el caso, a algunos les parecerá superficial pero a otros les puede resultar útil en el sentido de conocer más sobre determinado tema (en este caso, el mito del Familiar en un contexto histórico de las décadas ´30 y ´40). Lamentablemente, pude ver en la web, que algunos distorsionan el sentido y lo mezclan con sucesos tristes acaecidos en la última dictadura militar, un pena, ya que me parece que le sentido del libro va por otro camino, si bien, parte pasa por denunciar injusticias y delitos, lo hace de manera más liviana. Con final feliz, se diluye el terror, que se trata más bien de un susto, aunque no se el impacto que puede generar un juvenil, ni de ahora ni de antes, antes porque creo que tenían una maduración más rápida en términos de edad, y ahora si bien las edades se han extendido en el tiempo, se tiene el acceso a un conocimiento amplísimo con la web, por tanto no se que impacto puede generar el supuesto terror planteado. Y esto lo digo dado que una versión, la que más se conoce entre adultos, incluso de gente en los ´50, los ´60 y parte de los ´70 cuenta otra historia más trágida, y está reflejada en algunos documentales y otros textos, directamente el capataz con un par de secuaces, mataban a algún peón zafrero, y luego le decían al resto que se lo llevó el Familiar, con el claro objetivo de explotación y disciplinamiento de los trabajadores. Y esto se debía, en principio a dos factores importantes, uno que los zafreros eran mayormente los más desposeídos o pobres, que en gran medida analfabetos, y segundo lugar, muy creyentes de supersticiones, debido a sus ignorancia o a sus creencia de antaño de algún pasado aborigen (ahora pueblos originarios) o descendientes de estos. Aún hoy, sobreviven algunas de estas creencias (y otras tantas) en pueblos del interior. La versión que plantea el autor está bastante morigerada.

Menciona las láminas (p. 16), algo tan común que llegaba en las revistas de su tiempo y hasta veinte o treinta años posteriores a la historia. Hoy día eso cambió, salvo algunas láminas plastificadas que venden algunos kioskos. No obstante con el acceso a la web la cantidad de imágenes disponibles es casi inacabable.

Menciona diversos autores clásicos como Salgari o Canon Doyle, que pueden funcionar como disparador de lectura de estos escritores.

Se aflojó la corbata, se arremangó la camisa y dijo “Estudiemos”. Estudiamos y yo pasé le examen. (p. 18)
Aquí podría verse un consejo moral. La presencia del estudio. Del padre al hijo. Del autor al lector. Y los lectores podrían ser los estudiantes. Pero además en un marco ético, de un padre involucrado con el estudio de su hijo, que no viene mal, en un país donde la educación no es la mejor. Incluso, le vendría bien a muchos padres que no se involucran. Claro que un adulto que no se involucra, difícilmente lea un libro.

Conclusión política (p. 31), ya desde el primer cuarto del libro introduce el aspecto político, al que luego le dará un cierre. Una página más adelante, como meta-mensaje, se puede leer la idea de curiosidad, la sorpresa de descubrir algo nuevo, de conocer todo lo que va descubriendo, lo que le van mostrando, a medida que el personaje va viendo y descubriendo todo aquello que conforma un ingenio como establecimiento industrial.

Un libro que puede aprovecharse, si se es estudiante, con la guía de actividades les llevara un tarde hacerlas (incluso hasta leerlo obligados), en tanto si se lo lee por gusto, y al leer la guía, quizás muchos aspectos planteados surjan en la mente, además que algunos llegan a medida que se va leyendo el libro.

martes, 11 de diciembre de 2018

35 años democracia. UCR. Alfonsin.


Me llegó un correo electrónico sobre la realización de un Acto en conmemoración de los 35 años de la recuperación de la democracia. Presentación del libro Alfonsín por Alfonsín.
No soy radical ni militante, no obstante, Alfonsín, con muchos errores, me parece la figura más representativa de la política argentina de este último período ininterrumpido de democracia, por el contexto histórico que afrontó y por no haber quedado ensuciada su figura con cuestiones que hacen a la honestidad.
Si bien no era un acto que prima facie me interesara asistir, lo que me decidió ir fue la parte que dice se entregaran a los asistentes un ejemplar del libro. Por un lado que te den un libro gratis pocas veces sucede, creo que es la segunda vez que me pasa, y por otro lado, a alguien que le gustan los libros, no era una oportunidad para dejarla pasar.
Había que, previamente al acto, inscribirse por email, para obtener el ejemplar.
Eso hice, y llegado el día me acerqué. Poca gente, ya finalizaron las cursadas y solo van algunos estudiantes que rinden finales y/o recuperatorios. Una chica se había recibido y la estaban bañando a huevazos, harina, papelitos y todo lo que le tiran para festejar. En el Salón de Actos estaban por jurar una nueva promoción de nuevos abogados, así que en ese lugar y el hall contiguo, es decir en el Salón de los Pasos Perdidos, había muchos familiares y amigos esperando para ingresar. Llegué al Salón Azul, relativamente nuevo, inaugurado hace menos de diez años, precisamente en el 2009, un salón con capacidad para 180 personas.
Cuando llegué, media hora antes, los organizadores de la Cátedra Libre Democracia y Estado de Derecho Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, ya habían colocado una mesa, y tres o cuatro de ellos, con las planillas de los anotados en sus manos, controlaban a los inscriptos y le entregaban un ejemplar del libro a medida que iban llegando, encima de la mesa tenían varios piloncitos de libros.
Como llegué temprano tenía casi todos los asientos a mi disposición para elegir donde sentarme, supuse que esto se iba a llenar y me quedé por atrás. En el escenario, donde se encontraba la mesa para los oradores, estaba el presentador probando que los micrófonos funciones y con algunos papeles en las manos. Dentro del salón, tres o cuatro mujeres que iban y venían, eran parte de la organización y acomodaban o respondían consultas. Ya había algunas personas sentadas y otras pocas que iban ingresando, todos con su libro en la mano. No llegaban a quince asistentes hasta ese momento. Pero a medida que fue acercándose de la hora el salón se iba llenando, y llegó un  momento que se completó. La inmensa mayoría era gente mayor, así a ojo, fue mi impresión, si bien había jóvenes, la mayoría eran adultos y muchos adultos mayores. En punto, la hora indicada, ya los oradores estaban presenten. Y unos minutos más tarde dieron comienzo. Palabras preliminares, y el conductor iba leyendo cartas que fueron legando de algunas personas. También habló una de las compiladoras y explicó un detalle en el trabajo que realizaron sobre una versión taquigráfica y poco más, donde siempre ponderaron lo dicho de forma oral por el presidente frente a lo taquigrafiado. Pensaba que iban a cerrar las puertas, pero no fue así, y la gente siguió llegando, y todos querían entrar, y eso hacían, a medida que llegaban, entraban, y se quedaban parados, y el hecho es que el fondo se llenó de gente parada, pero detrás de este fondo de gente parada, había dos filas más de asientos, con gente sentada, que por supuesto dejó de ver el escenario y veía espaldas. Para los que estaban atrás, no había opción, o se quedaban sentados y no veían, o se paraban. Y seguían entrando, y muchos de ellos venían con el libro, es decir, estaban anotados, llegaban tarde, y se acomodaban como podían, hasta que algunos pocos comenzaron a ocupar el pasillo central que llevaba al frente. Para esto puede ver que un par de las organizadoras, ya habían salido sin posibilidad de ingresar por los invitados que quedaron parados y ocupaban su lugar. Había fácil, entre tres y cuatro filas de parados al fondo. Así que desde mi lugar ya no veía nada, escuchaba. Llegó un momento, que entraron dos mujeres mayores, una consiguió un asiento al lado de la puerta del fondo, la otra comenzó a pasarse por entre la cuarta fila de los parados, ahí la llamé y le dejé mi asiento. Salí, y afuera había una nutrido grupo que no habían ingresado, todos alrededor de la puerta. No se escuchaba. Fue todo para mí.





En cuanto al libro, por el momento solo leí, lo que dan introducción al compilado de discursos, es decir, la Presentación y el Elogio Académico a Don Raúl Ricardo Alfonsín, firmado por Mónica Pinto (Decana, Derecho, UBA, 2010) con motivo del título Doctor Honoris Causa entregado “con demora” por la Universidad de Buenos Aires.
Según señalan en la presentación, tienen como objetivo, realizar otros compilados con otros discursos formulados por Alfonsín.

Llama la atención la solapa de la contratapa, presentan los años de su gobierno (discursos) que comienzan con una rojo vistoso y que a medida que pasan los años va deteriorándose en un rojo opaco, una posible mirada puede ser la representación concisa del desgaste que sufrió su gobierno en diversos aspectos.

lunes, 10 de diciembre de 2018

Publicidad Banco Galicia.

Chateá con Gala por WhatsApp

Desde hace unos días salió un nuevo “episodio” de la publicidad del Banco Galicia. Con la nueva actriz (la última podía ser, ya no se si hubo tres o dos, para el mismo personaje), mucho mejor que la anterior (aquí refiero a la primera) dado que la última (o las dos últimas) no se presenta por todos lados como militante ultra k. Pero solo es un parecer personal, a otras personas les encantará ver, o mejor dicho haber visto, a una referente del micro espacio actoral publicitario embanderada con el lema k que se dice nacional y popular impulsando el consumo en shopping y el gasto personal con crédito (endeudarse) con un banco privado. Todo legal, todo perfecto para quien lo puede y quien lo desea. El hecho es la contradicción ética que yo veo que una persona que hace eso. Es trabajo, pero el trabajo puedo afrontarse de diversas maneras, y en los contextos algunas cosas suman y otras restan, y ese plus de militancia super expuesta y hasta festejada, a mi modo de ver, resta. Por eso prefiero ver una actriz como al actual con bajo perfil, sea lo que sea, con las ideas que tenga, no se expone. Pero al margen de ello, y dado que no presto atención a las publicidad ni me interesan mucho, pero si recuerdo un programa que veía antaño (El show del Clio/El show creativo) y se dedicaba a las publicidades y este recuerdo de ese programa que analizaba y presentaba diversas publicidades bajo diversos parámetros, me vino a la mente al ver esta publicidad, porque no se si me estoy perdiendo algo o es tan simple que la edición no resultó bien cuidada. Algo que noté desde la primera vez que la vi, y que también han notado muchos otros (es muy evidente hasta para los menos observadores), y para muchos otros que hasta se auto señalan, en los comentarios debajo del video en youtube, como los primeros en haberlo detectado.
Se trata del reflejo en el espejo. En los 30 segundos que dura, unas veces las remera aparece con un pliego, otras veces sin pliegue, y luego desaparece el reflejo, después vuelve el reflejo con pliego, y así… 30 segundos para pensar ¿qué devuelve el espejo ahora?

08 segundos - sin imagen

12 segundos - imagen y remera con pliegue

16 segundos - imagen y remera sin  pliegue
19 segundos - sin imagen

25 segundos - imagen y remera con pliegue

También podría alegarse que el último pliegue en la remera fue fruto del movimiento de la persona, y las desapariciones del espejo fruto del enfoque de la cámara, hay un ligero/mínimo cambio que casi no se nota por eso se hace evidente la desaparición del espejo, pero lo que creo que se debe a un descuido en la edición. Más rebuscado, menos creíble, puede que haya sido adrede para que se hable de ello y no del cambio de actriz, a modo de distracción, aunque el mensaje final es el chat del banco.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Superhéroe arriba del tacho.

Es común ver por la Av. Corrientes, en la zona de mayor concentración teatral, jóvenes cosplayers vestidos de diversos personajes, contratados por los teatros para promocionar y atraer a distintas obras infantiles. Generalmente se los encuentra en el rango de 15hs a 18hs que es cuando los padres llevan a los más pequeños. Así, aunque no vayan ver su obra, los chicos interactúan con sus héroes y heroínas, con fotos, frases, poses (un superman volando, un hombre araña tirando la tela, una cruela de vil enojada, etc…).


El caso que un día, vi a uno de estos muchachos que se lo tomó muy enserio a su personaje, y sí que llamaba la atención a los gritos desde allá arriba.