sábado, 27 de octubre de 2018

FECA. Festival del Café.



Estando en un evento en el Planetario, vi una pila de diarios y me serví uno. Horas más tarde, con detenimiento, me puse a ojear las pocas páginas. Pero ya en la portada daba cuenta de FECA, Festival del Café.

No perdí tiempo y me di una vuelta por allí. Llegue y estaba lleno de gente. Muchos puestos de café, o mejor dicho, de diversas cafeterías, de las cuales se destacaba el Café Tortoni que ocupaba el espacio de tres puestos y además contaba con mesas y sillas, con motivo de su 160 aniversario. Lo habían estilizado con una llamativa “fachada” con respecto a los demás puestos. En el centro de la Plaza República de Perú, mucha gente sentada en sillas, en unos puf grandes, y directamente sobre el césped. Lo armaron de manera llamativa, algunos banderines, y unas estructuras de andamios rectangulares con la publicidad el evento. En el auditorio estaban dando una charla, al pasar escuche algo así aquí no tenemos industrias del café como sí de vino algo para explotar como así lo hacen los países productores.

Lo que no me gusto, fue la presencia de un lugar, donde alguien tiraba las cartas, se habían cuidado con el nombre, y pusieron algo así como la ilusión del esoterismo, que no tiene nada de malo, si solo fuera un juego, pero es conocido como se aprovechan para el lucro, a diferencia de la magia que sí te brinda u espectáculo de ilusión y no más, pero no era lo malo de su presencia, sino de la larga fila de ingenuos y pocos capacitados que esperaban su turno para que les tiren las cartas, quizás les levante un poco la autoestima a algunos creyente de lo sobrenatural y fantasioso de las predicciones genéricas que tienen para ellos. Con crisis o sin crisis, siempre hay gente que se aprovecha y otros cuantos dispuestos a alimentar a los vivos. Había más gente en esa fila que todos los puestos de café. Aquí casi todos ganan (los publicistas, los medios, los que financian, los que tiran las cartas, etc…) excepto los que van su ilusión superficial de creer en esas tonterías convencidos de llevarse verdades que calmen sus angustias. Una pena. 

Nunca un stand donde apliquen ciencia y conocimiento al café en toda su comprensión (química, biológica, física, gastronómica e histórica). Quizás algo así no resulte atractivo. Pero sí un stand doble para tirar las cartas, donde los desesperados buscan creer en un futuro asombroso, surgido de un azaroso naipe con un dibujito y alguien sonriente que se lo explica.

Una recorrida, un café, un muffin, una charla y el regreso.

Algunas fotos.












miércoles, 3 de octubre de 2018

La Noche de los Jardines.




Un evento más de “La noche de…”, ya se realizan La noche de los museos, La noche de las librerías, La noche de los vinilos, La noche de las bodegas, La noche de la gastronomía, La noche de las disquerías y no se cual noche más. Llegó un email de invitación al evento La Noche de los Jardines en el Jardín Botánico Carlos Thays. A partir de las 19hs. Fui a ver que tal estaba y a caminar por el Botánico de noche algo que nunca hice. Se suspende por lluvia, decía el email, pero por suerte no llovió y la noche estuvo despejada y muy linda. El email habla de Edición Jardín Botánico. Esto es debido a que este año 2018 realizaron anteriormente otra edición, y la primera fue allá en marzo y se realizó en el Parque Micaela Bastidas en la Costanera Sur. Recuerdo, un mal recuerdo, de la primera de las Noches de los Jardines, no pude encontrar la información exacta, creería que fue en septiembre de 2016 y resultó que había que inscribirse previamente vía web (por redes sociales o web de la ciudad), solo unos pocos fueron los agraciados, nosotros habíamos ido directamente sin saber nada del registro anticipado, guiados por la publicidad en calle, y cuando llegamos, un patovica de esos que visten de traje, nos dijo que no podíamos ingresar. Parece que el evento fue creciendo, y para noviembre de 2016 se realizó una segunda edición en el Jardín Botánico, esta vez habían llevado el número de entradas a 1500 y también con registro vía web, un cupo limitado al que se accedía previamente retirando la entrada registrada. Una tercera edición fue en diciembre de 2016 en el Rosedal de Palermo. Aquí ya había aumentado la cantidad de gente visitante y habían montado un importante escenario. Luego vino el 2017 con dos ediciones, una en el Botánico y otra en el Rosedal. En ese año 2017 las entradas ya eran libres y gratuitas.




Conoce más un link en el email te dirigía a la web del Gobierno de la Ciudad donde se promociona el evento. Había dos web que hablaban del evento.
Y resalto lo siguiente La entrada será gratuita, sin inscripción previa, y el ingreso se realizará teniendo en cuenta la capacidad del lugar.
El raconto anterior lo hice para graficar el aumento de los visitantes, y de lo que resalto me llama la atención teniendo en cuenta la capacidad del lugar. Y esto le sumo la cantidad de gente que se acercó. ¿Y por qué? O bien, los organizadores no tuvieron en cuenta y se quedaron cortos, o bien se acercó una importante cantidad de gente que sobrepasó la capacidad posible. Creería que fue lo primero, dado que en líneas generales, capacidad de organización no les falta, la gestión actual del Gobierno de la Ciudad es analizada en este sentido, buena, por algunos analistas en los medios, y en esto de las “Las noches de…” les sobra experiencia, y puntualmente la “Las noches de los jardines” de una pasaron a varias, en diversas modalidad, y en distintos lugares, es decir, saben lo que están ofreciendo y como lo hacen, no pueden no prever lo que venía.

Llegué 15 minutos antes y cuando me iba acercando visualicé un montoncito de gente en la entrada, sigo caminando y ya veo una fila, entonces me dispuse a colocarme en mi lugar de espera para poder entrar, a medida que avanzaba mi trayecto la fila parecía no terminar, me di cuenta que no iba solo, entre la gente que circulaba por la vereda ajena al evento, iban también unos cuantos en el mismo sentido que iba yo, ya eran varios los que avanzaban paralelos a la fila, y la fila no terminaban, y detrás de mí ya se había formado otra fila, así que había dos fila, una fila de espera para poder entrar y otra fila de los que iban a sumarse a la fila de espera. En ese momento ya estaba claro que iba a asistir mucha gente, y la fila no terminaba. Llegué a la esquina, y la fila giraba, y continuaba, así una cuadra y media más, hasta que pude alcanzar el final. Luego giro y veo que detrás la fila continuaba. No sé hasta donde habrá llegado, pero estando ahí parado, esperando, nunca cesó de pasar gente que iban a formar parte de la fila de espera.


Pasados 10 minutos de las 19hs, la fila comenzó a avanzar. Supongo que abran sido puntual, y el movimiento demoró 10 minutos hasta llegar a mi lugar. Avanzaba y se paraba, y luego avanzaba y se paraba. Y a este ritmo estuvo un tiempo, hasta que llegó a la esquina, luego siguió avanzando con pequeñas pausas. No obstante, el avance era lentísimo. Iba a paso de tortuga.

Del otro lado se visualiza el resto de la fila.

Llegando a la esquina.

La fila llega a la esquina y gira.
Para avanzar una cuadra, demoró 30 minutos, media hora y llegamos a la esquina, exactamente a las 19:40hs la fila giró. Esto podría motivar a alguien a generar La noche de las filas. Una noche donde la gente forma filas, y camina lentamente en filas. Una noche donde las filas recorren las calles. Filas en movimiento lento.
Como sea, habiendo llegado a la esquina y girado, se podía ver del otro lado que la extensión de la fila continuaba tanto y más lejos de donde había comenzado mi recorrido de espera.

La fila continuaba.
Desde el exterior, veíamos, reja de por medio, que algún show había comenzado. ¿Cómo es posible? Te invitan a las 19hs, llegas 20 minutos antes, algún show comienza, y nosotros, 40 minutos más tarde, todavía esperando para ingresar. Con la emoción de seguir acercándonos, pensaba en aquellos que ahora ocupaban el lugar donde había comenzado mi caminata en fila. Supuse que quizás deberían esperar 40 minutos más luego que yo y los que estamos en este lugar entremos. En este momento me di cuenta que la gente que había ingresado estaba allá a lo lejos, primeramente supuse que se debía a que allá estaban desarrollándose los show musicales, luego me di cuenta que no todo el Botánico estaba iluminado, sino solo algunos sectores también allá a lo lejos, más tarde iba a confirmar lo que sucedía. De repente, veo que se aparece por un caminito, y luego por sobre el césped del Botánico, una mujer, y se viene acercándose a la reja, casi por donde estábamos nosotros, pasa por donde nos encontrábamos, pero ella del lado de adentro, y dos metros más atrás se pone a hablar con un grupo de personas que también esperaban en la fila, y se escucha que les dice, van a dejar pasar solo a 2000, hasta que se llene, y después cortan. Luego da la vuelta y se regresa por donde vino. Al escuchar esto, me quedó la duda, en caso de ser cierto, la duda de si entraba o no entraba.

Allá adentro, algún show, había comenzado.




Se comienza a ver la entrada.

Adentro se veían más luces y de variados colores, se escuchaba música, se veía la gente agrupada viendo algo, se veían músicos. Y afuera la fila, que avanzaba lentamente. Hasta que por fin visualicé la entrada. Ya estábamos cerca.





Nueva entrada, inaugurada recientemente.


Se veían la entrada y un cartel de publicidad del evento. La nueva entrada, un óvalo de cemento que fue inaugurado el año pasado, luego que se construcción generara algunos idas y vueltas con algunas agrupaciones. Exactamente a las 20:17hs, estaba debajo de la entrada. Casi una hora y veinte minutos para poder entrar. Había uno de estos sujetos de “seguridad” que frenaba un poco para que no se agolpen todos juntos, y luego te recibían dos chicas que te entregaban un folleto con apenas diez señalizaciones. Le di una mirada rápida y comencé a caminar.



En mi crónica del recorrido de este evento, aquí debo señalar un aspecto positivo, lo que publicitaron como que iba estar, estaba, efectivamente fue así y cumplieron, “un sector gastronómico con food trucks y musicalizado por Dj Zuker, talleres con clases de jardinería para toda la familia, artistas itinerantes (caricaturistas + juglares contemporáneos), sector fotográfico, ambientación y propuesta lumínica durante todo el recorrido.” Personalmente me gustó mucho la propuesta lumínica, los juegos de luces, con las plantas, estatuas, fuentes, edificios, se generaba un ambiente especial que uno no ve todos los días, para disfrutar y para tomar fotos. La música, las bandas invitadas, particularmente me gustó un grupo de mujeres que tocaban música clásica adelante del invernáculo.

Algunas fotos


El Mensaje de Mercurio.


La Columna Meteorológica.



Amazona.

El Despertar de la Naturaleza.

Fuente decorativa.



Invernáculo Nº1 (Colecciones)

Invernáculo Nº1 (Colecciones)


Invernáculo Nº1 (Colecciones)

Edificio Central

Hay una segunda parte de mi crónica que no deseo omitir. Son algunas críticas motivadas por los que vi/viví en este evento y las formulo desde mi condición como un ciudadano más.
La tardanza para ingresar el primer inconveniente que veo, más de una hora de espera en fila, pero no es todo, sino que estando adentro veía gente haciendo la fila, y aún cuando me retiré del evento todavía había una extensa fila para los que buscaban ingresar.



Otro punto fue el “sector gastronómico”, lindo, cómodo, agradable, pero sumamente insuficiente, apenas tres food trucks para la inmensa cantidad de personas que asistieron, por el tamaño, por ejemplo el de la fotografía, el carrito verde, podrían haber repartido unos ocho o diez más en distintos puntos del Botánico, supongo que sacan algún rédito económico, y además la gente no necesitaba agolparse toda junta en un reducido espacio, imagino que hay que considerar cuestiones de higiene y limpieza, cuidado del lugar, etc… pero lo cierto que tres me parecieron insuficientes para la cantidad de visitantes.


Había que circular, no había manera de sentarse en algún lugar, simplemente los pocos bancos que hay estaban ocupados, ya de por sí, se llenan los fines de semana, en este evento no quedaba otra que circular, o quedarse parado, salvo algún grupo de jóvenes que se había sentado en algún espacio, la idea era que la gente circule, salvo aquellos que se quedaban mirando algunos de los show musicales, y luego caminar.


Aquí hay que señalar lo que a mi modo de ver fue completamente negativo para este evento. No habían habilitado todo el Jardín Botánico sino solo un sector. Es decir, lo que pinté de manera brusca color marrón en el folleto, es todo el sector que no fue habilitado al público, como se ve, casi la mitad o más del Botánico no habilitaron, para lo cual colocaron vallas, ¿podrían haber sumado más “personal de control” para que la gente no desbande? Pero habiendo llegado tanta gente que no habiliten más de la mitad del lugar ¿qué sentido tiene?. Podrían haber faltado luces, o hubiese sido necesaria mayor inversión en luces, lo que fuere, pero dejaron la mayor parte del lugar sin acceso a los visitantes.

En el folleto señalé un lugar con un círculo negro, bueno, ese lugar era prácticamente un “cuello de botella”, ahí mismo había una grupo musical, la gente parada mirando y escuchando el show, y el resto de la gente que iba y venía y no quedaba otra que pasar por allí, parecía un boliche lleno, en fila india, de a uno, había que pasar y esperar para seguir avanzando. Ni siquiera habilitaron el sector alrededor del edificio principal que hubiese permitido mayor fluidez en la circulación.

Espacios vacíos donde no se podía circular.

Vallas. Prohibido pasar.

Vallas. Prohibido pasar.

Vallas. Prohibido pasar.

El sector de las “fotos” estaba anunciado en varios carteles por ahí y por allá. Pero solo resultó un banco con leyenda. Lindo. Pero nuevamente el mismo problema, mucha gente, claramente insuficiente, podrían haber colocado algunos más repartidos para hacerlo más dinámico.



Concluyó mi recorrida de este evento. Una de las últimas fotos fue para la estatua-fuente L´Aquaiolo (el aguatero), quizás una de las más fotografiadas que está justo en la entrada principal.

L'Aquaiolo de Vincenzo Gemito.

Cuando ya estaba fuera, la gente seguía entrando, y una larga fila de espera....