jueves, 30 de noviembre de 2017

Crónicas Marcianas.

Hoy escribo mi opinión después de finalizar la lectura de este libro, titulado Crónicas Marcianas del autor Ray Bradbury. Lo compré nuevo en el local de una cadena de librerías, aunque sé que es un libro muy popular que se consigue en todas partes, nuevo, usado, de saldo, y en todos los estados. Existen muchas ediciones. La que tengo es la 22º edición, nuevita, de marzo de 2017. Editorial Minotauro. Título original: The Martian Chronicles. Prólogo de Jorge Luis Borges. Traducción de Francisco Abelenda. 280 pág. Diseño de cubierta: opal. Ilustración de la cubierta: Xavi Comas.

Esta edición en particular, es igual a la edición del año 2005 aniversario de los 50 años de publicación (1955, primera edición en castellano), salvo por la ausencia del cartel indicador “50 aniversario”.


Reseña:
Esta colección de relatos reúne la crónica de la colonización de Marte por parte de una humanidad que abandona la Tierra en sucesivas oleadas de cohetes plateados y sueña con reproducir en el Planeta Rojo una civilización de perritos calientes, cómodos sofás y limonada en el porche al atardecer. Pero los colonos también traen en su equipaje las enfermedades que diezmarán a los marcianos y mostrarán muy poco respeto por una cultura planetaria, misteriosa y fascinante, que éstos intentarán proteger ante la rapacidad de los terrícolas. Escritas en la década de 1940 y situadas en el lejano futuro que comienza en 1999, estas historias, aparentemente sencillas, sirven de excusa para que Bradbury se sumerja en los misterios del alma humana y desarrolle una de las hazañas más apasionantes de la humanidad.

Es un autor clásico, y es difícil hablar de él, por muchas razones, sólo va mi opinión personal, y resultó un libro de mi agrado. Un conjunto de cuentos referidos a una supuesta colonización o intento de colonizar el planeta Marte por parte de los humanos. Así que no pone en el lugar de un lector del futuro que lee sucesos acaecidos en determinados años del pasado. Al día de hoy, año 2017, resulta interesante en varios aspectos. Cuando Bradbury escribió el libro era el año 1950. Las crónicas las sitúa en un período de tiempo que va entre 1999 y 2005 (sólo las 3 últimas están referidas al año 2026). Bradbury escribió en un año donde todavía no había comenzado la carrera especial, si tomamos a esta con el lanzamiento del primero satélite artificial exitoso en el año 1957 (Sputnik 1). Las refirió a 50 años posteriores a su escritura, y ya han transcurridos esos 50 años. Él mismo, al vivir hasta el año 2012, sobrevivió al período que se imaginó. Hasta el día de hoy, no se han encontrados marcianos en el planeta Marte, pero hacia 1950, era un incógnita, la primer sonda que lo sobrevoló recién lo hizo hacia 1965 (Mariner 4), es decir, 15 años después que Bradbury publicara su obra. Y si bien para la fecha, ya ha habido varios exitosos casos de exploración de la superficie, todavía no se lo ha colonizado, ni tampoco se han descubierto la existencia de marcianos, al menos como los que plantea Bradbury.

La obra de Bradbury, fue desde siempre, de mucha llegada, aquí en Argentina, ni más ni menos que esta edición (y todas sus reimpresiones) está prologada por Jorge Luis Borges, escritor de los más relevantes en la literatura argentina.

El texto este en particular, Crónicas Marcianas, puede abordarse desde diversos aspectos, por ejemplo, el carácter científico, que si bien, no es un detallista técnico, hace planteos que con el paso del tiempo se hicieron realidad, si bien aún no llegaron humanos a Marte, sí han legado sondas y vehículos móviles con los cuales se realizaron algunos experimentos y se recibió variada información, pero otras cuestiones como por ejemplo, entre otros, los robot o la realidad virtual (o algo parecido a ello, hoy posible) cuando refiere, por ejemplo:
De la boca de un hombre brotó una llama azul. La llama se transformó en la forma redondeada de una mujercita desnuda, y susurrando y suspirando se abrió como un flor en vapores de color cobalto.
El capitán señaló otro rincón. Una mujer estaba allí de pie, cambiando. Primero se encerró en una columna de cristal; luego fue una estatua dorada, después una vara de cedro pulido, y al fin, otra vez una mujer.
En toda la sala de medianoche, la gente exhalaba pequeñas llamas violáceas, móviles, cambiantes, pues la noche era tiempo de transformaciones y aflición.
(Agosto de 1999. Los hombres de la Tierra. pág. 51)
Como se ve, Ray Bradbury también escribe con cierto tono poético. También utiliza bastante el humor, y dentro del humor, desde lo burdo hasta lo más inteligente, por caso, se me ocurre citar de ejemplo, cuando la pareja estaba en una ciudad absolutamente desierta en un mundo sin más personas y dice:
Después de la película fueron de compras por las calles silenciosas. Genevieve rompió un escaparate donde había varios vestidos y se puso el más ostentoso. Se volcó un frasco de perfume en la cabeza y pareció un perro mojado.
(Diciembre de 2005. Los pueblos silenciosos. Pág. 234)
No cabe dudas que le gusta mucho utilizar la palabra estío (incluso tiene un libro en cuyo título esta esa palabra). Otras palabras que se hacen constantes son telepatía, desierto, abandono. El tema de la telepatía en los marcianos parece sugerir un algo superior (como algo fuera de nuestro alcance) de los “otros” frente al “nosotros”. Y no se trata de una tecnología sino algo inmaterial, y del que al menos, aquí en la Tierra, luego de innumerables estudios desde la ciencia, es algo que está totalmente desacreditado, pero que se existir, sería algo sorprendente, y así creo que lo veía en su época. No obstante, el tema de los cohetes, los trata con naturalidad, como su habláramos hoy de automóviles, aviones o trenes, comienza en un primer momento con los cohetes a cargo de un capitán, pero ya para el final, son las mismas personas que las que los conducen.

Todo es muy americano, los nombres de lugares, de personas, de conductas, de costumbres, y hasta cierto punto puede que le de cierta verosimilitud, pensemos que si hoy día un astronauta llega a Marte, es posible que se un americano (aunque Rusos, Chinos y Europeos están en una carrera, es más factible, desde mi punto de vista, que lleguen primero los americanos). En ocasión hace alusión al coche-escarabajo, tan popular durante muchos años, sobre todo en las décadas del ´40 y del ´50, que curiosamente no hace muchos años, más bien finalizando el siglo XX y comenzando el XXI han relanzado una versión reinterpretada de ese automóvil adaptado a la actualidad.

Fue a tientas hasta la cocina, descongeló unas frambuesas, y comió desconsoladamente(p. 107), cuando leí esa frase, inmediatamente pensé en el microondas, y luego me pregunté ¿en qué pensaba Bradbury? ¿el personaje las descongeló con agua? Como era común en su época, como el autor no ahonda en cuestiones técnicas ni brinda mayores detalles, queda en cada uno, y vemos que a un mismo proceso, ayer y hoy, se le puede dar una lectura diferente debido al advenimiento de nuevas tecnologías. Sin embargo, en ocasiones, el pasado quedó, y está presente en la historia del futuro, y justo en algo que cambió tanto y tan radicalmente como lo es el sonido y la música. Se quedó con el gramófono y el fonógrafo.

Otro aspecto interesante en Bradbury y este texto, es la inclusión de temas musicales y literarios, solo hace mención, pero a quien le pique la curiosidad, puede buscarlos para interiorizarse. Lo he hecho, había tomado notas de ellos a medida que iban apareciendo, y he encontrado un blog, donde también los han mencionado y redireccionado a los videos en youtube. El link directo es http://billardeletras.com/blog/temas-musicales-y-poemas-de-cronicas-marcianas-de-ray-bradbury




El cuento que más me gusto, quizás fue Los hombres de Tierra (agosto de 1999), pero sin duda alguna, el que más me impactó fue Un camino a través del aire (junio de 2003). El diálogo inicial es fenomenal
- ¿Te enteraste?
- ¿De qué?
- ¡Los negros, los negros!
- ¿Qué les pasa?
- Se marchan, se van, ¿no lo sabes?
- ¿Qué quieres decir? ¿Cómo pueden irse?
- Pueden irse. Se irán. Se van ya.
- ¿Una pareja?
- Todos los que hay en el Sur.
- No
- Sí.
- Imposible. No lo creo. ¿Adónde? ¿A África?
Silencio.
- A Marte.
- ¿Quieres decir al planeta Marte?
- Exactamente.
Por su contenido de carácter social, dejando de manifiesto su desprecio por el racismo imperante en su época, escribió en la década del 40, el libro se publicó en 1950, el caso Brown es de 1954, la ley de derechos civiles de 1964 y la ley de derecho al voto sin discriminación del año 1965, es decir, el proceso de desegregación se llevó a lo largo de varios años, posteriores a la obra de Bradbury, y cuando refiere “Todos los que hay en el Sur” no deja lugar a otras interpretaciones, que imagino, como a muchos de sus contemporáneos le causaría repulsión esa realidad que vivía parte de sus conciudadanos, tanto las víctimas como aquellos que expresaban el odio hacia el otro, y en el cuento lo deja ver.

Otro cuento interesante es Usher II. Ya solo con el título podemos reconocer un tributo a Edgar Allan Poe. Este cuento también visualiza las inquietudes de Bradbury, por un lado su esencia literaria al referir a Poe, uno de los más reconocidos escritores norte americanos, considerado el creador del cuento moderno, y por otro lado, el transfondo del cuento, que da cuenta de la preocupación por la quema de libros (quizás haya tenido en cuenta, o hay impactado en el autor, la quema de libros por parte del régimen nazi) y el peligro que ello conlleva, o visto desde otro perspectiva, el amor por la literatura y la condena de aquello que la destruye.

El Prólogo está realizado por Jorge Luis Borges. Es increíble como en una página y media hace una raconto histórico de como se llega la Ciencia Ficción, género en el cual incluye las crónicas, y llama a la obra “libro de apariencia fantasmagórica”. Dice Borges, en el Prólogo:
Acaso La tercera expedición es la historia más alarmante de este volumen. Su horror (sospecho) es metafísico; la incertidumbre sobre la identidad de los huéspedes del capitán John Black insinúa incómodamente que tampoco sabemos quiénes somos ni cómo es, para Dios, nuestra cara.
Quiero asimismo destacar el episodio titulado El marciano, que encierra una patética variación del mito de Proteo.

Hablando de Proteo, Borges escribió dos poemas (dejó link)
http://www.poesi.as/jlb0917.htm
http://ciudadseva.com/texto/otra-version-de-proteo/

También encontré ese horror metafísico en ambos cuentos, y en lo personal, el cuento El marciano me llevó a un cuento que leí hace mucho llamado La pata de mono del escritor británico W. W. Jacobs. (1902)
Por cierto, el relato La pata de mono fue incluido por Jorge Luis Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo en su famosa Antología de la literatura fantástica.
Y en el Prólogo de Antología de la literatura fantástica, ellos dicen
La sorpresa. Puede ser de puntuación, verbal, de argumento. Como todos los efectos literarios, pero más que ninguno sufre por el tiempo. Sin embargo, pocas veces un autor se atreve a no aprovechar una sorpresa. Hay excepciones: Max Beerbohm, en Enoch Soames, W.W. Jacobs, en La Pata de Mono.
Max Beerbohm deliberadamente, atinadamente, elimina toda posibilidad de sorpresa con respecto al viaje de Soames a 1997. Para el menos experto de los lectores habrá pocas sorpresas en La Pata de Mono; con todo, es uno de los cuentos más impresionantes de la antología.


A continuación, algunas citas referidas a Crónicas Marcianas, que encontré en Google Books, que me parecieron relevantes algunas de ellas por lo variopintas que resultan.

Por virtud de estas Crónicas, de concepción y ejecución muy diversa, me ha sido dado revivir, en los últimos días de otoño de 1954, aquellos deleitables terrores.
Ray Bradbury: Crónicas Marcianas. Prólogo de J.L. Borges. Buenos Aires, Ediciones Minotauro, 1955.
Posdata de 1974. Releo con imprevista admiración los Relatos de lo grotesco y arabesco (1840) de Poe, tan superiores en conjunto cada uno de los textos que los componen. Bradbury es heredero de la vasta imaginación del maestro, pero no de su estilo interjectivo y a veces tremebundo.
Miscelanea. Jorge Luis Borges. Penguin Random House Grupo Editorial España, 10 nov. 2011. Reunidos en un solo volumen los mejores ensayos y críticas de Jorge Luis Borges.


Bradbury siempre tiene el tono justo, no hace concesiones, no cae en ironías fáciles ni en poses para la galería. Hace realista una descripción distópica, hace cotidiano el futuro, algo que Borges veía también veía en sus igualmente célebres Crónicas Marcianas (1950). Bradbury de la realidad con la precisión y el testimonio notarial que solo otorgan distancias de cientos de años o de miles de kilómetros en el espacio. Como explica Amis, “el infierno conformista de Bradbury es el mejor logrado de todos los inventados por autores de ciencia ficción”.
Estética: perspectivas contemporáneas. Antonio Notario Ruiz. Ediciones Universidad de Salamanca, 26 nov. 2008 - 420 páginas.

5) Las utopías y distopías relacionadas con el futuro de la humanidad. Se trata de obras más o menos alegóricas y proféticas donde lo filosófico y lo ideológico se mezclan con elementos de ciencia ficción. Ejemplos: Un mundo feliz (A. Huxley); 1984 (G. Orwell); Farenheit 451 (Ray Bradbury); Crónicas Marcianas (Ray Bradbury), etc...
Estética y pragmática del relato fantástico: la estrategias narrativas y la cooperación interpretativa del lector. Juan Herrero Cecilia. Univ de Castilla La Mancha, 2000 - 269 páginas.

Entre los escombros de aquella vida pasada y azarosa, comencé a leer un ejemplar de las Crónicas Marcianas de Bradbury que descasaba en una balda, junto a otros libros (...)
Aquél volumen no tenía nada de especial, estaba muy ajado y en sus tapas azules no se adivinaba nada que evocase Marte, sino solo grandes letras anaranjadas y amarillas que anunciaban el título, el autor y un prólogo de un tal Jorge Luis Borges a quien yo aún no conocía, todo ello bajo una ilustración demasiado minimalista y conceptual como para resultarme atractiva. (...)
Cuando Pancho Monaghan descubrió que me interesaba aquel ejemplar, me invitó a quedármelo sin darle la menor importancia. yo le pregunté si a él no le gustaba y me respondió (...)
- Bah... Ese tipo no acertó una mierda. Y en líneas generales, es una mariconada. Pero el mensaje es bueno.
- ¿Qué mensaje? -inquirí.
- Ya lo sabes, coño. Esto se va al carajo. Marte es el futuro.
Tulipanes de Marte. Javier Yanes. Penguin Random House Grupo Editorial España, 23 ene. 2014 - 608 páginas.


En la misma tradición de novelas que miran con preocupación la evolución de la sociedad, Ray Bradbury, quizás el autor con más proyección literaria dentro d ela ciencia-ficción, logró relatos que atrapan por la brillantez de su estilo sugerente como la colección de relatos cortos que componen Crónicas Marcianas (1946), y como la novela hito que fue Farenheit 451 (1953). (...)
Este libro (Yo robot, I. Asimov, 1950) como las Crónicas Marcianas de Bradbury, son buenos ejemplos de que los relatos cortos son los recipientes más apropiados para la ciencia-ficción, pues en ellos se pueden acentuar la sorpresa, la intensidad y la paradoja.
Itinerarios lectores: Un panorama de la narrativa infantil y juvenil. Luis Daniel González. BibliotecaOnline SL.


Prototipo de poniente, según nos dice el mismo Araújo en una nota preliminar, "es un modesto homenaje a autores como Bradbury, Lem, K. Dick, Huxley, Sturgeon, K. Le Guin y otros".(cita)
(cita) Ray Bradbury, Stanilaw Lem, Philip K. Dick, Aldous Huxley, Theodore Sturgeon y Ursula Le Guin son reconocidos autores de obra sde ciencia-ficción y fantasía.
(...) otros como Bradbury captan en sus textos las ansiedades sociales de los humanos en la edad atómica.(...) En cuento a Bradbury, hay que destacar Crónicas Marcianas (1950), Farenheit 451 (1953) y El vino del estío (1957). La obra de Lem, como la de Bradbury, es una sátira social que pinta una visión irreverente de la condición humana.
El juego eterno: teatro de Luis Araújo. Luis Araújo, John P. Gabriele. Editorial Fundamentos, 2001 - 223 páginas.


Cuando yo era pequeño mis padres me llevaron a la ciudad de México. Siempre recordaré el comportamiento de mi padre, vulgar y fatuo. A mi madre no le gustaba tampoco aquella gente porque eran morenos y no se bañaban a menudo. Mi hermana ni les hablaba. Sólo a mí me gustaban realmente. Y puedo imaginarme a mi madre y mi padre aquí en Marte haciendo otra vez lo mismo... Para el norteamericano común, lo que es raro no es bueno.
(...) -¿Recuerda usted lo que pasó en México cuando Cortés y sus magníficos amigos llegaron de España?. Toda  una civilización destruida por unos voraces y virtuosos fanáticos. La historia nunca perdonará a Cortés.
Bradbury, Ray. Crónicas Marcianas. Editorial Minotauro. pp 90 y 91.
Este relato inserto en las Crónicas Marcianas de Bradbury nos señala que México y Marte son puertas que permiten entrever otros días, otras alternativas, el marciano y el humano se separan y se unen en uno solo en la árida planicie iluminada por dos lunas de un planeta vivo y muerto a la vez. (...)
No existen en el texto de Crónicas Marcianas artilugio científico de esos que sacan chispas y rayos láser. Se menciona que el humano llegó a Marte (lo cual nos habla de una nave espacial nunca reseñada), pero el Marte de Bradbury tiene poco que ver con el Marte real, el científico (incluso el Marte conocido por la ciencia de principios de la década de 1950). En Crónicas Marcianas, el escenario tiene poco que ver con los que uno se imagina al pensar en CF. (...)
En toda la obra de Bradbury se hace incapié en la percepción de la realidad; más allá: cuál es la naturaleza de esa serie de impulsos nerviosos y sensoriales que llamamos realidad.
Expedición a la ciencia ficción mexicana. Ramón López Castro. LD Books, 2001 - 191 páginas.


El silencio de las ciudades marcianas en la novela de Ray Bradbury.
(...)
La conquista y colonización de Marte no difieren, para el autor, de otras conquistas y colonizaciones anteriores, en la tierra. Por eso, las crónicas y sus imágenes son nostálgicas y quizá esa sea la respuesta a la pregunta que se formulara Borges en los últimos días del otoño de 1954, cuando prologaba el libro: ¿Qué ha hecho este hombre de Illinois -Bradbury- para que episodios de la conquista de otro planeta me llenen de terror y de soledad? Bradbury ha puesto, dice Borges, sus largos domingos vacíos, su tedio americano, su soledad...
Hay tres tipos de ciudades en el libro: las ciudades marcianas, las terrestres y las que los terrestres construyen en Marte. De las primeras, Bradbury solo nos deja entrever un modo de vida ideal, casi sin descripciones físicas: sobre ellas hablará más tarde, cuando estén deshabitadas, vacías y abandonadas; cuando sean territorio de la nostalgia.
Las ciudades terrestres, o mejor dicho: la vida en las ciudades terrestres es terrible (también por ello el hombre busca una nueva vida en Marte); son ciudades grises y ásperas, el ambiente para toda la mezquindad del pensamiento humano, para la angustia, la represión, la monotonía y el miedo. Más que descripciones de ciudades terrestres (ciudades norteamericanas) Bradbury sugiere atmósferas, contextos: excepto cuando interviene la nostalgia ante el inminente viaje; entonces aparecen lugares, imágenes, esquinas y árboles vistos con los ojos de una partida, idealizada como si no fuera posible el retorno...
También son terribles las ciudades que los hombres construyen en Marte, ciudades provisionales, "de urgencia", en las que ni siquiera los nombres demuestran entusiasmo ante la empresa colonizadora: Ciudad Aluminio, Aldea Eléctrica, Detroit II... Afortunadamente para Marte -como entidad y como lugar- duran poco ya que sus materiales son burdos, perecederos y ante una nueva guerra en la Tierra, los colonizadores regresarán enloquecidos de patriotismo, olvidando la aventura-juego en Marte; regresarán de un lugar donde siempre estuvieron de paso, en tránsito y con ese sentimiento hicieron las ciudades, regresarán a incinerarse en el holocausto de una guerra, la última. La vida cotidiana de los marcianos aparece ajena a la ciudad, pero esta existe, cercana, como se puede leer en los últimos capítulos del libro. (…)
Ciudad express: arquitectura, literatura, ciudad. Juan Carlos Pérgolis. Nobuko, 2005 - 134 páginas.


El guiño a Crónicas Marcianas que contiene el título no es, por tanto, ocioso: esta obra de Ray Bradbury es formalmente una novela de ciencia ficción, compuesta de una serie de relatos disconexos que tienen lugar en un oscuro y hermoso Marte, sin embargo, el Planeta Rojo es para el escritor principalmente un escenario sobre el que diseccionar al ser humano y sus miserias.
Crónicas eléctricas: Breve y trágica historia del sector eléctrico español. José Luis Velasco Garasa. Ediciones AKAL, 30 oct. 2015 - 221 páginas.


Lo que sí recuerdo muy bien es que el tema que me di para ensayarlo fue Crónicas Marcianas de Ray Bradbury. Eso da quizás una medida de lo mucho que me impresionó el libro, el cual había leído bastante antes de entrar a la universidad y obsesivamente seguía dándome vueltas en la cabeza, como también El vino del estío, del mismo autor.
Algunos quizás cataloguen y rechacen a Bradbury como autor de ciencia ficción por eso de Crónicas Marcianas y por sus muchos cuentos cuya acción trasncurre en naves espaciales o en otros planetas y cosas así. Nada más equivocado. Los escenarios de la literatura de Bradbury pueden ser esos, pero su contenido está ciento por ciento centrado en personas, emociones y experiencias. En otras palabras, bajo la apricencia de un autor de ciencia ficción Ray Bradbury se ubica en el polo opuesto de la literatura estandar de ciencia ficción.
El Banquete: ....O lecturas de supervivencias. Fernando Villegas Darrouy. Penguin Random House Grupo Editorial Chile, 1 jun. 2012 - 300 páginas.


Las Crónicas Marcianas fabulan una conquista y colonización de Marte. Además del tono elegíaco de Bradbury, agrego que presenta otra característica muy poco común: la traducción castellana (que no tengo a mano) es mejor que el original. Los marcianos que al principio son espantosos, terminan por inspirar lástima cuando son aniquilados. Bradbury no se hace ilusiones respecto de la dignidad moral del ser humano: cualquier cultura o especie diferente debe ser saludada con nalpam o con las armas necesarias para destruirla. Por supuesto, en la contienda marciana vencemos los humanos y Bradbury anuncia con tristeza y desengaño la expansaión de la lacra humana en el antes idílico planeta rojo, de arenas azules y ciudades ajedrezadas.
Un viaje por mi biblioteca. Pierre Jacomet Ollivet, 2006 - 366 páginas.


- Le pregunto que si usted es un aficionado a leer libros de ciencia ficción porque me parece cuanto menos curioso que a su hija mayor le haya puesto el nombre de uno de los personajes de la novela de Ray Bradbury "Crónicas Marcianas". De hecho, creo recordar que era el título del segundo relato de la obra.
- Pues parece que el señor Bradbury, del cual no conozco su obra, tuvo la idea de utilizar un nombre de la cultura quechua para su libro, porque le puedo asegurar que Ylla es un nombre autóctono de aquí. De hecho, la madre de mi esposa también se llamaba Ylla.
- O quizás lo de Bradbury fue simplemente casualidad. En cualqueir caso, Ylla es un nombre muy bonito -apuntó Carlos tratando de agradar al Sr. Huanca.
- Perdone mi confusión -sentenció Michael cortésmente. - Y ¿cuál es su significado?
-Ylla significa "luz sagrada", "talisman que trae ventura y suerte", "digna de confianza" - explicó el señor Huanca.
La máquina de escribir. Ricardo Borrero Gavilán. Chiado Editorial, 1 mar. 2013 - 610 páginas.


¿A qué libro le tiene especial gratitud?
A las Crónicas Marcianas de Ray Bradbury. Es algo que todavía me conmueve. Cuando leí que, ante las evidencias científicas, Bradbury dijo: "pues bueno, mis marcianos no existen" casi lloré.
Retrato hablado Entrevistas con personajes de Guadalajara (segunda parte)
Juan Carlos Núñez Bustillos. Editorial Universitaria | Libros UDG, 16 jul. 2014 - 460 páginas.


Son muchos los estudiosos, pensadores y científicos que se inspiraron en las enseñanzas de la historia. Esto, en los escritores de ciencia-ficción ha sido particularmente notable. Baste un ejemplo: Ray Bradbury. Seguramente, este autor, al escribir sus Crónicas Marcianas, recibió la influencia de varios escritores de cuentos fantásticos. También son muy claros en él los impactos de los grandes descubrimientos marítimos y terrestres. Bradbury se preocupó en su libro por mostrar las consecuencias perniciosas del encuentro entre culturas (en su caso entre la marciana y la terráquea), inspirándose en hechos como los acaecidos en Guatemala luego de la llegada de los europeos, cuando una epidemia de viruela diezmó a los grupos mayas de un área importante, situación ésta que el novelista recrea como la plaga de varicela que llevada por los terráqueos, acaba con los marcianos (diferente a la enfermedad terrestre que mata a los marcianos invasores en La guerra de los mundos, de H. G. Wells). La primera edición de The Martian Chronicles es de 1946, posterior en 13 años a la traducción completa al inglés de los libros del Chilam Balam. El sueño profético referido por uno de los marcianos anunciando la llegada de los primeros seres humanos, hace recordar los dimes y diretes de las profecías mayas supuestamente registradas antes del descubri¬miento de América por parte de los europeos. Tanto los mayas como los marcianos anuncian en sus profecías que los extranjeros están muy cerca, a una jomada de distancia y también en ambos casos se discurre sobre las características físicas de los invasores. Los extraños libros sonoros que "leen" los marcianos hacen recordar a los libros "pintados" o libros jeroglíficos de los mayas. Por último las máscaras, a las que tienen tanta afición los miembros de ambas culturas, confirmen el juego de imágenes de Bradbury inspirado por la literatura maya.
Obras completas, Volumen 2. Silo (seudónimo de Mario Luis Rodríguez Cobos). Plaza y Valdes, 2002 – 686 páginas.



Algunos link interesantes para visitar y leer:

http://universodecienciaficcion.blogspot.com.ar/2014/01/1950-cronicas-marcianas-ray-bradbury.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Ray_Bradbury
https://es.wikipedia.org/wiki/Cr%C3%B3nicas_marcianas