Reuniendo Letras: Caminata 26. 11,58km. 1hs 52min.

La caminata del día de hoy fue larga. En casi 2horas complete 11km y medio. Cansadora. La más larga de las realizadas hasta el día de hoy de las que voy comentado.

El objetivo era sencillo, llegar a la Av. Corrientes al sector conocido como librerías de la calle Corrientes, que es el mismo sector de los teatros y restaurantes, solo que estos todavía tienen prohibición tajante de abrir, no obstante me llegó el comentario que el resto de los comercio ya abren, algunos con persianas por la mitad, otros abren completo, alguno no dejan pasar de la puerta, otros permiten el ingreso, y todos piden colocarse alcohol en las manos al ingresar. También se dan casos de algunos comercios de otros rubros, más que nada, grandes cadenas, que testean temperatura con el termómetro láser, a mi juicio poco y nada útil, es sabido que el covid pude generar alrededor de 11 síntomas distintos, uno de ellos es la temperatura alta, pero no es el más frecuente, sin contar los casos de asintomáticos o síntomas leves, casi imperceptibles. Ahora supongamos, que uno de esos sujetos de “seguridad” caza a una persona con temperatura de 38º ¿qué hace? Le avisa a la personas que tiene dicha temperatura, luego le impide ingresar al comercio, en este país a veces es el revés ¡pará, quédate ahí!, ¡no entres!, ¡vos no podes pasar!, y cuando el “stopizado” (o detenido) pregunta ¿pero que hice? ¿qué paso? ¿por qué no puedo ingresar?, ahí recién le “explican” que tiene 38ºC. ¿Y qué hacen después los poseedores dela pistola termómetro? ¿llaman a emergencias o dejan que el afiebrado se retire? Nunca lo sabremos, no hay información al respecto. Ni siquiera sabemos la efectividad de este método de detección particular ciudadana por parte de los cazadores de covid. ¿Existirá algún registro que concentre la información de diagnosticados de covid a partir de la detección con una pistola termómetro en la puerta de un local comercial? No lo he leído por ningún lado y dudo que exista algo así en alguna parte del mundo. Pero el mundo siempre sorprende. La realidad aquí es los casos van en aumento, algunos cuestionan la extensión de la cuareterna, que se la implementó antes de tiempo o que es ineficaz, el sistema de salud no desbordó, la crisis económica se agravó, y los casos están alcanza números de otros países solo que más demorados en el tiempo, lo que a otros países le pasó en uno o dos meses, a nosotros nos está pasando en cuatro o cinco. Y la realidad es que los negocios ya abren, la gente circula por las calles y demás espacios públicos, el tránsito aumentó, y de manera informal, la circulación volvió, es cierto que en menos caudal, todavía hay algunos controles en el transporte público, pero solo en cabeceras, y controles “rudos” en algunas provincias y ciudades del interior (no en todas, por suerte), que como siempre viene con un poco más de “retraso” en muchos aspectos, y el autoritarismo con sesgos feudales y aceptados por siervos y campesinos es tolerado y aceptado con resignación.

Volviendo a la caminata, por mi parte trato de evitar el transporte público, porque si me parece un foco potencial de contagio, no solo de covid sino de cualquier otra enfermedad contagiosa emparentada (gripes, resfríos, etc….), y también evito el transporte privado, por las mismas razones, y con dos motivos más, el principal, que si el objetivo planteado es caminar, sería una contrasentido movilizarme en un vehículo (salvo para casos a futuro, como hacía antes de la pandemia, de ir a una lugar en vehículo y regresar caminando), el segundo, que si por una de esas casualidad uno circula en vehículo y cae en una control, tenés que perder el tiempo para justificar la circulación, se da el caso, que personas van con el barbijo o cubreboca por el cuello, o por debajo de la nariz, y nadie le exige nada, nadie le explica, nadie le concientiza para que entre en razones y asuma actitudes responsables, pero si uno anda en su automóvil solo, ahí si pude que lo detengan y le pidan información a exhibir.

Caminando por Av. Santa Fe, habiendo ingresado al barrio de Recoleta, se me aparece un primer edificio, que le tomé foto, porque es llamativo, visualmente atractivo, ubicado justo en la esquina de las avenidas Callao y Santa Fe. Se trata del Edificio Roccatagliata (1) (2) (3), construido en la década del 1920. Proyectado por el arquitecto milanés Mario Palanti. Con una torre cuyo diseño presenta caras facetadas, semicolumnas y cornisa ondulada.

Edificio Roccatagliata.

Este edificio presenta características particulares que hacen no se los pueda ubicar íntegramente en un estilo arquitectónico único, como lo explica un estudio (4) de las obras del su arquitecto, que dice:

El arquitecto ensaya por primera vez una composición de fachada por fuera de los cánones clásicos. En ellas se detectan elementos arquitectónicos, fragmentos provenientes de diversas tradiciones, que escapan al código clásico y dan como resultado un extraño ensamble de disposición en vertical.

Edificio Roccatagliata.

Si bien, llegado a este punto de la caminata, ya podría haber doblado hacia el lado de Corrientes, se me ocurrió que podía continuar caminando hasta Cerrito/9 de Julio, solo restaban 7 calles más, allí girar hasta el Obelisco, y enganchar de atrás la Av. Corrientes, para recorrer el sector de punta a punta, no perder ninguna librería de las que me gusta visitar, y directamente ir regresando a medida que visito librerías, sin tener que hacer un ida y vuelta para el regreso. Y eso fue lo que hice.

Cinco cuadras más adelante, pasé por la vereda de la Basílica de San Nicolás de Bari. Este edifico de estilo academicista francés fue inaugurado en 1935, aunque en el lugar existía una capilla desde muchísimo tiempo antes.

Apenas tomé un par de fotos, de pasada, rápidas, se pueden ver en una de ellas, la bandera argentina y la bandera papal, colocadas donde comienza la parte superior de la iglesia. En la otra foto, se puede observar una de las dos torres con campana que componen la simétrica fachada del templo.

Basílica de San Nicolás de Bari.

Antes de llegar a la esquina hay un local para realizar depilaciones, es relativamente nuevo, dos años como mucho, y tienen dos piernas plásticas con las que arman composiciones diversas.

Cuando pasé, habían generado un estilo playa, con pelotas para la arena y hamaca paraguaya, en tanto que en marzo del 2019 habían generado el chapuzón en la pileta, también fue en 2019 cuando pasó el auto de Google Maps y registró la foto con la disposición de una sala de espera

En la cuadra siguiente, pero del lado de enfrente al que venía caminando, se encuentra el edificio La casa del teatro. (5) En realidad ya se ve su parte superior una par de cuadras antes, es llamativo por la máscara. De noche, e iluminado, se lo aprecia mejor, porque se destaca por sobre los demás.

Algunos detalles sobre este edificio diseñado en 1927 e inaugurado en 1938, se encuentran en la web (6) misma de la entidad La casa del teatro, donde dice:

El arquitecto Alejandro Virasoro diseñó ad honorem el edificio, hoy considerado un ejemplo del estilo Art Decó, con elementos nuevos para la época: acero inoxidable, mármoles, luz fluorescente y formas aerodinámicas entre otros.
Virasoro hizo una arquitectura racionalista y geométrica, inspirada en diseños de la tradición americana. Se nota en la pirámide escalonada incaica con la que culmina el edificio.

En otro blog (7) disponible en el web, encontré más precisiones:

Los relieves y las figuras geométricas están presente a lo largo de toda la facha, destacando entre ellos la cartela que remata el edificio con el lema “Casa del Teatro”, así como el prisma que corona el edificio tras un ascenso en código piramidal, adornado en sus cuatro caras por mascaras de teatro, creando un elemento que refuerza la comunicación al viandante del usó del edificio.

La casa del Teatro.

Giré y con una perspectiva en diagonal, le tomé foto al monumento Homenaje a la Democracia (8) (9), realizado por el artista plástico Gyula Kosice (1924-2016) (10) emplazado en ese lugar allá por el año 2000. El arte abstracto y sus derivaciones mucho no me gustan y no lo entiendo.

Homenaje a la Democracia.

Un poco más adelante, le tomé foto a una fuente. Esta fuente tiene historia que contar.

En realidad se trata de dos fuentes, y reciben varios nombres, Fuente el Niño y el Pez, Fuente Ornamental I y II, Fuentes Viajeras. (11) (12) (13). Elaboradas en Francia en 1870 para la Plaza de Mayo, estuvieron allí a cada lado de la Pirámide de Mayo. Luego fueron separadas y, finalmente, vueltas a unir en 1969 ubicadas en el lugar que ahora ocupan. De estilo neoclásico, exhiben neptunos (y otras figuras mitológicas), mujeres, delfines, cabezas de peces, dos platos y una ronda infantil de hierro, realizadas por la compañía fundidora artística francesa Du Val D’Osne (que empleaba a grandes escultores como por ejemplo a Martin Moreau 1821-1912 que fue quien diseñó las fuentes). Podemos ver en el conjunto escultórico un juego de dobles.

Al pasar por el Teatro Colon, le tomé fotos a algunas placas ubicadas en sus paredes. Dos refieren al teatro y una refiere a la primera estación de trenes existente allá por 1857.

Finalmente llegue al Obelisco, antes de girar para regresar por Av. Corrientes, le tome un par de fotos.

Obelisco.

Y justo en la intersección de calle Cerrito y avenida Presidente Roque Sáenz Peña, (conocida como Diagonal Norte) se encuentra el Centro de Monitoreo de la 9 de Julio a cargo de la policía. La oficina posee un frente todo vidriado, lo novedoso que por detrás tiene una escalera que lleva al techo, y desde el techo de la oficina han generado un Mirador del Obelisco. Este lugar lo inauguraron en mayo de 2019.

Centro de Monitoreo
y
Mirador del Obelisco.

Giré por avenida Corrientes para ir visitando las librerías y de paso regresar. A poco paso de caminar la avenida, una placa en la vereda indica un edificio protegido, el Teatro Broadway.

No recorrí todas las librerías, solo las de mi interés que ya conozco de antes. Del recorrido, la mayoría estaban abiertas, algunas con persianas a la mitad, salvo las de las grandes cadenas, que son tres o cuatro. Había también dos o tres de la chiquitas cerradas, que no se si no abrieron por la cuareterna o porque ya se fundieron como tristemente sucedió con muchos negocios. Pero las que visitaba habitualmente, y que no me acercaba desde enero o febrero, estaban abiertas. Y en una de ellas, me compre un libro titulado David Balfour cuyo autor es R. L. Stevenson. Lo compré por varios motivos, el precio estaba bien por ser un libro usado y no estar en las mejores condiciones estéticas y visuales. Pero además es obra de Stevenson, uno de mis escritores preferidos. La pluma magistral de este autor me maravilla. Además es un ejemplar que no tenía en la colección que lentamente voy completando. También hay que sumar que es una primera edición de 1953. Para esta edición, el libro comienza con dos páginas introductorias, cuyo título es Sumario de las anteriores aventuras de David Balfour, tal como se relatan en Raptado.

Esto merece algunos comentarios.

El título David Baolfour refiere a un libro que también se lo titula como Catriona.

David Balfour / Catriona es la continuación, la segunda parte, de un primer libro que se titula Raptado, aunque también se lo ha llamado Secuestrado.

Este libro, Raptado / Secuestrado (título original Kidnapped), la primera parte de la historia es el que leí. Poseo una edición de la editorial Losada.

Secuestrado es una novela histórica y de aventuas, en ella Stevenson relata vivencias de un joven llamado David Balfour, que justamente es secuestrado, y luego de algunas peripecias se encuentra con un espadachín llamado Alan Breck que formaba parte de un grupo de rebeldes jacobitas. La acción se desarrolla en torno a hechos reales escoceses del siglo XVIII, en particular el “asesinato de Appin”, que tuvo lugar tras el levantamiento jacobita de 1745.

El libro que compré David Balfour / Catriona es la continuación de aquella historia.

Regresando le tomé una foto a la estatua de Alberto Olmedo y Javier Portales representando a los personajes Borges y Álvarez, realizadas por el artista Fernando Pugliese. Suelen estar llena de gente que pasa, se siente y se toma la foto, por eso están algo deterioradas. En ese momento no había nadie, así que les saqué foto y seguí caminando.

Más adelante, se presenta una imponente torre con una caída vidriada. Se llama Lex Tower (14)(15), y está en el lugar donde alguna vez existió un teatro llamado Politeama (16), que cerró y fue demolido en 1958 y desde entonces nunca más se construyó nada, luego de tres proyectos no efectivizados, llegó finalmente esta torre de 30 pisos con teatro incorporado. Resulta que existe una ley que manda si un privado quiere construir donde hubo un teatro, la nueva construcción debe tener una sala teatral, lo cual me parece muy saludable.

Lex Tower.

El frente del edificio (17) sede del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, lugar donde juran y se matriculan los abogados que ejercen en CABA, posee dos placas, una con el nombre y la otra que exhibe una distinción para los arquitectos que refaccionaron el lugar. (18)

CPACF

También sobre la Av. Corrientes, altura al 1600, le tomé foto a otro lugar con placas. Café El Gato Negro.

Don Victoriano (19), hasta 2016 se llamó El Gato Negro, bar y restaurante de Buenos Aires, declarado Café Notable y Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Es además una de las principales casas de venta de especias de ciudad.

Caminé derecho por Av. Corrientes, al cruzar Av. Callao dejé atrás el barrio San Nicolás e ingresé al barrio Balvanera. Aquí también continué diez cuadras más por Av. Corrientes hasta Av. Pueyrredón, allí giré hacia la izquierda unas cinco cuadras más hasta llegar a Av. Córdoba.

Le tomé foto a una escuela, la Escuela Nº 14 D.E. 2, solo porque en su fachada tenía grabado el nombre Escuela Juan M. de Pueyrredón, y mirando su página web, se lee lo siguiente: En el año 1910, centenario de la Revolución de mayo, el Consejo Nacional de Educación nombró patrono de la escuela al Gral. Don Juan Martín de Pueyrredón.

Escuela Nº 14.
Juan M. de Pueyrredón.

Ya habiendo girado por Av. Córdoba, por apenas una calle, una publicidad del Gobierno de la Ciudad, para no compartir utensillos en tiempos de pandemia covid.

Ya por la calle Güemes, hay un bar, que en su persiana, presenta una pintura de la cabeza de un ave. Me encantan estos motivos, y a este ya le debo a haber tomado varias fotos, si uno no hace eso cuando se encuentra con un mural/pintura que sea de su agrado, corre el riesgo que a la próxima pasada la encuentre vandalizada, o bien, desgastada por el natural paso del tiempo, y otras veces, simplemente suplantada por otra pintura. El hecho que tengo varias fotos de esta fachada pintada.

Y hay un detalle. El lugar se llama Green Parrot, cuya traducción literal sería Loro Verde. Y efectivamente, al cartel de madera que contiene el nombre, lo acompaña la silueta de un loro verde.

Pero si miramos con detenimiento la pintura en la cortina, el ave representada es otra, la cabeza presenta algunas plumas verdes en la parte superior, pero luego tiene plumas blancas, amarillas y un pequeño collar de plumas negras.

Se trata de un Guacamayo azul y amarillo, ave de la familia de los loros propia de América del Sur. Su plumaje no es verde, es de color azul en la parte superior, de color amarillo en el pecho y el vientre.

Luego de dos horas caminando, cierro el recorrido con algunas capturas de pantalla. Pasada la mitad del mes, completados 140.000 de 200.000 pasos.