La caminata del día de hoy implicó poco menos de una hora para completar casi cinco kilómetros y medio.
Pasé por la Escuela Nº20 Carlos M. Biedma del Distrito Escolar 9. Esta escuela hace dos años cumplió los 100 años, todavía posee dos carteles con figuras de la educación y frases relacionada con los niños.
Un par de calles más adelante, en lo que fue una antigua construcción, hoy solo quedan los restos visibles en las paredes lindantes, fue demolida, y posiblemente levanten un nuevo edificio. En aquellas marcas solo podemos cuadrados que dan cuenta de los diferentes espacios de la construcción desaparecida. Al parecer, allí en esa esquina, funcionaba una hostel. Lo llamativo es el mural que quedó visible, se nota que se encontraba en una de las habitaciones, un mural interior, un mural que no sabemos si se completaba con las restantes paredes, piso y techo o solo ocupaba una sola pared, la que quedó a la vista. Claramente deteriorado por el ambiente, el clima, y la erosión, van desgastando lo que sobrevivió a la demolición.
Mural. Julio 2020. |
Mural. Julio 2020. |
Cada vez que veo esos restos del mural me pregunto que había ahí, que reflejaba, si solo era un gusto personal, si era la habitación rentada de un/a muralista, si solo era la decoración de un local puertas adentro, si se trataba del ambiente común y compartido de un lugar más grande, si el espacio de utilizaba para algo de tinte metafísico o pseudocientífico, si era un lugar para actividades con o sin base científica.
Hace un año ya había pasado por allí y le había tomado foto a los restos de ese mural interior, aún se podían ver un poco más colores y apreciar su conformación un poquito mejor.
Mural. Junio 2019. |
Mural. Junio 2019. |
Doy la vuelta al recorrido, y cuando estoy regresando, con el sol de fondo escondiéndose, pude ver más adelantes las luces azules de un par de patrulleros, naturalmente me vino a la cabeza el “algo pasó”. Cuando llegué a la equina efectivamente vi patrulleros, y unos cuantos uniformados en la puerta de lo que parecía ser el local de comidas rápidas, creí ver un detenido sentado en el suelo, algo de gente miraba desde de la esquina. Como este incidente se encontraba en mi ruta, decidí bordearlo siguiendo la media luna de Plaza Italia, desde allí tenía otra vista de la situación, había una patrullero en sentido contrario que al parecer llegó de contramano, había motos policías, pero lo que fuera que haya sucedido ya estaba bajo control, algunos transeúntes mirando, tomando fotos, y otros completamente indiferentes.
Cruzando la calzada circular de Plaza Italia, me giré y le tomé una foto a los puestos cerrados de venta de libros de la Feria instalada allí.
Al terminar de rodear la Plaza Italia me detuve un momento para ver como los últimos rayos de sol energizaban a las plantitas que colocaron en los canteros exteriores, entre las rejas y la vereda, hay un espacio con césped, y allí abrieron siete canteros con plantas. Parecieran ser Begonia cucullata, planta originaria de Sudamérica. Coloquialmente conocida como flor de nácar o agrial.
Tomé una foto del atardecer en Plaza Italia con el monumento a Giuseppe Garibaldi de fondo, y luego continué con mi caminata.
Llegando al final del recorrido, pasé por la Escuela de Educación Especial N° 25 D.E. 9 “Machaca Güemes”, en una ventana vidriada que da a la vereda y utilizan como cartelera, me llamo a la atención un pequeño dibujo impreso, siluetas de maestra y alumnos, unidos por líneas que reflejan un espacio compartido, dibujo que las maestras le dedican a sus alumnos, y que contenía una frase que rescaté La distancia no olvida lo que el corazón recuerda.
Utilicé esta imagen como fondo de datos de recorrido. Para luego finalizar la caminata de casi una hora.
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