martes, 22 de diciembre de 2015

Visitando Ledesma - Provincia de Jujuy.

Realicé una visita a Ledesma. Aquí debo hacer una aclaración surgida de la pregunta ¿a qué me refiero con Ledesma?. En la Provincia de Jujuy existe el Departamento Ledesma. Dentro de él, se encuentra su ciudad cabecera que es la localidad de Libertador General San Martin. El nombre actual lo obtuvo en el año 1950. Antes de esa fecha, desde el año 1899 en que se fundó, se llamaba Pueblo de Ledesma. Esto debido a que en el lugar funciona el Ingenio Ledesma, ahora como Complejo Agro-Industrial Ledesma. En la actualidad, a la ciudad de Libertador General San Martin, usualmente se la conoce indistintamente como Libertador o Ledesma. Así nomás, a secas, sin agregados. Pero dentro de la localidad de Libertador General San Martin, hay un sector específico, que sería como un barrio de la ciudad, que se denomina Ledesma. Pero para llegar a este barrio Ledesma, hay que caminar un trecho, serán alrededor de veinte calles, aproximadamente dos kilómetros. Está un poquitito distanciado de la ciudad, ciudad a la que pertenece y forma parte. Esta es la razón por la que realicé una visita diferenciada del recorrido que hice en la propia ciudad. Lo que visité, es este barrio Ledesma,

Prácticamente este barrio se encuentra en un lugar que pareciera está dentro del ingenio, o al menos, cercado por el ingenio. Ahora es abierto como cualquier barrio, se puede circular con normalidad y posee todas las características de un barrio común y corriente, pero destacan las fachadas de varias viviendas, poseen un aires de similitud, desconozco la historia, debe existir una relación más profunda entre el barrio y la empresa, al menos histórica, dado que gran parte de la población del lugar depende, en parte, de la actividad que desarrolla la empresa en sus variados aspectos. No sé, si el barrio se creó para los trabajadores, o si se desarrolló con los trabajadores, si pertenecía al ingenio y luego tomó vuelo propio, si lo fomentó el mismo ingenio, etc… muchos aspectos que pueden ser como que no, nacen solo en conjeturas de observar algo y desconocer su historia. Muchas de las viviendas, de aspecto similar, presentan un estilo común y particular, tienen unos cuantos años en su haber, dan la sensación que fueron construidas hace varias décadas atrás. Lo poco que leí de información, referido a estos barrios, es genérico y se acerca al período peronista de la década del cuarenta. Este barrio en particular, el llamado Barrio Obrero se construyó en 1948 y ocupó doce manzanas, entre al área fundacional y el ferrocarril. En su momento, eran los mismos ingenios azucareros, los que construían las viviendas para los empleados. En un primer momento se buscaba separar a los técnicos de los obreros no calificados, y al mismo tiempo, acercarlos al mismo ingenio. Pero luego, la creciente mano de obra requirió viviendas, y estas viviendas conformaron los barrios obreros. Estos barrios, creados primeramente para empleados permanentes luego se ampliaron acogiendo a trabajadores temporarios. Los tipos de viviendas, eran de característica rural, con una misma estructura, un par de habitaciones, galería y patio. Es común ver esas casas con galerías en el pueblo de Ledesma. Estaban diferenciadas de aquellas viviendas para los obreros temporarios, que eran de tipo colectivo, y consistían en galpones o pabellones, con varias piezas, que en realidad funcionaban como la casa. Estas viviendas traían con ello, las deficiencias propias del hacinamiento. No voy a entrar en las cuestiones sociales que toda esta política empresarial del principio de siglo pasado lleva consigo, porque no es la finalidad de este mensaje. Pero si acotar, que las viviendas estaban ubicadas dentro de los terrenos propiedad de los ingenios. Hoy día, y desde hace un tiempo, ya no funciona de esa manera.


Tomé una captura de la zona, desde la web de Google Maps. Parece que el auto de Google Street View pasó de largo por la Ruta 34, y no ingresó a este lugar. De todas maneras, sobre el mapa, marqué el recorrido que hice. Un recorrido incompleto, ya que, a pesar de ser un espacio pequeño, de alrededor de diez calles por diez calles, y en algunos lugares no llega a esa distancia, existen algunos espacios verdes, plazas, la escuela, la gendarmería, un hospital y un club, lugares por los que no pasé en mi recorrido.
Comencé a caminar, desde el centro de la ciudad de Libertador General San Martin. A una cuadra de la plaza principal. Por Av. Libertad, tres calles hasta el cruce con Av. Wollmann. Aquí la que continúa es la Av. Wollmann. Serán unas diez calles más, pero no la distancia de cuadra sino que algunas son un tanto más cortas. Aquí se va bordeando las vías del ferrocarril. Existe una doble vereda, una que bordea la avenida y otra que bordea las vías. Césped bien cuidado y algunos árboles, entre medio de ambas veredas. Poseen un alumbrado de faroles. Y no circula mucha gente, al menos en el horario en que pasé. Era por la mañana, alrededor de las 9:30hs. Caminando, en continuado se demora alrededor de 30min en llegar. Estos meses de verano son muy calurosos, las temperaturas oscilan entre los 35º y los 40º. Es pesado. Es recomendable ir hidratado y no hacerlo en horarios picos donde no es recomendable para nada estar en contacto con el sol. Este día en particular, ya en la radio de la mañana habían anunciado que se esperaba “un calor infernal”.
El objetivo era visitar el Centro de Visitantes Ledesma. Llegar a pie y regresar de la misma manera. De paso, recorrer el lugar. Eso fue lo que hice. En este mensaje relato el recorrido, en otro comentaré la visita propiamente al Centro de Visitantes Ledesma.

El camino que voy circulando llega a un punto en común donde se produce un cruce. La Av. Wollmann con la Av. Uriburu, hacia un lado y por el otro la Ruta 34.
En esta esquina, de un lado hay una estación de servicio, del otro lado se encuentra el ingenio. Giro a la izquierda, cruzo las vías, y tomo por Av. Uriburu para continuar caminando. Es una especie de boulevard, ya que en el medio de ambos carriles hay una extensa fila de árboles. La vereda es amplia, se circula tranquilo, salvo por un olor fuerte que se produce en este trayecto que no es más extenso a las tres cuadras. Del lado de frente está la sección de la empresa que se dedica a los frutales y jugos. Antes de llegar al final de este boulevard, hay una pequeña ermita con una imagen religiosa y un banco para sentarse, al lado de una palmera timbó.

Se llega al final, de un lado, el ingreso a la fábrica de papel Ledesma. Por encima de la calle, una puente metálico que parece ser una especie de riel que cruza de lado a lado la avenida. En el sector del medio, donde la avenida se bifurca, una antigua y bastante deteriorada locomotora a vapor. Desconozco exactamente de que año es y cuál es su modelo. Las vías que pasan por aquí, son las correspondientes con el Ramal C15 del Ferrocarril General Belgrano. Actualmente solo circulan trenes de cargas, y lamentablemente, políticas infames desmantelaron todo el sistema de trenes de pasajeros de la región (como de la mayoría del país). Este es un ramal de trocha angosta, es decir, tiene menos de 1.435 mm. La mayoría de las vías estrechas existentes tienen 1.067 mm o menos  (menor a la medida considerada normal). La misma empresa Ledesma tenía algunos kilómetros de ferrocarril interno de carga, para transportar la caña de azúcar, movilizados con locomotoras a vapor como la de la fotografía. Existen proyectos que tienen la finalidad de habilitar trenes como "El tren del Azúcar en Ledesma" o "El tren de las Yungas", imagino que pueden servir para potenciar el turismo, no obstante, en la actualidad ni siquiera hay en funcionamiento tren común de pasajeros, en toda la región.

En mi camino llegué a una bifurcación de la avenida por la que venía. La Av. Uriburu gira hacia la derecha, hasta parece una triste metáfora histórica, pero así es, la avenida gira y la calle que continúa (o nace), es la calle Buenos Aires.
No sabía como continuar, no tenía mapa, ni había conectividad. Allí quedaba el recurso de preguntar. Justo en esa esquina, una negocio de venta de motos. Y un señor en la puerta, así que me acerqué y le consulté como llegar al “museo”. Claramente me refería al Centro de Visitantes Ledesma, pero allá, comúnmente le llaman “el museo”. Me indicó fácil, “seguís por esta calle (Buenos Aires) tres cuadras, giras dos a la izquierda, tomás un boulevard, y luego haces una S, serán dos calles más.” Ahora, mientras escribo, sentado frente a la computadora, y mirando el mapa, resulta muy claro, pero en ese momento no del todo, no obstante comencé a caminar como me indicó.
Allí fue donde comencé a visualizar las particulares casas del lugar. Una en especial, tenía un mural al lado de su puerta, lo fotografié. El mural indica Bº Ledesma, y pose una fondo pintado con densa vegetación, y animales propios de las yungas. Un gaucho, unos camiones, la bandera argentina, y el plano del lugar en el centro, y a uno de los lados, los productos de la empresa: azúcar, alcohol papel, frutas, etc… Tal como se ve en la imagen de la fotografía.

Mientras caminaba, veo un singular cesto para la basura, metálico, pintado en plateado con forma de alienígena, realizado con restos de chatarra automotriz (u otra). Y como me pareció divertido, le tomé una fotografía.
En el momento que iba recorriendo el lugar, la temperatura iba aumentando, mucho calor. El barrio estaba tranquilo. No había mucha gente circulando. Casi nada de automóviles. Aquí las calles, todas por las que circulé, se encuentran asfaltadas. Casi todas las veredas tienen árboles y arbustos. Muchos. Y de variadas especies. Lapachos amarillos, lapachos rosados, lapachos blancos, tipas, ceibas, palmeras timbó, plátanos, ceibo (un par de especies, muy común en la zona) y muchas más especies que no conozco. No hay una uniformidad manifiesta.

Mi recorrido continuó siguiendo las indicaciones que me brindó el vecino del lugar. Tres cuadras por calle Buenos Aires, luego un giro hacia la izquierda por calle Herminio Arrieta. Aquí se encuentra los que parece parte central del barrio, tiene la extensión de una cuadra, hay un banco, un par de cajeros electrónico, algún comercio, la Biblioteca Popular Domingo F. Sarmiento que funciona en una vieja casa de las anteriormente comentadas. Caminé dos cuadras hasta que llegué al cruce con la Av. Keiner. Este es el boulevard. Tiene la extensión de dos cuadras. Desde esta esquina, hacia el lado contrario se puede ver a lo lejos y detrás de una extensa pared, la mansión que se encuentra allí, al parecer, dentro del ingenio, comúnmente llamada La Rosadita. Se la puede ver bien porque se encuentra en una zona de terreno alta. Hacia el lado derecho, da comienzo el boulevard. Posee un camino central, iluminado con faroles, al inicio dos columnas con faroles dobles. A los lados, unos cuatro escalones más abajo, dos veredas más pequeñas. Hay muchos árboles, arbustos y plantas menores. Las flores rojas que apenas se ven en la fotografía, son rosas chinas. Este boulevard está bien cuidado, salvo por los bancos para sentarse a los que les faltaba la parte esencial para su uso.

En la esquina de la Av. Keiner y la calle Sarmiento, se encuentra ubicada la iglesia. La parroquia Nuestra Señora del Rosario. Templo sencillo de estructura simple con techo a dos aguas y una torre con campanario a uno de sus lados, pintada en color blanco, posee una antesala decorada con ladrillos grises. En el frente, pero sobre la vereda, cercana a la pared de la iglesia, hay una cruz de madera de aproximadamente dos metros de alto.
La iglesia se encontraba cerrada, no obstante presenta una particularidad. Antes de cruzar la calle, tomé fotografías de la fachada y luego me acerqué. La antesala estaba abierta. Posee dos puertas grandes de madera. Tenían toda la pinta de ser pesadas. La particularidad era la siguiente, las puertas que comunican la antesala con la sala del templo, son dos puertas dobles, con marcos de madera, y cada una de las cuatro partes poseían vidrio en su totalidad, puertas vidriadas que permitían observar todo su interior. Aquí en la antesala, hay cuatro estatuillas, una primera, pequeña, de una virgen en la parte superior, la cual me preguntaba a qué advocación mariana pertenecerá, nunca la había visto, pasa casi desapercibida dado que está en lo alto y es tamaño pequeño. A uno de los lados de la antesala, se encuentra la segunda estatuilla, con la figura de San Roque y justo enfrente, al otro lado, la estatuilla de la Virgen del Carmen, muy venerada en el norte argentino.  




Luego de finalizar la visita y las fotografías de la iglesia del barrio, regresé al boulevard, y allí caminé media cuadra más, bajé por uno de los costados del boulevard, y me encontré con la calle Sarmiento.

Recordé lo que me dijo el vecino, la indicación para poder llegar al Centro de Visitantes Ledesma. A este momento, llevaba treinta minutos de caminata, y el calor cada vez era más fuerte. Llevaba puesto un sombrero de tela tipo australiano de ala ancha. Eran alrededor de las 10hs am.

Por la calle Sarmiento, debía hacer dos cuadras. A mitad de la primera cuadra, en la vereda de enfrente veo el Cine y Teatro Ledesma. Claramente identificable por su techo a dos aguas y unas cuantas “líneas” verticales que lo destacan. Tiene actividad y una página web donde consultar su cartelera. http://www.cineteatroledesma.com.ar/

Caminé hasta la esquina, y después de cruzar la calle Sarmiento, caminé una cuadra más hasta el cruce de la siguiente calle. Aquí, google maps señala la calle con el nombre de Reconquista, quizás ese nombre lo haya tenido antes, dado que actualmente esa calle se llama Ingeniero José M. Blaquier. En la esquina de enfrente veo una casona toda amarilla, de dos plantas, antigua, ventanas y puertas altas, en el frente una galería de entrada, y sobre la vereda una verja ornamental de cemento. Las ventanas de arriba poseían un pequeño balcón con rejas decoradas con motivos. La vereda lateral posee una larga fila de palmeras.
Pensé, equivocadamente que ese edificio era el Centro de Visitantes Ledesma. Le tomé fotografías y me acerqué. Cuando estoy llegando, veo que posee una placa con inscripción al lado de la puerta, pero no llego a leerla, porque sale un señor, entonces le consulto si era el “museo”. Me dice que no, el “museo”, está a casi una cuadra por la vereda de enfrente, y me señala. Resultó que este lugar, era el antiguo Hotel del Ingenio, y actualmente funciona la Gerencia de Campo de Ledesma.

Así concluye el recorrido por el barrio Ledesma. La visita al Centro de Visitantes Ledesma la dejo para comentarla en otra entrada del blog. Al frente hay todo un espacio verde, césped bien cuidado y muchos árboles. El regreso lo emprendí por la calle Florida, cuatro cuadras hasta el cruce con la calle Buenos Aires, y desde allí el mismo camino que hice para llegar. Era cerca del mediodía, hacía un calor insoportable. Compré un agua mineral para hidratarme.

Tomé una última foto debajo de una galería con arcos que ocupaba más de la mitad del ancho de una vereda.

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