Sobre la base de este libro se han realizado algunas miniseries, películas y episodios de series.
En el siguiente link se puede descargar el texto completo al español
www.avempace.com/file_download/2320/Dickens,%20Charles%20-%20Los%20papeles%20postumos%20del%20Club%20Pickwick.pdf
El argumento gira en torno al señor Pickwick que junto con sus amigos fundan un club y se dedican a realizar un viaje donde viven diversas aventuras.
Algunos críticos han encontrado ver una crítica satírica a la filantropía y otros han realizados paralelismo con la obra más conocida de Cervantes.
La obra de Dickens salió publicada con ilustraciones. Las mismas estaban a cargo de un ilustrador llamado Robert Seymour, caricaturista deportivo y político. Él había creado un tal “Club Nimrod” de cazadores inexpertos, donde brindaba la cuota de humor, no obstante, el texto de Dickens sobrepasó en interés a las ilustraciones humorísticas. En Wikipedia, en el siguiente enlace https://es.wikipedia.org/wiki/Los_papeles_p%C3%B3stumos_del_Club_Pickwick esta lo referido al a la obra de Dickens, lamentablemente es poco lo que dice, pero si visitamos la entrada referida a Robert Seymour en el siguiente enlace https://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Seymour_%28illustrator%29 podemos ver que hay un extenso material referido a Los papeles póstumos del Club Pickwick. Dicho texto se encuentra en idioma inglés, y allí mismo también podemos ver algunas de las ilustraciones en cuestión.
El libro va de aventura en aventura, no se detiene ni aburre, ágil, de una historia para a otra historia, van encadenadas llenas de dinamismo, cada uno de sus personajes cobra relevancia propia, bien caracterizados, personajes secundarios como Sam o Jingle, son de muy buena creación.
Tal es la trascendencia de esta obra, y sus personajes, que uno de ellos, Sam Weller, dio origen a una palabra, el “wellerismo”. El Wellerismo es, cualquier frase proverbial, sentenciosa, de tono ora solemne ora desenfadado, atribuida a personajes imaginarios: «"Algo es algo", dijo un calvo al encontrarse con un peine». El término wellerismo se utilizó por primera vez en Alemania en 1845 y hasta 1928 no apareció en un diccionario inglés. Viene del personaje dickensiano Sam Weller, en las aventuras de Mr. Pickwick.
https://es.wikipedia.org/wiki/Wellerismo
Uno puede ahondar en este tema de los wellerismos en los siguientes links
www.paremia.org/wp-content/uploads/P5-9.pdf
http://eduardoberti.blogspot.com.ar/2009/08/las-frases-y-los-proverbios-que-se.html
Se ha querido ver en el libro una “crítica a la filantropía” o una “sátira de la filantropía”. Dickens escribe el texto casi al comienzo del reinado de la Reina Victoria en Inglaterra, este se extendió desde 1937 hasta 1901, y es lo que se dio en llamar la “época victoriana”. Algunos historiadores extienden el comienza de la “época victoriana” al año 1832. Si tenemos en cuenta esta última postura, podemos considerar esta obra de Dickens con este marco temporal, al contrario de otras de sus obras donde hace foco en los más desposeídos o víctimas de la sociedad capitalista (o burguesa o industrial), en esta en cuestión el interés está puesto en aquellos individuos con un buen pasar que deciden disfrutar de la vida, vemos otra faceta de la sociedad, descripta con mucha ironía. Describe a los personajes, los cuales por momentos se ven ridículos, en como actúan, sus hechos y aventuras que viven, y como los describe en boca de los restantes personajes. Muestra a la filantropía como una actividad pasiva, que no favorece a los despojados, éstos casi ni aparecen en el texto, salvo en forma indirecta. El asistencialismo, creería verlo en la figura de Pickwick, que interviene en muchos de los conflictos que se suceden, solo asume un rol clientelar para con sus pares, no termina beneficiando a nadie que lo necesite. El voluntarismo de estas personas solo le hacen vivir una vida que no produce ningún beneficio para nadie (o salvo para ellos), y llena de conflictos superfluos pero que para ellos que los experimentan lo magnifican como grandes problemas, y así vemos divorcios millonarios, cuestiones de honor que resuelven sin mayores inconvenientes en vistas de otros intereses, el “descubrimiento” de objetos deslumbrantes que solo son frutos de su propia fantasía, objetos sin ningún valor ni interés como una simple piedra, los romances de unos con otros o a escondidas, y todos en personas de “buena vida”, individuos que llevan una vida privada con algunos (o muchos) escándalos. Todo esto relatado con muchísimo humor, humor inglés y de hace casi 200 años atrás pero que no pierde vigor frente al lector actual.
El libro también puede tomarse como un valor en conocimiento histórico, una novela histórica, un acercamiento a usos y costumbres ya desaparecidos, muy comunes en su tiempo. Si se lo mira desde ese aspecto, posee mucha riqueza, que nos brinda los lectores, y a esto le agregamos la cuota de humor, es impagable.
Al mismo tiempo que se sucede una historia, se está desarrollando otra distinta, de tal manera que se mezclan. El libro entretiene y es de lectura agradable. Hace referencia a como pasaban el tiempo en su época, como vivían los momentos de ocio y esparcimiento. Soy de los que cree, que con algo de detenimiento, podemos encontrar usos y costumbres de antaño, algunas veces solo mencionadas, otras bien descriptas, hoy desaparecidas y/o mutadas con significativos cambios. A continuación mencionaré aquellos que me llamaron la atención. No está demás decir, que el libro posee pasajes en los cuales se desarrolla un pleito, que se resuelve en un juicio y que hay prisión. Esto viene bien para tener un acercamiento al “derecho” de aquella época en aquél lugar.
Dickens nos habla de las “tarjetas”, las menciona en varias ocasiones, a principios del siglo XIX las tarjetas era de uso común entre los nacientes burgueses que habían heredado (o tomado) la costumbre de la aristocracia que los había precedido, y cuando se trataba en particular de un “club”, las tarjetas llevaban, además del nombre, la dirección.
También nos menciona diferentes tipos de carruajes, como por ejemplo la berlina, el imperial o el simon. Esto se debe, muy posiblemente, a que había distintos tipos de carruajes dependiendo de los caminos que circulaban y la función que cumplían. Pero que detallarlo, requiere un estudio más pormenorizado de la obra.
Comenta la “caza de la corneja”. No se trata de cualquier tipo de caza. Específicamente el autor menciona a la de la “corneja”. La corneja es un ave, hay dos especies, a una se la llama corneja gris y a la otra corneja negra. Esta última pareciera ser la que habita en la zona de Inglaterra. Para cazarla utilizaban halcones. Lo que llama cetrería. Para esto, encontré un artículo muy interesante donde en una parte se refiere al respecto y la cual voy a transcribir para que se pueda entender porque Dickens hace alusión a la “caza de la corneja”.
“La cetrería, que hizo un tiempo las delicias de la nobleza, tenía muy a menudo por objeto, no el procurar al cazador una caza comestible, sino el proporcionarle un espectáculo divertido. El vuelo del faisán, de la perdiz y del pato silvestre, constituían, a lo que se decía, una diversión de caballeros; y se llamaba diversión o pasatiempo de príncipes al vuelo del milano, de la garza real, de la corneja y de la urraca, verdadera caza de lujo, sin ningún valor como culinaria o comestible. (...)
Pero de todas las especies de cetrería la más divertida, más llena de lances diversos, y la más fácil, ya que no fuera la más noble, era la de la corneja: lo mismo que para la del milano se valían de un búho para atraerla, y en seguida soltaban dos halcones. El ave perseguida elevábase desde luego a la mayor altura, pero los halcones pronto la superaban; y entonces, desconfiando la corneja de escapar con el vuelo, dejábase caer desplomada con una velocidad increíble y se echaba entre las ramas de un árbol. Los halcones no, la seguían, contentándose con cernerse por encima; pero los halconeros acudían debajo del árbol y con sus gritos obligaban a la corneja a abandonar su asilo; y después que la infeliz había empleado todos los recursos del vuelo y de la astucia, al fin caía en las garras de sus perseguidores.”
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/museo-de-historia-natural-descripcion-y-costumbres-de-los-mamiferos-aves-reptiles-peces-insectos-etc--0/html/fefd4d28-82b1-11df-acc7-002185ce6064_5.html
Autores: Boitard, Pierre, 1789?-1859 y Bernard, Antoine
Título: Museo de Historia Natural : descripción y costumbres de los mamíferos, aves, réptiles, peces, insectos, etc. ... / por Boitard, Bernard, Couailhac...; con una introducción histórica.... por J. Janin...; obra escrita al español por D.Pedro Reynés y Solá...
Publicación: Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999
Publicación original: Barcelona : Tip. de J. Oliveres, 1851
Nota general: Edición original en la Biblioteca de la Universidad de Alicante
Notas de reproducción original: Edición digital basada en la de Barcelona, Establecimiento Tipográfico de D. J. Olivares, Impresor de S.M., 1851.
Describe la presencia del “buhonero”, vendedor ambulante de baratijas u objetos de poco valor. Como así también del “corral municipal”, institución o lugar que aun existe en la actualidad.
En el plano jurídico, refiere a la “prisión de insolventes” (la existencia de la “prisión de insolventes” también a menciona en otras obras como Oliver Twist y La pequeña Dorrit) En realidad, primeramente hace alusión a una demanda, a un pleito, al desarrollo un juicio. Para profundizar en este tema, encontré un texto interesante titulado “El proceso en la literatura. Análisis de los aspectos jurídicos de tres obras emblemáticas: Los papeles póstumos del Club Pickwick, de Dickens; Billy Budd, de Melville; y La hoguera de las vanidades, de Tom Wolfe.” Cuyo autor es Lorenzo Zolezzi Ibárcena.
Se lo puede leer en el siguiente link http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/article/viewFile/11314/11823 Excelente para darle una leída.
En tanto al texto Las aventuras del Club Pickwick, en la pág, 53, hace alusión al procedimiento y exclusivamente a la función técnica de los abogados. Dice el fragmento:
- Bien , bien –comentó Dobson paseando a grandes zancadas–. ¿Y qué propone usted?
- ¿Qué propongo? Nada. He venido para expresar mi sorpresa ante su petición y a preguntarles en qué fundan la demanda.
- Sobre el fundamento de la demanda –exclamó Dobson planteándose frente a Pickwick y taladrándole con la mirada–, debe consultar a su propia conciencia. Nosotros hemos de dar crédito al relato de nuestra cliente, que puede ser cierto o falso, pero de todas formas, difícil de destruir.
- Puedo asegurarles que jamás dí palabra de matrimonio a esta dama y que por lo tanto soy inocente.
- Puede que lo sea, pero la demanda está en regla y nosotros debemos basarnos en la misma.
- Entonces –palideció Pickwick–. ¿Debo entender que su intención es seguir adelante con esta demanda?.
- Puede estar usted seguro de ello –afirmó Dobson en un tono de voz que no admitía dudas. Y añadió–: los daños y perjuicios están tasados en 1500 libras.
Llegando al final, menciona el “cognovit”. Es una figura legal del derecho inglés, de aquella época, (quizás aún continúe vigente con algunas modificaciones o sin ellas). La definición de lo que es un cognovit dice:
Una confesión por escrito de una acción por un acusado, suscrito pero no sellado, y se autoriza al demandante a firmar el juicio y la cuestión de ejecución, por lo general por un importe mencionado. Se da después de la interposición del recurso de ahorrar gastos. Se diferencia de una orden legal, que se da antes del inicio de cualquier acción y está bajo sello. Un actionem cognovit es un reconocimiento y confesión de la causa de la actora de la acción contra el acusado de ser justo y verdadero.Otra definición más abreviada de cógnovit, dice:
http://www.lectlaw.com/def/c245.htm
sustantivo
1. Ley. Un reconocimiento o confesión de un acusado que la causa de la parte actora, o parte de ella, es sólo, por lo que el acusado, para ahorrar gastos, permite el juicio que se introduzca sin juicio.
http://dictionary.reference.com/browse/cognovit
En la pág. 67, se da la siguiente situación donde se pueden apreciar dos aspectos, uno referido “al arma del policía”, el otro que alude a la calidad “de ser policía”, el diálogo dice:
Grummer capitaneando un grupo de servidores de la justicia, irrumpió en la habitación en la que los cuatro amigos comían tranquilamente. Sacó del bolsillo del abrigo una porra rematada por una corona dorada, y dijo:
– En nombre de la Ley. –Y señaló a Pickwick
– ¿Qué quiere decir esto? – preguntó Snodgrass.
– Que tengo orden de detener al señor Pickwick y al señor Tupman.
– ¿Y quién es usted? – preguntó vociferando Pickwick.
– Yo soy la Ley. –dijo con énfasis Grummer. – El Poder Civil y Ejecutivo; esos son mis atributos, esa es mi autoridad.
Luego hace mención a dos enfermedades (p. 108), la tos ferina y el garrotillo. Esta última, actualmente de la conoce con el nombre de enfermedad de crup.
Para ir concluyendo, hay frases, que no tienen desperdicio, por ejemplo aquellas que dicen: “cantaba las excelencias del amor” (p.33); “gritó más que dijo” (p.56) o “demostrando de esta manera que tenía la cabeza sobre los hombros para algo” (p.94)
Me ha quedado una duda, en la pág. 135 del presente libro, menciona un juego de cartas (naipes) y no sé cuál juego es, o bien, a cual juego hace referencia. La traducción lo menciona como “cuatro cuartillas” y la verdad que lo desconozco ni tampoco pude encontrar alguna referencia en la web.
Con este comentario personal vertido en esta entrada del blog, cierro lo que tengo para decir sobre el libro de Dickens, y demás está decir que es muy recomendable para leerlo.
Vocabulario:
Arrebolada. (De arrebol.)
1. f. Conjunto de nubes enrojecidas por los rayos del sol.
Postillón. (De posta.)
1. m. Mozo que iba a caballo, bien delante de las postas para guiar a los caminantes, bien delante de un tiro para conducir al ganado.
Palmatoria.
1. f. palmeta.
2. f. Especie de candelero bajo, con mango y pie, generalmente de forma de platillo.
Aldabonazo.
1. m. Golpe dado en la puerta con la aldaba o con el aldabón.
2. m. Llamada de atención.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario