domingo, 20 de diciembre de 2015

Visitando Calilegua - Provincia de Jujuy.

Estando en la ciudad Libertador General San Martin en la Provincia de Jujuy, realicé una escapada hasta la vecina localidad de Calilegua. Es un municipio pequeño, se encuentra a solo 2 km de Libertador General San Martin, es decir, solo veinte cuadras que se pueden realizar caminando. El hecho que llegar caminando, si bien es posible y hasta resulta en una caminata con todo los beneficios que ello trae, (si existe la posibilidad, también se puede llegar en bicicleta), existen comentarios de hechos delictivos en dicha zona, como por ejemplo ataques de rateros y algunos robos, así que recomiendan otro medio para llegar. El otro medio disponible es el de remises. En la ciudad de Libertador General San Martin existen muchos servicios de remises, casi todos ellos parten de la terminal y alrededores, los remises que van a Calilegua, estacionan y salen frente a la Terminal, detrás de un conocido supermercado, justo en la intersección de la Av. Antártida Argentina y la calle Misiones. Los remises (lo mismo que los taxis) en Jujuy tienen la particularidad que son “compartidos”, es decir, van juntando pasajeros en el camino, hasta completar los cuatro disponible, uno adelante y tres atrás. En este caso, como salen de una ubicación fija, generalmente ya salen completos. Ese fue mi caso, el remis partió completo. Algunos pasajeros pagan el pasaje cuando suben, otros en medio del viaje, otros cuando están llegando, otros cuando baja el primero, y otros cuando llegan a destino. Existen dos tarifas, “a terminal” y “a domicilio”. Para fines del 2015, la tarifa hasta la terminal era algo así como de 10 pesos, y la tarifa a domicilio era de 12 pesos. Si lo vemos desde la perspectiva del turista, el visitante ocasional, trotamundos y mochileros, en definitiva, personas que llegan y solo harán uno o dos viajes, el costo no es importante, pero para los habitantes de allí, que necesitan viajar todos los días o varios días a la semana, es un costo alto.

El remis partió inmediatamente llegué, estaba saliendo con cuatro ocupantes y fui el último en ingresar, completamos los cinco y a las 18:20hs de la tarde salió rumbo a Calilegua. El remis toma por la Ruta Nacional 34, primeramente cruza el río San Lorenzo, justo al borde de la ciudad Libertador General San Martin. Este río posee dos puentes, uno antiguo y uno moderno. Los automóviles actualmente circulan por el puente nuevo. No obstante, el puente viejo se continúa utilizando para circular a pie, en bicicletas o en motos, por comodidad y además dicho puente viejo contiene una seguidilla de arcos que los hacen más atractivo visualmente. En esta época del año, el río San Lorenzo es apenas un hilo de agua, se ve todo el fondo compuesto de piedras redondeas producto de la erosión. En otros momentos, como río de alta montaña, se vuelve caudaloso y peligroso. En alguna ocasión, hace más de veinte años atrás produjo severas inundaciones a gran parte de la ciudad Libertador General San Martin. En el año 2006 hubo otro desborde, no de tanta magnitud como antaño, y en marzo de 2015, la crecida del río llegó alcanzar el límite máximo pero no desbordó.

A pocos metros de cruzar el río, del lado izquierdo, se encuentra el desvío que conecta con la Ruta Provincial 83. Esta ruta lleva al Parque Nacional Calilegua, cuya entrada principal se encuentra a menos de 10km de allí. La ruta es un camino de ripio. Continuando por la RP83 podemos llegar a la localidad de Valle Grande. Este camino compuesto por la RP83, partiendo desde la RN34 hasta un tanto antes de llegar al Parque Nacional Calilegua, no está del todo bien cuidado, más que nada por ser un lugar abierto al turismo, se pueden observar algunos conjuntos de basuras, no son basurales pero los hay, algo de bagazo (restos de caña de azúcar), alguna quemas, etc… todo un sector que podría estar mejorado.
El remis continúa por la RN34 y del lado derecho, actualmente se está urbanizando, se ha construido un barrio, está cercado con una alambrada. Antiguamente, en todo ese sector, desde el río hasta Calilegua era una zona de cañaverales, pasado el nuevo barrio, aún quedó algo de cañaveral, un sector que no supera las cinco calles de distancia.
Paralelamente a la ruta, va la calle de servicio o colectora. Hacia el lado derecho, se observa el magnífico paisaje con las serranías, todas verdes debido a la temporada de lluvias que favorecen a la vegetación. Algunas sierras superan los 3000 metros de altura. Por debajo de sus cimas, se pueden ver las nubes blancas, como se parecía en la imagen de la fotografía.


Una primera pasajera del remis, descendió en la entrada del nuevo barrio a la vera de la ruta, antes mencionado. Finalmente el remis llega al ingreso de la localidad de Calilegua. Lo primero que se ve es un monumento a un aborigen. El monumento es llamado Cacique Calilegua. Centinela de Piedra. Se encuentra emplazado en la Plazoleta 19 de Abril sobre la avenida de ingreso al pueblo, la Av. 25 de Mayo. La obra es autoría de Víctor Llañez y Ricardo Ignacio. Y fue inaugurada en el año 2000, o eso creo, ya que en la fotografía no se ve bien, en tanto que en un texto en la web dice haber comenzado su construcción en 1998. Tanto los autores como el año figuran al pie del monumento. Es aquí en este monumento donde en ocasiones se reúnen para organizar el homenaje al día del aborigen americano como también para realizar el encuentro nacional y provincial de artistas plásticos.
Leí un artículo en una webpage poco seria, donde se decía que “el monumento mira al cerro Alto Calilegua”, desconozco si es cierto o no, puede ser que sí lo sea. Aquí hay que hacer algunas consideraciones, una que existe un lugar denominado serranía Calilegua, las sierras de Calilegua, localizadas al sudeste de la Provincia de Jujuy, es el lugar donde está ubicado el Parque Nacional Calilegua, la localidad de Calilegua y el pueblo de Alto Calilegua, y es comprensiva de todo un sector aledaño más amplio. Es importante no confundir las dos locaciones, Alto Calilegua es un pequeño pueblito ubicado a 3000 metros de altura al que solo se accede a pie por falta de camino para vehículos.

En este punto hay que hacerse dos preguntas, ¿qué significa Calilegua? Y ¿existió de verdad un cacique llamado Calilegua o solo es una leyenda?

El sustantivo “Calilegua” tiene origen y significado inciertos, no se conoce exactamente de donde proviene y cuál es su correcto significado.

Así como el monumento tiene la inscripción “centinela de piedra”, también lo traducen como “piedra grande” o “guardián de piedra”.

Hay quienes creen que proviene de la lengua aymará. Calilegua. — Cala, es piedra en aimara. Puede haber sido el nombre primitivo cala-cahua o cali- cahua, significando «mirador de piedra». (“Humahuaca”, de Horacio Carrillo. B. Buttazzoni. 1942. Página 133.)

«Mirador de piedra» también es la traducción para Calilegua que le asigna Andrés Fidalgo, en el texto “Breve toponimia y vocabulario jujeños”. 

Según la tradición oral guaranítica, Calilegua deriva de ka-arireua (“posesión de la selva”, “dueño del espacio”). (Guía Visual. Parques Nacionales de Argentina. 2005. Ministerio de Medio Ambiente. Parque Nacional Calilegua. Página 40.)

Otros aseveran que Calilegua, es un vocablo quechua que significa «murallón de piedra». (“Nuestras Yungas. Relato en la selva jujeña”, de Juan Carlos Giménez. Fundación Pro-Yungas. Ediciones del Suptrópico. 2008. Página 15.)

Están quienes afirman que Calilegua significa «río colorado» (de cava, río y calil, colorado) posiblemente también en voz quechua o diaguita. (“Revista de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza, Volúmenes 5-6.” (Argentina). Best hermanos. 1937. Página 115.)

Como se ve, es difícil determinar el significado más apropiado.


No menos dificultoso es conocer si existió o no un cacique con dicho nombre o si solo se trata de una leyenda. Debo decir que solo me baso en información recolectada de la web, sin haber hecho una investigación profunda. La poca información que hay, se orienta más a la idea de una leyenda que, pienso, se ha ido transmitiendo de forma oral. Todo parece indicar esta última idea, salvo dos o tres artículos infundados e inconsistentes donde realizan manifestaciones falsas, no hay registros serios que acrediten la existencia del cacique Calilegua, no hay biografía, ni textos donde se comente mencione su existencia. Queda la posibilidad que haya existido alguna persona (cacique o no) y luego el folclore lo convirtió en leyenda creando una historia fantástica.
Una leyenda, se crea, como fuere, alguien la inventa, la adapta, la relata, la cuenta, y la transmite, y así comienza a circular de generación en generación, pasando de forma oral, cada uno le da “su toque”, se sacan o se agregan partes, y más o menos queda graficada la historia, que luego de muchos años llega a nuestros días. Algunos escritores la toman, y la transmiten al papel, algunos se basan en fuentes, tratan de ser bien rigurosos, otros le dan un aire literario, están aquellos que adaptan la leyenda a tiempos actuales, y también están aquellos grupos oportunistas y marginales que ven la oportunidad de darle una mirada tendenciosa de acuerdo a sus fines, entre otros muchos casos distintos que se pueden dar. Buscando en internet material referido a la leyenda del cacique Calilegua  no encontré literatura propiamente dicha, o alguna colección de antologías, alguna recopilación de cuentos o leyendas, algún autor en particular que refiera a cacique Calilegua.

Lo que sí encontré es lo siguiente:

“Cuentan que Calilegua era un feroz cacique que se distinguía por su gran físico así como por su sabiduría. Acorralado por el hombre, subió a la cima de la montaña que hoy lleva su nombre y se arrojó al vacío para no caer en manos de sus enemigos.”
(http://irenk.8k.com/parqlos4imperdibles.htm)

Esta es la primera de las versiones, parece ser la más ingenua de todas, dada a conocer por alguien, que posiblemente la haya escuchado así de manera oral. Publicada en una webpage de carácter personal, no es una fuente seria. ¿Un feroz cacique? ¿feroz en qué sentido? ¿gran físico? ¿comparado con quien o quienes? ¿algo así como un fisicoculturista o qué? ¿hacía uso de su imagen? ¿en qué versaba su sabiduría? ¿sabio en todo? ¿sabio en algo particular? ¿Acorralado por “el hombre”? ¿quién era este “hombre”? ¿el hombre blanco? ¿el conquistador? ¿otras etnias? ¿algún enemistado? ¿a la montaña “que hoy lleva su nombre”? ¿antes que nombre tenía? ¿o dicha montaña (o lugar) no tenía denominación? ¿de que “enemigos” habla? ¿por qué lo perseguían? ¿por qué no se menciona otra alternativa? ¿por qué se da por sentado que “él” (el cacique) era el bueno o los perseguidores eran los malos?
Son generalidades que adornan la leyenda. Todo queda en un manto de imprecisiones y vaguedades que justamente favorecen la imaginación y propagan la historia, pero nada más que eso. Aun así, la citada es la versión más ingenua y por ello la más creíble.

A continuación, dos versiones, manipuladas, aggiornadas para apropiarse de la leyenda y utilizarlas en favor de grupos marginales y minúsculos que sacan provecho, en la medida que pueden, tergiversando la leyenda, acomodándola a su gusto, adaptando la historia a sus intereses.
“Cuenta la leyenda que nuestro cacique Calilegua trepó hasta la cima del cerro, y cuando estaban por atraparlo se tiró como símbolo de que no sería esclavo.”
(Revista La Pulseada. Número 34. Septiembre 2005. Nota "La hora sin sombra".  http://www.lapulseada.com.ar/34/34_olga.html link visitado diciembre 2015)
Nótese como un grupo se apropia de la leyenda cuando dice “nuestro cacique Calilegua”, ¿nuestro? ¿suyo? ¿de quién era él cacique? ¿toda la comunidad se siente representada por dicho cacique? ¿dicho cacique representa a toda la comunidad?  ¿o solo representa a un grupo? ¿a qué grupo? ¿es correcto que un grupo reivindique al cacique para sus propios fines? ¿los intereses del grupo que invoca al cacique son compartidos por el resto de la comunidad? ¿son descendientes actuales de aquél cacique cuando ni siquiera se sabe si existió o no? ¿las mismas comunidades actuales son las mismas de hace tres, cinco, diez generaciones atrás? ¿hablamos de comunidades aborígenes o comunidades no aborígenes o comunidades mixtas? si son comunidades aborígenes ¿hablamos de alguna etnia en particular? Lo cierto es que la nota nada, absolutamente nada tiene que ver con el “cacique Calilegua”, versa sobre un hecho cometido en la década del setenta, pero la apropiación de la leyenda parece ser de su conveniencia, ¿y por qué no apropiársela? ¿a alguien le puede importar la generalización de un hecho particular? hacer extensivo una leyenda antigua a un hecho puntual y concreto. A pesar que son solo dos reglones que se describe la leyenda, finaliza con un “símbolo de que no sería esclavo” ¿símbolo? ¿podría ser un mártir? ¿o no? ¿símbolo o mártir o es indiferente? ¿esclavo? ¿de que esclavitud se habla? Tengamos en cuenta que los españoles no introdujeron la esclavitud con los indígenas sino que adoptaron otras prácticas, igualmente crueles, como la mita, la encomienda y el yanaconazgo, pero aun así no se trataba de esclavitud propiamente dicha. Salvo que en la nota, se pretenda dar la idea de una “esclavitud” de los tiempos actuales en determinadas corrientes de pensamiento marginal que no tienen asidero en la sociedad, una forma de “esclavitud” en ciertas corrientes políticas que buscan confrontar con el sistema de vida establecido por las sociedades actuales.

Veamos el siguiente ejemplo, de apropiación de una leyenda, el ejemplo más radical y extremo de todos.
“Hay una leyenda que era del Cacique Calilegua, es muy cortita pero muy gráfica. El cacique cuando veía que los conquistadores estaban exterminando a su pueblo les ordenó rendirse para que subsista la especie, rendirse para sobrevivir y continuar la lucha desde el silencio, el yugo continuar la lucha, y él con sus guerreros se fue a la punta del cerro Calilegua y ahí se suicidó con sus guerreros porque no podía permitir caer en manos del horror de la Conquista.”
(Nota “Marcha en Jujuy a 38 años de la Noche del Apagón” Escrito por RNMA. Julio 2014.  http://argentina.indymedia.org/news/2014/07/863723.php link visitado diciembre 2015)
Aquí la apropiación de la leyenda con fines particulares e intereses políticos es manifiesta, el aggiornamiento duplica o triplica las versiones anteriores, la figura del “cacique héroe” ahora casi se equipara al “pueblo héroe”. Primero vemos, la figura del “enemigo” en la caracterización del “conquistador”, luego una contradicción “cuando veía que los conquistadores estaban exterminando a su pueblo les ordenó rendirse para que subsista la especie” ¿Cómo iban a subsistir si los estaban exterminando? ¿a qué “especie” se refiere? Luego repite y reitera “continuar la lucha” ¿qué lucha? ¿dónde se escucha mucho la palabra “lucha”? ¿todos continuamente están luchando o son solo grupos aislados sin apoyo social (ahora y antes)?. En esta versión, ya no eran montañas, era un cerro, y tenía nombre, el cerro Calilegua. Aquí también hay una variante “se suicidó con sus guerreros” ¿un suicidio en masa? ¿tan catastrófico e ignorado por la historia? Poco creíble, hasta desde la perspectiva de la leyenda, pero adaptada a la actualidad para fines particulares, viene de diez. Finaliza “porque no podía permitir caer en manos del horror de la Conquista”. ¿La Conquista con mayúsculas? ¿el horror? En esta línea de pensamiento no va a faltar alguien que agregue a la leyenda “el cacique había leído a Tzvetan Todorov”. La fuente de esta noticia es RNMA, Red Nacional de Medios Alternativos, y a su vez, fue reproducida por Argentina Indymedia. Ambos son grupos de medios, que se dicen “independientes y democráticos” y sobre todo que “luchan contra el capitalismo”. En esta “lucha”, se permiten apropiarse de una leyenda y manipularla a su gusto para que les calce bien. Estos grupos “luchan” contra el capitalismo dentro del capitalismo, con herramientas que les provee el capitalismo, con los medios que les brinda el capitalismo, sobreviven en el capitalismo y en algunos casos hasta se benefician del capitalismo. Desde mi parecer, son grupos minúsculos, sin representación, sin apoyo mayoritario de la población, tanto a nivel local como global, se cae de maduro que la inmensa mayoría de personas que viven dentro del sistema capitalista no luchan contra el capitalismo. Esto sirve para desacreditar estas dos versiones de la leyenda del cacique Calilegua, versiones adaptadas y manipuladas para fines particulares y atemporales.
Resta decir, que en las dos versiones anteriores, quienes invocan y relatan la leyenda del cacique Calilegua, luego se mimetizan con ella, trasladándola al presente e identificándose claramente como si ellos mismos fueran el mismo cacique, ambos relatos inmediatamente finaliza la leyenda continúan con un “No estamos solos...” o un “Hoy nosotros también nos…”, la utilización de la leyenda se completa cerrando la idea que pretenden inducir.

Una tercera versión, la más moderada, y según mi parecer, más apropiada en su tratamiento, es la siguiente:
“ En el  otro extremo del país,  aunque les resta mucho aprendizaje por delante, la idea de un reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos  preexistentes  también  acompaña  el pensamiento  de  Claudia  Farías,  la  máxima autoridad de la Comunidad Pueblo Guaraní de Fraile Pintado, cuyo territorio está hoy en día en el área protegida del Parque Nacional Calilegua.
Farías es conciente de las limitaciones de su pueblo a la hora de exigir sus derechos, pero no por eso deja de trabajar con este propósito.
Por lo pronto, rescatan la historia de su pueblo, legada a través del relato oral. «La historia oral nos habla del cacique Calilegua, es una prueba más  para  el  día  de  mañana  exigir  nuestros derechos”,  afirmó  la  mburuvicha,  puesta  a argumentar sobre las razones que los asisten para esta exigencia.» .”
("Desmontar Pizarro". Eloy López. Salta: Parque Nacional Pizarro. 2010. Página 288.)
Aquí, se menciona la leyenda, no se la cuenta, interpreto que al ser de tradición oral como bien lo aclara, la misma puede transmitirse de diversas maneras, lo importante es que se la reivindica para exigir derechos, sin entrar en el errado juego de la manipulación.

Voy a copiar lo que, a mi juicio, sería la “versión oficial” de la leyenda, y dice:
“Los guaraníes también aluden al cacique Calilegua, que se arrojó de la cumbre del cerro Amarillo para no rendirse al invasor español.”
(Guía Visual. Parques Nacionales de Argentina. 2005. Ministerio de Medio Ambiente. Parque Nacional Calilegua. Página 40.)
Esto viene a cuenta para darle credibilidad a la leyenda, y dar cuenta, en cuanto se pueda, de los hechos que la fundan y quienes la reivindican.

La primera mención que encuentro al respecto dice:
“A su vez, los guaraníes de Salta y Jujuy suelen hoy escuchar, de boca de algunos dirigentes políticos de la zona, que su Cacique Calilegua es sólo una leyenda, mientras que algunos de ellos son descendientes directos de quien prefirió suicidarse con su pueblo antes de ser reducido a la esclavitud.”
(La discriminación en Argentina. Diagnóstico y Propuestas. INADI. 2005. Equipo de Autores. Coordinador: Waldo Villalpando. Expertos: Daniel Feierstein. Norma Fernández. Ana González. Horacio Ravenna. María Sonderéguer. Asistente: Miranda Cassino. -Pueblos originarios. Mecanismos de discriminación y negación. Origen de la discriminación hacia los pueblos indígenas. Página 109.
http://inadi.gob.ar/wp-content/uploads/2010/04/plannacional.pdf link visitado diciembre 2015)

“La nota enviada al Ministerio de Educación concluye considerando que entre las atribuciones y funciones conferidas al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo por Ley Nacional Nº 24.515, corresponde al INADI la elaboración de propuestas (conforme el artículo 4), es que creemos pertinente en el marco del espíritu de la Ley Nacional Nº 23.592 (que prohíbe los actos discriminatorios en nuestro país) y del texto del Convenio 169 de la OIT, efectuar este aporte a la política educativa provincial, en el convencimiento de que sustituir las antiguas denominaciones de los establecimientos educativos Nº 4642 y 4012, por otras que en lugar de invisibilizar nuestra riqueza cultural y resaltar lo peor de nuestra historia nacional, rescaten la identidad de nuestros Pueblos Originarios y sus mártires —como por ejemplo es el caso del Cacique Calilegua—, constituye un acto de reparación histórica, además de un avance hacia la construcción de una sociedad más inclusiva.”

(INADI pide sacar los nombres de las escuelas “Campaña del desierto” y “Gral. Roca”. 20/11/2011
http://salta21.com/INADI-pide-sacar-los-nombres-de.html links visitado diciembre 2015)

Ambas citas refieren al INADI y algunos de sus investigadores que han escrito lo publicado. En la segunda cita solo se menciona “el ejemplo del caso del cacique Calilegua, mártir de pueblos originarios, rescatado como un acto de reparación histórica”, pero ¿en que se funda este rescate de identidad? ¿solo en el reconocimiento de su existencia o hay datos que la pueden acreditar? Nada dice.
Pero en la primera de las citas, los investigadores aseveran “los guaraníes de Salta y Jujuy suelen hoy escuchar, de boca de algunos dirigentes políticos de la zona, que su Cacique Calilegua es sólo una leyenda, mientras que algunos de ellos son descendientes directos” ¿descendientes directos? ¿alcanza solo con decir “son descendientes directos”? ¿lo acreditan de alguna manera? ¿han constatado la existencia de dicho cacique? ¿han realizado estudios genealógicos? ¿adn? Dan por sentado la relación etnia guaraní – cacique Calilegua ¿hay que tomarlo como veraz? Personalmente creo que no, han cruzado una línea entre lo que es ciencia y lo que son meras opiniones. O quizás posean datos e información que no es accesible al público, o al menos que si lo es, no está al alcance de todos, ni mucho menos en algún sitio en internet. Pero si así fuera, lo habrían documentado, existiría alguna cita o nota, mencionarían la referencia a la documentación o bibliografía. Y nada de eso se ve en el informe del cual se extrae la cita en cuestión.

Pero estas citas y las anteriores también, me llevan a la cuestión de quienes reivindican al cacique Calilegua, porque siguiendo lo que dice el INADI, o al menos algunos de sus investigadores, parecieran ser los guaraníes. La pregunta es ¿son los guaraníes el pueblo originario de la actual región que hoy llamamos Calilegua y alrededores? ¿son los único habitantes? ¿estuvieron siempre allí? ¿son los únicos legitimados a reclamar la reivindicación del cacique Calilegua?
Difícil decidirse por sí o por no, ambas posibilidades valen. Prima facie pienso que no, hasta tanto no exista una acreditación con sustento de poder relacionar, primero la existencia del cacique y segundo la pertenencia a un grupo guaraní del pasado, no se lo puede dar por sentado, tanto que pudo existir y pertenecer a otro grupo aborigen del lugar, dado que la región fue poblada y repoblada por muchos otros distintos grupos y etnias, llegando con tal diversidad hasta la actualidad. Que si bien se indica la presencia de los guaraníes desde tiempos remotos, también se sabe de la presencia de ocloyas, omaguacas, inkas y otros pueblos, hasta llegar a la actualidad con colonias de, al menos, tres pueblos distintos: guaraníes, kollas, y kollas-guaraníes, solo en la localidad de Calilegua, dado que la serranía de Calilegua es mucho más extensa.

Veamos quienes, de los llamados pueblos originarios, habitan y/o habitaron la región:
Encontré un interesante artículo, de un investigador, sobre el poblamiento pre-hispánico, de las serranías de Calilegua. Siguiendo lo que dice el artículo, habría que analizar, el surgimiento de la leyenda del cacique Calilegua y los pobladores de la región. La leyenda habla de los conquistadores/españoles/invasores, lo cual establece un marco temporal para poder ubicarla en la historia. Aquí hay que preguntarse ¿había pueblos originarios antes del momento de la leyenda? La respuesta es sí. Estos pueblos ¿eran guaraníes? ¿o no? ¿se trata de otras etnias? ¿existía una región multiétnica? ¿en qué momento de la conquista española surgió la leyenda? Hay que considerar que la región fue una delas últimas a la que accedieron los conquistadores, dado las dificultades que presenta.
Voy a copiar algunos fragmentos que me resultaron interesantes, del siguiente artículo, titulado “Monte adentro. Aproximaciones sobre la ocupación prehispánica de la serranía de Calilegua (prov. de Jujuy)”. Autor: Pablo Cruz. CONICET-FUNDANDES. Parque Nacional Calilegua. 2009. Disponible en  http://www.scielo.org.ar/pdf/iant/v11n1/v11n1a10.pdf

“Los sitios arqueológicos afiliados al período de Desarrollos Regionales se encuentran todos ellos localizados al interior de la serranía, tanto en las mesetas medianas y de altura, como en las laderas cercanas al río Valle Grande. A la fecha no se registró ningún sitio de este período sobre las planicies pedemontanas. Sin embargo, la presencia de antiguos caminos que descienden desde la serranía a las planicies de la cuenca del río San Francisco, así como algunas referencias sobre establecimientos coloniales tempranos, la toponimia (río Sora, Palmasola, etc.) y la memoria oral -por ejemplo, sobre el asentamiento de Calilegua-, sugieren la existencia de establecimientos tardíos en este piso ecológico.7”
7.- Al respecto, el mito, ampliamente difundido en la región, cuenta como el cacique Calilegua ante la llegada de los españoles y su inminente sometimiento, decidió suicidarse acompañado de varios pobladores, arrojándose al vacío desde las plataformas del adoratorio del Cerro Amarillo.
 “Los sitios tardíos registrados dejan ver tres niveles de establecimiento: (1) aglomeraciones medianas sobre las mesetas serranas (San Francisco, Pampichuela, Valle Grande y Potrero); (2) establecimientos reducidos sobre las laderas selváticas y sobre las mesetas de altura (Horco Quebracho, Pueblito, Duraznillo; y (3) instalaciones reducidas y temporales sobre las cumbres de la serranía de Calilegua. Como lo sucedido durante el Formativo, estos últimos sitios parecen estar relacionados con actividades económicas específicas: recolección de recursos silvestres/producción agrícola sobre las laderas selváticas y producción minera-metalúrgica en la serranía de Calilegua.” (…)
 “Mientras las sociedades del Formativo parecen haberse instalado de manera más intensa en las bajas laderas pedemontanas y planicies, durante los Desarrollos Regionales/Inka se registra una mayor ocupación de las mesetas medianas y de altura de la cuenca del río Valle Grande. No obstante, el registro de sitios habitacionales Formativos y Tardíos/Inka en el interior de la selva montana señala una sostenida presencia humana sobre este ambiente.” (...)
 “En una escala más amplia, los nuevos datos registrados en Calilegua se muestran coherentes y reafirman los planteos desarrollados por Garay de Fumagalli y Cremonte (2002) y Garay de Fumagalli (2003) sobre la presencia de establecimientos productivos Formativos e Inkas en la región de Tiraxi y valles aledaños. ”(...)
 “La presencia de estilos cerámicos propios de esta región vecina (Humaguaca) no contradice el hecho de que se trate de un territorio multiétnico tal como lo señalan la mayoría de las fuentes; los datos son todavía insuficientes para abordar el problema desde la arqueología. 
La misma limitante se presenta al intentar identificar desde este único registro a los ocloyas citados por las fuentes históricas. No obstante, si consideramos que los ocloyas hablaban una lengua diferente de las de los omaguacas, tal como lo señala el documento de 1624 analizado por Sánchez y Sica, podemos preguntarnos si este grupo se habría establecido en la región en tanto que mitmakunas de los inkas junto a otros pueblos del sur de Bolivia para explotar los yacimientos mineros de la región. En tal caso, como lo señala Ventura (2007: 117), los ocloyas habrían quedados sujetos a los omaguacas después del derrumbe del Tawantinsuyu.” (...)
 “La presencia y control territorial ejercido por los inkas en la serranía de Calilegua se resalta en el paisaje tanto en los adoratorios de altura de los cerros Amarillo y Hermoso, como en los caminos y senderos empedrados, en los sitios con arte rupestre y en la explotación de yacimientos mineros. La presencia del Tawantinsuyu en la región estaría relacionada con el control de la producción de metales y otros recursos de alta valoración, y no solamente como fue sostenido, un hito de control territorial en una zona de frontera. El control territorial ejercido por los inkas se habría intensificado mediante la presencia de mitmakunas originarios de otras regiones, tal el caso de los chichas orejones y posiblemente de los ocloyas, quienes según algunas fuentes habrían servido en el trabajo de las minas.” (...)
 “El caso de Calilegua llama a cuestionarnos sobre el uso recurrente del concepto de frontera en los estudios arqueológicos e históricos.”
 (Artículo “Monte adentro. Aproximaciones sobre la ocupación prehispánica de la serranía de Calilegua (prov. de Jujuy)”. Pablo Cruz. CONICET-FUNDANDES. Parque Nacional Calilegua. 2009.)

A continuación, citas que hacen referencia a la presencia kolla y guaraní. Antes de ellas, una cita sobre la presencia ocloya.

“Traslación de la Doctrina de los Ocloyas.
(…)
Del éxodo de los Ocloyas de sus antiguos pagos, a objeto de formar un solo centro de población urbana, y usufruir de las grandes comodidades que les ofrecía el nuevo suelo, tenemos un precioso documento que contiene una relación de uno de sus alcaldes, Martín Licar, aunque no parece deberse dudar que el autor se concrete en su exposición, al solo pueblo de Sicaya, por estar más cercano a Jujuy, y cuyo territorio vióse amenazado, sin aludir siquiera a los demás clanes que eran partes integrantes de la colectividad unida.
Habiendo un señor Lorenzo Revuelta intentado adueñarse de los terrenos que desde siglos poseían con toda legalidad los dichos indios, Martín Licar, Francisco Quiñón y José Troche, y otros acompañantes, naturales todos del pueblo de Ocloyas, presentáronse ante el alcalde de segundo voto de Jujuy, para defender sus derechos y su propiedad.
Licar, quien se apellidaba ''Alcalde mayor del pueblo Grande de Ocloyas", en su primer alegato, hace la historia de su pueblo que estudió en la tradición viviente aún, corroborándola con indicación precisa de los vestigios que todavía se conservaban de aquel pasado, mudos, pero elocuentes testimonios de la verdad.
Por consiguiente, especifica el lugar primitivo que ocupaban los Ocloyas, habla de sus gobernadores o caciques, y de las traslaciones sucesivas, hasta llegar al sitio en que a la sazón vivían, asegurando que el primer cacique fué Cristóbal Capinari, a quien sucedió Tomás Cata-Cata; agrega, finalmente, que: ''en el tiempo que éste fué Gobernador fué el primer Pueblo de esta gente en el Serro llamado Calilegua en donde alcanzó las muestras y señales de dicho Pueblo, y después de este primer pueblo de Calilegua salieron a la Ormenta adonde abian fabricado otra capilla que también alcanzo las paredes de dicha capilla y de la ormenta sacaron la purisina y Sra. nuestra a este pueblo de Ocloyas."
Además, en otro auto de defensa de 29 de Abril del mismo año, el referido Licar, para sostener con más firmeza los derechos indiscutibles de la colectividad, ampliaba su anterior exposición, señalando los mojones de los terrenos poseidos pacíficamente desde tiempo inmemorial, ratificando la primitiva ubicación de los Ocloyas, a espaldas del cerro de Calilegua, y determinando con precisión e] sitio del primer pueblo, en forma concluyente y sin dar lugar a réplica.
''...el primer y principal mojón, dice, de la parte del lado de la Cuesta Larga a donde esta una piedra con su Cruz en la Cabecera fabrica de los antecesores ... esquina de la peña de Calilegua con su nombre llamado Soroite (4) en donde fué el primer pueblo de esta gente .. "
Como se ve con claridad, la: cuestión suscitada era simplemente teritorial, y convenía sostenerla en su verdadero aspecto, y dentro de sus propios límites. Licar, en representación de todos los Ocloyas, o del pueblo mayor, como decía él, defendía los derechos que a éstos correspondían el razón de que los Sicayas eran parte integrante del pueblo unificado.
En una palabra, los derechos de la parte, Sicaya, que antes estuvo situado en el cerro de Calilegua, fueron trasferidos, a toda la población reducida y unificada. Era lógico, pues, que el actor se remontara a relatar la historia del primer pueblo Ocloya, Sicaya, localizado en ]a pendiente occidental de aquel cerro, el cual pueblo debía servirle de base para su acción reivindicadora, sin referirse a la proveniencia de los otros núcleos o fracciones; circunstancia ésta que en nada hubiese influído eh el desarrollo y éxito del litigio.
Los valientes indígenas tuvieron la satisfacción de ver amparados sus derechos, por fallo del alcalde de Jujuy, contenido en auto de 18 de Junio del mismo año. (Año 1638).
( 4 ) Soroite. Este nombre tiene toda la fisonomía de una dicción del léxico guaranítico o chíriguano,  compuesta del "soro", rajado, abierto, e "iti"' cerro; equivale decir "estrecho o angostura" formada en un cerro. El cambio de la "i" en "e" final, es una modificación introducida por la fonética de los castellanos, como puede comprobarse por otros casos análogos; "Serere", resbalar, por "Siriri".
Es probable que por uno depresión o estrecho que presente el cerro de Calilegua, sirviese de paso a los Chiriguanos para sus correrías al valle de Jujuy, por donde le hubiese venido ese nombre.
 Los indios Oclyas y sus doctrineros en el siglos XVII. AÑO 20. Nº 1-2. MARZO-ABRIL 1933. Gabriel Tommasini. Universidad Nacional de Córdoba, 1933. Páginas 136, 137 y 138Páginas 136, 137 y 138


“Desde el Calilegua las tribus primitivas oteaban al guaraní.”
(“Humahuaca”. Horacio Carrillo. B. Buttazzoni. 1942. Página 133.)

“Las elevaciones yungueñas están pobladas actualmente por pastores y agricultores kollas. Cuesta abajo, en la zona pedemontana, se les suman grupos guaraníes. Descienden de los chiriguanos que las matanzas gubernamentales expulsaron del sur boliviano en las postrimerías del siglo diecinueve y la necesidad de trabajo arrastró hacia los ingenios azucareros. En cercanías del Parque Nacional Calilegua hay treinta y dos comunidades reconocidas. Mantienen viva la tradición de sus ancestros en un territorio que, paradójicamente, los “señores de la selva” jamás lograron conquistar.”
(Guía Visual. Parques Nacionales de Argentina. 2005. Ministerio de Medio Ambiente. Parque Nacional Calilegua. Página 43.)

“La región en la que se encuentra el Parque fue objeto de la ocupación humana desde tiempos antiguos. Así por ejemplo, pueden encontrarse referencias – cerámicas y otros objetos – asociados a los pueblos que conformaron la llamada Tradición San Francisco.
Luego de la dominación incaica y posteriormente la conquista española sucedieron distintos acontecimientos que fueron configurando la situación actual de esta región, en la que conviven simultáneamente manifestaciones de las culturas Kolla y Guaraní.”
http://www.parquesnacionales.gob.ar/areas-protegidas/region-noroeste/pn-calilegua/ 

Los que siguen, son fragmentos de un libro, titulado “Comunidades originarias y grupos étnicos de la provincia de Jujuy”. Autoras: Matilde García Moritán y María Beatriz Cruz. 2011. Ediciones del Sub-Trópico. Proyecto Alto Bermejo. Fundación Pro-Yungas. Que se puede descargar en pdf de la web http://www.rbyungas.org.ar/ (Reserva de Biósfera de las Yungas) en el siguiente link http://www.rbyungas.org.ar/archivos/Cartilla_Etnias_Jujuy.pdf También existe un artículo, que resulta de un resumen del presente libro, publicado en http://www.scielo.org.ar/pdf/pys/v19n2/v19n2a02.pdf

“El denominado Complejo San Francisco representaría una tradición cultural ampliamente extendida tanto en el espacio como en el tiempo. Se extendió entre el 700 a. C. y el 300 d. C., abarcando el territorio correspondiente a los departamentos Ledesma, San Pedro, Santa Bárbara y El Carmen.” (...)
 “A partir de la dominación incaica del noroeste se modificaron las antiguas relaciones entre las tierras altas y bajas, lo que tuvo un impacto significativo en esta región.” (...)
 “Cuando llegaron los españoles la zona comenzó a tomar interés como vía hacia el Alto Perú. Las reiteradas fundaciones de Jujuy (1561-1575-1593) buscaban controlar ese camino, situación que se consolidó cuando apresaron al cacique Viltipoco, quien comandaba la región. A mediados del siglo XVII, Martín de Ledesma y Valderrama estableció el primer fuerte defensivo del valle del río San Francisco.” (...)
 “El valle del río San Francisco fue un territorio marginal tanto del mundo colonial como del argentino del siglo XIX, pues era la frontera con los indígenas nómades y escasamente sometidos del Chaco.” (...)
 “A comienzos del siglo XX, los aborígenes traídos para trabajar estacionalmente en la zafra azucarera eran Mataco (Wichí), Toba y Chiriguano (Guaraní). A partir de 1924, los indígenas del Chaco dejaron de venir al ser requerido su trabajo en la cosecha de algodón de Chaco y Formosa. Se empezó entonces a traer población Kolla de la Puna, y a partir de la finalización de la guerra del Chaco se incorporó a población mayormente boliviana (Dimitropulus 1991).” (...)
 “Comunidades originarias y grupos étnicos de la provincia de Jujuy”. Autoras: Matilde García Moritán y María Beatriz Cruz. 2011. Ediciones del Sub-Trópico. Proyecto Alto Bermejo. Fundación Pro-Yungas. Páginas 20 y 21.)

Puntualmente sobre los guaraníes, las autoras dicen:
“Hace unos 1500 años se fue configurando el “ser guaraní original” en tierras de los actuales Paraguay y Brasil. Luego, esta población se fue desplazando hacia la costa del Atlántico, el Amazonas, el Orinoco, el Caribe, los Andes y el Plata, adonde llegaron entre los siglos XIV y XV.” (...)
“Los Guaraní representan un caso excepcional entre los pueblos americanos, ya que no tenían territorio ni una identidad homogénea. En este movimiento expansivo, en el siglo XV, se enfrentaron con el avance del imperio incaico, con los cuales mantuvieron importantes conflictos. Los Incas construyeron una larga franja de asentamientos defensivos ubicados al este de la Cordillera Oriental, que se extiende desde el norte de Tarija en Bolivia hasta el sur de Iruya y prosigue al este de la Quebrada de Humahuaca, en Argentina (Castro et al 1998).” (...)
“Con la llegada de los españoles a la zona, se incrementaron las situaciones de ataque y defensa consolidando la condición fronteriza del área.” (...)
“Saignes (1990) dice que las guerras entre hispano/criollos y Chiriguano, que van desde la destrucción de un asentamiento colonial en 1564 hasta la matanza de Curuyuqui en 1892, duraron 328 años, y que durante este período los Chiriguano mantuvieron simultáneamente luchas internas, asaltos contra etnias vecinas e incursiones contra los puestos fronterizos.” (...)
“La mayoría de los Guaraní que hoy viven en la provincia de Jujuy provienen de Bolivia y su asentamiento en el noroeste se remonta a fines del siglo XIX y comienzos del XX.” (...)
“Comunidades originarias y grupos étnicos de la provincia de Jujuy”. Autoras: Matilde García Moritán y María Beatriz Cruz. 2011. Ediciones del Sub-Trópico. Proyecto Alto Bermejo. Fundación Pro-Yungas. Página 36.)

Demás está recomendar, la lectura íntegra del libro antes mencionado, que es breve, y contiene información sobre muchas otras etnias aborígenes. Los fragmentos que escogí, los seleccioné porque creo me sirven para presentar un panorama del tema planteado.

Para concluir con este tema, he encontrado otro libro, íntegramente en idioma inglés, y dentro de dicho libro, un artículo escrito por un antropólogo socio-cultural argentino pero radicado en Canadá, razón por la cual el texto lo publicó en inglés, que si bien encontré varios textos de él en español, justo este no, pero con la ayuda de google tanslator, traduje las partes que consideré relevantes, por lo cual pido disculpas por los errores que haya cometido en la traducción, claro que es recomendable leer el texto completo y en lo posible en idioma en que fue publicado, para evitar malos entendidos.
El libro se titula "Confronting Capital: Critique and Engagement in Anthropology". Pauline Gardiner Barber, Belinda Leach, Winnie Lem. Editorial Routledge. 2012. Y el artículo “The land without evil and the historical depth of guaraní spaces” de Gastón Gordillo.
La traducción del título del artículo sería algo así como “La tierra sin mal y la profundidad histórica del espacio guaraní” de Gastón Gordillo. En rigor de verdad, Gastón Gordillo, en el libro anunciado, trata todo un capítulo llamado “9. "They Say We Aren’t From Around Here": The Production of Culture Among a Displaced People.”, pero en mi caso, solo tomé el apartado que me era de interés. En el artículo, el autor plantea y desarrolla el tema de la comunidad (o comunidades) guaraní, y su situación socio-cultural, más que nada la lucha de los últimos años, sobre todo a partir de la crisis social del 2001, y se centra en la localidad de Vinalito en la Provincia de Jujuy. Pero lo que me parece interesante es el abordaje y algunos contenidos teóricos desde la antropología, y sobre todo, la mención a Calilegua, al cacique Calilegua y al monumento de su figura. Es una pena que este texto no lo haya publicado en español, porque es realmente agradable y provechoso. De este artículo voy a trascribir los párrafos que me parecieron más relevantes como para cerrar la idea del tema tratado.

“Varios historiadores y antropólogos han sostenido durante mucho tiempo que los patrones de movilidad de larga distancia que caracterizaron a varios grupos Tupi-Guaraní en Sudamérica fueron guiados por una búsqueda milenaria de un lugar sin sufrimiento y sin dolor llamado "la tierra sin mal". Esto parece haber sido uno de los factores, junto con el objetivo de atacar la frontera del Imperio Inca, que animó a las migraciones tupí-guaraní que finalmente condujeron a la aparición de los chiriguanos, al pie de los Andes (Combes y Saignes, 1991; Clastres 1995; Métraux 1946).
Sin embargo, varios autores han señalado que aunque el concepto de "la tierra sin mal" había existido en la región en los siglos anteriores, en el siglo XIX había desaparecido de la memoria y del vocabulario de los guaraníes de Bolivia. En este sentido, el uso del término en Jujuy, para referirse a las tierras de Vinalito, es una apropiación política muy reciente. En la década de 1990, la idea de una "tierra sin mal" fue incorporada por los dirigentes de la APG en Bolivia, debido en gran parte a la influencia de las ONG y los antropólogos que la presentaron como un símbolo cultural pan-Guaraní (Combes 2005).
Los líderes guaraníes en Argentina, por su parte, adoptaron el término de la APG boliviana, que ven como representación de la auténtica cultura de sus antepasados, en parte porque muchas personas guaraníes en Bolivia hablan la lengua y cultivan sus propios campos.
En Jujuy, los dirigentes guaraníes evocaron "la tierra sin mal", en primer lugar, para crear una visión particular de la movilidad pasada del guaraní, como se muestra en el poste indicador del Parque Nacional Calilegua ("El pueblo guaraní: propietarios de cada cosa, en busca de la Tierra Sin Mal, cuando no había fronteras y ningún país").
La búsqueda de esta tierra mítica que les hizo mover sobre amplias regiones, permite a los activistas reclamar una presencia en el valle del río San Francisco antes de la creación de las fronteras internacionales. Sin embargo, "la tierra sin mal" también fue invocada políticamente para imaginar un futuro de bienestar colectivo en un lugar poco probable, las tierras áridas de Vinalito. En varias reuniones para discutir el reclamo de tierras, algunos líderes argumentaron que Vinalito era "la tierra sin mal de los guaraníes de la provincia de Jujuy", donde estarían y serían capaces de sanar colectivamente las largas experiencias de opresión y alienación espacial.
Estas fantasías espaciales son, por una parte, el producto de una experiencia urbana de la pobreza, y mucha gente argumenta explícitamente que querían pasar a Vinalito para escapar de las malas condiciones sanitarias, casas de hacinamiento y el desempleo crónico. Sin embargo, estas vistas idealizadas de Vinalito eran también una respuesta a las acusaciones de que los guaraníes eran indígenas extranjeros cuya autenticidad había sido degradada aún más por su experiencia urbana.”
(…)
“Relatos como éste, (se refiere a una relato sobre Fraile Pintado) son notables no sólo porque borran del pasado la presencia de otros grupos indígenas de la región, como la Toba, sino también porque se reinterpretan toponimias locales e historias, por lo tanto locales, a través de la lente de una resistencia guaraní temprana a la conquista y misionización española.
Las interpretaciones de la historia regional como ésta, han llevado a los académicos, a públicas disputas de oposición a organizaciones guaraníes.
Esto se hizo evidente en 2003, cuando un equipo de construcción de una casa en Fraile Pintado, encontró urnas enterradas que contenían restos humanos.
El municipio llama a un equipo de arqueólogo, que concluyeron que los restos eran de 2000 años de edad y que el diseño de los buques fue el de la denominada "Cultura San Francisco", una antigua sociedad agraria que habitó el valle y alrededores (Ortiz 2003). Los medios de comunicación locales cubrieron la noticia, y los líderes guaraníes criticaron rápidamente el informe arqueológico; afirmaron que se trataba de restos de "hermanos y hermanas guaraníes" y que este hallazgo demostró que sus antepasados habían vivido en la región durante miles de años. Algunos incluso argumentaron que las referencias a la Cultura de San Francisco fueron intentos deliberados de borrar la historia guaraní y socavar sus derechos políticos.
Como un líder de la localidad de Libertador General San Martín me dijo en 2007, "Dicen que es la Cultura de San Francisco con el fin de reclamar que no hubiera guaraníes por aquí." Esta lectura de huellas físicas en el paisaje revela inquietudes recurrentes sobre el borrado de los guaraníes de la historiografía regional.
Y la afirmación de que todos los restos humanos de un pasado lejano pertenecen a sus antepasados presenta, a su vez, una territorial presencia Guaraní inmutable definida por una continuidad ininterrumpida a través de milenios.
Una actitud similar implica una leyenda que es bien conocida en el valle y es probablemente muy antigua: la del Cacique Calilegua, el jefe de Calilegua (que según los historiadores no tiene base en la documentación). A la llegada de los españoles en el valle, por lo que dice la historia, un líder indígena llamado Calilegua decidió suicidarse antes que rendirse y saltó de la cima de la montaña más alta. La montaña fue nombrada después de él y esta cresta es actualmente el lugar de interés dominante del Parque Nacional Calilegua.
A pesar de que la leyenda no especificó la identidad étnica del cacique, desde la década de 1990 los líderes guaraníes han afirmado en repetidas ocasiones que Calilegua era un líder guaraní y han abrazado su memoria como un símbolo de la resistencia de sus antepasados a la conquista colonial y como una prueba más de que han vivido en el valle desde tiempos inmemoriales.
En 1998, un comerciante blanco en la localidad de Calilegua personalmente financió la construcción de un monumento al Cacique Calilegua en la rotonda a la entrada de la ciudad: una estatua de cuatro metros de un hombre semidesnudo que lleva un tocado de plumas, sosteniendo una lanza, y frente al Parque Nacional Calilegua.
Este sitio se ha convertido en el punto focal de los mítines guaraníes y ceremonias religiosas, y muchos hombres y mujeres guaraníes hablan del monumento con orgullo, para hacerlas visibles en una carretera importante con un alto volumen de tráfico. La popularidad del jefe Calilegua como un símbolo político de un indigenismo emergente ha llevado incluso a los intentos de identificar huellas de su presencia en los paisajes de los alrededores.
En julio de 2004, cuando llevé a cabo el trabajo de campo en la localidad de Calilegua, por primera vez, varias personas guaraníes me hablaron de un lugar llamado “La Piedra del Indio”. Lo describieron como una gran roca rodeada por un semicírculo de una docena de rocas menores que se habían labrado para dar cabida a las personas que se sientan en ellas. Y varias personas asociaron explícitamente el sitio con cacique Calilegua.”
(…)
“En nuestro caso, el activismo Guaraní sin duda ha creado un escenario intensificado de la producción cultural, en el que los parámetros de lo que constituye lo indígena guaraní y la forma en que se funda en el espacio, están siendo reconstituido. La relectura de los espacios locales en términos de puntos de referencia de guaraníes y historia es, como hemos visto, el resultado de una experiencia colectiva de la dislocación socio-espacial, que muchas personas han tratado de contrarrestar mediante la afirmación de la profundidad histórica de su presencia en el región.
Esto ha implicado interpretaciones históricas que son intrínsecas a las luchas territoriales. Ningún actor está libre de "inventar" recuerdos que pueden legitimar sus reivindicaciones territoriales, como se desprende en lugares tan diversos como Jerusalén, los Balcanes o el norte de Irlanda. Estas impugnaciones movilizan disposiciones subjetivas que se lo crean, ya que se basan en las experiencias y aspiraciones reales. Y a pesar de los dos mil años, los restos humanos en Fraile Pintado o los grabados rupestres esquivos cerca de Calilegua pueden no ser rastros "guaraníes", que son los restos de los actores indígenas que ocuparon esa geografía antes de su conquista, la privatización y la mercantilización. Hombres y mujeres guaraníes se basan en estos sedimentos espaciales para resaltar una historia de violencia y explotación colonial que ha hecho que se caracteriza la experiencia de las poblaciones indígenas muy dispares. Al hacerlo, ellos recurren a este patrimonio común de impulsar las aspiraciones políticas de los que son de hecho los descendientes, en el valle del río San Francisco, de los habitantes originales de América.”
 El libro se titula "Confronting Capital: Critique and Engagement in Anthropology". Pauline Gardiner Barber, Belinda Leach, Winnie Lem. Editorial Routledge. 2012. Artículo “The land without evil and the historical depth of guaraní spaces” de Gastón Gordillo(Páginas 152 hasta 159).

Con esto último concluyo lo que tengo para aportar de los interrogantes surgidos a partir del monumento al cacique Calilegua.

Como antes describí, el monumento se encuentra ubicado en una Plazoleta donde anualmente se reúnen para organizar el homenaje al día del aborigen americano, justamente la llamada Plazoleta 19 de Abril. El día del aborigen americano se celebra del 19 de abril de cada año según la recomendación surgida en el Primer Congreso Indigenista Interamericano realizado ese mismo día en 1940, en Pátzcuaro, estado de Michoacán, México. Conmemorando dicho congreso con el objeto de salvaguardar las culturas indígenas del territorio americano.


Continúo con la crónica del recorrido del día der la visita. Con ayuda de Google Street View, realice una captura del mapa. Y allí marqué mi recorrido. En el mapa se ven dos recorridos, uno en color azul y uno en color rojo. En color azul, se puede ver el recorrido que hizo el auto de google en septiembre de 2014. Uno puede ingresar, y como es un recorrido corto, puede mirarlo directamente de google y allí se podrá ver la Municipalidad de Calilegua, la Dirección del Parque Nacional Calilegua, la Policía, el único cajero electrónico, algunas antiguas casas con estilo partículas, las pocas calles asfaltadas, a la distancia la Escuela Primaria Nº 231 “Provincia de Corrientes” y el Bachillerato Provincia Nº7 “Dr. Carlos Alberto Alvarado”.
El segundo recorrido marcado en el mapa es color rojo y es parcialmente el que realicé, a pie, por la localidad de Calilegua y es el que luego voy a comentar.
Al ingresar al pueblo, un cartel nos recibe con el mensaje Bienvenidos a la tierra de la eterna primavera.  A ambos lados de las calles hay números y altos árboles. Ente los florecidos pude distinguir un ceibo y otro más que desconocía, todo con flores rosadas. Luego buscando me di por enterado que se trata del lapacho rosado (Handroanthus impetiginosus), que da la flor provincial de Jujuy, cuyo día se celebra el 1° de septiembre de cada año.

Es un pueblo de gente humilde, posee unas pocas calles asfaltadas al ingreso y zona central. El resto son todas calles de tierra. En la puerta de una pequeña despensa familiar, había un cartel, y entre los productos que vendía, lo primero que decía, era “Pan de Daza”. Me llamó la atención, no lo conozco, ¿qué es el pan de daza?. Ahora lo busqué en internet, y tampoco hay información, salvo una mención en uno de los libros incorporados a googlebook, un libro español muy antiguo que dice “En Tous no hallamos otro pan que el de daza, como llaman al maíz.” (Memoria sobre la inundación del Júcar en 1864. Miguel Bosch y Juliá. Imprenta Nacional, 1866. Página 251.)
Desconozco si aquí en Calilegua, con “pan de daza” se refieren a un “pan de maíz” o algo similar.
El taxi compartido que nos traía, tanto a mi como a los restantes dos pasajeros, ingresó por Av. 25 de Mayo, a medio camino descendió uno de los pasajeros, más adelante, por lo que ahora veo, sería la calle Tapia, giró a la izquierda tres calles y descendió otra pasajera. Solo quedaba yo, giró una cuadra por calle Lavalle, lo que sería una vuelta en U, y tomó calle San Martin, cinco cuadras y llegamos al cruce de Av. San Martin con Av. Sarmiento. Allí se encuentra ubicado el Museo Regional de Artes Plásticas "Cacique Calilegua", del cual hablaré en otra entrada particular del blog. Luego de visitarlo, emprendí el regreso.






Allí, mirando al museo, del lado izquierdo, hay una especie de galpón viejo, pareciera abandonado, una antigua construcción de tamaño grande comparado con las casas de la zona. Quizás pertenezcan al museo o formen parte del complejo cultural que allí funciona, o quizás no. No lo sé. Pero no pasa desapercibido, ya que además de las condiciones edilicias y su antigüedad, sobre los ladrillos de su frente han pintado un colorido mural, al que se le suman algunas esculturas, una primera de lo que parece ser un torso de insecto-humano, o quien sabe que puede ser eso, y del otro lado un conjunto de esculturas, son tres figuras, que claramente se las puede identificar con una familia aborigen antigua, que posiblemente reflejen el pasado de la región.

Desde la esquina de Av. San Martín con Av. Sarmiento donde me encontraba, cruzando la calle de tierra, se veían un conjunto de árboles, unas cuantas luces con tulipas blancas esféricas, y lo que parecían ser juegos infantiles. Supuse que se trataba de una plaza. Me acerqué para tomarle una fotografía, y desde allí emprendería la vuelta a pie. Efectivamente allí había una plazoleta parquirizada con bancos para descansar. Unos pasos más, se veía un busto, bien identificable con el busto del General San Martín, aunque no contenía ninguna placa ni inscripción que dé cuenta de ello y del motivo por el cual lo emplazaron. Puede ver en un perfil de Facebook, que esta plaza se llama Plaza San Martín, y la estuvieron remodelando hace alrededor de cuatro meses atrás. Ahora puedo entender porque allí había un busto del general. Según señala la web Wikipedia, la ciudad posee tres plazas, solo visité dos de ellas y esta es una.

Podía ver algo rosado más adelante, pero no lo determinaba bien, comencé a caminar por una senda zigzagueante, entre árboles y faroles, hasta salir de la plazoleta. Allí comenzaba un boulevard sobre la Av. Sarmiento. Este boulevard está dividido en dos partes y un poquito, pero la sumatoria de todo da una extensión de alrededor de cinco calles, si sumamos las dos calles de la plazoleta antes expuesta, la distancia son siete cuadras. Hay que decir, que esta sería la calle principal, al menos, la calle céntrica, o es lo que así me pareció. Serían alrededor de las siete de la tarde, casi no había gente, algunas personas caminando, algunas parejas y poca circulación por las calles, más que nada motocicletas. Aquí noté que varias casas poseen el frente pintado de color amarillo.



Llegué a esa construcción rosada que se veía de lejos. Lo que parece ser el ingreso al parque. ¿Será el ingreso al parque San Martin como se denomina esa pequeña área parquirizada? ¿o será un monumento en honor al Parque Nacional Calilegua? Como está en obras de remodelación no es posible saberlo, al menos para un visitante, ya que solo cuenta con la inscripción “parque” y nada más. Posee dos imágenes pintadas, una de un yaguareté y otra de un tucán, animales característicos de las yungas.

El primero de los sectores del boulevard finaliza en el cruce con calle Belgrano. Si miramos hacia el lado izquierdo, por la calle Belgrano, casi a la esquina, sobre la vereda y justo frente a una casilla de madera pintada de amarillo, vemos un pequeño monumento con puntas que encierran un círculo con el rosto de una mujer y su hijo, que hace referencia a la Liga de Madres de Familia de Calilegua. En la casilla, se encuentra la misma inscripción con el agregado del año 1963.

Al término del primer sector del boulevard, en el cruce con la calle Belgrano, se encuentra emplazado un monumento compuesto por una columna y en su cima el Escudo Nacional Argentino. En su base, posee las siguientes inscripciones “200 años de grito sagrado” “Libertad, libertad, libertad” y “1810 Homenaje del pueblo de Calilegua. Mayo 2010”. En realidad, el monumento parece reflejar el bicentenario, los 200 años de los sucesos acontecidos en la semana de mayo de 1810 y los refleja bajo la imagen del Escudo Nacional, a pesar que este símbolo patrio fue creado tres años más tarde.

Al cruzar la calle Belgrano, siempre por el boulevard Av. Sarmiento, al comenzar el segundo sector del boulevard, en la punta, en una pequeña porción de césped, tres figuras, formando una triángulo, en la punta una pareja de hombre abrazando una mujer, en la otra punta una mujer, y en la otra punta un faltante, la figura que allí se encontraba no está con claros signos de haber sufrido una rotura por la cual ya no se encuentra allí, motivo por el cual solo se ve lo que quedó, el zócalo que lo sostenía.
No posee inscripción, difícil saber si solo son tres estatuillas ornamentales o si estas figuras tiene un sentido y reflejan algo que desconozco.

Continúo caminado y llego al siguiente monumento. En cemento, la figura de cañón color rojizo, sobre un pedestal verde y un zócalo rojizo. La leyenda escrita en su base dice “Memorar XXX aniversario. 1982-2012. Municipalidad de Calilegua” Hay otras dos inscripciones, una grabada sobre la misma base del monumento, que menciona la fecha 2 de abril, fecha que da inicio al conflicto bélico. Y otra leyenda más, pequeña, con la imagen y la leyenda de las Islas Malvinas Argentinas, que a su vez también están dibujadas en la parte inferior del monumento. Llama la atención la utilización del verbo “memorar” para evocar el intento de recuperar la soberanía argentina sobre las islas. Y también me llamó la atención la elección del motivo, una cañón del siglo XIX con lo que parecen ser ruedas de madera, en deshuso desde hace muchos años antes de desarrollarse el conflicto. Pero pareciera que intenta relacionar la historia pasada de las luchas por la independencia, en tanto que a mitad del pedestal que da soporte al cañón, existe un pequeño cuadro que sale del mismo monumento con la figura de una soldado de la independencia, los característicos cactus, las montañas, casas de antaño y debajo la inscripción que dice “Jujuy”. Aunque esto último, es una relación que establezco en base a conjeturas porque no poseo datos que así lo indiquen.

Sigo caminando por el boulevard, y estoy llegando a su fin. Unos cuantos árboles de tamaño grande y algunas plantas menores como cactus u otras de hojas grandes pero no más de un metro y medio de altura que desconozco que especie son. Los botes de basura están instalados sobre unos porta-macetas realizados en hierro. El segundo sector del boulevard, finaliza en el cruce con la calle 9 de julio. Cruzando la calle, el boulevard se extiende apenas unos metros más adelante. Es en ese espacio donde instalaron el último de los monumentos, hasta la fecha, de los que pude observar. El monumento a la madre. Característico en muchísimas ciudades, aquí estaba presente. Sencillo, íntegramente en color blanco, una madre amamantando a su hijo. Este monumento posee una placa pero en la fotografía no se llega a leer lo que dice.

Justo frente al monumento a la madre, se encuentra ubicada la iglesia de la ciudad. Se encuentra ubicada sobre la Av. Sarmiento s/n justo en la esquina con la calle 9 de julio. Se trata de la Parroquia San Mateo. La fachada presenta catorce pilastras que terminan en lo que parece una llama. Actualmente el templo está pintado de un color beige amarillento y cada pilastra está decorada con color azul. No obstante, cuando circuló el vehículo de google, para Street View, allá por septiembre de 2014, las registró en color verde. A la iglesia se accede por una escalera, de cuatro peldaños color verde, pasando antes por el frontispicio sencillo sostenido por cuatro columnas coloreadas en azul. Al ingreso presenta la leyenda “La cosecha es grande y son pocos los obreros. Parroquia San Mateo”. En si interior posee el via crucis tallado en pequeños cuadritos de madera, estación por estación. Al, frente, con todo perfil en madera, presenta las figuras de tres santos a una lado y cuatro santos al otro lado, los espacios son para tres figuras, pero uno está ocupado por dos. En la parte superior, enmarcados en madera, presenta algunas imágenes del via crucis pintadas sobre la pared.




Nuestra Señora del Rosario.
Esta ciudad tiene por santo patrono a San Lorenzo, uno de los santos católicos más venerados. Se lo venera el día 10 de agosto de cada año, día en que la comunidad de feligreses de Calilegua, celebra una misa en su honor. Los devotos realizan una corta peregrinación con la imagen del santo patrono. Las fiestas patronales se completan con un acto protocolar y un desfile.

Saliendo de la iglesia, finaliza mi recorrido, ya no había mucho más que visitar en Calilegua, tenía que regresar pero no sabía como. Le pregunto a un muchacho que venía con su esposa y su hijo en u cochecito. Me indica correctamente que la plaza estaba a dos calles de allí. Debía caminar por la calle 9 de julio, y al llegar a la esquina, doblar a la derecha por calle 19 de abril, llegando de esa manera a la plaza. En esta plaza se encuentra la terminal de remises. La terminal de remises es solo una parada, una parada, un pequeño techito (como los de parada de colectivos) y nada más. Esta parada se encuentra en la otra punta de la plaza. Hay que cruzarla en diagonal (o bordearla) y se llega. Eso fue lo que hice, cruce por el centro y allí vi un fila de alrededor de seis o siete personas que estaban esperando. Cuando llegue, la fila continuó aumentando. Se me hacía una larga espera, pero no fue así, a los cinco minutos llegaron como tres remises seguidos, y al ser compartidos, enseguida todos los que esperábamos, estábamos viajando. Algo para decir referido a esta plaza. Pareciera ser la plaza principal de la ciudad. La misma ocupa el espacio de toda una manzana y tiene el trazado de plaza, pero de los edificios “principales” del pueblo, ninguno se encuentra frente a dicha plaza como es común en la mayoría de las localidades. De hecho esta plaza, la plaza principal, prácticamente se encuentra vacía, árboles, algunos de ellos cortados que solo se ve medio tronco, otro que están en crecimiento, unas pocas luminarias, casi no vi bancos, en el centro una construcción a medio hacer, al menos empezada, pero nada que indique que será. Y nada más. Así concluyó mi visita a Calilegua.

Links:
https://es.wikipedia.org/wiki/Calilegua_%28localidad%29
https://www.google.com.ar/maps/@-23.7734476,-64.7758163,16.28z

1 comentario:

  1. Hola. Gracias por la info. Seguramente habrá otro viaje y voy a ver que encuentro. Mirando el mapa de Calilegua, hay una calle de cuatro cuadras que se llama Paterson. Pero no creo que sea ella, va del Hospital al Club. Tampoco llegué a caminarla. El Ingenio es muy grande y tienen muchas tierras y lugares, al ser privados, solo unos pocos tienen el privilegio de conocerlos. En las tierras altas de los valles, también privadas, no del Ingenio sino de los campesinos de allá, hay lugares casi vírgenes que con suerte hay veces que llevan ganado a pastorear, también hay muchas aves como pavas de monte, y árboles frutales. Pero son de difícil acceso para la gente común, solo se puede llegar con lugareños que los caminan habitualmente y conocen las sendas. Gracias por tu visita al blog. Slds.

    ResponderBorrar