Llegué en un remise, que me trajo desde la localidad de Libertador General San Martín, y me dejó justo en la puerta del museo.
Este museo se encuentra incluido en la Guía Nacional de Museos, editada por la Secretaría de Cultura de la Nación, 3 Edición, 2014. Allí dice lo siguiente “Su patrimonio cuenta con 450 obras de arte, entre pinturas, esculturas, dibujos y grabados, de las cuales 150 se exponen en forma permanente. El museo funciona en una antigua construcción neocolonial inglesa y alberga obras antiguas de la región Noroeste, de otras provincias argentinas, de Latinoamérica y de Europa”. Esta vieja casona de estilo neocolonial inglés, de alrededor de cien años de existencia y tal vez más, perteneciente a la empresa Ledesma, fue antaño el viejo almacén del pueblo, lugar donde se proveía de ropa, alimentos, etc… a los empleados de la empresa.
En la guía también se acompaña una fotografía del museo, algo desactualizada, del momento en que aún no poseía la reja negra que tiene hoy día.
Llegué alrededor de las 18:30hs. En la Guía Nacional de Museos se indica el siguiente horario de atención lunes a viernes de 7 a 13 y de 15 a 19:30. Había tres mujeres charlando, me saludaron, y una fue quien me atendió. A mis consultas de rigor, me la contestó. Me indicó las salas y como era el recorrido y cualquier consulta que la llame. Recibí una buena atención. El costo de la entrada $2. Pero no se preocupó en cobrarlos, más bien, me dijo que los podía pagar cuando me fuera. Es decir, no te incomodan, sino, te tratan bien o hacen lo posible para que no te molestes. Entiendo que este es un costo simbólico. Ni que fueran veinte visitantes todos los días durante un mes, no llegan a juntar ni un sueldo mínimo. No imagino una importante concurrencia, ni que el pueblo caligüense sea un asiduo visitante del museo, más bien, me imagino la visita de personas puntuales, turistas que puntualmente se interesan por el arte, artistas, investigadores, periodistas, gente que por alguna razón tomó conocimiento de la existencia del museo y acude específicamente a visitarlo. Ese día el museo estaba vacío, y yo era el único visitante. Como para recorrerlo con tranquilidad, en silencio, despreocupado, tranquilo. Es así como la mujer que me dio la bienvenida, lo primero que hizo fue encender las luces. En este museo permiten tomar fotografías.
El museo en su interior, comprende un inmenso salón, que está subdividido por una especie de biombo realizado en cemento y de esta manera divide las diferentes salas. Posee dos escales que llevan a un primer piso, que en realidad ocupa las dos puntas y la mitad del salón, y a su alrededor posee una baranda metálica color negra.
Según algunas páginas webs, el museo fue creado en el año 2001, aunque en otras, figura que fue inaugurado en el año 2003. Primeramente se centraba en pinturas. Con el tiempo se sumaron dibujos, esculturas y grabados. Aquí, en este museo, suelen realizarse encuentros culturales, así nació la idea del museo. Estos encuentros reúnen artistas platicos en variadas especializaciones entre ellas pintores de caballete, escultores y muralistas. Suelen realizarse anualmente. Los artistas trabajan al aire libre, y sus obras luego quedan en el acervo del museo, conformando así su patrimonio, alguna de dichas obras las exponen, otras pasan a formar parte de las muestras itinerantes.
Estos encuentros, algunas veces llamado “encuentro de pintores”, otras veces “encuentro de artistas plásticos”, ha reunido en su momento artistas jujeños, pero también fue expandiéndose, logrando la asistencia de artistas de toda la región norteña, luego de otras provincias argentinas y finalmente atrajo artistas de otros países de Latinoamérica.
Esta iniciativa artística calilegüense, generó algo así, como lo llaman, “un movimiento o colectivo”. Este movimiento artístico tiene como objetivo lo siguiente “Es el objetivo de la conformación del Movimiento Calilegua, la recuperación de la identidad andina, a través de las distintas formas estéticas que en común tienen todas las provincias que componen esta región Se fundamenta esta actitud en la identidad común de los pueblos andinos, a través de una estética andina, manteniendo la individualidad de imagen y estilo de cada uno de los artistas que conforman este movimiento”, según han dicho en uno de los encuentros.
Los encuentros de estas personas del arte, y las exposiciones que se realizan a menudos, también buscan difundir obras y artistas representativos de Jujuy.
En ocasiones, estos encuentros de artistas coinciden con jornadas culturales que a su vez se complementan con otras actividades (talleres, cine, charlas, etc…) generando una diversidad de trabajos y de ideas.
La mayoría de la muestra permanente está compuesta por obras artistas jujeños pertenecientes a la región de las yungas. En muchas de las pinturas se refleja lo característico de la región, he podido ver reflejado el lapacho rozado, la caña de azúcar, personas vestidas tradicionalmente, colores propios de la región, la vegetación, bailes tradicionales, instrumentos tradicionales, animales característicos, pero también algunas obras abstractas, algunas obras que no le encontré ningún sentido o que pretendían transmitir.
No recuerdo el total de salas nacidas de la división realizada en el edificio, pero creería que son alrededor de seis y una más que fue denominada galería. Las salas llevan por nombre el de pintores de los cuales algunas de sus obras se encuentran expuestas como la sala Fernández Mar, sala Demitropulos, sala Entrocassi, sala Pellegrini, sala Pantoja y galería Gordillo. Es posible que me falte alguna. También hay que contabilizar la sala de exposición temporaria.
Las que siguen son algunas obras que, particularmente, me gustaron:
Mientras estaba recorriendo, sobre una de las paredes, la del lado izquierdo, a la altura del centro del salón, había una puerta, solo la abertura en la pared, que conectaba con otro salón, todo oscuro, no se veía casi nada. Ese lugar es otro sector del museo. Una dependencia donde funcionan los talleres, lugar de trabajo de algunos artistas, donde dictan clases, y que también funciona como depósito.
Ingresé en una recorrida relámpago, ya que estaba bastante oscuro y al ser un taller de trabajo, había algunas obras a medio hacer, o en restauración, o esperando su lugar para exponer, quien saber porque estaban allí, algunas de ellas eran de temática religiosa, también había algunas esculturas, quien no sabe o no conoce, como mi caso, podría decir que algunas de ellas estaban finalizada. Algunas imágenes a continuación:
La sección de atrás del museo, está dedicada a las esculturas, en realidad a algunas esculturas, porque en el exterior también hay más esculturas. Mayormente eran motivos de animales por lo que pude ver, algunas figuras humanas, y otras esculturas que no tenían una forma definida, si significaban algo o no, no lo sé, al menos, en mi caso no lo supo ver. Algunas fotos de las esculturas del interior, son las que siguen a continuación:
Al recorrer todo el museo en su planta inferior, accedí por una de las dos escaleras disponibles, la que está justo frente a la entrada, uno al finalizar el recorrido en forma circular del museo, llega a esa escalera, se sube y se accede. Solo había tres obras en exposición, las más grandes, de mayor tamaño que prácticamente la totalidad de las de abajo. Ubicadas en cada una de las puntas. Es decir, el resto del espacio, totalmente desocupado, esperando a que lo llenen de arte. Pero solo la sensación de subir por esas escaleras, caminar sobre ese piso de madera, cada tanto crujiente, ver el techo de madera, las ventanas que parecen estilo francés, curvadas con vidrio repartido, aunque en tamaño pequeño, y observar la totalidad del museo desde allí arriba, valía la pena. Las tres fotografías siguientes, son de allí arriba.
Finalizada la recorrida, descendí por la otra escalera, situada justo en el centro de la sala, una escalera en dos secciones, con descanso en el centro y barandas metálicas a ambos lados.
Me dirigí a la entrada. Ya solo quedaba una empleada. La que me recibió. La visita me llevó treinta minutos. Eran las 19hs. Aboné los 2 pesos que costaba la entrada. Y tenían a la venta unas postales del museo a 2 pesos cada una. Así que adquirí una de cada clase de las que había. Cada postal está dividida en cuatro o cinco partes y en cada una de ellas posee la imagen de una obra expuesta en el museo. Le pedí a la empleada si tenía algún folleto y me dio unos cuantos variados, muy útiles, que daban cuenta del turismo en toda la provincia de Jujuy.
Saludé, y avisé que iba a hacer una recorrida por la galería antes de retirarme. La empleada me saludó, apagó las luces, cerró y salió, afuera la esperaba otra de las señoras. Era el único y último visitante. No obstante se quedaron charlando y esperando que termine mi recorrido por las galerías. A ambos lados del museo, posee galerías. Y en ellas hay expuestas esculturas. Hay algunas en madera y el resto, mayormente son esculturas metálicas. A continuación algunas fotografías de ellas.
Me intriga saber ¿qué es esto? ¿qué significa o que representa?
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