lunes, 20 de abril de 2020

Cuarentena Día 32.

Día 32 de la cuarentena obligatoria. Hoy pareciera que entramos en un estado de pre-deslegitimidad de la cuarentena, claro que es una apreciación sesgada de mi parte basada solo en le observar de la ventana. Algunas mañana tenemos la costumbre de escuchar una o dos horas la radio, Cadena 3, y por esa emisora dicen algo similar a lo que veo desde la ventana, bastante cantidad de gente circulando, un aumento significativo con relación a las semanas anteriores, la mayoría con barbijos y cubre-cara, pero mucha cantidad, pensé tomarle una foto, solos o en pareja, muchos circulando, y si sumamos los vehículos, de todo tipo todo el tiempo. A ojo se nota un incremento importante de personas caminando, y muchos ancianos también, cuando se suponía que debían “pedir permiso” para salir, o lo obtuvieron o no les importó un carajo.

El tema del permiso para circular de los mayores de 70. Hoy los medios de comunicación tienen titulares del tipo “El Gobierno de la Ciudad dio marcha atrás”. Que tema tan mal tratado, pésimo, mostrarse autoritarios, inflexibles, testarudos, con actitudes irreflexivas, con mala comunicación, persistir en la terquedad, para un día después dar marcha atrás y querer solucionar todo con explicaciones burdas de porque hicieron lo que hicieron. ¿No piensan? Hablamos de la ciudad más relevante de la Argentina, la que va a la cabeza, si hubiesen concentrado esa energía en otra cosa hubiese sido más provechoso. Realmente no lo entiendo, ¿qué se gana y que se pierde? Pareciera que solo buscaron llamar la atención con el espectáculo, como un chico que se mete al charco de agua para saltar, salpicar y mojarse. Pero acá no son incapacitados, se supone que hay responsabilidades y hay consecuencias que nos afectan a todos.
Anoche el Jefe de Gobierno escribió una carta que hizo circular por los medios informáticos ¿estaba dirigida a los adultos mayores? ¿los más de 400.000 viejo de más de 70 se han tomado el tiempo de leerla? ¿es posible que crean que los ancianos siguen a Horacio por las redes sociales?
Hoy las noticias dicen “no será un permiso”, “solo deberán llamar al 147 para tomar “conocimiento” de las alternativas que brinda el Ejecutivo” “deberán llamar para avisar en caso de que dejen su domicilio”, “el aviso tendrá una validez de 48 horas”.
Por supuesto que hay exceptuados, entre ellos las “autoridades superiores de los gobiernos nacional, provinciales, municipales y de la ciudad de Buenos Aires
¿Las autoridades superiores? Esa ostentación de “chapa”, hay muchos que en la política “chapean”, ¡guarda! el señor es político, ¿y qué? ¿acaso no son ciudadanos, primero? ¿acaso no salen de la misma sociedad? ¿quiénes eligen a los representantes del pueblo? ¿y de entre quiénes se los elige? Entonces ¿por qué señalar esa desigualdad? ¿por qué es necesario marcar esa diferencia? ¿por qué exceptuar basado en la discriminación? Si tienen “autoridades superiores” viejas, “autoridades superiores” de más de 70 años, deberían llamar y pedir su permiso también.

Otra noticia de esas que amargan el estómago, así como no se dio a conocer la charla telefónica entre el presidente con el dictador venezolano, ahora se confirma la llegada de más de doscientos “médicos” provenientes de la dictadura cubana. Un tema que venía flotando, y los medios de comunicación lo venían anunciando pero que los funcionarios lo negaban. Finalmente el ministro de salud, el mismo que hace un mes estaba ocupado por la despenalización del aborto y que le preocupaba más la gripe estacional que el coronavirus, hoy trae “médicos” cubanos, ¿por qué nunca van a buscar médicos alemanes, o coreanos, o australianos, o americanos, o daneses? el idioma no es una barrera, en esos países hablan no menos de cinco idiomas desde que nacen, ¡no señor! traen cubanos, solo hay que “confiar” no que vienen infectados de coronavirus, ya que no tiene que hacer cuarentena obligatoria, si sos médico argentino, o no te repatrian o si lo hacen te obligan a cuarentenar, pero si sos cubano, vía libre para circular. También hay dudas en cuanto si son realmente médicos, o enfermeros, o ayudantes, o técnicos, o camilleros, o algún tipo de paramédicos, llegan con la parafernalia de “médicos”, ni siquiera se sabe como estudiaron porque no les homologan el título previa validación del mismo como si lo hacen con otros médicos extranjeros que deseen ejercer aquí. Y es penoso no ver a nadie de las alternativas políticas que se manifieste ni diga algo, parece que la sociedad acepta de buenas a primera estas decisiones que tienen un trasfondo político-ideológico. Un par de autoridades (desconozco efectivamente que rol cumplen) en temática de medicina en el país se han manifestado en contra de traer médicos extranjeros sin control (se entiende que son los supuestos médicos cubanos), habida cuenta que no hay necesidad. Los médicos argentinos están muy bien capacitados, y además hay una proporción de 4 x 1000 mil habitantes, muy superior al de muchos países del mundo, y superior al promedio mundial.

Por la noche, salió en varios programas a hablar el Jefe de Gobierno porteño. Está haciendo un intento (y que tiene experiencia, pensemos en el estornudo) de convertir una debilidad en fortaleza diciendo que no es cierto lo que se dijo, que los adultos mayores pueden salir, que no deben pedir permiso, que no serán sancionado, y blablablá pero ¿por qué no lo negó cuando salió la noticia? ¿ahora es creíble? Jugar con digo algo pero no lo digo pero lo corrijo en el camino, una vez puede salir bien, una vez puede ser genuina, pero cuando se repiten ya no son causalidades.
Como en todo hay blanco y grises. La idea que los viejos no salgan no me parece mal, es correcta, pero deben lograrlo, como ya escribí antes, a través de la persuasión, del fomento, lograr que voluntariamente se queden sin necesidad de llegar a la persecución, en resultado nunca vas a ser total, de ninguna manera, ni voluntaria ni obligada, pero la diferencia está en la actitud. Lo que dice el Jefe de Gobierno, que 8 de 10 ancianos infectados que mueren son adultos mayores, que el promedio de edad de fallecidos es de 71 años, es verdad, y es acertado las medidas alternativas que propone para que los ancianos no salgan de sus casas, como enviar un voluntario que les haga las compras o que se contacten con los porteros, que en rigor de verdad no hacen mucho como trabajadores y de lo poco que hacen lo hacen muchas veces lo hacen mal como el derroche de agua con las mangueras en las veredas, en fin, medidas alternativas positivas. Dice que el día de ayer recibieron 32.000 llamados al 147, la mayor cantidad de llamados desde siempre y de esa cifra 12.000 ancianos se quedaron sin salir ya que les solucionaron en el inconveniente. Pero la verdad que el total de ancianos en la ciudad creo que ronda los 390.000.

A las 21hs el aplauso. El parte oficial habla del total de infectados que asciende a 3.031 y 142 las víctimas fatales.

En la web Cine.ar vimos un documental titulado Río Mekong (2016) de los directores Laura Ortego y Leonel D'Agostino.

Sinopsis: A los 16 años, Vanit cruzó a nado el Río Mekong escapando de su Laos natal. Hoy busca arraigarse en las afueras de Chascomús, en un lugar presidido por la comunidad laosiana más grande de la provincia de Buenos Aires.

El documental refleja la historia de Vanit, la historia de un emigrante-inmigrante que llegó a la Argentina como consecuencia de los efectos de los conflictos armados en la década del ´70 en el sudeste asiático. La guerra de Vietnam 1955-1975. La guerra civil en Camboya 1967-1975. La guerra civil en Laos 1963-1975. Las guerras finalizaron en 1975 con el triunfo de los comunistas. Luego de este episodio Vietnam se fortaleció políticamente dentro de los países comunistas, invadió Camboya y sufrió la invasión de China, al tiempo que influía en la conducción política de Laos. Los efectos de las guerras continuaron por algunos años, sumados a características propias de la sociedad laosiana, problemas en la economía, persecución política, persecución de minorías, importante cantidad de campesinos dedicados a las agricultura, baja tasa de alfabetización, insuficiencia de servicios esenciales como la salud, pobreza extrema, etc… y un conflicto que sigue vigente hasta el día de hoy con la minoría étnica hmong, que en su momento, algunos de ellos formaron parte de un grupo de resistencia fomentado por los EEUU que enfrentó el avance comunista, cuando los comunistas vencieron, debieron huir, cruzaron a Thailandia, o se fueron a otros países del extranjero como EEUU, Francia, Myaman, Guyana Francesa, Australia, Canadá, Alemania o Argentina. El éxodo, se debió en parte a la persecución a los que fueron militantes, pero también al resto de la minoría que no fueron militantes pero que pertenecían a la etnia. De esto el documental no dice nada, lo comento de lo que leo por la web. Vanit no cuenta nada al respecto, de todas maneras  tenía 15 años cuando escapó, si llegó a Argentina en 1979, estuvo 1 año en un campo de refugiados en Thailandia, es posible que hay escapado de Laos entre 1977 y 1978. Era un chico/joven, aunque haya sido reclutado por una milicia, pero aun así es probable que no, y haya participado del éxodo debido a las penurias económicas, algo de eso deja entrever. El documental ni siquiera ahonda en las minorías étnicas de Laos, no sabemos si Vanit pertenece o no a los hmong, quizás sea parte de aquellos que también emigraron y no eran propiamente hmong. Su familia quedó en Laos, al menos sus padres, su madre vivía al momento de filmarse el documental (2015-2016), han sobrevivido al comunismo de aquella época, porque es verdad que a mediados de los ´80 el país comenzó a tener un crecimiento sostenido de su economía y a mediados de los ´90 hubo algunos cambios políticos en el sentido de adquirir mayor independencia política del exterior, más precisamente de la influencia de Vietnam.

La parte más emotiva del documental es cuando Vanit relata como escapó de su país, con su primo (de cual me quedó la inquietud ¿sobrevivió? ¿vino con él a Argentina? ¿se fue para otro país? ¿se quedó en el campo de refugiados? ¿es uno de los que aparece en el documental?), como cruzaron el Río Mekong, y como llegó a Argentina, con una camisa, pantalón y ojotas, nada más, que las perdió cuando bajó del avión. Es una historia de superación personal. Como se la fue rebuscando partiendo de cero, se fue a cosechar frutas, trabajó de vendedor ambulante, y varias ocupaciones más, en el documental se lo ve como ayudando a herrero (o él mismo es el herrero), trabajando de masajista, de albañil, y como progresó en Argentina, formó una familia, se hizo la casa (humilde en calle de tierra), tiene un auto (modelo antiguo), participa de una asociación para conservar las costumbre propias, y todo lo que hacen los inmigrantes que han llegado aquí, luego va a reunirse con un grupo de laosianos en Misiones donde trajeron un monje, armaron un templo y estaban construyendo un Buda, que no saben si lo iban a terminar en 10 o 100 años (esperanza a futuro).
Por otro lado vemos a la Argentina, un país que recibe a todos los inmigrantes que llegan (CN, Preámbulo: “todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”) y de hecho, llegan, se establecen, crecen y se quedan, hay algunos que se vuelven, pero muchos se quedan, de ellos, es difícil encontrar argentinos que no tengan un antepasado inmigrante. No todo es lindo, el gobierno que los recibió en 1979, fue una dictadura, y de entrada mintió, no los recibía porque desean recibir inmigrantes sino porque deseaban mostrar una falsa cara al mundo que no representaba lo que eran, y segundo le ofrecieron casas para más de 290 familias que llegaban, y solo les dieron a 5, y el resto que se arreglen. Miserias de la política, y que a pesar de los años todavía quedan resabios en los políticos actuales y que no son dictadura. No obstante la sociedad argentina, ajena a la política, de una u otra manera les brindó las oportunidades, el caso de Vanit es un ejemplo, con sus dificultades, de llegar pelado y al verlo en el documental, denota un crecimiento. Habrá sufrido altibajos, discriminación, pero supongo por lo que deja ver el documental, si los hubo fueron los menos, y salió adelante.

Más allá de la historia puntual de la persona, me interesa pensar en que nivel influyen la voluntad de uno de salir adelante, y/o las condiciones del entorno donde se desenvuelve, evidentemente para este laosiano emigrante las condiciones fueron favorables y salió adelante, pero para individuos del interior en algunos casos los chicos mueren por desnutrición y no tienen capacidades o posibilidades de desenvolverse para progresar. O como se encuentra el equilibrio entre ambas situaciones, el empuje de la persona y las condiciones del entorno, habida cuenta que si Vanit no se iba de su país, quizás la pasaba mal o simplemente no la contaba.

También el documental muestra un tema de identidad, ¿qué identidad? Hay una asumida, y otra en búsqueda, para emigrar tuvo que cambiar su nombre y apellido, y sus hijos y nietos ya no tienen el que tenía él y tuvieron sus padres. Por otro lado, los hijos y el mismo adoptaron usos y costumbres muy propias argentinas, como las vestimentas de los hijos, los tatuajes, la cumbia, etc… pero al mismo tiempo una búsqueda de conservar el idioma laosiano, que no se pierda, bailes tradicionales, las creencias, etc....

En la página de Cine.ar lo titulan Paraná-Mekong. Esa estupidéz de modificar los títulos para un público tololo. Alguna especie de censor, pero en carácter paternalista que subestima a los espectadores, claro que aparece el río Paraná y le rememora el Mekong, pero no todos los espectadores son tontos, y además, si hubiera algún lenteja, lo aprende, alguien se lo explica, o lo busca por internet, no necesita de un título clarificador.

Una pena que solo se hayan quedado en una 1 hora de película, se me hace que podrían haber generado más material. También lamento la ausencia de más expresiones, que no hayan hablado (salvo en un par de ocasiones, las chicas, la señora cocinado y la reunión en la mesa) otros de los laosianos, seguramente emigrantes, que también tenían sus historias, al menos, fragmentos para compartir. La película participó de la sección Work in Progress Competition del 31º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

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