viernes, 3 de abril de 2020

Cuarentena Día 15.

Día 15 de la cuarentena obligatoria. Hoy tenía mucho para comentar, y un tema me superó. Pasó lo que tenía que pasar, o lo que se cree pudo haber pasado y que en pocos días veremos las consecuencias. Hoy se vio claro, y se ratificó porque somos un país tercermundista, subdesarrollado, bananero. Hoy lo que podían hacer mal, lo hicieron, y fueron los funcionarios de este país, como no podía ser de otra manera. A estos cráneos, verdaderos inoperante, ineficientes, inútiles para la función se les ocurrió llenar de gente la calle, que todos juntos, los que cobran la auh, los planes y los jubilados de la mínima (la inmensa mayoría), millones de personas, vayan todas al mismo tiempo a los bancos. Agruparon millones de personas sin contemplar ninguna alternativa para apaciguar los niveles posibles de contagios, y respetar la cuarentena y demás medidas (distanciamiento por ejemplo). Muchos periodistas y algunos otros representantes sociales (como el defensor de la tercera edad y algunos políticos) apuntan a tres individuos, uno el presidente del Banco Central, el mismo que se pasó cuatro meses hablando de “quitar los animalitos de los billetes”, otro el titular de la ANSES uno que ya fue funcionario en anterior gobierno, y el otro un eterno sindicalista del sistema bancario. Ninguno renunció. Ni siquiera se les cae la cara de vergüenza. Una verdadera pena, ni el Presidente que los eligió, salió a hablar, y si pasa lo que algunos piensan que va a pasar, va ser un golpe feo, yo hubiese preferido otro proceder, porque también es mi Presidente.
Hay un slogan que pasan en las “propagandas” de la televisión, que también salió publicado en las portadas de todos los diarios y dice Al virus lo frenamos entre todos, viralicemos la responsabilidad. También espero responsabilidad de parte del gobierno, y hacer lo que hicieron hoy, más que nada con los jubilados, es un hecho de irresponsabilidad, a mi modo de ver. Una vergüenza.
También noté la absoluta ausencia del ministerio de salud y del grupo de expertos que lo asesoran, ¿acaso nadie lo pudo preveer? es decir, previenen una cuarentena obligatoria y no piensan en todo lo demás que gira alrededor. Es algo que ya había manifestado en otras entradas de este blog. Es una falta de coordinación, una falta de interdisciplinariedad.
Ahora, hay danzando por las redes sociales, una idea bastante sucia, que dice algo así como que fue pensado y provocado “a propósito” con la nefasta idea que el mes próximo no tendrán que pagarles a la mitad de los jubilados que hoy salieron a cobrar la miseria que le pagan, y para que razonamientos de este tipo no estén dando vueltas, creo que lo mejor es actuar con firmeza y celeridad, no puede quedar como un hecho “que ya pasó”, un simple error, eso induce a pensar en irresponsabilidad sin castigo, y eso, a la larga puede tener un costo, un costo político, y en algunos casos, un costo moral.
De todas maneras, creo que acá se va a marcar un quiebre, se sabe que hay distribución comunitaria, y es posible y probable, que en las largas filas de espera, donde juntaron y amontonaron jubilados, planeros y personas beneficiarias de auh, se hayan producido contagios, y se sabe que el coronavirus se reproduce rapidéz, de cinco a diez días veremos el resultado, y supongo que será la diferencia de lo proyectado en el crecimiento paulatino que viene teniendo frente a la cantidad de casos que se detecten, esto lo puede hacer cualquiera que manejes estadísticas, por suerte los números son públicos, si hay una diferencia importante entre los casos y los proyectados al ritmo que van hoy, sería un indicio muy importante para imputarle responsabilidad y causalidad, al desorden y falta de organización eficiente sucedida hoy.

Habiéndose acabado algunos suministros, decidimos que era día de hacer compras, la más posible para luego salir lo menos posible la semana que viene, la última de la cuarentena obligatoria. Las noticias de hoy hablan de 2600 supermercados chinos cerrado ¿habrán cerrado los supermercados chinos de los alrededores? El otro temor era la posibilidad que nos pare la policía, la policía que ahora llevan una cámara oculta en el pecho y te graban, hasta cierto punto está bueno, para no ser acusados falsamente de su proceder, o que te paren alguno de esos individuos de la guardia urbana, un grupo de civiles desarmados que ayudan a los vecinos indicando calles, o tocan el silbato cuando se rompe un semáforo, pero también tienen facultad para realizar actas de comprobación, y si bien creo que la mayoría son personas de bien con necesidad de trabajar, algunos pocos llevan el espíritu de vigilantes bien adentro y no dudan de enfrentar a vendedores ambulantes, y a veces dan miedo con su prepotencia y altivez. Salimos, y llevé el celular listo para grabar en caso de ser detenidos en un reten de vereda. Por suerte no había retenes, salvo un policía y una guardia urbana en la puerta de un banco, con bastante ocupación con la larga fila de personas allí paradas. De hecho, la caminata de cuatro cuadras a la redonda no vimos ni un solo policía, y si muchas personas circulando, la mayoría adultos y ancianos, a ojo, de cincuenta años para arriba, de la población que nos cruzamos los había sin nada, con mascaras plásticas, con barbijos, con guantes, había un mix de todo. Hicimos lo nuestro, que fue aprovisionarnos, y regresamos al confinamiento, con todo el ritual de limpieza antivirus, alcohol, lavandina, jabón, todo completo, no sé si destruimos la membrana del corona, pero de seguro liquidamos unos cuantos seres microscópicos. Luego de esta salida, comienza una nueva cuenta regresiva, y esto será así de ahora en adelante, al pasar 14 días recluidos, estábamos seguro (o casi seguros) de no poseer el virus, pero la duda, luego de salir al contacto social es ¿nos habremos contagiado? Uno creería que no, si pasasen 14 días más volveríamos a estar seguros, pero la cuarentena obligatoria, finaliza en 7 días más, en principio, si llegamos al día 7 sin síntomas, creeríamos que no nos contagiamos, podría suceder que sí, y los síntomas aparezcan el día 8 pero supongamos que no, ¿y luego? Al finalizar la cuarentena, supongo que se reactivaran muchas actividades, no todas, con limitaciones, pero no pueden continuar paralizando el país, y la vida continuará, y los peligros diarios continuaran y a ellos se les sumará otro que se llama coronavirus, me recordó el intro o secuencia de apertura de una conocida serie que decía “La muerte está en todas partes, la mayoría trata de evitarlas, otros no pueden eludirla. El cuerpo humano es muy resistente, cada día libramos una batalla contra los gérmenes, las toxinas, las lesiones, las enfermedades, las catástrofes y las calamidades, hay muchas formas de morir, el hecho de que sigamos vivos es un milagro, porque cada día de nuestras vidas, enfrentamos mil maneras de morir.

La cifra de hoy ascendió a 1353 infectados y 42 muertos.

A las 21hs el aplauso, lo sentí más débil que otros días, no hubo el griterío de días anteriores ni tampoco pasaron el himno, que ya se había vuelto algo habitual. Lo que sí, no dejaron de tocar las cornetas y vuvuzelas.
A las 21:30hs de nuevo hubo cacerolazo, esta vez volvió a sentirse con fuerza, y no hubo gritos anti-cacerolazo.
Creo que hoy, influyó, tanto en aplausos como cacerolazo, lo que hicieron con los jubilados.

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