lunes, 12 de mayo de 2014

EMAQH 2007.

¿Qué hacía yo ahí? bueno no importa, ahí estaba. Siempre se aprende algo nuevo. Había dos exposiciones en La Rural, la primera, tenía más caudal de visitantes, nombre “Caminos y Sabores” y trataba sobre alimentos regionales, igual hay que decir que duraba menos tiempo y además creo que el salón para exponer era más chico. La segunda, era por la otra entrada. La 22º Exposición Internacional de la Máquina Herramienta, Herramientas y Afines (EMAQH). La entrada tenía un valor de $ 15 pesos para los visitantes, se completaban unos datos y unas cuatro o cinco preguntas y luego se pasaba para la acreditación, ahí te daban la misma, que te la colgabas al cuello y ya podías ingresar, la fila no demoraba mucho, por lo menos a los que iban temprano, más a la tardecita ya había aumentado considerablemente la cantidad de visitantes con colas más largas. Al ingresar te pasaban un lector al colgante con la acreditación que tenía un código de barras y listo, ya estabas en la exposición. En un país poco industrializado y básicamente agrario como el nuestro imagino que son buenas estas exposiciones, desconozco si en el interior se hacen, tengo mis dudas y me atrevo que decir que se hacen pero muy pocas y más pequeñas, no lo se, más cuando el interior es donde más hay que explotar los recursos para aumentar el potencial de la nación. Los visitantes casi en su totalidad hombres, la clase obrera, por lo poco que pude ver y escuchar, más cuando llenaban la ocupación. Muy pocas mujeres como visitantes. Muchos jóvenes, eso se podía ver con relación a los de mediana edad. En el lugar donde se sacaba la acreditación había un cartel que indicaba la prohibición de sacar fotos, que había que pedir un permiso especial, esta prohibición, si bien la cumplí, vi muchos que no, quizás por desconocimiento porque no se veía el cartel, y la verdad me pareció terrible estupidez no permitir eso, algunos sacaban fotos y varios filmaban con sus celulares. 

Como ocurre en todas la exposiciones, frente a determinado acontecimiento, toda la gente que camina por ahí, se agrupa de golpe frente al suceso, acá los sucesos iban desde ver en movimiento un brazo-robot soldador hasta agujereadoras de gruesas planchas de metal. La muestra, por lo que me pareció, apuntaba a no menos de pymes, mediana empresa para arriba, lo cual no significa que los trabajadores cuentapropistas no encontrasen maquinaria para ellos, creo que la mayoría iban de curiosos, para aprender y conocer herramientas y maquinarias mejoradas o novedosas, con  vistas al futuro, y gran cantidad de máquinas para grandes empresas. Calculo (calculo personal, posiblemente equivocado) que los valores oscilarían en muchos casos entre los 200.000 y 500.000 dólares, por los tamaños, además que estas máquinas tan grandes no se pueden producir en cadena, por ejemplo, como los autos.
En algunos casos, cuando vendían, les ponían un cartel “vendido a …” 

El ruido de las máquinas era constante, desde motores a bombas, soldadores, cortadoras, fresadoras, prensas, tornos, etc… había de todo. Como en toda exposición los folletos y volantes era lo primordial que daban en cada stand, y alguno que daban en cd, bolsitas y lapiceras. Recorrer todo habrá llevado alrededor de dos horas, a la tardecita, había aumentado considerablemente la cantidad de visitantes, no solo se vía en la muestra sino en la gente que hacía la fila afuera. Muy interesante.


(publicado originalmente el 14/7/2007)

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