(Febrero, 2015) Antes de ingresar al sector, propiamente de las Ruinas Jesuíticas, nos encontramos con una edificación antigua, al parecer de estilo colonial, que funciona como Centro de Interpretación y Recreación Jesuítico-Guaraní.
Por su parte la Guía Visual de las Cataratas del Iguazú y Esteros del Iberá (Clarin), en su pág. 81 dice “En el acceso hay un Centro de Interpretación con nueve salas que exponen buena parte de la historia.”
En la web, en un sitio relacionado con el turismo en la provincia de Misiones, podemos leer lo siguiente “En el acceso a las Ruinas de San Ignacio Miní, las más destacadas y reconocidas de Misiones, el Centro de Interpretación y Recreación Jesuítico-Guaraní presenta nueve salas que a modo de relato histórico reconstruyen el pasado, desde la llegada de los primeros españoles, incluyendo una maqueta de lo que fueron las reducciones, y culminando con un emocionante y educativo espectáculo que, mediante luces y sonidos, revive lo sucedido entre los Siglos XVII y XVIII.” http://www.misionesturismo.com.ar/ruinas-jesuiticas.htm
Lo primero que debo advertir, es lo referente a la denominación, no está claro, y se lo puede encontrar definido de diversas maneras. En la La Guía Nacional de Museos, 2009, de la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Turismo de la Nación se lo define en conjunto con las Ruinas como un Museo de Sitio. Al finalizar el recorrido del lugar, hay un cartel que, antes de mencionar los créditos, titula claramente como Centro de Interpretación San Ignacio Miní. En la web figura como Centro de Interpretación y Recreación Jesuítico-Guaraní. En las guías de turismo solamente como Centro de Interpretación y en la webpage del gobierno provincial como Centro de Visitantes.
Lo segundo que se advierte, es que se habla y se mencionan nueve salas, no obstante cuando nosotros lo visitamos, solo había disponibles para visitar tres salas, el recorrido tenía una forma de medialuna, una primera sala pequeña, una segunda sala central y grande una tercera sala final pequeña. Eso significa que faltaban seis salas. ¿Dónde estaban?. Desconozco si estaban refaccionando, si realizaron modificaciones o si redujeron el recorrido. Al parecer, puede leer en la web, que este Centro de Interpretación comprende “casi dos tercios del antiguo “Museo Vivo””. Esto significa que este lugar va mutando, lo van cambiando, tal vez reacondicionándolo a los momentos actuales. No lo sé, tampoco conocía lo que fue el Museo Vivo, ni de que trataba.
En nuestro caso, cuando llegamos nos atendió un muchacho que nos dio la bienvenida muy cordialmente, lo hacía con todos los que llegaban, aunque no había muchos visitantes ese día, era pasado el mediodía. Dentro de la sala grande, también se acercó otro muchacho del lugar, que también arregló uno de los auriculares que no funcionaba en uno de los aparatos para escuchar. Y cuando salimos, habían cambiado y quien daba la bienvenida era una muchacha, pero que solo se dedicaba a decir “no tomen fotos con flash” y nada más.
Este museo, ahora convertido en centro de interpretación, fue fundado en 1987, en lo que era el antiguo edificio de una Escuela Primaria provincial de San Ignacio.
Uno de los aparatos que el visitante podía interactuar, por decirlo de alguna manera, era un aparato con auriculares, que los visitantes podían utilizar para escuchar música propia de la época interpretada por artistas actuales. Me pareció interesante, se trataba de una caja que poseía 4 sectores de botoneras de 3 botones cada una. El tema, radicaba en el mal estado en que se encontraba, 2 de las botoneras con solo 2 botones en funcionamiento, 1 botonera con los 3 botones en funcionamiento y 1 botonera directamente sin botones (como se puede ver en la fotografía). Y hay que decir que de los 4 sectores de botoneras, solo había dos auriculares. Es decir, de la música misional jesuítica o de la música guaraní, uno podía escuchar muy poco de lo que en apariencia se debería poder escuchar.
Da la sensación que está descuidado, que ofrece poco, y que no es lo que dice ser, es decir propiamente un centro de interpretación y recreación, y si tenemos en cuenta el costo de la entrada, el hecho que las ruinas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad, la relación el Centro de Interpretación con el resto del lugar donde se encuentran propiamente la ruinas, y la cantidad de visitantes que reciben anualmente, tanto nacionales como internacionales, presentar un Centro de Interpretación así como lo estoy describiendo, deja bastante que desear. Invertir un poco, creo que lo mejoraría bastante, ojalá lo estén haciendo, porque si tenemos en cuenta lo que señalan de positivo algunas webs, particularmente sobre ese lugar, uno cuando llega y lo visita, se desilusiona.
En la primera de las salas, protegidos detrás de vidrios algunas figuras, inmediatamente se pasa al salón central o sala grande, donde el visitante puede recorrer y visitar prácticamente en su totalidad el Centro de Interpretación, salvo un par de fotos y algún mapa, bastantes escritos en las paredes y algunos objetos, objetos propios de un museo, es decir, vasijas, reloj solar, mortero, piedra tallada, instrumentos musicales, y no mucho más.
A mí personalmente me cuesta un tanto comprender el tema de “Interpretación y Recreación”, es decir, “recreación” en ninguna de las acepciones uno podía encontrar algo relacionado con “recreación”, nada que produzca diversión o sirva de esparcimiento, ni tampoco había nada recreado físicamente representando la vida de aquél entonces, ni mucho menos había algo nuevo o novedoso que uno pudiera encontrar, la verdad que no vi nada de eso. Buscando en la web, pude ver algunas fotografías de visitantes de hace varios años atrás, la época del “Museo Vivo” y se podían ver “recreado” figuras humanas de aquél entonces, construcciones de aquél pasado, es decir, para algo así, la palabra calzaría bien, hoy día, nada. Por otro lado, la palabra “interpretación”, la pregunta que me hago es ¿quién interpreta? ¿la dirección del lugar o el visitante?, claramente aquí existía una “bajada de línea”, la interpretación ya figuraba establecida en las paredes, lo poco que podía interpretar el visitante era lo que leía en las paredes, ya existía una explicación dada de lo presentado. En definitiva, uno se encontraba las paredes con muy pocas fotografías de época en que se redescubren las ruinas, algún mapa, bastante material para leer, textos que ya presentaban conclusiones de algo que ya fue interpretado por alguien que luego colgó en las paredes para que puedan leerlo los visitantes, dichos textos no estimulaban preguntas ni generaban inquietudes.
Con esto no quiero decir, que los paneles con material escrito no sirvan de nada, o que estén mal, sirven lo suficiente, uno puede leer brevemente los conceptos allí plasmados, no aburren, son de lectura fácil y llegan a cualquier visitante. No sé si logran una cercamiento, y si son todos ellos comprensibles para el público en general, por ejemplo, una panel titulado “Ventajas y Desventajas” dice en parte “… por el buen salvaje que soñara Jean Jacques Rousseau…”, si nos concentramos en los visitantes nacionales (incluso muchos internacionales) las preguntas que me hago son ¿el nivel medio de los visitantes sabe siquiera quien fue Rousseau? ¿Cuál era su pensamiento? ¿qué obras escribió? ¿a qué hace alusión cuando se menciona al “buen salvaje”? y muchas preguntas más (¿estamos hablando de epistemología, de filosofía, de teoría del Estado? ¿Rousseau lo soñaba, lo imaginaba, o lo creía?, etc...), ¿es compresible para el visitante medio? yo creo que no, que el nivel medio no comprende eso cuando lo lee, esa frase está bien a quien tuvo un acercamiento a Rousseau, pero ¿y el resto?. Pero suponiendo que la totalidad de los visitantes lo comprendan perfectamente y manejen a Rousseau y su obra al dedillo, volviendo al tema del “Centro de Interpretación”, una frase como esa direcciona claramente la manera de interpretar, incluso ya está dada y presentada la interpretación por “alguien” que asoció a “Rousseau y su buen salvaje” con lo que pretende explicar y transmitir. Como consecuencia, la interpretación del visitante ya no existe como tal, sino que la interpretación ya le está dada al visitante. ¿Es lo correcto? También creo que no, si hablamos de interpretar y esa facultad se la damos al visitantes, entonces el tema debería ser presentado lo más neutral posible, de manera que quien interprete sea el visitante y no el que redactó y/o escribió los paneles. Claro que lo de Interpretación en ningún lado dice si quien interpreta es el visitante o es la dirección del Centro. Y esto que menciono es solo un ejemplo de los muchos paneles que había para leer.
El recorrido, breve, finaliza en la última sala, pequeña, que solo contiene una maqueta lo suficientemente amplia como para abarcar casi toda la sala, una maqueta de la reducción. Hay disponible una pantalla, y un panel. Luego se llega nuevamente al hall de entrada, en este caso por la puerta de salida. Y así concluye la visita al Centro de Interpretación y Recreación Jesuítico-Guaraní. Después, el recorrido continúa de lleno, ya sí, en el terreno donde se encuentran las ruinas jesuíticas.
viernes, 20 de febrero de 2015
Centro de Interpretación y Recreación Jesuítico-Guaraní.
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jueves, 19 de febrero de 2015
Museo Casa Horacio Quiroga.
Casi una visita obligada resulta esta conocida casa museo, para todos aquellos visitantes de San Ignacio Mini, que tenga un mínimo interés por las letras y la literatura, aún aquellos que no hayan leído nada del escritor, pero que al menos lo conocen de nombre. Es innegable que ocupa un lugar en la historia de la literatura argentina. En nuestro viaje a San Ignacio Mini, estaba prevista la visita a esta casa museo, y nos hicimos lugar y tiempo un día por la mañana, luego del desayuno.
Así que partimos hacia allá, alrededor de las diez de la mañana. Es fácil llegar, está todo indicado, hay números carteles a lo largo del camino. El Museo Casa Horacio Quiroga se encuentra ubicado en las afueras de la ciudad pero no muy lejos, se puede llegar caminando tranquilamente, nosotros fuimos a pie, ida y vuelta caminando sin ningún problema. De hecho en el camino de ida nos cruzamos con dos mujeres que venían desde allí, también habían realizado el trayecto a pie. Desde el centro de la ciudad se va hacia uno de los lados, se puede ir por la Av. San Martin hasta llegar al Cuartel de Gendarmería, son solo cinco cuadras. Luego se caminan dos cuadras por la Av. Sargento Cabral hasta llegar a la Av. Quiroga, y desde allí son dos cuadras más por Av. Quiroga hasta que uno llega al cruce que desvía al Museo Casa Horacio Quiroga, si uno continúa por dicho camino llega a la ribera del río. Luego se camina alrededor de una cuadra y finalmente llega. En definitiva no son muchas cuadras, a lo más, sumaran diez cuadras desde la plaza central.
En la fotografía se puede ver el ingreso a la Casa Museo. Las dos casillas que se ven en el fondo forman parte del museo en sí. En primer plano podemos observar un característico hormiguero de esos que se erigen de la tierra formando un montículo elevado y que los hay por todas partes, en todos los alrededores de San Ignacio Mini, incluso en la misma ciudad. Llegando a la entrada, y todo a su alrededor está lleno de árboles, algunos de ellos se pueden ver en la fotografía. Llegamos a media mañana, y ya el sol estaba pegando bien fuerte. Fue un día de mucho calor. Fuimos preparados, ropa ligera, color claro, gorros de pescador, y sobre todo un par de botellitas con agua. Al lugar se llega rápido, y para el regreso lo mismo, pero el sol se hace sentir, y al ir caminando no hay sombras, la mitad del camino es directamente por la calle, ya que tampoco hay veredas, y el ataque del sol es directo. Observando la foto, vemos dos casillas, una de madera pintada color verde, y la segunda de material, es en esta que se encuentra la puerta de ingreso al museo.
Quizás sea el lugar turístico más reconocido que posee San Ignacio Mini después de las Ruinas Jesuíticas. La Guía Visual de las Cataratas del Iguazú y Esteros del Iberá (Clarin) a este museo en particular le dedica dos páginas completas. Y esta Guía Visual así se refiere “El escritor Horacio Silvestre Quiroga (1878-1937) fue deslumbrado por la selva misionera a la que eligió para vivir. Allí fracasó en diversas empresas, pero escribió numerosos cuentos, algunos de los cuales están considerados como de los mejores de la literatura latinoamericana.”. La misma Guía Visual, algunas páginas antes, presenta a este museo de la siguiente manera “Casa de Horacio Quiroga. Fue la vivienda del uruguayo Horacio Quiroga. Enamorado del nordeste argentino, el escritor reflejó su pasión por la selva misionera en cada uno de sus libros.”. No obstante La Guía Nacional de Museos, editada en el año 2009, por la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Turismo de la Nación, dice de este museo “Colección de fotografías del período 1910-1936 tomadas por el escritor, que reseñan las actividades e intereses en el lugar, casa de piedra original y casa de madera, réplica de la primera casa en la que viviera. Originales y réplicas de elementos de uso cotidiano.”
Cuando uno llega, enseguida te atiende un joven muchacho que es el guía del museo. Cuando fuimos había dos muchachos, pero uno solo era el que se encargaba de todo, en cuanto a la los visitantes al museo. Por suerte para nosotros, éramos los únicos visitantes en el museo, no había nadie más, así que teníamos disponibles la dedicación plena de la visita. La entrada cuesta 30 pesos, y la verdad que no es mucho, si consideramos que los visitantes son turistas, y además de ser turistas, pienso yo que los visitantes tienen una mínima inquietud por visitar el museo, al menos un conocimiento previo, se de varios casos de turistas que solo llegan, visitan el lugar más conocido o popular (en este caso las Ruinas Jesuíticas, pero creo que en cualquier lugar se repite lo mismo) y luego pasan el tiempo en las playas (también podrían ser los cerros o montañas en otros lugares del país). Es solo mi opinión. El hecho es que nos recibe el muchacho que olvidamos preguntar su nombre, y de forma amable nos comienza a comentar todo lo referido a Quiroga, su obra y el museo. Estaba bien instruido, intercambiamos conceptos pareceres. Explicaba de forma sencilla y clara. Y contestaba cualquier interrogante. La visita guiada, solo comprende dos salas, el resto del museo uno lo puede recorrer por su cuenta. Imagino que también esto es así por una cuestión de seguridad. En la sala principal, varios objetos están al alcance de la mano, y nada garantiza que alguien se lleve algo. Lamentablemente ha pasado en otros museos y luego es noticia en los medios. Lo bueno de la visita guiada es que uno toma conocimientos de aspectos que desconoce, o incluso refuerza otros aspectos poco visibles.
En esta primera sala, hay más que nada cuatro grandes pinturas en las paredes que reflejan sus obras, sirven como marco introductorio para la charla que nos da el guía, también hay unos poquísimo elementos que se utilizaron en una película sobre él, y otros elementos originales del propio Quiroga.
Luego se pasa a la sala principal del museo. Se accede por un caminito elevado a aproximadamente un metro del suelo de unos tres metros de largo rodeado con variadas plantas de hojas grande y así se llega a la sala principal. El guía nos acompaña y continúa comentado la vida cotidiana de Quiroga en aquél lugar.
En la sala podemos ver números elementos, algunos retratos del autor y numerosas fotografías, herramientas, y variados artefactos del escritor.
Las pinturas de la sala anterior y algunos de los retratos del autor, son obras de artistas locales.
Podemos ver una colección de insectos, y los restos de una red con las que los atrapaba, desconozco si alguna vez de dedicó a la entomología. La piel de una serpiente, las serpientes fueron inspiradoras para algunos de sus cuentos, y algunas mulitas embalsamadas, lo que parece indicar que practicó la taxidermia. En otro lado de la sala, se puede observar la trampa que utilizaba para cazar estos animales, las mulitas, también conocidos con el nombre de peludos, armadillos, tatú, o tatú guazú como lo llaman en guaraní.
Herramientas de trabajo cotidiano originales y elementos personales originales, entre las herramientas se pueden ver aquellas relacionadas con la carpintería, tarea casi diría, necesaria, en una zona rodeada de árboles donde abundaba la madera.
Entre los objetos de mayor tamaño, se destacan dos, una cómoda silla mecedora tejida en mimbre y una antigua motocicleta o moto-bicicleta. En realidad este vehículo es una réplica de la que utilizaba el escritor, según nos comentó el guía, la original se encuentra en el museo del escritor en Salto, Uruguay, ciudad donde había nacido.
Completa la sala con la exhibición de algunos elementos relacionados con la música.
A partir de este momento, el guía nos explica brevemente el resto del recorrido que ya lo podemos realizar por nuestra cuenta, el guía se regresa a la sala de la entrada y nosotros partimos a recorrer lo demás.
El caminito elevado a aproximadamente un metro del suelo de unos tres metros de largo rodeado con variadas plantas de hojas grande, en realidad son dos caminos, uno por el que llegamos que une las dos salas, y el segundo que lleva al patio, lo caminamos y bajamos los tres o cuatro escalones y llegamos al patio. Primeramente vemos una extensión del patio con un césped bien cuidado y algún que otro hormiguero. Luego viene una tanda de árboles medianos a altos, uno tiene que cruzar por estos árboles y llega a la otra parte del museo. Hoy día está todo bien demarcado, pero hay que tener en cuenta que en la época que vivió Quiroga, este terreno donde se encontraba su propiedad, estaba en la afueras del pueblo, y en aquella época, se llegaba adentrándose en el monte misionero. Nos comentaba el guía, que para llegar a su casa y a los alrededores, había que andar por una picada, muchas veces hecho por los mismos habitantes. Según una de las acepciones proporcionadas por la RAE, una picada es una palabra que se utiliza en América Central Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, y significa Camino o senda abierta por el hombre a través de la espesura del monte. Estos caminos se abrían paso en la vegetación a fuerza de machete, y generalmente eran de un ancho que permitía la circulación de una persona.
Una vez que uno cruza los árboles, hay unos senderos demarcados para caminar, a veces se ven y otras no, por lo que también se puede ir caminando por el césped, o bien por entre los árboles, serán unos cuatro o cinco metros de árboles y luego uno se encuentra con una casa de madera.
En los alrededores hay varios puntos, donde se erige algo metálico construido con forma de hoja (parece una hoja de planta de plátano). Cada una de ellas posee material audiovisual, que le permite a uno, presionando un botón, escuchar o visualizar pasajes u obras u conceptos referidos a Quiroga. Representan a su época, pueden resultar interesantes o no, depende del interés y la subjetividad de cada uno.
Se camina un cortísimo trecho hasta que uno llega a la casa de madera, que ya se ve desde atrás de los árboles. Esta casa de madera, fue construida en 1996 con motivo de filmar la película “Historias de amor, locura y muerte” dirigida por al director Nemesio Juárez, una película basada en la vida y obra del escritor Horacio Quiroga. La casa en cuestión es una réplica de la primera casa original que tuvo el autor en San Ignacio Mini. A esta casa no se puede ingresar, y por fuera hay ubicados una canoa común y corriente, algunas ruedas antiguas de carruaje y también los restos de una canoa de tronco único, no creo que sea original, pero la verdad que no lo sé, posiblemente también sea producto de la filmación. Es conocido que Quiroga al menos realizó él mismo una de estas canoas de modo artesanal, y hay fotografías de aquella época donde se lo ve realizando la tarea de darle forma. Estas canoas de tronco único eran muy utilizadas por los aborígenes guaraníes que habitaban la zona. El autor utilizó la canoa en algunas de sus obras. El techo deja una pequeña galería todo alrededor de la casa. Pensarla ubicada en el medio del monte, en aquellos años, un lugar solitario, con ventanas y amplias puertas con vidrio, y por su tamaño la volvían un lugar interesante para vivir y refugiarse.
A pocos metros de allí, se llega a otra casa, es la casa de piedra. Esta casa está construida sobre la original, la segunda que tuvo el escritor allí en ese lugar. Construida y restaurada, ésta ya no es de madera sino de piedra. Por fotografías que pude ver en la web, antes, en algún momento, allí en esa casa funcionaba el museo, o al menos estuvieron en exhibición variados objetos. Hoy día está completamente cerrada, y solo se la puede visualizar desde afuera.
Allí mismo, a un lado, a pocos metros, hay ruinas y restos de cimientos de otro construcción, posee un cartel indicativo que dice “casa de peones”, desconozco si son vestigios que quedan de aquella época y si efectivamente eran peones que vivían en la propiedad de Quiroga o no, pero pareciera ser que sí, razón que le encuentro para la presencia de dicho cartel.
También uno puede observar el aljibe original de aquél tiempo, que también aparece mencionado en alguna de sus obras. En realidad hay dos aljibes, uno por cada casa.
Y allí, a pocos pasos de la casa, la pileta que le construyó a su esposa. De tamaño pequeño pero imagino que llena de agua era más que suficiente para aplacar un poco el calor del verano.
Uno puede continuar el recorrido por entre un pequeño cañaveral, al parecer, Quiroga en su momento plantó este cañaveral que rodeaba toda su casa, imagino que serviría como una valla que proporcionaba una protección natural, ¿protección a qué? No lo sé, puedo suponer a ciertos animales o al avance mismo de la vegetación propia del monte, pero no dejan de ser solo conjeturas mías.
Este cañaveral estaba compuesto por tacuarales y madera nativa. Las cañas son aprovechables y se les dan variados usos, sin contar que forman una buena barreda con el exterior.
Se puede caminar por parte de lo que queda del cañaveral, por un camino interno de tierra coloradas y cañas a ambos lados incluso, por partes, formando un pequeño túnel. Un lugar increíble, esa mezcla de luces y sombras, aquellos rayos de sol que logran pasar por entre las cañas y ese encierro que generan un sitio tan extraño, imaginémoslo en aquella época todo eso en medio de un monte.
Quiroga también plantó alrededor de su casa palmeras, palmeras mbocayá (Acrocomia totai), de las que algunas de ellas aún pueden verse. Las plantó en forma de círculo, lo que se conoce como el círculo de mbocayá, que también fueron inspiración para otro de sus cuentos, el llamado Un peón, debido a que las palmeras las plantó con la ayuda, justamente, de un peón.
Saliendo del cañaveral, uno se encuentra con un busto de Horacio Quiroga, que han colocado allí en homenaje al escritor.
Es importante a quienes visiten el lugar que lleven suficiente repelente para insectos debido a la cantidad de mosquitos, echarse lo suficiente en la piel para no ser atacados y terminar lleno de rochas por causa de las picaduras.
Algo positivo es que permiten tomar fotografías, tanto del interior de las salas como del exterior. Tampoco es algo nuevo o novedoso, o que uno va a mostrar algo inédito, las fotografías del museo en su totalidad circulan por la web desde hace bastante tiempo, y también figuran en guías y folletos turísticos. No deja de ser lindo poder disfrutarlas y conocerlas para aquellos que solo toman conocimiento a través de la imagen, pero lo interesante es estar en el lugar y sentir ese aire, imaginar esa presencia del personaje en su época. Como sucede con cualquier museo.
Para cerrar el comentario sobre la visita que realizamos al Museo Casa Horacio Quiroga debo decir que están realizando obras con la finalidad de “poner en valor la casa que perteneciera al escritor uruguayo”, para esto se está construyendo un centro de visitantes, esta construcción se la puede ver desde el camino que lleva al río, y tendrá la función de generar un espacio de reflexión (con bar y biblioteca) para que el público lo pueda disfrutar. Lo que parece prometer, y que cuando quede terminado engrandecerá este lugar turístico ampliamente recomendable para visitarlo.
Links. (Consultados Febrero 2015):
http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=582307
http://es.wikipedia.org/wiki/Horacio_Quiroga
http://www.primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/134861/2790/polemica-por-museo-de-horacio-quiroga-el-gobierno-detallo-las-obras-en-el-lugar.html
http://localidades.cfi.org.ar/Misiones/San-Ignacio/Novedades/19149/3332/casa-museo-horacio-quiroga
http://www.agenciahoy.com/notix/noticia/cultura/68706_strongartistas-plaacutesticas-misioneras-se-suman-al-homenaje-a-horacio-quirogastrong-.htm
Así que partimos hacia allá, alrededor de las diez de la mañana. Es fácil llegar, está todo indicado, hay números carteles a lo largo del camino. El Museo Casa Horacio Quiroga se encuentra ubicado en las afueras de la ciudad pero no muy lejos, se puede llegar caminando tranquilamente, nosotros fuimos a pie, ida y vuelta caminando sin ningún problema. De hecho en el camino de ida nos cruzamos con dos mujeres que venían desde allí, también habían realizado el trayecto a pie. Desde el centro de la ciudad se va hacia uno de los lados, se puede ir por la Av. San Martin hasta llegar al Cuartel de Gendarmería, son solo cinco cuadras. Luego se caminan dos cuadras por la Av. Sargento Cabral hasta llegar a la Av. Quiroga, y desde allí son dos cuadras más por Av. Quiroga hasta que uno llega al cruce que desvía al Museo Casa Horacio Quiroga, si uno continúa por dicho camino llega a la ribera del río. Luego se camina alrededor de una cuadra y finalmente llega. En definitiva no son muchas cuadras, a lo más, sumaran diez cuadras desde la plaza central.
En la fotografía se puede ver el ingreso a la Casa Museo. Las dos casillas que se ven en el fondo forman parte del museo en sí. En primer plano podemos observar un característico hormiguero de esos que se erigen de la tierra formando un montículo elevado y que los hay por todas partes, en todos los alrededores de San Ignacio Mini, incluso en la misma ciudad. Llegando a la entrada, y todo a su alrededor está lleno de árboles, algunos de ellos se pueden ver en la fotografía. Llegamos a media mañana, y ya el sol estaba pegando bien fuerte. Fue un día de mucho calor. Fuimos preparados, ropa ligera, color claro, gorros de pescador, y sobre todo un par de botellitas con agua. Al lugar se llega rápido, y para el regreso lo mismo, pero el sol se hace sentir, y al ir caminando no hay sombras, la mitad del camino es directamente por la calle, ya que tampoco hay veredas, y el ataque del sol es directo. Observando la foto, vemos dos casillas, una de madera pintada color verde, y la segunda de material, es en esta que se encuentra la puerta de ingreso al museo.
Quizás sea el lugar turístico más reconocido que posee San Ignacio Mini después de las Ruinas Jesuíticas. La Guía Visual de las Cataratas del Iguazú y Esteros del Iberá (Clarin) a este museo en particular le dedica dos páginas completas. Y esta Guía Visual así se refiere “El escritor Horacio Silvestre Quiroga (1878-1937) fue deslumbrado por la selva misionera a la que eligió para vivir. Allí fracasó en diversas empresas, pero escribió numerosos cuentos, algunos de los cuales están considerados como de los mejores de la literatura latinoamericana.”. La misma Guía Visual, algunas páginas antes, presenta a este museo de la siguiente manera “Casa de Horacio Quiroga. Fue la vivienda del uruguayo Horacio Quiroga. Enamorado del nordeste argentino, el escritor reflejó su pasión por la selva misionera en cada uno de sus libros.”. No obstante La Guía Nacional de Museos, editada en el año 2009, por la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Turismo de la Nación, dice de este museo “Colección de fotografías del período 1910-1936 tomadas por el escritor, que reseñan las actividades e intereses en el lugar, casa de piedra original y casa de madera, réplica de la primera casa en la que viviera. Originales y réplicas de elementos de uso cotidiano.”
Cuando uno llega, enseguida te atiende un joven muchacho que es el guía del museo. Cuando fuimos había dos muchachos, pero uno solo era el que se encargaba de todo, en cuanto a la los visitantes al museo. Por suerte para nosotros, éramos los únicos visitantes en el museo, no había nadie más, así que teníamos disponibles la dedicación plena de la visita. La entrada cuesta 30 pesos, y la verdad que no es mucho, si consideramos que los visitantes son turistas, y además de ser turistas, pienso yo que los visitantes tienen una mínima inquietud por visitar el museo, al menos un conocimiento previo, se de varios casos de turistas que solo llegan, visitan el lugar más conocido o popular (en este caso las Ruinas Jesuíticas, pero creo que en cualquier lugar se repite lo mismo) y luego pasan el tiempo en las playas (también podrían ser los cerros o montañas en otros lugares del país). Es solo mi opinión. El hecho es que nos recibe el muchacho que olvidamos preguntar su nombre, y de forma amable nos comienza a comentar todo lo referido a Quiroga, su obra y el museo. Estaba bien instruido, intercambiamos conceptos pareceres. Explicaba de forma sencilla y clara. Y contestaba cualquier interrogante. La visita guiada, solo comprende dos salas, el resto del museo uno lo puede recorrer por su cuenta. Imagino que también esto es así por una cuestión de seguridad. En la sala principal, varios objetos están al alcance de la mano, y nada garantiza que alguien se lleve algo. Lamentablemente ha pasado en otros museos y luego es noticia en los medios. Lo bueno de la visita guiada es que uno toma conocimientos de aspectos que desconoce, o incluso refuerza otros aspectos poco visibles.
En esta primera sala, hay más que nada cuatro grandes pinturas en las paredes que reflejan sus obras, sirven como marco introductorio para la charla que nos da el guía, también hay unos poquísimo elementos que se utilizaron en una película sobre él, y otros elementos originales del propio Quiroga.
Luego se pasa a la sala principal del museo. Se accede por un caminito elevado a aproximadamente un metro del suelo de unos tres metros de largo rodeado con variadas plantas de hojas grande y así se llega a la sala principal. El guía nos acompaña y continúa comentado la vida cotidiana de Quiroga en aquél lugar.
En la sala podemos ver números elementos, algunos retratos del autor y numerosas fotografías, herramientas, y variados artefactos del escritor.
Las pinturas de la sala anterior y algunos de los retratos del autor, son obras de artistas locales.
Podemos ver una colección de insectos, y los restos de una red con las que los atrapaba, desconozco si alguna vez de dedicó a la entomología. La piel de una serpiente, las serpientes fueron inspiradoras para algunos de sus cuentos, y algunas mulitas embalsamadas, lo que parece indicar que practicó la taxidermia. En otro lado de la sala, se puede observar la trampa que utilizaba para cazar estos animales, las mulitas, también conocidos con el nombre de peludos, armadillos, tatú, o tatú guazú como lo llaman en guaraní.
Herramientas de trabajo cotidiano originales y elementos personales originales, entre las herramientas se pueden ver aquellas relacionadas con la carpintería, tarea casi diría, necesaria, en una zona rodeada de árboles donde abundaba la madera.
Entre los objetos de mayor tamaño, se destacan dos, una cómoda silla mecedora tejida en mimbre y una antigua motocicleta o moto-bicicleta. En realidad este vehículo es una réplica de la que utilizaba el escritor, según nos comentó el guía, la original se encuentra en el museo del escritor en Salto, Uruguay, ciudad donde había nacido.
Completa la sala con la exhibición de algunos elementos relacionados con la música.
A partir de este momento, el guía nos explica brevemente el resto del recorrido que ya lo podemos realizar por nuestra cuenta, el guía se regresa a la sala de la entrada y nosotros partimos a recorrer lo demás.
El caminito elevado a aproximadamente un metro del suelo de unos tres metros de largo rodeado con variadas plantas de hojas grande, en realidad son dos caminos, uno por el que llegamos que une las dos salas, y el segundo que lleva al patio, lo caminamos y bajamos los tres o cuatro escalones y llegamos al patio. Primeramente vemos una extensión del patio con un césped bien cuidado y algún que otro hormiguero. Luego viene una tanda de árboles medianos a altos, uno tiene que cruzar por estos árboles y llega a la otra parte del museo. Hoy día está todo bien demarcado, pero hay que tener en cuenta que en la época que vivió Quiroga, este terreno donde se encontraba su propiedad, estaba en la afueras del pueblo, y en aquella época, se llegaba adentrándose en el monte misionero. Nos comentaba el guía, que para llegar a su casa y a los alrededores, había que andar por una picada, muchas veces hecho por los mismos habitantes. Según una de las acepciones proporcionadas por la RAE, una picada es una palabra que se utiliza en América Central Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, y significa Camino o senda abierta por el hombre a través de la espesura del monte. Estos caminos se abrían paso en la vegetación a fuerza de machete, y generalmente eran de un ancho que permitía la circulación de una persona.
Una vez que uno cruza los árboles, hay unos senderos demarcados para caminar, a veces se ven y otras no, por lo que también se puede ir caminando por el césped, o bien por entre los árboles, serán unos cuatro o cinco metros de árboles y luego uno se encuentra con una casa de madera.
En los alrededores hay varios puntos, donde se erige algo metálico construido con forma de hoja (parece una hoja de planta de plátano). Cada una de ellas posee material audiovisual, que le permite a uno, presionando un botón, escuchar o visualizar pasajes u obras u conceptos referidos a Quiroga. Representan a su época, pueden resultar interesantes o no, depende del interés y la subjetividad de cada uno.
Se camina un cortísimo trecho hasta que uno llega a la casa de madera, que ya se ve desde atrás de los árboles. Esta casa de madera, fue construida en 1996 con motivo de filmar la película “Historias de amor, locura y muerte” dirigida por al director Nemesio Juárez, una película basada en la vida y obra del escritor Horacio Quiroga. La casa en cuestión es una réplica de la primera casa original que tuvo el autor en San Ignacio Mini. A esta casa no se puede ingresar, y por fuera hay ubicados una canoa común y corriente, algunas ruedas antiguas de carruaje y también los restos de una canoa de tronco único, no creo que sea original, pero la verdad que no lo sé, posiblemente también sea producto de la filmación. Es conocido que Quiroga al menos realizó él mismo una de estas canoas de modo artesanal, y hay fotografías de aquella época donde se lo ve realizando la tarea de darle forma. Estas canoas de tronco único eran muy utilizadas por los aborígenes guaraníes que habitaban la zona. El autor utilizó la canoa en algunas de sus obras. El techo deja una pequeña galería todo alrededor de la casa. Pensarla ubicada en el medio del monte, en aquellos años, un lugar solitario, con ventanas y amplias puertas con vidrio, y por su tamaño la volvían un lugar interesante para vivir y refugiarse.
A pocos metros de allí, se llega a otra casa, es la casa de piedra. Esta casa está construida sobre la original, la segunda que tuvo el escritor allí en ese lugar. Construida y restaurada, ésta ya no es de madera sino de piedra. Por fotografías que pude ver en la web, antes, en algún momento, allí en esa casa funcionaba el museo, o al menos estuvieron en exhibición variados objetos. Hoy día está completamente cerrada, y solo se la puede visualizar desde afuera.
Allí mismo, a un lado, a pocos metros, hay ruinas y restos de cimientos de otro construcción, posee un cartel indicativo que dice “casa de peones”, desconozco si son vestigios que quedan de aquella época y si efectivamente eran peones que vivían en la propiedad de Quiroga o no, pero pareciera ser que sí, razón que le encuentro para la presencia de dicho cartel.
También uno puede observar el aljibe original de aquél tiempo, que también aparece mencionado en alguna de sus obras. En realidad hay dos aljibes, uno por cada casa.
Y allí, a pocos pasos de la casa, la pileta que le construyó a su esposa. De tamaño pequeño pero imagino que llena de agua era más que suficiente para aplacar un poco el calor del verano.
Uno puede continuar el recorrido por entre un pequeño cañaveral, al parecer, Quiroga en su momento plantó este cañaveral que rodeaba toda su casa, imagino que serviría como una valla que proporcionaba una protección natural, ¿protección a qué? No lo sé, puedo suponer a ciertos animales o al avance mismo de la vegetación propia del monte, pero no dejan de ser solo conjeturas mías.
Este cañaveral estaba compuesto por tacuarales y madera nativa. Las cañas son aprovechables y se les dan variados usos, sin contar que forman una buena barreda con el exterior.
Se puede caminar por parte de lo que queda del cañaveral, por un camino interno de tierra coloradas y cañas a ambos lados incluso, por partes, formando un pequeño túnel. Un lugar increíble, esa mezcla de luces y sombras, aquellos rayos de sol que logran pasar por entre las cañas y ese encierro que generan un sitio tan extraño, imaginémoslo en aquella época todo eso en medio de un monte.
Quiroga también plantó alrededor de su casa palmeras, palmeras mbocayá (Acrocomia totai), de las que algunas de ellas aún pueden verse. Las plantó en forma de círculo, lo que se conoce como el círculo de mbocayá, que también fueron inspiración para otro de sus cuentos, el llamado Un peón, debido a que las palmeras las plantó con la ayuda, justamente, de un peón.
Saliendo del cañaveral, uno se encuentra con un busto de Horacio Quiroga, que han colocado allí en homenaje al escritor.
Es importante a quienes visiten el lugar que lleven suficiente repelente para insectos debido a la cantidad de mosquitos, echarse lo suficiente en la piel para no ser atacados y terminar lleno de rochas por causa de las picaduras.
Algo positivo es que permiten tomar fotografías, tanto del interior de las salas como del exterior. Tampoco es algo nuevo o novedoso, o que uno va a mostrar algo inédito, las fotografías del museo en su totalidad circulan por la web desde hace bastante tiempo, y también figuran en guías y folletos turísticos. No deja de ser lindo poder disfrutarlas y conocerlas para aquellos que solo toman conocimiento a través de la imagen, pero lo interesante es estar en el lugar y sentir ese aire, imaginar esa presencia del personaje en su época. Como sucede con cualquier museo.
Para cerrar el comentario sobre la visita que realizamos al Museo Casa Horacio Quiroga debo decir que están realizando obras con la finalidad de “poner en valor la casa que perteneciera al escritor uruguayo”, para esto se está construyendo un centro de visitantes, esta construcción se la puede ver desde el camino que lleva al río, y tendrá la función de generar un espacio de reflexión (con bar y biblioteca) para que el público lo pueda disfrutar. Lo que parece prometer, y que cuando quede terminado engrandecerá este lugar turístico ampliamente recomendable para visitarlo.
Links. (Consultados Febrero 2015):
http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=582307
http://es.wikipedia.org/wiki/Horacio_Quiroga
http://www.primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/134861/2790/polemica-por-museo-de-horacio-quiroga-el-gobierno-detallo-las-obras-en-el-lugar.html
http://localidades.cfi.org.ar/Misiones/San-Ignacio/Novedades/19149/3332/casa-museo-horacio-quiroga
http://www.agenciahoy.com/notix/noticia/cultura/68706_strongartistas-plaacutesticas-misioneras-se-suman-al-homenaje-a-horacio-quirogastrong-.htm
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miércoles, 18 de febrero de 2015
Museo Provincial Casa Miguel Nadasdy.
Estando allí en la ciudad de San Ignacio Miní en la provincia de Misiones, junto con mi esposa decidimos visitar el Museo Provincial Casa Miguel Nadasdy.
La idea de visitar este museo, ya venía de tiempo, desde antes de realizar el viaje hasta allá, y tenía conocimiento de dicho museo, a través de una Guía Visual de la Argentina del diario Clarin, específicamente la Guía Visual de las Cataratas del Iguazú y Esteros del Iberá. En dicha guía, en la página 81 dice textual “Museo Provincial Miguel Nadasdy. Lo creo un rumano que trajo sus colecciones de Europa. Organizado en dos salas, se destacan el Cristo de la Paciencia, la canoa guaraní y un supuesto original de Miguel”.
Hay que tener en cuenta algunas cuestiones, una de ellas versa en que estás Guías Visuales, fueron en su momento declaradas de Interés Turístico, por la Secretaría de Turismo de la Nación, y realmente son muy útiles para cualquier persona que desee conocer y visitar lugares. Otro tema es que fueron editadas en el año 2002, y estamos inmersos en el año 2015, pasaron trece años y durante dicho tiempo transcurrido han habidos muchos cambios, muchos para bien, otros para mal.
El hecho es que este museo estuvo cerrado por algún tiempo, algo que desconocíamos, y fue reinaugurado hace muy poco, solo un mes atrás, como señalan las noticias, fue reinaugurado en enero de 2015.
En una de las caminatas por la ciudad, más que nada por la zona céntrica, que es pequeña, pasamos por delante del museo, en horario que ya estaba cerrado, sin caer en cuenta que se trataba del Museo Nadasdy, es decir, vimos que allí había localizado un museo pero no habíamos identificado de cual se trataba. Tampoco resultaba difícil saberlo, en San Ignacio hay dos Casa Museo y un Centro de Interpretación, uno de ellos se encuentra en las afueras y el otro se encuentra dentro del sector de las Ruinas, solo quedaba el tercero, pero desconocíamos si había algún otro del que no tengamos noticias. No fue así, se trataba efectivamente del Museo Nadasdy.
La entrada al museo es gratuita. Posee lockers para poder dejar bolsos, mochilas y bolsas. Cuando estaba llegando, ya el encargado del museo de ese momento estaba parado en la puerta y nos invitó a que pasemos. Lo interesante es que realizan una visita guiada. El muchacho que nos atendió es simpático y amable y te va comentando, entre charla y charla, la vida de Miguel Nadasdy y la razón de ser del museo. Este tipo de visitas guiadas están buenas, porque con la simple explicación de algunos temas, uno adquiere conocimientos que de otra manera no los obtendría. También permiten tomar fotografías.
El museo es pequeño, apenas solo son dos habitaciones. Y solo en dichas dos salas está concentrado todo lo que está para exhibición.
El guía nos comenta que el señor Nadasdy llego como inmigrante proveniente de Rumania durante la Segunda Guerra Mundial. Desde allí traja una colección personal de objetos. Luego de andar por algunas ciudades se instaló a definitivamente en San Ignacio Mini. Una vez instalado comenzó a coleccionar objetos todos ellos relacionados con los jesuitas y con los guaraníes. Al tiempo que los coleccionaba lo exhibía en propiedad. Se hizo popular entre los visitantes de San Ignacio. Obtuvo un diploma como museólogo. Luego logró que su colección sea la base para crear oficialmente su museo. Después crearon el museo provincial con sede en Posadas. Finalmente lo trasladaron a San Ignacio Mini.
Ya instalado definitivamente en San Ignacio Mini, el museo forma parte de lo que fue la vivienda particular de Miguel Nadasdy. De hecho una pequeña parte de una de las salas se ocupa de mostrar objetos de su oficio en el ámbito laboral personal, era sastre y como tal poseía una sastrería, de la cual se exhiben algunas de sus herramientas laborales como por ejemplo su mesa de trabajo.
Los aborígenes guaraníes eran muy buenos conoeros, tiene cierta lógica ya que vivían a la vera del gran río Paraná entre otros ríos y afluentes más. Y en el museo hay en exhibición una canoa realizada a mano en forma artesanal de un tronco único. Canoa propia de los guaraníes. También hay otros elementos de la colección propios de la época de las reducciones jesuíticas. Uno podría cuestionarse como obtuvo dichos objetos. ¿Lo hizo de manera legal o ilegal?, o bien reformulando la pregunta ¿lo hizo de manera legítima o ilegítima?. Ya no es cuestionable, lo positivo es que los objetos están prestos a la investigación, a resguardo, y a exhibición como modo de conservar la cultura y la historia de ese pasado que existió. Pero el hecho es que la Ruinas adquieren mayor relevancia los últimos treinta o cuarenta años. Por muchos años estuvieron olvidadas y tomadas por la selva. Es por tal razón que desde el redescubrimiento y por algunos años posteriores, la relevancia de los objetos propios de dicho lugar o que se iban encontrando y recolecto no revestían la relevancia que adquieren hoy día, y en los últimos años. De hecho cuando uno visita las Ruinas Jesuíticas, se encuentra con carteles que dicen claramente no tomar ni llevarse ningún objeto que se encuentre ni aunque fuese una piedra. El hecho real es que este coleccionista en particular, de alguna manera reunió una importante cantidad de objetos y ahora estos están conservados en el museo.
Hay también varios objetos que tratan de imaginaria guaraní, aquellas figuras, estatuillas muchas de ellas, con las que los jesuitas acercaban a los guaraníes al catolicismo. Algunas de estas figuras, como las que se ven en la fotografía, de las que en su mayoría son imaginaria guaraní, algunas de ellas las trajo de Rumania, pertenecen a su colección particular que ya traía de su país de origen. Desconozco el significado de ellas o si tienen alguna relación con el cristianismo o no, o si no tiene nada que ver, si tiene alguna característica en particular que les haga una diferenciación o solo son estatuillas de adorno y nada más.
Según nos comentaba el guía del museo, una importante cantidad de objetos de la colección no están en exhibición, y se encuentran en otro sector a resguardo, ya que algunos objetos hay que clasificarlos, otros están para investigación, otros no se puedo exponer por falta de espacio, etc…
Además nos comentaba, algo que también se menciona en varias notas periodísticas, que una cierta cantidad de objetos, se encuentran en el museo en Posadas y aún no han sido devueltas. Hay algo así como un litigio, en el cual el museo de San Ignacio Mini le reclama al museo ubicado en Posadas, por la restitución de algunos objetos.
En las obras que se destacan, tanto en la Guía Visual de Turismo, como así también en diversos portales de internet, es el llamado Cristo de la Paciencia. Pero esta obra no estaba en exhibición, desconozco si en otro momento estaba o estará, o si se encuentra en otro lugar, al menos el día de la visita no se encontraba.
Ya para ir finalizando el comentario a la visita de este museo, resta decir que había una maqueta representando las viviendas de los guaraníes, láminas explicativas por todos lados y hasta una especie de cilindro giratorio explicativo más orientado a los más pequeños.
Debe agregar que la colección de este señor dio origen a dos museos, este mismo que visitamos en San Ignacio Mini, y otro museo más, el Museo Histórico y Arqueológico “Andrés Guacurarí”. Lo que hace pensar la importancia, en cantidad y calidad de los objetos de colección.
También hay que decir, que como en muchos casos, y en parte algo fomentado por su creador, sobre algunos objetos se tejen historias que solo son supuestos o conjeturas pero no está especificado que realmente dichas historias sean verídicas y sean contestes con la realidad (por ejemplo: el supuesto original de Miguel Ángel o el tema de la moneda de Judas) que mezclan fantasía y realidad.
Finalmente cuando uno se retira del museo, tiene disponible un libro de visitas, donde puede dejar plasmado sus pareceres, opiniones o escribir lo que desee.
A la salida, ya sobre la vereda, del lado interno del cartel indicador del Museo Provincial Casa Miguel Nadasdy, hay graficado un mapa con la ubicación del museo, la ubicación de las Ruinas, y la zona céntrica de la localidad.
A quienes visiten San Ignacio Mini, es recomendable que se den una escapada y lo visitan, van a conocer algo de imaginería, alfarería y herrería de la época precolombina y jesuítico – guaraní, el museo se recorre rápido y no requiere tiempo ni presenta dificultad poder encontrarlo en pleno centro de la ciudad, en la dirección Sarmiento 557.
Links. (Consultados Febrero 2015):
http://misiones-sanignacio.com.ar/museo_provincial_miguel_nadasdy_1307.htm
http://misionesonline.net/2015/01/06/se-reabre-la-casa-museo-historico-y-arqueologico-miguel-nadasdy-en-san-ignacio/
http://infodia.com.ar/ya-funciona-a-pleno-en-san-ignacio-la-casa-museo-miguel-nadasdy/
http://www.primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/113680/ponen-en-valor-el-museo-provincial-miguel-nadasdy-en-san-ignacio-.html
http://elterritorio.com.ar/nota3.aspx?c=8414196513102315
http://fmamerica.com.ar/index.php/interesgeneral/4121-casa-museo-miguel-nadasdy-interpretar,-recorrer-y-aprender-en-vacaciones
http://www.noticiasdel6.com/ampliar.php?id=141730&t=refaccionada-la-casa-museo-miguel-nadasd
La idea de visitar este museo, ya venía de tiempo, desde antes de realizar el viaje hasta allá, y tenía conocimiento de dicho museo, a través de una Guía Visual de la Argentina del diario Clarin, específicamente la Guía Visual de las Cataratas del Iguazú y Esteros del Iberá. En dicha guía, en la página 81 dice textual “Museo Provincial Miguel Nadasdy. Lo creo un rumano que trajo sus colecciones de Europa. Organizado en dos salas, se destacan el Cristo de la Paciencia, la canoa guaraní y un supuesto original de Miguel”.
Hay que tener en cuenta algunas cuestiones, una de ellas versa en que estás Guías Visuales, fueron en su momento declaradas de Interés Turístico, por la Secretaría de Turismo de la Nación, y realmente son muy útiles para cualquier persona que desee conocer y visitar lugares. Otro tema es que fueron editadas en el año 2002, y estamos inmersos en el año 2015, pasaron trece años y durante dicho tiempo transcurrido han habidos muchos cambios, muchos para bien, otros para mal.
El hecho es que este museo estuvo cerrado por algún tiempo, algo que desconocíamos, y fue reinaugurado hace muy poco, solo un mes atrás, como señalan las noticias, fue reinaugurado en enero de 2015.
En una de las caminatas por la ciudad, más que nada por la zona céntrica, que es pequeña, pasamos por delante del museo, en horario que ya estaba cerrado, sin caer en cuenta que se trataba del Museo Nadasdy, es decir, vimos que allí había localizado un museo pero no habíamos identificado de cual se trataba. Tampoco resultaba difícil saberlo, en San Ignacio hay dos Casa Museo y un Centro de Interpretación, uno de ellos se encuentra en las afueras y el otro se encuentra dentro del sector de las Ruinas, solo quedaba el tercero, pero desconocíamos si había algún otro del que no tengamos noticias. No fue así, se trataba efectivamente del Museo Nadasdy.
La entrada al museo es gratuita. Posee lockers para poder dejar bolsos, mochilas y bolsas. Cuando estaba llegando, ya el encargado del museo de ese momento estaba parado en la puerta y nos invitó a que pasemos. Lo interesante es que realizan una visita guiada. El muchacho que nos atendió es simpático y amable y te va comentando, entre charla y charla, la vida de Miguel Nadasdy y la razón de ser del museo. Este tipo de visitas guiadas están buenas, porque con la simple explicación de algunos temas, uno adquiere conocimientos que de otra manera no los obtendría. También permiten tomar fotografías.
El museo es pequeño, apenas solo son dos habitaciones. Y solo en dichas dos salas está concentrado todo lo que está para exhibición.
El guía nos comenta que el señor Nadasdy llego como inmigrante proveniente de Rumania durante la Segunda Guerra Mundial. Desde allí traja una colección personal de objetos. Luego de andar por algunas ciudades se instaló a definitivamente en San Ignacio Mini. Una vez instalado comenzó a coleccionar objetos todos ellos relacionados con los jesuitas y con los guaraníes. Al tiempo que los coleccionaba lo exhibía en propiedad. Se hizo popular entre los visitantes de San Ignacio. Obtuvo un diploma como museólogo. Luego logró que su colección sea la base para crear oficialmente su museo. Después crearon el museo provincial con sede en Posadas. Finalmente lo trasladaron a San Ignacio Mini.
Ya instalado definitivamente en San Ignacio Mini, el museo forma parte de lo que fue la vivienda particular de Miguel Nadasdy. De hecho una pequeña parte de una de las salas se ocupa de mostrar objetos de su oficio en el ámbito laboral personal, era sastre y como tal poseía una sastrería, de la cual se exhiben algunas de sus herramientas laborales como por ejemplo su mesa de trabajo.
Los aborígenes guaraníes eran muy buenos conoeros, tiene cierta lógica ya que vivían a la vera del gran río Paraná entre otros ríos y afluentes más. Y en el museo hay en exhibición una canoa realizada a mano en forma artesanal de un tronco único. Canoa propia de los guaraníes. También hay otros elementos de la colección propios de la época de las reducciones jesuíticas. Uno podría cuestionarse como obtuvo dichos objetos. ¿Lo hizo de manera legal o ilegal?, o bien reformulando la pregunta ¿lo hizo de manera legítima o ilegítima?. Ya no es cuestionable, lo positivo es que los objetos están prestos a la investigación, a resguardo, y a exhibición como modo de conservar la cultura y la historia de ese pasado que existió. Pero el hecho es que la Ruinas adquieren mayor relevancia los últimos treinta o cuarenta años. Por muchos años estuvieron olvidadas y tomadas por la selva. Es por tal razón que desde el redescubrimiento y por algunos años posteriores, la relevancia de los objetos propios de dicho lugar o que se iban encontrando y recolecto no revestían la relevancia que adquieren hoy día, y en los últimos años. De hecho cuando uno visita las Ruinas Jesuíticas, se encuentra con carteles que dicen claramente no tomar ni llevarse ningún objeto que se encuentre ni aunque fuese una piedra. El hecho real es que este coleccionista en particular, de alguna manera reunió una importante cantidad de objetos y ahora estos están conservados en el museo.
Hay también varios objetos que tratan de imaginaria guaraní, aquellas figuras, estatuillas muchas de ellas, con las que los jesuitas acercaban a los guaraníes al catolicismo. Algunas de estas figuras, como las que se ven en la fotografía, de las que en su mayoría son imaginaria guaraní, algunas de ellas las trajo de Rumania, pertenecen a su colección particular que ya traía de su país de origen. Desconozco el significado de ellas o si tienen alguna relación con el cristianismo o no, o si no tiene nada que ver, si tiene alguna característica en particular que les haga una diferenciación o solo son estatuillas de adorno y nada más.
Según nos comentaba el guía del museo, una importante cantidad de objetos de la colección no están en exhibición, y se encuentran en otro sector a resguardo, ya que algunos objetos hay que clasificarlos, otros están para investigación, otros no se puedo exponer por falta de espacio, etc…
Además nos comentaba, algo que también se menciona en varias notas periodísticas, que una cierta cantidad de objetos, se encuentran en el museo en Posadas y aún no han sido devueltas. Hay algo así como un litigio, en el cual el museo de San Ignacio Mini le reclama al museo ubicado en Posadas, por la restitución de algunos objetos.
En las obras que se destacan, tanto en la Guía Visual de Turismo, como así también en diversos portales de internet, es el llamado Cristo de la Paciencia. Pero esta obra no estaba en exhibición, desconozco si en otro momento estaba o estará, o si se encuentra en otro lugar, al menos el día de la visita no se encontraba.
Ya para ir finalizando el comentario a la visita de este museo, resta decir que había una maqueta representando las viviendas de los guaraníes, láminas explicativas por todos lados y hasta una especie de cilindro giratorio explicativo más orientado a los más pequeños.
Debe agregar que la colección de este señor dio origen a dos museos, este mismo que visitamos en San Ignacio Mini, y otro museo más, el Museo Histórico y Arqueológico “Andrés Guacurarí”. Lo que hace pensar la importancia, en cantidad y calidad de los objetos de colección.
También hay que decir, que como en muchos casos, y en parte algo fomentado por su creador, sobre algunos objetos se tejen historias que solo son supuestos o conjeturas pero no está especificado que realmente dichas historias sean verídicas y sean contestes con la realidad (por ejemplo: el supuesto original de Miguel Ángel o el tema de la moneda de Judas) que mezclan fantasía y realidad.
Finalmente cuando uno se retira del museo, tiene disponible un libro de visitas, donde puede dejar plasmado sus pareceres, opiniones o escribir lo que desee.
A la salida, ya sobre la vereda, del lado interno del cartel indicador del Museo Provincial Casa Miguel Nadasdy, hay graficado un mapa con la ubicación del museo, la ubicación de las Ruinas, y la zona céntrica de la localidad.
A quienes visiten San Ignacio Mini, es recomendable que se den una escapada y lo visitan, van a conocer algo de imaginería, alfarería y herrería de la época precolombina y jesuítico – guaraní, el museo se recorre rápido y no requiere tiempo ni presenta dificultad poder encontrarlo en pleno centro de la ciudad, en la dirección Sarmiento 557.
Links. (Consultados Febrero 2015):
http://misiones-sanignacio.com.ar/museo_provincial_miguel_nadasdy_1307.htm
http://misionesonline.net/2015/01/06/se-reabre-la-casa-museo-historico-y-arqueologico-miguel-nadasdy-en-san-ignacio/
http://infodia.com.ar/ya-funciona-a-pleno-en-san-ignacio-la-casa-museo-miguel-nadasdy/
http://www.primeraedicionweb.com.ar/nota/impreso/113680/ponen-en-valor-el-museo-provincial-miguel-nadasdy-en-san-ignacio-.html
http://elterritorio.com.ar/nota3.aspx?c=8414196513102315
http://fmamerica.com.ar/index.php/interesgeneral/4121-casa-museo-miguel-nadasdy-interpretar,-recorrer-y-aprender-en-vacaciones
http://www.noticiasdel6.com/ampliar.php?id=141730&t=refaccionada-la-casa-museo-miguel-nadasd
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martes, 17 de febrero de 2015
Vivencias. Quemadura solar.
Como traté una quemadura solar de segundo grado.
(Febrero 2015) Este post lo voy a dedicar a comentar como fue el tratamiento que le di a una quemadura solar de segundo grado superficial que sufrí en la parte frontal de ambas piernas, en lo que comúnmente se conoce como espinilla, desde la rodilla hasta el tobillo.
Demás está decir la imperiosa necesidad de utilizar el protector solar cada vez que uno va a estar al sol, cuanto más alto el factor solar, mayor la protección. Algo que respeto mucho y soy de los que utilizan el protector solar, de hecho venía utilizando uno llamado “Dermaglós Solar. Protector Solar. FPS 20. Protección UVA y UVA con Vitamina A. Resistente al agua”.
También hay que agregar que respeto los horarios recomendados para estar bajo el sol por la razón que fuere, ya que no soy una personas que toma sol para obtener un bronceado, es decir, si puedo evito estar bajo el sol entre los horarios 11am y 16pm.
Estando en Misiones, donde el sol pega bien fuerte, en una salida de canotaje, sufrí el ataque impiadoso del sol. Eran las 10am de las mañana y aun así, fuera del horario a evitar, el sol también es peligroso, solo estuve 1 hora frente a sus rayos, lo suficiente para que me cocine la piel.
Llevaba puesto pantalón bermuda, remera mangas cortas, sombrero con alas, anteojo solar y nada más. Al subir al kayak nos habían pedido que nos quitemos el calzado, no solo lo hice, sino que iba sin medias, que si las hubiese tenido, creo que parte del tobillo hubiese sufrido menos, allí en dicha zona fue la que se llevó la peor parte de la quemadura, parece ser una zona delicada, y luego toda la espinilla hasta incluir la rodilla, toda la zona que quedó al descubierto frente al sol. También sufrí quemaduras en ambos brazos, parte frontal, pero no tan fuerte como en los pies, esto estimo que se debe principalmente a dos razones, una de ellas es que en el canotaje los brazos se ocupan de los remos, todo el tiempo, ambos brazos estaba en continuo movimiento, a diferencia de ambas piernas que iban en un estado de inmovilidad, el movimiento hizo que los brazos reciban los rayos solares de manera distribuida y no concentrada en un mismo lugar, la segunda razón que creo que hizo que la quemadura fueses menos violenta, que los brazos al estar todo el tiempo expuestos al sol, ya estaban en parte quemados, y la piel se vuelve un tanto mínimamente más resistente.
En el momento, y quizás por la distracción, no sentí nada, nunca me di cuenta que lentamente me estaba quemando. Transcurrió todo el resto del día y nada de importancia, pero ya llegando la media tarde empecé a sentir un mínimo cosquilleo, una especie de hormigueo en la piel que generaba una leve molestia. No le di atención. Ni siquiera me veía la piel enrojecida. Primer error, no darle importancia a la quemadura solar, lo que hasta ese momento era una potencial quemadura de piel. Llegada la tarde noche, ya me encontraba en la terminal para el viaje de regreso, allí noté la aparición de una pequeña mancha rojiza de unos 2cm de diámetro en los tobillos, la comezón se empezaba a sentir un poco más, y ya era constante, no se detenía. Ya era imposible darme un baño como para hidratar un poco la piel, y tampoco le apliqué ninguna crema hidratante. Segundo error, no atender la piel quemada de forma inmediata, proporcionándole hidratación de la manera que fuere. Transcurrió toda la noche, regresaba del viaje, venía en el micro, y para la noche nos dieron una manta para soportar el frío del aire acondicionado, una manta de tela polar, la cual entró en contacto con la piel, es muy factible que dicha manta al entrar en contacto con la piel quemada, seca, haya provocado o favorecido cierta irritación. Tercer error, no haber dejado la piel quemada al aire libre, sin que entre en contacto con nada de ropa, manta o algo que la afecte.
Al día siguiente, por la mañana, fin de viaje, amanezco con ambos pies completamente hinchados y enrojecidos, con un leve dolor y micha picazón, y si esas partes entraba en contacto con algo (en ese caso con el borde del calzado) el dolor de volvía más fuerte.
A partir de ese momento lo primero que hice fue darme un baño con agua levemente tibia, sin refregar las partes afectadas. El secado sin raspar, solo apoyando y retirando suavemente como si fuera una esponja. Luego adquirí en la farmacia dos productos. La elección de los mismos fue por consejo del farmacéutico. El primero de ellos, un “Gel Post Solar. Aloe Vera. Sin Alcohol. Hipoalergénico. Rayito de Sol”. Y el segundo producto fue una crema llamada “Emulsión Hidratante Reparadora. Hipoalergénico – No Comedogénico. Dermaglós Post Solar”.
La utilización de estos productos era sencilla, primero aplicar el gel, y luego, encima, la crema. La cantidad y las veces de aplicación, es cuando uno crea que necesita, puede ser cada 20 minutos, cada hora, cada 2 o 3 o 4 horas. Cuando uno se aplica, percibe una sensación refrescante. Al mismo tiempo que hidrata la piel y ayuda a su curación. Es recomendable aplicar en el sentido del vello de la pierna, para evitar raspados por el mismo vello en movimiento. Y la aplicación debe ser sumamente suave para no dañar la piel más de lo que se encuentra.
El farmacéutico también indicó que era muy probable que el cuerpo levante temperatura, para evitar la fiebre, era recomendable tomar una pastilla de ibuprofreno 400 cuando fuera necesario, esto iba a permitir evitar la fiebre y calmar el dolor, la picazón, el ardor de la quemadura. Solo tomarlo si se considera necesario, es el caso que haya fiebre o si no se soporta el dolor, si no se da esta situación, es preferible no tomar el ibuprofeno a efectos de evitar daños en el estómago u cualquier otro tipo de daño.
Así fue que pasó la primer jornada, pero al día siguiente, después de dormir con sumo cuidado de no chocar las piernas para evitar roces que provoquen raspados, la situación pareció empeorar, amanecí con los pies el doble de hinchados, muy inflamados, muy rojos, y con dolor, sobre todo al secarse la piel producto de la quemadura, al mover la pierna, el estiramiento natural de la piel producía dolor. Acudí inmediatamente a la guardia médica. Para concurrir a la guardia me vestí con pantalón largo y zapatillas, cuarto error, el pantalón largo y las zapatillas me produjeron raspados en el roce con la piel lastimada. Debería haber ido en ojotas y bermudas. En caso de quemadura es importante que la piel se encuentre aireada y limpia, sin contacto con nada. Sé que hay casos extremos o más graves que requieren vendajes, no fue mi caso, en lo posible, se debe mantener la piel quemada, cuidada, aireada, humectada, limpia.
En la guardia médica clínica, la médica que me atendió me dijo que lo que venía realizando estaba bien, era lo correcto, pero había que complementar con algo más. En líneas generales la quemadura era importante y debía cuidarse, pero al ser focalizada en un determinado lugar, era menos peligrosa que si fuese una quemadura de alcance general en todo el cuerpo o la mayor parte de él. La médica también agregó que la piel es la capa que nos separa del exterior, si bien es la barrera protectora del cuerpo, cuando se encuentra dañada, no presenta muchas defensas frente a un ataque exterior, y esto era peligroso porque al estar debilitada podía infectarse fácilmente. Por tal razón era necesario darles los mayores cuidados, a efectos de evitar cualquier infección.
La médica me recetó una pomada que solo se vende bajo receta. Se trataba de una crema de aplicación tópica local, llamada “Platsul-A”. Este medicamento, es antibacteriano, bactericida, bacteriostático, cicatrizante y anestésico local y sirve para el tratamiento local de las heridas infectadas y las quemaduras. La médica fue clara, solamente aplicarlo en las zonas donde se encontraba la peor parte de la quemadura y nada más, en el resto del área quemada, seguir aplicándome los otros dos productos. Y también, me indicó que utilizare un desinfectante de heridas, en este caso de venta libre, adquirí el “Pervinox incoloro” de aplicación en spray, para rociar las partes circundantes de la herida, siempre en forma exterior sin contacto con sangre ni con la propia quemadura, como parte de la quemadura estaba en los pies, pero no en su totalidad, era necesario desinfectar todo el alrededor, más que nada la zona de los dedos y las uñas, aunque estén limpias, mejor si estaban desinfectadas, para evitar cualquier tipo de posibilidad de contaminación y por consecuencia una infección. El desinfectante pervinox es de larga duración, una aplicación diaria parece suficiente.
Por último, la médica recomendó beber mucho líquido, mucha agua para mantenerme hidratado, un poco más de lo habitual, cuando hay una quemadura es importante beber mucho líquido para contrarrestar la sequedad de la piel quemada y para no deshidratarse.
Ese mismo día, por la mañana, al regreso de la guardia médico clínica, comenzaron a aparecer las primeras ampollas, no fueron muchas, y solo una de tamaño grande de 2cm, las dos o tres restantes de alrededor de 0,50cm o menos. Hay que tener cuidado con las ampollas, por caos que se revienten y es un camino propenso a la infección si no están debidamente cuidadas y limpias.
Al tercer día, ya comienzan a verse mejorías, la picazón casi desaparece, al mover el pie ya no se produce dolor, la piel está más flexible, el enrojecimiento de la piel cede poco a poco, las ampollas más pequeñas se achican, la hinchazón comienza a desinflarse, pero el proceso es lento, y hay que continuar con el tratamiento.
En casos como estos, es importante actuar rápidamente, hacerlo de manera diligente, hidratarse e hidratar la piel, mantenerla limpiar para evitar infecciones y con el debido mayor de los cuidados. Y sobre todo, acudir al médico. Pero siempre existe un momento, más o menos extenso, entre que se sucede el hecho, aparecen los síntomas y se acude al médico.
Como conclusión hay que tener presente:
- Usar siempre protector solar.
- Evitar el sol en los horarios picos.
Atención: Si alguien llega por algún buscador a este texto por tener algún problema similar con alguna quemadura solar, busque la solución en web especializadas, pero más que nada acuda al médico, recuerde que no es bueno auto-medicarse, este texto puede servir a modo de orientación, pero no deja de ser una crónica particular y personal.
Para completar este mensaje, es recomendable leer web especializadas en quemaduras solares como por ejemplo:
MedlinePlus
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000030.htm
y otras con consejos como
http://psm-seguros.blogspot.com.ar/2012/03/quemaduras-por-exposicion-al-sol.html
http://www.kindsein.com/es/22/2/525/
martes, 10 de febrero de 2015
La maldición de La Medusa.
La Maldición De La Medusa - Erik Emptaz
Este libro es una novela histórica sobre un naufragio ocurrido en las costas de África. Es un libro que se lee rápido y es interesante a quienes les gustan estos temas, históricos y marítimos. Lo que primeramente me llamó la atención del libro, y sin antes leer el resumen en la contratapa del mismo, fue la imagen de la cubierta. Primeramente la busqué en la portada del libro pero no decía nada, mi inquietud radicaba en conocer el nombre de dicha obra para luego buscarla en internet y conocer más sobre ella. Luego encontré el apellido del autor de la obra, mencionado en el resumen de la contratapa. Me llamó la atención porque no la mencionaban en la portada. Con la lectura del libro logré conocer la razón, hay una explicación de la obra y su autor en algunos capítulos finales. Hay algunos detalles como para analizar, por ejemplo, en la página 53 menciona “la madera de bubinga”, exactamente dice “El conde de Chaumareys está atrapado entre su mesa y la pared en madera de bubinga del salón comedor”. Cuando busco que es la madera de bubinga encuentro que es una madera lujosa, utilizada por ejemplo para realizar instrumentos musicales. ¿Realmente el comedor del buque estaba realizado en dicha madera o el autor lo escribió a modo de exaltar la figura del conde por lo que sucedió y su comportamiento?. Voy a transcribir la descripción del juego idiota, que realmente desconocía que jugasen, pero que no me extrañaría que así fuera, dice “Hace un tiempo pude comprobar la fidelidad de esta gente, cuando curé la mano de un piamontés, que se entretenía con ese juego idiota, pero muy habitual entre soldados y marineros, que consiste en apoyar la mano sobre una mesa, separar los dedos y clavar un cuchillo entre ellos reiteradas veces, cada vez a mayor velocidad, sin tocarlos sin tocarlos por supuesto. Cuando retiré la navaja de su mano, el piamontés gritó: ¡Viva el Emperador!”.
Vocabulario:
Este libro es una novela histórica sobre un naufragio ocurrido en las costas de África. Es un libro que se lee rápido y es interesante a quienes les gustan estos temas, históricos y marítimos. Lo que primeramente me llamó la atención del libro, y sin antes leer el resumen en la contratapa del mismo, fue la imagen de la cubierta. Primeramente la busqué en la portada del libro pero no decía nada, mi inquietud radicaba en conocer el nombre de dicha obra para luego buscarla en internet y conocer más sobre ella. Luego encontré el apellido del autor de la obra, mencionado en el resumen de la contratapa. Me llamó la atención porque no la mencionaban en la portada. Con la lectura del libro logré conocer la razón, hay una explicación de la obra y su autor en algunos capítulos finales. Hay algunos detalles como para analizar, por ejemplo, en la página 53 menciona “la madera de bubinga”, exactamente dice “El conde de Chaumareys está atrapado entre su mesa y la pared en madera de bubinga del salón comedor”. Cuando busco que es la madera de bubinga encuentro que es una madera lujosa, utilizada por ejemplo para realizar instrumentos musicales. ¿Realmente el comedor del buque estaba realizado en dicha madera o el autor lo escribió a modo de exaltar la figura del conde por lo que sucedió y su comportamiento?. Voy a transcribir la descripción del juego idiota, que realmente desconocía que jugasen, pero que no me extrañaría que así fuera, dice “Hace un tiempo pude comprobar la fidelidad de esta gente, cuando curé la mano de un piamontés, que se entretenía con ese juego idiota, pero muy habitual entre soldados y marineros, que consiste en apoyar la mano sobre una mesa, separar los dedos y clavar un cuchillo entre ellos reiteradas veces, cada vez a mayor velocidad, sin tocarlos sin tocarlos por supuesto. Cuando retiré la navaja de su mano, el piamontés gritó: ¡Viva el Emperador!”.
Vocabulario:
Herrador: (De ferrador). 1. m. Encargado de herrar las caballerías.
Rasado: (De raso). 1. tr. Igualar con el rasero las medidas de trigo, cebada y otras cosas. 2. tr. Dicho de un cuerpo: Pasar rozando ligeramente con otro.
Catafalco: (Del it. catafalco, túmulo solemne). 1. m. Túmulo adornado con magnificencia, el cual suele ponerse en los templos para las exequias solemnes.
Jubón: (Del aum. de juba). 1. m. Vestidura que cubría desde los hombros hasta la cintura, ceñida y ajustada al cuerpo.
Desgañitará: (De des- y gañir). 1. prnl. enronquecerse. 2. prnl. coloq. Esforzarse violentamente gritando o voceando.
Cómitre: (Del lat. comes, -ĭtis, ministro subalterno). 1. m. Persona que en las galeras vigilaba y dirigía la boga y otras maniobras y a cuyo cargo estaba el castigo de remeros y forzados. 2. m. Capitán de mar bajo las órdenes del almirante y a cuyo mando estaba la gente de su navío. 3. m. Hombre que ejerce su autoridad con excesivo rigor o dureza.
Urca: (Del neerl. hulk). 1. f. Embarcación grande, muy ancha por el centro, y que sirve para el transporte de granos y otros géneros.
Petates: (Del náhuatl petlatl, estera). 1. m. Estera de palma, que se usa en los países cálidos para dormir sobre ella. 2. m. Lío de la cama y ropa de cada marinero, de cada soldado en el cuartel y de cada penado en su prisión. 3. m. coloq. Equipaje de cualquiera de las personas que van a bordo. 4. m. coloq. Hombre embustero y estafador. 5. m. coloq. Hombre despreciable.
Estera: (Del ant. estuera, del lat. storĕa). 1. f. Tejido grueso de esparto, juncos, palma, etc., o formado por varias pleitas cosidas, que sirve para cubrir el suelo de las habitaciones y para otros usos.
Coy: (Del neerl. kooi, cama a bordo). 1. m. Mar. Trozo de lona o tejido de malla en forma de rectángulo que, colgado de sus cabezas, sirve de cama a bordo.
Carillón: (Del fr. carillon). 1. m. Grupo de campanas en una torre, que producen un sonido armónico por estar acordadas. 2. m. Juego de tubos o planchas de acero que producen un sonido musical.
Lubinas: (De lobina). 1. f. róbalo.
Gola: (Del lat. gula, garganta). 1. f. Garganta de una persona y región situada junto al velo del paladar. 2. f. Pieza de la armadura antigua que defendía la garganta. 3. f. Insignia de los oficiales militares, que consiste en una media luna convexa de metal, pendiente del cuello. 4. f. Adorno del cuello hecho de lienzo plegado y alechugado, o de tul y encajes. 5. f. Arq. Moldura cuyo perfil tiene la forma de una s, esto es, una concavidad en la parte superior, y una convexidad en la inferior. 6. f. Geogr. Canal por donde entran los buques en ciertos puertos o rías. 7. f. Mil. Entrada desde la plaza al baluarte, o distancia de los ángulos de los flancos. 8. f. Mil. Línea recta, imaginaria cuando no tiene parapeto, que une los extremos de dos flancos en una obra defensiva.
Exangüe: (Del lat. exsanguis). 1. adj. Desangrado, falto de sangre. 2. adj. Sin ninguna fuerza, aniquilado. 3. adj. muerto (‖ sin vida).
Pulla: (Del port. pulha). 1. f. Palabra o dicho obsceno. 2. f. Dicho con que indirectamente se humilla a alguien. 3. f. Expresión aguda y picante dicha con prontitud.
Jimelgas: (Del lat. vulg. *gemellĭca, de gemellus, gemelo, en der. gall.). 1. f. Mar. Refuerzo de madera en forma de teja, y de largo variable, que se da a los palos, vergas, etc.
Fárrago: (Del lat. farrāgo). 1. m. Conjunto de cosas o ideas desordenadas, inconexas o superfluas.
Deletérea: (Del gr. δηλητήριος, de δηλητήρ, destructor). 1. adj. Mortífero, venenoso. U. t. en sent. fig.
Hirsuto: (Del lat. hirsūtus). 1. adj. Dicho del pelo: Disperso y duro. 2. adj. Cubierto de pelo de esta clase o de púas o espinas. 3. adj. De carácter áspero.
Andullo: (Del lat. inductilĭa, pl. n. de inductĭlis). 1. m. Hoja larga de tabaco arrollada. 2. m. Cada uno de los manojos de hojas de tabaco con que suelen formarse los fardos. 3. m. Mar. Tejido que se pone en las jaretas y motones de los buques, para evitar el roce.
Cecina: (Del lat. *siccīna, carne seca, de sĭccus, seco). 1. f. Carne salada, enjuta y seca al aire, al sol o al humo. 2. f. Arg., Bol., Par. y Ur. Tira de carne de vacuno, delgada, seca y sin sal. 3. f. Chile. Embutido de carne. 4. f. Ec. Loncha de carne fresca.
Bauprés: (Del fr. beaupré, y este del b. al. medio bâghsprêt, de bâgh 'brazo' y sprêt 'barra'). 1. m. Mar. Palo grueso, horizontal o algo inclinado, que en la proa de los barcos sirve para asegurar los estayes del trinquete, orientar los foques y algunos otros usos.
Bolina: (Del ingl. bowline). 1. f. coloq. Ruido o bulla de pendencia o alboroto. 2. f. Mar. Cabo con que se hala hacia proa la relinga de barlovento de una vela para que reciba mejor el viento. 3. f. Mar. sonda (‖ cuerda con un peso al extremo). 4. f. Mar. Cada uno de los cordeles que forman las arañas que sirven para colgar los coyes. 5. f. Mar. Respecto a un rumbo de la aguja, cada uno de los dos que distan seis cuartas de él, por banda y banda. 6. f. Mar. Castigo que se daba a los marineros a bordo, y que consistía en azotar al reo, corriendo este al lado de una cuerda que pasaba por una argolla asegurada a su cuerpo.
Estacha: (Del fr. ant. estache, amarra, der. de estachier, clavar, amarrar, y este quizá del gót. *stakka). 1. f. Cuerda o cable atado al arpón con que se pescan las ballenas. 2. f. Mar. Cabo que desde un buque se da a otro fondeado o a cualquier objeto fijo para practicar varias faenas.
Jarcia: (Del gr. ἐξάρτια, pl. de ἐξάρτιον, aparejos de un buque). 1. f. Aparejos y cabos de un buque. U. m. en pl. 2. f. Conjunto de instrumentos y redes para pescar.
Estrave: (Del fr. ant. estrave, y este del nórd. stafn). 1. m. Mar. Remate de la quilla del navío, que va en línea curva hacia la proa. Cárdeno: (Del lat. cardĭnus, de cardŭus, cardo). 1. adj. De color amoratado. 2. adj. Dicho de un toro: De pelo negro y blanco. 3. adj. Dicho del agua: De color opalino.
Poplín: 1. m. Arg. y Ur. popelina.
Bungavilla: (De Louis Antoine, conde de Bougainville, 1729-1811, navegante francés que la trajo a Europa). 1. f. Arbusto trepador suramericano de la familia de las Nictagináceas, con hojas ovales o elípticas, brácteas de diversos colores y flores pequeñas.
Librea: (Del fr. livrée). 1. f. Traje que los príncipes, señores y algunas otras personas o entidades dan a sus criados; por lo común, uniforme y con distintivos. 2. f. Paje o criado que usa librea. 3. f. Vestido uniforme que usaban las cuadrillas de caballeros en los festejos públicos.
Hevea: (De Hevea, género de este árbol). 1. f. Árbol del caucho, de la familia de las Euforbiáceas, de hasta 30 m de altura, hojas palmeadas y corteza lisa, de la que se extrae el látex mediante incisiones, originario de la región amazónica, aunque su cultivo se ha extendido a otras zonas, principalmente el sudeste asiático.
Miasmas: (Del gr. μίασμα, mancha). 1. m. Efluvio maligno que, según se creía, desprendían cuerpos enfermos, materias corruptas o aguas estancadas. U. m. en pl.
Diletante: (Del it. dilettante, que se deleita). 1. adj. Conocedor o aficionado a las artes, especialmente a la música. U. t. c. s. 2. adj. Que cultiva algún campo del saber, o se interesa por él, como aficionado y no como profesional. U. t. c. s. U. t. en sent. peyor.
Catafalco: (Del it. catafalco, túmulo solemne). 1. m. Túmulo adornado con magnificencia, el cual suele ponerse en los templos para las exequias solemnes.
Jubón: (Del aum. de juba). 1. m. Vestidura que cubría desde los hombros hasta la cintura, ceñida y ajustada al cuerpo.
Desgañitará: (De des- y gañir). 1. prnl. enronquecerse. 2. prnl. coloq. Esforzarse violentamente gritando o voceando.
Cómitre: (Del lat. comes, -ĭtis, ministro subalterno). 1. m. Persona que en las galeras vigilaba y dirigía la boga y otras maniobras y a cuyo cargo estaba el castigo de remeros y forzados. 2. m. Capitán de mar bajo las órdenes del almirante y a cuyo mando estaba la gente de su navío. 3. m. Hombre que ejerce su autoridad con excesivo rigor o dureza.
Urca: (Del neerl. hulk). 1. f. Embarcación grande, muy ancha por el centro, y que sirve para el transporte de granos y otros géneros.
Petates: (Del náhuatl petlatl, estera). 1. m. Estera de palma, que se usa en los países cálidos para dormir sobre ella. 2. m. Lío de la cama y ropa de cada marinero, de cada soldado en el cuartel y de cada penado en su prisión. 3. m. coloq. Equipaje de cualquiera de las personas que van a bordo. 4. m. coloq. Hombre embustero y estafador. 5. m. coloq. Hombre despreciable.
Estera: (Del ant. estuera, del lat. storĕa). 1. f. Tejido grueso de esparto, juncos, palma, etc., o formado por varias pleitas cosidas, que sirve para cubrir el suelo de las habitaciones y para otros usos.
Coy: (Del neerl. kooi, cama a bordo). 1. m. Mar. Trozo de lona o tejido de malla en forma de rectángulo que, colgado de sus cabezas, sirve de cama a bordo.
Carillón: (Del fr. carillon). 1. m. Grupo de campanas en una torre, que producen un sonido armónico por estar acordadas. 2. m. Juego de tubos o planchas de acero que producen un sonido musical.
Lubinas: (De lobina). 1. f. róbalo.
Gola: (Del lat. gula, garganta). 1. f. Garganta de una persona y región situada junto al velo del paladar. 2. f. Pieza de la armadura antigua que defendía la garganta. 3. f. Insignia de los oficiales militares, que consiste en una media luna convexa de metal, pendiente del cuello. 4. f. Adorno del cuello hecho de lienzo plegado y alechugado, o de tul y encajes. 5. f. Arq. Moldura cuyo perfil tiene la forma de una s, esto es, una concavidad en la parte superior, y una convexidad en la inferior. 6. f. Geogr. Canal por donde entran los buques en ciertos puertos o rías. 7. f. Mil. Entrada desde la plaza al baluarte, o distancia de los ángulos de los flancos. 8. f. Mil. Línea recta, imaginaria cuando no tiene parapeto, que une los extremos de dos flancos en una obra defensiva.
Exangüe: (Del lat. exsanguis). 1. adj. Desangrado, falto de sangre. 2. adj. Sin ninguna fuerza, aniquilado. 3. adj. muerto (‖ sin vida).
Pulla: (Del port. pulha). 1. f. Palabra o dicho obsceno. 2. f. Dicho con que indirectamente se humilla a alguien. 3. f. Expresión aguda y picante dicha con prontitud.
Jimelgas: (Del lat. vulg. *gemellĭca, de gemellus, gemelo, en der. gall.). 1. f. Mar. Refuerzo de madera en forma de teja, y de largo variable, que se da a los palos, vergas, etc.
Fárrago: (Del lat. farrāgo). 1. m. Conjunto de cosas o ideas desordenadas, inconexas o superfluas.
Deletérea: (Del gr. δηλητήριος, de δηλητήρ, destructor). 1. adj. Mortífero, venenoso. U. t. en sent. fig.
Hirsuto: (Del lat. hirsūtus). 1. adj. Dicho del pelo: Disperso y duro. 2. adj. Cubierto de pelo de esta clase o de púas o espinas. 3. adj. De carácter áspero.
Andullo: (Del lat. inductilĭa, pl. n. de inductĭlis). 1. m. Hoja larga de tabaco arrollada. 2. m. Cada uno de los manojos de hojas de tabaco con que suelen formarse los fardos. 3. m. Mar. Tejido que se pone en las jaretas y motones de los buques, para evitar el roce.
Cecina: (Del lat. *siccīna, carne seca, de sĭccus, seco). 1. f. Carne salada, enjuta y seca al aire, al sol o al humo. 2. f. Arg., Bol., Par. y Ur. Tira de carne de vacuno, delgada, seca y sin sal. 3. f. Chile. Embutido de carne. 4. f. Ec. Loncha de carne fresca.
Bauprés: (Del fr. beaupré, y este del b. al. medio bâghsprêt, de bâgh 'brazo' y sprêt 'barra'). 1. m. Mar. Palo grueso, horizontal o algo inclinado, que en la proa de los barcos sirve para asegurar los estayes del trinquete, orientar los foques y algunos otros usos.
Bolina: (Del ingl. bowline). 1. f. coloq. Ruido o bulla de pendencia o alboroto. 2. f. Mar. Cabo con que se hala hacia proa la relinga de barlovento de una vela para que reciba mejor el viento. 3. f. Mar. sonda (‖ cuerda con un peso al extremo). 4. f. Mar. Cada uno de los cordeles que forman las arañas que sirven para colgar los coyes. 5. f. Mar. Respecto a un rumbo de la aguja, cada uno de los dos que distan seis cuartas de él, por banda y banda. 6. f. Mar. Castigo que se daba a los marineros a bordo, y que consistía en azotar al reo, corriendo este al lado de una cuerda que pasaba por una argolla asegurada a su cuerpo.
Estacha: (Del fr. ant. estache, amarra, der. de estachier, clavar, amarrar, y este quizá del gót. *stakka). 1. f. Cuerda o cable atado al arpón con que se pescan las ballenas. 2. f. Mar. Cabo que desde un buque se da a otro fondeado o a cualquier objeto fijo para practicar varias faenas.
Jarcia: (Del gr. ἐξάρτια, pl. de ἐξάρτιον, aparejos de un buque). 1. f. Aparejos y cabos de un buque. U. m. en pl. 2. f. Conjunto de instrumentos y redes para pescar.
Estrave: (Del fr. ant. estrave, y este del nórd. stafn). 1. m. Mar. Remate de la quilla del navío, que va en línea curva hacia la proa. Cárdeno: (Del lat. cardĭnus, de cardŭus, cardo). 1. adj. De color amoratado. 2. adj. Dicho de un toro: De pelo negro y blanco. 3. adj. Dicho del agua: De color opalino.
Poplín: 1. m. Arg. y Ur. popelina.
Bungavilla: (De Louis Antoine, conde de Bougainville, 1729-1811, navegante francés que la trajo a Europa). 1. f. Arbusto trepador suramericano de la familia de las Nictagináceas, con hojas ovales o elípticas, brácteas de diversos colores y flores pequeñas.
Librea: (Del fr. livrée). 1. f. Traje que los príncipes, señores y algunas otras personas o entidades dan a sus criados; por lo común, uniforme y con distintivos. 2. f. Paje o criado que usa librea. 3. f. Vestido uniforme que usaban las cuadrillas de caballeros en los festejos públicos.
Hevea: (De Hevea, género de este árbol). 1. f. Árbol del caucho, de la familia de las Euforbiáceas, de hasta 30 m de altura, hojas palmeadas y corteza lisa, de la que se extrae el látex mediante incisiones, originario de la región amazónica, aunque su cultivo se ha extendido a otras zonas, principalmente el sudeste asiático.
Miasmas: (Del gr. μίασμα, mancha). 1. m. Efluvio maligno que, según se creía, desprendían cuerpos enfermos, materias corruptas o aguas estancadas. U. m. en pl.
Diletante: (Del it. dilettante, que se deleita). 1. adj. Conocedor o aficionado a las artes, especialmente a la música. U. t. c. s. 2. adj. Que cultiva algún campo del saber, o se interesa por él, como aficionado y no como profesional. U. t. c. s. U. t. en sent. peyor.
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libros,
literatura
domingo, 8 de febrero de 2015
El caso 880.
El Caso 880 – 1950 – Edmund Goulding
El Caso 880 es una película estadounidense del año 1950 dirigida por Edmund Goulding e interpretada por Burt Lancaster (el detective Steve Buchanan), Dorothy McGuire (la señorita que trabaja en la ONU, Ann Winslow), Edmund Gwenn ('Skipper' Miller el falsificador) y Millard Mitchell ('Mac' McIntire el otro detective) entre otros.
Está catalogada en los géneros de comedia y crimen. Y así es, un suceso tragicómico. El “Caso 880” hace referencia al “Archivo 880” donde se encontraba alojada su causa durante la investigación. La película está realizada en blanco y negro.
La sinopsis de la película gira en torno a un falsificador que durante muchos años, durante 10 años, evade a los investigadores que lo persiguen. Hasta que una oficina de investigación le da el caso a un agente avesado en rastrear y atrapar falsificadores. El nivel de falsificación es rudimentario y burdo, pero tiene éxito debido a que solo falsifica billetes pequeños, en ínfimas cantidades y el falsificador resulta ser un anciano que sobrevive con lo justo.
El film comienza hablando del Servicio Secreto de los EEUU, debido a que es este servicio es que se encarga de proteger al presidente y atrapar falsificadores.
Hay que visualizar que está ambientado en los años ´50, en plena guerra fría, y muy por arriba, en ocasiones esto se hace notar de manera indirecta.
El guión es interesante, ya desde el comienza se sabe quién es el bueno, quien es el malo, y lo que hace el malo, incluso hasta se cruzan, pero está bien armado que entretiene y genera la intriga necesaria a ver cuando comete un error o cuando lo descubren.
En cuanto a premios, el guión fue Nominado en los premios Edgar (Premios Edgar Allan Poe) a Mejor Guión de Misterio (Robert Riskin)
Y la película fue Nominada en los Premio de la Academia al Mejor Actor de Reparto (Edmund Gwenn)
Y el film ganó el premio Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto - Motion Picture (Edmund Gwenn)
La película está basada en la historia real de Emerich Juettner, conocido con el alias de Edward Mueller, un anciano que falsifica el dinero justo para sobrevivir, y tuvo el cuidado en dónde y cuándo pasó sus billetes falsos en dólares, por lo que fue capaz de eludir a las autoridades durante diez años, a pesar de la mala calidad de sus falsificaciones, y pese a la creciente interés en su caso.
La película se basa en un artículo de St. Clair McKelway que fue publicado por primera vez en The New Yorker y posteriormente recogido en el libro Cuentos verdaderos desde los anales del crimen y picardía de McKelway.
En la vida real, Juettner fue capturado y detenido en 1948, y sirvió cuatro meses de prisión del año al que fue condenado. Y tuvo que pagar una multa de, paradójicamente, un dólar. 20th Century Fox filmó "Mr. 880", Juettner hizo más dinero de la película del había hecho en toda su carrera de falsificador.
http://www.nysun.com/on-the-town/little-old-moneymaker/9282/
Un pasaje es interesante cuando el detective descubre al falsificador y lo confronta, y éste le contesta diciéndole que con lo que el falsifica le ahorraba la mitad al Estado de lo que el Estado hubiese gastado en haberle pagado a él si en cambio él hubiese elegido tener una jubilación. Sensacional. Una película que no defrauda y sirve para pasar un buen momento.
Links a las fichas en las fichas en las bases de IMDB y FilmAffinity
http://www.filmaffinity.com/es/film898041.html
http://www.imdb.com/title/tt0042742/
El Caso 880 es una película estadounidense del año 1950 dirigida por Edmund Goulding e interpretada por Burt Lancaster (el detective Steve Buchanan), Dorothy McGuire (la señorita que trabaja en la ONU, Ann Winslow), Edmund Gwenn ('Skipper' Miller el falsificador) y Millard Mitchell ('Mac' McIntire el otro detective) entre otros.
Está catalogada en los géneros de comedia y crimen. Y así es, un suceso tragicómico. El “Caso 880” hace referencia al “Archivo 880” donde se encontraba alojada su causa durante la investigación. La película está realizada en blanco y negro.
La sinopsis de la película gira en torno a un falsificador que durante muchos años, durante 10 años, evade a los investigadores que lo persiguen. Hasta que una oficina de investigación le da el caso a un agente avesado en rastrear y atrapar falsificadores. El nivel de falsificación es rudimentario y burdo, pero tiene éxito debido a que solo falsifica billetes pequeños, en ínfimas cantidades y el falsificador resulta ser un anciano que sobrevive con lo justo.
El film comienza hablando del Servicio Secreto de los EEUU, debido a que es este servicio es que se encarga de proteger al presidente y atrapar falsificadores.
Hay que visualizar que está ambientado en los años ´50, en plena guerra fría, y muy por arriba, en ocasiones esto se hace notar de manera indirecta.
El guión es interesante, ya desde el comienza se sabe quién es el bueno, quien es el malo, y lo que hace el malo, incluso hasta se cruzan, pero está bien armado que entretiene y genera la intriga necesaria a ver cuando comete un error o cuando lo descubren.
En cuanto a premios, el guión fue Nominado en los premios Edgar (Premios Edgar Allan Poe) a Mejor Guión de Misterio (Robert Riskin)
Y la película fue Nominada en los Premio de la Academia al Mejor Actor de Reparto (Edmund Gwenn)
Y el film ganó el premio Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto - Motion Picture (Edmund Gwenn)
La película está basada en la historia real de Emerich Juettner, conocido con el alias de Edward Mueller, un anciano que falsifica el dinero justo para sobrevivir, y tuvo el cuidado en dónde y cuándo pasó sus billetes falsos en dólares, por lo que fue capaz de eludir a las autoridades durante diez años, a pesar de la mala calidad de sus falsificaciones, y pese a la creciente interés en su caso.
La película se basa en un artículo de St. Clair McKelway que fue publicado por primera vez en The New Yorker y posteriormente recogido en el libro Cuentos verdaderos desde los anales del crimen y picardía de McKelway.
En la vida real, Juettner fue capturado y detenido en 1948, y sirvió cuatro meses de prisión del año al que fue condenado. Y tuvo que pagar una multa de, paradójicamente, un dólar. 20th Century Fox filmó "Mr. 880", Juettner hizo más dinero de la película del había hecho en toda su carrera de falsificador.
http://www.nysun.com/on-the-town/little-old-moneymaker/9282/
Un pasaje es interesante cuando el detective descubre al falsificador y lo confronta, y éste le contesta diciéndole que con lo que el falsifica le ahorraba la mitad al Estado de lo que el Estado hubiese gastado en haberle pagado a él si en cambio él hubiese elegido tener una jubilación. Sensacional. Una película que no defrauda y sirve para pasar un buen momento.
Links a las fichas en las fichas en las bases de IMDB y FilmAffinity
http://www.filmaffinity.com/es/film898041.html
http://www.imdb.com/title/tt0042742/
sábado, 7 de febrero de 2015
I Exposición de Castilla y León.
(24/11/2007) Del 16 al 26 de noviembre de 2007 se llevó a cabo la Exposición de Castilla y León, la primera en su tipo que se realiza en Argentina y que tuvo una duración de diez días. La Exposición fue organizada por la Federación de Sociedades Castellano-Leonesas de la República Argentina. De entrada libre y gratuita.
La Federación de Sociedades Castellano-Leonesas de la República Argentina es la organización que nuclea a los diferentes centros de la colectividad española en la Argentina que representan a provincias agrupadas en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
Según indica el diario Clarin, la exposición está auspiciada y financiada por la Junta de Castilla y León y de la organización se encarga la Federación de Sociedades Castellano-Leonesas de la Argentina.
La Junta de Castilla y León es el Gobierno de la Autonomía de Castilla y León. Esta Autonomía abarca las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Se trata de la región más extensa de España. Su web es www.jcyl.es
La Exposición tenía una página web pero que ya está caída, no existe más, la misma era www.expocastillayleon.org
La Exposición se llevó a cabo en el barrio de Retiro en la Capital Federal. Más precisamente en el Museo Nacional de la Inmigración, ubicado en la Av. Antártica Argentina 1355.
El Museo Nacional de la Inmigración se encuentra ubicado en lo que anteriormente era el edificio Hotel de los Inmigrantes, cuya construcción data de 1906. En este Hotel alojaban a los recién llegados para luego ir distribuyéndolos por el país. Este edifico en el año 1995 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Hacia allí nos dirigimos mi padre y yo, fuimos temprano para llegar alrededor de las 16hs sabiendo que ese era el horario de apertura.
La idea era conocer este Museo Nacional de la Inmigración, y luego pasar a visitar la Exposición, desconociendo como era el lugar, ya que nunca había estado allí, pero resulta que la Exposición se llevaba a cabo en el mismísimo lugar del museo, así que habían quitado las cosas expuestas y utilizado el lugar para armar la Exposición.
La última vez que había andado por esa zona de Retiro, algunos meses atrás habían estado realizando algunas refacciones, ahora ya está más o menos aceptable, pero es medio incómodo el cruzar las amplias calles.
Antes de ingresar se volvió inevitable caminar unos metros más adelante y observar los buques de la Armada Argentina, a veces hay más y otras veces menos, ese día solo se veían tres.
En la fotografía puede verse la fachada del edificio y los árboles jacarandá con sus características flores violetas.
En una de las salas preparada para dar charlas, en su alrededor tenía ubicado unos muñecos gigantes, como puede verse en la fotografía siguiente.
De la región de Castilla y León proviene la segunda colectividad más grande de inmigrantes españoles que llegaron a la Argentina, luego de la colectividad gallega, provenientes de la región de Galicia.
Una nota del diario Clarin titula “Una memoria viva de los inmigrantes españoles”, y según se puede leer en la web, se busca un acercamiento a Castilla y León, a su cultura y su patrimonio artístico y tecnológico.
La verdad que la muestra evocaba muy poco del pasado, muy poco de lo inmigrantes de aquél origen, o de la temática de la inmigración. Más bien apuntaba a lo actual, y con miras al futuro. Todo muy tecnológico, daba la idea de presentar esa idea, tal vez, una sola sala miraba al pasado, pero no al de los inmigrantes, sino a una pasado remoto, antiguo, es lo los primeros pobladores de aquellas regiones allá en España.
La Exposición que buscaba mostrar todo acerca de Castilla y León, una de las regiones de España, estaba dividida por cuartos en los que había en su mayoría, cuadros con fotos y videos.
Se trataba más que nada de una Exposición audio-visual, muy breve, bastante sencilla, también había programadas actividades para ese día, aunque no participamos de ninguna.
El eslogan era “Castilla y León ilusiona". Y me parece que lo resume muy bien, buscaban relumbrar. Se recorría rápido, por lo que me pareció estaba orientada a capturar el potencial turístico de quienes tienen o tuvieron raíces en España. Por eso abundaban fotos de paisajes, edificios característicos, personas en trajes típicos, y tecnología, modernidad y actualidad. Muchos visitantes, por no decir la mayoría, eran personas mayores, adultas de mediana edad. Casi no se veían jóvenes.
Una de las salas estaba destinada a mostrar y comentar sobre los Yacimientos de Atapuerca, estos Yacimientos se encuentran en lo que se llama la Sierra de Atapuerca, ubicada en la zona norte de España, en la provincia de Burgos. Burgos es una de las provincias que componen la Comunidad Autónoma de Castilla y León. El resto de la provincias que componen la Comunidad Autónoma de Castilla y León son: Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora.
Este complejo arqueológico de los Yacimientos de Atapuerca fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
Podemos señalar que se encuentra en el listado de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo siguiendo a la Unesco.
Estos Yacimientos adquieren relevancia debido a la cantidad de restos y artefactos encontrados que se remontan a una franja extensa en el tiempo, que se extiende hasta más de una millón de años atrás.
En la Exposición había en exhibición unos pocos utensilios de aquellos homínidos del pasado, incluso algunos restos óseas. También habían elaborado una maqueta con la representación de aquellas personas y su modo de vida explicado en láminas alrededor de la sala.
Algo que me llamó la atención, una fotografía en grande, de una roca con inscripciones y está titulada “La Lengua”.
El tema de la lengua castellana, luego español, es complejo, hay infinidad de estudios al respecto de como surgió y se fue formando en su evolución hasta llegar al día de hoy (y de hecho continúa en constante evolución con cambio y modificaciones).
Aquí solo presentaban esta roca encontrada, de aquellos primero orígenes, aquellos hombre primitivos habían grabado en ella lo que parece se trataba de una relación comercial.
Al margen se indica lo que estaba grabado en la roca, y decía: “Relación de quesos; esto es,… Cus[…] se llevó siete quesos, Maurelo, un queso, Juan […] [nombre personal], liberto, un queso, […]”
Otra que me gustó, y me llamó la atención, fue una especie de infografía, la Ruta del Camino de Santiago. Al parecer respetaba el camino por el norte de España, tengo entendido que existen otras conocidas rutas para llegar a través del centro de España. Pero el camino tradicional, el conocido, es que va por el norte de España. Claro que estaba orientado al turismo, las imágenes fotográficas de fondo así lo muestran.
Resultaba interesante porque estaban indicado todos aquellos pueblos y ciudades por donde pasaban los feligreses. Tengo pendiente leer algo al respecto, orientado a la realización del camino durante la Edad Media, alguna novela o texto, pero aún no lo he hecho, ni conozco tampoco, pero de seguro que las hay.
En otros de los carteles, se podía leer, con respecto al camino, la siguiente frase: “El gran camino no tiene puertas, miles de senderos penetran en él. El que atraviesa esta barrera sin puerta camina libremente entre el cielo y la tierra castellana”.
No faltaron a la Exposición una muestra de productos regionales propios de aquellos lugares. Son conocidos los viñedos de varios lugares de allá, cada uno con sus características particulares. Y también los quesos, judías (que son los porotos, aunque también allá los llaman habichuelas), maníes (qué en España los llaman cacahuetes), garbanzos (en España existen alrededor de ocho variedades de esta legumbre) entre otros productos.
Al respecto de los garbanzos, es conocido en España un refrán que dice “por un garbanzo no se descompone la olla”. El significado de esta frase, siguiendo la Centro Virtual Cervantes, es que da a entender que la actitud o la opinión de alguien no es suficiente para cambiar lo decidido por la mayoría.
http://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59326&Lng=0
Links.
I Exposición de Castilla y León en la Argentina
http://www.emprendedoresnews.com/agenda/i-exposicion-de-castilla-y-leon-en-la-argentina.html
Arranca una exposición sobre Castilla y León
http://edant.clarin.com/diario/2007/11/17/laciudad/h-06802.htm
Una memoria viva de los inmigrantes españoles
http://edant.clarin.com/diario/2007/11/22/sociedad/s-04101.htm
"Conoce Castilla y León" en el Hotel Museo de los Inmigrantes
http://www.laurdimbre.com.ar/cultura/cu-0092.php
La Federación de Sociedades Castellano-Leonesas de la República Argentina es la organización que nuclea a los diferentes centros de la colectividad española en la Argentina que representan a provincias agrupadas en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
Según indica el diario Clarin, la exposición está auspiciada y financiada por la Junta de Castilla y León y de la organización se encarga la Federación de Sociedades Castellano-Leonesas de la Argentina.
La Junta de Castilla y León es el Gobierno de la Autonomía de Castilla y León. Esta Autonomía abarca las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Se trata de la región más extensa de España. Su web es www.jcyl.es
La Exposición tenía una página web pero que ya está caída, no existe más, la misma era www.expocastillayleon.org
La Exposición se llevó a cabo en el barrio de Retiro en la Capital Federal. Más precisamente en el Museo Nacional de la Inmigración, ubicado en la Av. Antártica Argentina 1355.
El Museo Nacional de la Inmigración se encuentra ubicado en lo que anteriormente era el edificio Hotel de los Inmigrantes, cuya construcción data de 1906. En este Hotel alojaban a los recién llegados para luego ir distribuyéndolos por el país. Este edifico en el año 1995 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Hacia allí nos dirigimos mi padre y yo, fuimos temprano para llegar alrededor de las 16hs sabiendo que ese era el horario de apertura.
La idea era conocer este Museo Nacional de la Inmigración, y luego pasar a visitar la Exposición, desconociendo como era el lugar, ya que nunca había estado allí, pero resulta que la Exposición se llevaba a cabo en el mismísimo lugar del museo, así que habían quitado las cosas expuestas y utilizado el lugar para armar la Exposición.
La última vez que había andado por esa zona de Retiro, algunos meses atrás habían estado realizando algunas refacciones, ahora ya está más o menos aceptable, pero es medio incómodo el cruzar las amplias calles.
Antes de ingresar se volvió inevitable caminar unos metros más adelante y observar los buques de la Armada Argentina, a veces hay más y otras veces menos, ese día solo se veían tres.
En la fotografía puede verse la fachada del edificio y los árboles jacarandá con sus características flores violetas.
En una de las salas preparada para dar charlas, en su alrededor tenía ubicado unos muñecos gigantes, como puede verse en la fotografía siguiente.
De la región de Castilla y León proviene la segunda colectividad más grande de inmigrantes españoles que llegaron a la Argentina, luego de la colectividad gallega, provenientes de la región de Galicia.
Una nota del diario Clarin titula “Una memoria viva de los inmigrantes españoles”, y según se puede leer en la web, se busca un acercamiento a Castilla y León, a su cultura y su patrimonio artístico y tecnológico.
La verdad que la muestra evocaba muy poco del pasado, muy poco de lo inmigrantes de aquél origen, o de la temática de la inmigración. Más bien apuntaba a lo actual, y con miras al futuro. Todo muy tecnológico, daba la idea de presentar esa idea, tal vez, una sola sala miraba al pasado, pero no al de los inmigrantes, sino a una pasado remoto, antiguo, es lo los primeros pobladores de aquellas regiones allá en España.
La Exposición que buscaba mostrar todo acerca de Castilla y León, una de las regiones de España, estaba dividida por cuartos en los que había en su mayoría, cuadros con fotos y videos.
Se trataba más que nada de una Exposición audio-visual, muy breve, bastante sencilla, también había programadas actividades para ese día, aunque no participamos de ninguna.
El eslogan era “Castilla y León ilusiona". Y me parece que lo resume muy bien, buscaban relumbrar. Se recorría rápido, por lo que me pareció estaba orientada a capturar el potencial turístico de quienes tienen o tuvieron raíces en España. Por eso abundaban fotos de paisajes, edificios característicos, personas en trajes típicos, y tecnología, modernidad y actualidad. Muchos visitantes, por no decir la mayoría, eran personas mayores, adultas de mediana edad. Casi no se veían jóvenes.
Una de las salas estaba destinada a mostrar y comentar sobre los Yacimientos de Atapuerca, estos Yacimientos se encuentran en lo que se llama la Sierra de Atapuerca, ubicada en la zona norte de España, en la provincia de Burgos. Burgos es una de las provincias que componen la Comunidad Autónoma de Castilla y León. El resto de la provincias que componen la Comunidad Autónoma de Castilla y León son: Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora.
Este complejo arqueológico de los Yacimientos de Atapuerca fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.

Estos Yacimientos adquieren relevancia debido a la cantidad de restos y artefactos encontrados que se remontan a una franja extensa en el tiempo, que se extiende hasta más de una millón de años atrás.
En la Exposición había en exhibición unos pocos utensilios de aquellos homínidos del pasado, incluso algunos restos óseas. También habían elaborado una maqueta con la representación de aquellas personas y su modo de vida explicado en láminas alrededor de la sala.
Algo que me llamó la atención, una fotografía en grande, de una roca con inscripciones y está titulada “La Lengua”.
El tema de la lengua castellana, luego español, es complejo, hay infinidad de estudios al respecto de como surgió y se fue formando en su evolución hasta llegar al día de hoy (y de hecho continúa en constante evolución con cambio y modificaciones).
Aquí solo presentaban esta roca encontrada, de aquellos primero orígenes, aquellos hombre primitivos habían grabado en ella lo que parece se trataba de una relación comercial.
Al margen se indica lo que estaba grabado en la roca, y decía: “Relación de quesos; esto es,… Cus[…] se llevó siete quesos, Maurelo, un queso, Juan […] [nombre personal], liberto, un queso, […]”
Otra que me gustó, y me llamó la atención, fue una especie de infografía, la Ruta del Camino de Santiago. Al parecer respetaba el camino por el norte de España, tengo entendido que existen otras conocidas rutas para llegar a través del centro de España. Pero el camino tradicional, el conocido, es que va por el norte de España. Claro que estaba orientado al turismo, las imágenes fotográficas de fondo así lo muestran.
Resultaba interesante porque estaban indicado todos aquellos pueblos y ciudades por donde pasaban los feligreses. Tengo pendiente leer algo al respecto, orientado a la realización del camino durante la Edad Media, alguna novela o texto, pero aún no lo he hecho, ni conozco tampoco, pero de seguro que las hay.
En otros de los carteles, se podía leer, con respecto al camino, la siguiente frase: “El gran camino no tiene puertas, miles de senderos penetran en él. El que atraviesa esta barrera sin puerta camina libremente entre el cielo y la tierra castellana”.
No faltaron a la Exposición una muestra de productos regionales propios de aquellos lugares. Son conocidos los viñedos de varios lugares de allá, cada uno con sus características particulares. Y también los quesos, judías (que son los porotos, aunque también allá los llaman habichuelas), maníes (qué en España los llaman cacahuetes), garbanzos (en España existen alrededor de ocho variedades de esta legumbre) entre otros productos.
Al respecto de los garbanzos, es conocido en España un refrán que dice “por un garbanzo no se descompone la olla”. El significado de esta frase, siguiendo la Centro Virtual Cervantes, es que da a entender que la actitud o la opinión de alguien no es suficiente para cambiar lo decidido por la mayoría.
http://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59326&Lng=0
Links.
I Exposición de Castilla y León en la Argentina
http://www.emprendedoresnews.com/agenda/i-exposicion-de-castilla-y-leon-en-la-argentina.html
Arranca una exposición sobre Castilla y León
http://edant.clarin.com/diario/2007/11/17/laciudad/h-06802.htm
Una memoria viva de los inmigrantes españoles
http://edant.clarin.com/diario/2007/11/22/sociedad/s-04101.htm
"Conoce Castilla y León" en el Hotel Museo de los Inmigrantes
http://www.laurdimbre.com.ar/cultura/cu-0092.php
lunes, 2 de febrero de 2015
El Húsar.
El Húsar – Arturo Pérez-Reverte.
Caminando por una feria de libros usados y nuevos, una vez encontré éste ejemplar, el cual me llamó la atención el gráfico de la portada. Por supuesto que me atrajo la imagen por lo llamativa que es, claramente de militaría, sumado al nombre “El húsar”, me pareció que podía resultar un libro interesante. Lo levanté, vi su autor, del cual, ya había leído un libro y me había gustado, leí su contratapa, y decidí comprarlo. La imagen, primeramente pensé que se trataba de una pintura, alguna obra de arte conocida de la cual había tomado una parcialidad, no fue así, se trata de una imagen tomada de un banco de imagen, Gordon Press / Roger Violet (Imagen de cubierta).
La edición que adquirí es de la Editorial Alfaguara, cuya webpage es http://www.alfaguara.com/ Edición del año 2005. Se trata de una edición revisada por el autor, ya que como el mismo comienza con la anterior editorial no se llevó muy bien y le costó 20 años volver a tener los derechos.
La novela está escrita por Arturo Pérez-Reverte http://www.perezreverte.com Se trata la primera novela de este autor, escrita en 1983. Realmente me gustó mucho, es un lenguaje simple y llano, pero rico en vocabulario. La novela es breve y se lee rápido. Las descripciones que hace de los lugares, las situaciones, la mayoría de ellas son situaciones comunes, las escenas de combate, la marcha y el panorama del campo de batalla, “del terreno”, están muy bien logradas, al menos para tratarse de una batalla ficticia, me pareció que se ajusta para agrado (o desagrado) del lector, es decir, cumple con su cometido.
El argumento gira en torno a un oficial de húsares franceses, de 19 años, que llega con ideas de grandeza y de gloria, pero sin ninguna experiencia en la guerra. Está recreada en algún momento de la invasión de Napoleón a España, donde el ejército Francés lucha contra campesinos y guerrilleros.
El relato transcurre desde que joven oficial llega hasta que finalmente entra en combate y conoce lo que verdaderamente significa la guerra, horror y sufrimiento.
En lo personal, me gustó mucho más esta primera narración de la que realiza en “La sombra del Águila”, pero estimo que son solo gusto y pareceres. Si tengo que recomendar este autor, primeramente recomiendo este texto y no el otro. También tengo pendiente dos títulos más, recomendados y de los cuales me llaman la atención que son “El club Dumas” y “La tabla de Flandes”.
A continuación voy a transcribir un fragmento que me llamó la atención y me pareció interesante y dice:
Vocabulario:
Caminando por una feria de libros usados y nuevos, una vez encontré éste ejemplar, el cual me llamó la atención el gráfico de la portada. Por supuesto que me atrajo la imagen por lo llamativa que es, claramente de militaría, sumado al nombre “El húsar”, me pareció que podía resultar un libro interesante. Lo levanté, vi su autor, del cual, ya había leído un libro y me había gustado, leí su contratapa, y decidí comprarlo. La imagen, primeramente pensé que se trataba de una pintura, alguna obra de arte conocida de la cual había tomado una parcialidad, no fue así, se trata de una imagen tomada de un banco de imagen, Gordon Press / Roger Violet (Imagen de cubierta).
La edición que adquirí es de la Editorial Alfaguara, cuya webpage es http://www.alfaguara.com/ Edición del año 2005. Se trata de una edición revisada por el autor, ya que como el mismo comienza con la anterior editorial no se llevó muy bien y le costó 20 años volver a tener los derechos.
La novela está escrita por Arturo Pérez-Reverte http://www.perezreverte.com Se trata la primera novela de este autor, escrita en 1983. Realmente me gustó mucho, es un lenguaje simple y llano, pero rico en vocabulario. La novela es breve y se lee rápido. Las descripciones que hace de los lugares, las situaciones, la mayoría de ellas son situaciones comunes, las escenas de combate, la marcha y el panorama del campo de batalla, “del terreno”, están muy bien logradas, al menos para tratarse de una batalla ficticia, me pareció que se ajusta para agrado (o desagrado) del lector, es decir, cumple con su cometido.
El argumento gira en torno a un oficial de húsares franceses, de 19 años, que llega con ideas de grandeza y de gloria, pero sin ninguna experiencia en la guerra. Está recreada en algún momento de la invasión de Napoleón a España, donde el ejército Francés lucha contra campesinos y guerrilleros.
El relato transcurre desde que joven oficial llega hasta que finalmente entra en combate y conoce lo que verdaderamente significa la guerra, horror y sufrimiento.
En lo personal, me gustó mucho más esta primera narración de la que realiza en “La sombra del Águila”, pero estimo que son solo gusto y pareceres. Si tengo que recomendar este autor, primeramente recomiendo este texto y no el otro. También tengo pendiente dos títulos más, recomendados y de los cuales me llaman la atención que son “El club Dumas” y “La tabla de Flandes”.
A continuación voy a transcribir un fragmento que me llamó la atención y me pareció interesante y dice:
“Miró el caballo de De Bourmont, que abrevaba junto al suyo, metido en la corriente del arroyo hasta los corvejones. Tenía una soberbia estampa, tordo rodado de crin larga y cola recortada, sin que las manchas de los cuartos traseros afearan su aspecto. La silla guarnecida con piel de leopardo era de singular belleza; húngara, como casi todo el equipo de los húsares: silla de montar, botas, uniformes… Incluso el término húsar procedía de aquél paísAlguien le había contado una vez a Frederic que provenía de las palabras husz, que significaba cien, y ar, renta. Desde siglo atrás, cada propietario de tierras tenía la obligación de Hungría de proporcionar a su señor un hombre equipado y un caballo para la guerra, por cada cien habitantes de su feudo. Ése había sido el origen de la legendaria caballería ligera cuyo estilo y tradiciones habían sido adoptados por los ejércitos de casi todos los países de Europa”. (pág.105)
Vocabulario:
furriel. (De fourrier).
1. m. Mil. Cabo que tiene a su cargo la distribución de suministros de determinadas unidades, así como el nombramiento del personal destinado al servicio de la tropa correspondiente.
2. m. En las caballerizas reales, oficial que cuidaba de las cobranzas y paga de la gente que servía en ellas, y también de las provisiones de paja y cebada.
tunante. (Del ant. part. act. de tunar).
1. adj. Pícaro, bribón, taimado.
2. adj. desus. Que tuna.
tensino.
1. adj. Natural del valle de Tena.
2. adj. Perteneciente o relativo a esta región de la provincia de Huesca, en España.
dormán.
1. m. dolmán
dolmán. (Del fr. dolman, y este del húngaro dolmány).
1. m. Chaqueta de uniforme con adornos de alamares y vueltas de piel, usada por ciertos cuerpos de tropa, principalmente los húsares.
belfo.
1. adj. Dicho de una persona: Que tiene más grueso el labio inferior, como suelen tenerlo los caballos.
2. m. Cada uno de los dos labios del caballo y de otros animales.
3. m. Cada uno de los dos labios del hombre, especialmente el inferior, cuando son muy abultados.
tintinear.
1. intr. tintinar.
tintinar. (Del lat. tintinnāre).
1. intr. Producir el sonido especial del tintín.
vitualla. (Del lat. tardío victualĭa, víveres).
1. f. Conjunto de cosas necesarias para la comida, especialmente en los ejércitos.
2. f. coloq. Abundancia de comida, y sobre todo de menestra o verdura.
pitanzas. (Del fr. pitance).
1. f. Distribución que se hace diariamente de algo, ya sea comestible o pecuniario.
2. f. Ración de comida que se distribuye a quienes viven en comunidad o a los pobres.
3. f. coloq. Alimento cotidiano.
4. f. coloq. Precio o estipendio que se da por una cosa.
jofaina. (Cf. aljofaina).
1. f. Vasija en forma de taza, de gran diámetro y poca profundidad, que sirve principalmente para lavarse la cara y las manos.
arzón. (Del b. lat. arcĭo, -ōnis, y este der. del lat. arcus 'arco').
1. m. Parte delantera o trasera que une los dos brazos longitudinales del fuste de una silla de montar.
abigarrado/a. (Del part. de abigarrar).
1. adj. De varios colores, mal combinados.
2. adj. Heterogéneo, reunido sin concierto. Un extraño y abigarrado libro. Una multitud abigarrada.
piafó. (De or. inc.).
1. intr. Dicho del caballo: Alzar ya una mano, ya otra, dejándolas caer con fuerza y rapidez casi en el mismo sitio de donde las levantó.
cureña. (De curueña).
1. f. Armazón compuesta de dos gualderas fuertemente unidas por medio de teleras y pasadores, colocadas sobre ruedas o sobre correderas, y en la cual se monta el cañón de artillería.
2. f. En las fábricas de fusiles, pieza de nogal en basto, trazada para hacer la caja de un fusil.
3. f. Palo de la ballesta.
tagarnina. (Del ár. hisp. taqarnína, este del berb. *taqarnina, este del mozár. *karlína, y este der. del lat. cardus).
1. f. cardillo1.
2. f. fest. coloq. Cigarro puro muy malo.
corros. (Quizá del lat. cŭrrus, carro; cf. corral).
1. m. Cerco que forma la gente para hablar, para solazarse, etc.
2. m. Espacio que incluye.
3. m. Espacio circular o casi circular.
4. m. Juego de niñas que forman un círculo, cogidas de las manos, y cantan dando vueltas en derredor.
caporal. (Del it. caporale).
1. adj. ant. Dicho especialmente de un viento: capital (‖ principal).
2. m. Hombre que hace de cabeza de alguna gente y la manda.
3. m. Hombre que tiene a su cargo el ganado que se emplea en la labranza.
4. m. Mil. cabo de escuadra.
5. m. Am. Capataz de una estancia de ganado.
finta.
(Quizá del port. finta).
1. f. Tributo que se pagaba al príncipe, de los frutos de la hacienda de cada súbdito, en caso de grave necesidad.
(Del it. finta, ficción).
1. f. Ademán o amago que se hace con intención de engañar a alguien.
2. f. Esgr. Amago de golpe para tocar con otro. Se hace para engañar al contrario, que acude a parar el primer golpe.
barboquejo. (De barbiquejo).
1. m. Cinta o correa que sujeta una prenda de cabeza por debajo de la barbilla.
chumbera. (De chumbo).
1. f. higuera chumba.
redaños. (De red).
1. m. Anat. mesenterio.
2. m. pl. Fuerzas, bríos, valor.
roturar.
1. tr. Arar o labrar por primera vez las tierras eriales o los montes descuajados, para ponerlos en cultivo.
barahúnda. (De or. inc.; cf. port. barafunda y fr. baragouin).
1. f. Ruido y confusión grandes.
desarzonar.
1. tr. Hacer violentamente que el jinete salga de la silla.
bocajarro. a ~.
1. (De a boca de jarro). loc. adv. Dicho de disparar un arma de fuego: A quemarropa, desde muy cerca.
2. loc. adv. De improviso, inopinadamente, sin preparación ninguna.
cerviz. (Del lat. cervix, -īcis).
1. f. Parte dorsal del cuello, que en el hombre y en la mayoría de los mamíferos consta de siete vértebras, de varios músculos y de la piel.
cerril. (De cerro, elevación de tierra menor que el monte).
1. adj. Dicho de un terreno: Áspero y escabroso.
2. adj. Dicho del ganado mular, caballar o vacuno: No domado.
3. adj. Dicho de una persona: Que se obstina en una actitud o parecer, sin admitir trato ni razonamiento.
4. adj. coloq. Grosero, tosco, rústico.
roquedal.
1. m. Lugar abundante en rocas.
tonsura. (Del lat. tonsūra, de tonsum, supino de tondēre, trasquilar, cortar el pelo).
1. f. Acción y efecto de tonsurar.
2. f. Rel. Porción tonsurada de la cabeza, ordinariamente de forma circular.
3. f. Rel. Rito preparatorio que precedía a la recepción de las antiguas órdenes.
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