Reuniendo Letras: Caminata 7,7km. 97min. EcoParque. Observación de aves. (I)

Caminata con objetivo cumplido. Esta caminata, o mejor dicho, parte de la caminata la realicé en el EcoParque. Y generé mapa de recorrido. La idea era subir el recorrido a Wikiloc, por lo que generé 3 recorridos dentro del mismo predio. Uno de ida, uno de vuelta, y uno tercero dándole la vuelta al lago interno que posee el lugar. Y se me ocurrió, subir los 3 recorridos marcados, en tres partes distintas, a pesar de haberlos completados todos el mismo día y en el mismo momento.

Av. Santa Fe.

La idea era subir el recorrido a Wikiloc. Y es lo que hice, por el siguiente link https://es.wikiloc.com/rutas-observacion-de-aves/observacion-de-aves-en-ecoparque-1-palermo-caba-80037045 Se trata de una buena web/app para buscar y conocer recorridos, pero aquí, en este país, es bastante desaprovechada si se tiene en cuenta su sentido. Se me ocurre comparar con lo que sucede en España por ejemplo, los usuarios suben cantidad de recorridos, con explicaciones, fotos del lugar, comentarios y otros usuarios los utilizan y además los valoran, en tanto que en Argentina, se suben muchos recorridos, vacíos, sin fotos (cuando no son autofotos), sin valoraciones, sin explicaciones y si las hay son tres líneas y nada más, y se da el caso, de recorridos incoherentes, personas que en quince minutos realizan seis kilómetros caminando ¿cómo es posible? simplemente porque lo cargan mal (adrede o por lelos) y esto pasa mucho. ¿Hasta qué punto funciona el sistema de puntaje y relevancia?, descontando a los usuarios premiun, es difícil saberlo, por estos lugares parece que abunda el contenido básico.

Crucé parte de la medialuna que se forma en Plaza Italia e ingresé en el EcoParque, uno de los espacios verdes donde se pueden ver aves. En cualquier plaza se pueden ver aves, por la calle misma se las puede ver, pero en determinados espacios hay mayor concentración y variedad. Este es uno de esos lugares. Y así fue como ni bien ingresé, apareció la primera de las aves fotografías, un hornero (Furnarius rufus),(1) enganchado en el preciso momento que engullía un insecto tomado del suelo.

Hornero (Furnarius rufus).

Continué caminando por el parque, hay mucho “pastos altos”, reflejan la zona de pastizales que hubo en la región antes de las urbanizaciones y las tierras cultivables, como visitante, es conveniente ir leyendo los carteles, explicativos y breves.

Más adelante, apareció un ave que tenía toda la pinta de ser un pato criollo (Cairina moschata),(2) también conocido como pato negro. Es de lo más común ver estas aves en los lagos de Palermo, lo que me llamó la atención que no figura en el cartel indicador con las 39 aves que se pueden observar ¿lo han discriminado? Su primo de la misma familia, el pato barcino, si figura pero a este lo han dejado afuera del cartel junto con los flamencos y los pavos reales, entre otras aves.

Pato criollo (Cairina moschata).

Tomé por el Sendero Selva en Galería, (3)(4) que es el que bordea el Lago Darwin por el lado izquierdo (caminando desde el punto de ingreso al EcoParque). Por ese camino le tomé fotos a una pareja estable de palomas torcazas (Zenaida auriculata),(5) aunque en otros países las conoce más como tórtolas, que posaban sobre una rama, hasta que decidieron descender de la misma.

Palomas torcazas (Zenaida auriculata).

Un cartel indicaba entre otros puntos, que más adelante se encontraba el puente de las garzas y el avistaje de aves. Continué avanzando.

Sobre una rama, pude ver un tordo renegrido (Molothrus bonariensis),(6) no le veía la cabeza que se la tapaba otra rama, y además no me podía acercar, no había camino, igual le tomé foto y salió lo que salió.

Tordo renegrido (Molothrus bonariensis).

Y luego otro hornero (Furnarius rufus), ave abundante y amigable, se acercan a los humanos hasta poco metros, uno o dos, sin temor, y esto se puede detectar en su alimentación, mayormente insectos, y los humanos no andan repartiendo insectos, difícilmente coman alguna semilla o restos de comida de humanos, y sin embargo, no son aves ariscas que disparan frente a la presencia de humanos.

Hornero (Furnarius rufus).

Más adelante, y más cerca de la gente, nótese los pocos centímetros que separaban su andar del banco donde había personas sentadas, un zorzal colorado (Turdus rufiventris),(7) Estos zorzales pueden llegar a vivir unos 30 años. existe una regla que establece lo siguiente “cuanto más grande es el ave, más tiempo vive”.

Zorzal colorado (Turdus rufiventris).

Pasé, fotografiando, la pajarera que supo ser pabellón de loros, de estilo morisco, donada por el gobierno español, hoy ya sin aves encerradas. Enfrente hay un estanque circular cercado, cubierto con un manto de plantas acuáticas. En ese lugar, cuando no hay gente alrededor ni cerca, desde la distancia se pueden ver benteveos que se arrojan hacia el estanque en modo ataque para capturar su alimento, insectos sobre las plantas o sobre el agua. Se dio el caso, que pude observar a uno de estos benteveos (Pitangus sulphuratus),(8) zambullirse en el estanque. Tiene la costumbre que al momento de la salida hacen como una curva y regresan por donde vinieron.

Estanque.

Benteveo (Pitangus sulphuratus).

Llegué a un carel interesante, el que enumera, con nombre e imagen, las aves que podemos encontrar y visualizar. Es interesante saber un par de cosas, en ese cartel figuran las aves más conocidas, pero no todas las que uno puede llegar a ver. Por ejemplo, personalmente no las he visto todas, pero en otras visitas sí he visto un par que no figuran allí, por ejemplo un churrinche, aunque no lo pude fotografiar porque son pequeños, rápidos y andan en las copas altas de los árboles, pero son fácil de distinguir por su color rojo. También en el cartel figura el cardenal, aunque no la cardenilla, que son muy similares y se los suele ver. Estos dos se diferencian por el tamaño y sobre todo por el copete. Figuran tres especies de palomas, pero se nota la ausencia de la torcacita. De entre las aves grandes, estarían faltando los flamencos, el pavo real y el pato criollo. Hay que tener en cuenta que, si bien, es un espacio acotado, no deja de ser dinámico, las aves van y viene, algunas simplemente son migratorias, pero otras, pueden encontrar un buen sitio para asentarse y simplemente, llegan y se quedan.

Continué caminando y vi un gorrión (Passer domesticus).(9) Estaba posada sobre una rama, y, por la tonalidad de las plumas, se trataba de una hembra de gorrión, que tomó vuelo, y le tomé foto. Estas pequeñas aves fueron perseguidas en China durante tres años a partir de 1958 (10) matando a millones de ellas, en tanto que en Sudáfrica entre 1965 y 1969 se las homenajeó en la moneda de 1 centavo. (11) Aquí en Argentina, como verán en el cartel de las aves, la denominan “ave exótica”, porque fue introducida hace 150 años. Es decir, supongamos una generación de gorriones por año, o, a lo sumo cada dos años, es un simple ejemplo, hablamos de entre 75 y 150 “generaciones de gorriones” y aun así, los ambientalistas y naturalistas, la catalogan como exótica, los mismos que seguramente son originarios con una ascendencia pre-colombina y no hijos de inmigrantes de hace tres o cuatro generaciones. Ironía al margen, la idea de fondo es sencilla ¿cuál es el sentido de catalogar como exótica un ave que se adaptó perfectamente al ambiente durante más de 150 años? ¿dónde está el límite entre exótica y aquellas que no lo son? y ¿cuál es el sentido de tildar a un ave como “exótica” cuando ya está plenamente adaptada al medio? ¿se la estaría estigmatizando? ¿o realmente hay un interés “informativo” y algún otro interés que se me escapa que hace necesario tildarla de “ave exótica”?

Gorrión (Passer domesticus).

Seguí caminando, y vi otro benteveo (Pitangus sulphuratus) posado sobre la rama de un árbol, con el pecho al sol.

Benteveo (Pitangus sulphuratus).

Benteveo (Pitangus sulphuratus)

Otro pato criollo (Cairina moschata), descansaba a la sombra. Los que se encuentran en el EcoParque, parecieran pertenecer a la subespecie doméstica, Cairina moschata domestica. (12)

Pato criollo (Cairina moschata domestica).

Vi algo que me llamó la atención, que me pareció muy positivo, y la pregunta que me nace es ¿por qué no lo replican en todos los parques y espacios verdes públicos? Un par de colmenas para favorecer el rol de las polinizadoras.

Cartel. Abejas.

Colmenas.

Un cartel más con información del ceibo, acompañado de la imagen de un colibrí. Muchos carteles muestran la relación vegetal-ave, la relación existente entre ambas especies que se trate, dentro de la naturaleza.

En una edificación del antiguo zoológico, que aun están refaccionado, con todas las ventanas/puertas tapadas con carteles, encima de una columna, estaba posada una paloma doméstica (Columba livia),(13) parecería ser un pichón en sus primera etapa cuando ya se vale por sí mismo pero aun no está bien conformado tanto en estructura como en plumaje.

Paloma doméstica (Columba livia).

Otro cartel que refiere a las aves.

Y hablando de aves rapaces, enganché una volando en la altura, pero muy lejos para la potencia de mi teléfono, no obstante, le tomé un par de fotos. Parecía ser un carancho (Caracara plancus),(14) por las formas y colores de las alas, sobre todo la mancha blanca en cada una de las alas.

Ave rapáz.

Luego aparece otra de las aves grandes, de las que quedaron del antiguo zoológico, el ñandú, pero no sabría decir con precisión a cual de las dos especies pertenece. En Argentina, el ñandú estuvo representado en la moneda de 1 centavo de austral emitidas entre 1985 y 1987.(15) Duró poco (por su valor) pero quedó en el recuerdo. En Uruguay, han representado al ñandú en la moneda de 5 pesos uruguayos emitidos entre 2011 y 2019.(16) En Perú, se emitió en 2018 una moneda conmemorativa de 1 sol, con la imagen de un ñandú de Darwin (Rhea pennata). (17) Todo un honor para el ñandú haber obtenido un lugar en las monedas de tres países sudamericanos. Ahí mismo, justo al lado del corral donde tienen al ñandú en el EcoParque, también han pintado su cabeza a modo mural temporal en una valla.

Ñandú.

Ñandúes.

Mural. Ñandú.

Monedas que contienen la imagen de un Ñandú.

https://www.youtube.com/watch?v=MEMhq_uMNJM

Cuando me iba de este sector, llegando al final, aun sin salirme, sobre el alambre que delimitaba el corral de camélidos sudamericanos y ñandúes, logro ver posado otro gorrión (Passer domesticus), esta vez, se trataba de un macho, al ratito se sumaron dos gorriones más, y segundo más tarde se fueron. Los tenía a contraluz, por tanto las fotos salieron oscurecidas.

Gorrión (Passer domesticus).

Luego aparece un mirador, con entrada y salida de una pasarela, y asientos para descansar. Desde allí, a la distancia, se pueden ver los flamencos. Estos son de la especie conocida como flamenco austral o flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis),(18) Lamentablemente esta especie se encuentra catalogada como Casi Amenazada en la lista roja de especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Son ves de tamaño grande, y muy vistosas, de plumas con colores característicos que van entre el blanco, el rosado y el anaranjado. El color de las plumas se debe a la presencia de pigmentos en los organismos que ingieren, suena raro, pero parece ser así según la ciencia. Lo raro es pensar en esos “organismos que ingieren” que al parecer se encuentran y se reproducen, en las mismas aguas, sean de la Patagonia Austral chileno-argentina, como en la zona norte del país, como en el mismo EcoParque, pensemos que donde están ahora no es donde estaban hace unos cinco o diez años, que era en un sector del Lago Darwin, pero al parecer, ese mismo alimento de pequeños insectos, invertebrados y vegetales acuáticos, es el que les proporciona los colores a sus plumas.

Mirador.

Flamenco austral (Phoenicopterus chilensis).

Después pasé por otra pajarera, gigante, la estructura que se utilizaba como condorera. Por suerte ya no quedan cóndores allí (al menos, enjaulados para exhibición). Estaban refaccionando, y la parte inferior estaba bloqueada, ya veremos que hacen con ella.

Antes de finalizar este recorrido, con avistamiento de aves, por el EcoParque, me detuve y tomé foto, de un pedestal roto, arruinado y vacío. Realmente una pena. Allí falta el busto. Y falta un buen mantenimiento. Se trata de un monumento a Guillermo Enrique Hudson (1841-1924). Naturalista y escritor. Primer socio de la Sociedad Ornitológica del Plata. Se puede escribir mucho sobre esta persona, baste hacer una búsqueda sencilla por la web para enterarse, yo mismo he leído y comentado uno de sus libros en este mismo blog, y tengo pendiente varios más. Solo quería reflejar el estado de abandono y deterioro de ese monumento a un grande del pasado argentino, y hasta mundial, dado que su obra fue valorizada en el mundo antes que en la misma Argentina.

Un collage final con fotos de la última parte del recorrido. Al entrar te dicen “la salida en por la otra puerta”. Por mi parte hice caso omiso, llegué a la “otra puerta” cerré el recorrido con la app. Volví a habilitar un nuevo recorrido con la app. Y comencé el camino inverso (que quedará para otra crónica). Esta crónica de avistamiento de aves, queda concluida aquí.

Reuniendo Letras

miércoles, 4 de agosto de 2021

Caminata 7,7km. 97min. EcoParque. Observación de aves. (I)

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