domingo, 5 de agosto de 2018

Buenos Aires Celebra México y Ecuador.


Si ayer vinimos, ¿por qué no volver hoy también? Estamos cerca, así que pasada las 13hs llegamos, el evento daba comienzo a las 12hs. El día de hoy se llevó a cabo Buenos Aires Celebra México y Ecuador.
Llagamos, y comparado con el Bs As Celebra del día de ayer, este desbordó de gente, había mucha gente, pero cantidad, parecía un boliche, no se podía caminar. Para este evento se utilizaron dos cuadras, y así estaba lleno. Un lado para Ecuador y el otro para México. El hecho que había tanta gente, muestra que fue exitoso, y me pregunto ¿cómo es que llegó tanta gente? ¿se debe a importantes grupos de personas radicados en el país de estas dos colectividades? ¿se debe a una cuota de americanismo? ¿se debe a que era domingo y la gente se acercó conociendo la existencia del mismo? ¿sólo fue casualidad?
Hicimos una primera recorrida, pero solo pudimos ver con alguna dificultad los puestos ecuatorianos, ya que los mexicanos estaba completamente colapsados, había filas bastantes largas que se iban acomodando entre la gente que circulaba. Había unos cuando vendedores ambulantes de cosas dulces y también unos cuantos policías, que de momento hacían fila también para comprar alguna de las comidas.




Encontramos un puesto de los ecuatorianos que había una fila corta, tres antes que nosotros, así que para no perder tiempo en esperas, no pusimos ahí, sin saber que vendían, y por nombre no conocíamos, cuando nos acercamos vimos que la gente se llevaba un plato espeso y amarillento. Pedimos eso, se trataba de un plato llamado guatita. Es como un guiso de mondongo con papas acompañado de arroz, unas hojas de perejil, y lo que le da el color arena, parece una salsa a base de pasta de maní. Estaba rico. Y venía bien por el frío que hacía. Justo al lado del puesto había un espacio, así que nos ubicamos en un rincón, enseguida se fue llenando, varios de los que compraban ese plato, se refugiaban en ese pequeño espacio para comerlo tranquilo. En ese mismo puesto conocimos un nuevo postre, el llamado tres leches. Al principio, los mismos puesteros pedían formar una fila para hacer los pedidos, llegó un momento, que había tanta gente y esta se agolpaba, que decidieron atender tal como dijo uno de los del puesto “al estilo ecuatoriano”, así en total desorden, el que pedía lo atendían y había que agolparse para lograr comprar entre todos los presentes.


El espectáculo había comenzado. Para este momento ya se estaban presentando los diversos show en el escenario. Es de destacar que había mucha gente vestida con ropas tradicionales.  En realidad era ropa de ocasión, posiblemente  tradicional, pero ¿de qué lugar específico? ¿y tradicional de que sector de la sociedad? No importa, lo cierto es que existía esa diversidad y se hacía notar, basta ver desde las personas que realizaban los show en el escenario, las personas que vendían en los puestos, otras personas que andaban caminando y se paraban a conversar y sacarse fotos con los asistentes al eventos (entre ellos gente común, noteros, fotógrafos, etc…) y hasta una vendedora ambulantes (o quizás no tanto) pero una vendedora en la vereda estaba vestida para la ocasión con vestimenta diferenciada claramente de ocasión. Y también había una estatua viviente, al menos vi una, un chapulín colorado sonriente, me llamó la atención el extenso tubo que tenía para depositar el dinero, alto, de tal manera que resultaba más cómodo para quien depositaba el dinero, más cómodo para él si lo tenía que levantar estando encima de la tarima, más difícil para una mano-larga si deseaba tomar algo que no le pertenece, primera vez que veo un dispositivo así, parecían tres latas juntas soldadas o unidad con cinta.






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