lunes, 15 de septiembre de 2014

Taxista desatento.

Como curiosidad, cierta vez allá por el año 2007, a punto de cruzar caminando la Avenida Coronel Díaz, un turista, con su pareja, la cual llevaba un cochecito con un bebé en su interior, hace señas a un taxi para tomarlo, el taxi para, el taxista abre la puerta trasera del auto, el turista como que se agacha, no para entrar, asoma la cabeza, y habrán sido dos segundos, cierra la puerta y dice, con acento característico de algún lugar, "No, otro, no, no, otro". Ya para mis adentros me estaba preguntando que habrá sucedido. El taxista se inclina y vuelve abrir la puerta y le pregunta ¿por qué no?, el turista lo ignora con un gesto y vuelve a repetir "no, no, otro", en ese mismo momento hace señas a otro taxi que aún no había cruzado, de hecho mirando lo que sucedía yo no había cruzado. El otro taxi al que le hace señas, también para, y taxista anterior cierra la puerta luego de repetir otra vez ¿por qué no?, el nuevo taxi para, ve a la mujer y le pregunta al turista ¿el coche lo pones atrás o adelante? el turista responde en cualquier lado está bien, y el taxista comienza a mover el asiento.

Como tercero observador no puedo conocer la causa de la negativa del turista al primer taxi, pero intuyo que fue a desatención de mover el asiento para el cochecito del bebé, el primer taxista le fue indiferente la situación, y creo que el turista espera un gesto, fue lo único que note en diferencias, de hecho el primer taxi era mejor auto que el segundo, este último ni siquiera tenía apoya-cabeza delantero (cuando son obligatorios) pero el chofer fue más amable con el turista al que le dio la atención en lo concerniente al cochecito.

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