sábado, 24 de julio de 2021

Caminata 3,61km. 42min. Hamparte-Dislogio.


Caminata con objetivo no cumplido. No tengo nada para escribir de la salida. No tomé fotos, ni me sucedió nada, ni vi algo como para comentar. Como se ve en la captura de la app, hoy apareció la posibilidad de unirse al desafío mensual próximo.

Para completar con algo más esta entrada al blog, voy a escribir algo, sobre algo publicado en la web, en lo que me vi reflejado, como tantos otros, injustamente tratado por una persona que en una generalidad incluyó a muchos, y me encuentro entre esos muchos. Tenía ganas de escribir algo al respecto, y hoy llegó el momento.

Antes de empezar, debo hacer una breve introducción para poner en tema en contexto. En la era de la Informática, dentro de la Internet, existen las Redes Sociales. Youtube es una de ellas. Los Yotubers son aquellos usuarios que suben videos (propios o ajenos). Luego están aquellos otros usuarios que entran a ver los videos. Entre estos otros están los que los miran anónimamente, y los que los miran registrando su propio usuario. A su vez, los usuarios pueden seguir a otros usuarios, en la modalidad de “suscriptor”, las palabras cambian de red a red, pero el sentido final es el mismo, lograr cierta fidelización de personas que miran los videos. Esto ha ido variando, en como se “vende” un producto, pero la esencia es la misma, ahora, hace 15, 50, 200 y hasta 1000 años, el producto se genera, se da a conocer, se trata de convencer al otro para vendérselo. Con mirar video no te lo están vendiendo (ni al video, ni al hecho de mirarlo), pero la relación comercial pasa por ahí, medio encubierta. Lo cierto, es que quien ofrece un video es para que se vea, y cuanto más se vea, mucho mejor.

En mi caso particular, soy Youtuber de los que suben videos para que se vean, pero que no los ve nadie, con suerte 15 visitas en años. Pero mi finalidad no es avocarme a los videos que propongo sino todo lo contrario, soy muy mirón de videos de Youtube desde hace varios años, veo videos clip musicales, cortos, películas, videos de humor, videos de bloopers, videos de programas antiguos, videos que me interesan por tal o cual razón, videos de animales, videos de ciencia, videos de conferencias, videos de arte, y todo aquellos videos que me generen un interés. No suelo seguir a muchos Youtubers, estoy suscripto a muy pocos. Más que nada algunos referidos a la ciencia, en la disciplina de la astrofísica y no mucho más.

Aquí viene el punto. Estoy suscripto como seguidor de un Youtuber que realiza videos relacionados con arte. Hay algo en este personaje de los videos que me llama la atención, tal vez su apariencia y gestos, la forma que tiene de realizar los comentarios, la manera en que edita sus videos, algunos toques de humor (generados consciente o inconscientemente), algún sustento teórico, temas que toca, el vaivén en los contenidos (actualidad-historia), etc… Se trata de un artista español de nombre Antonio García Villarán cuyo link a sus videos es https://www.youtube.com/c/AntonioGarc%C3%ADaVillar%C3%A1n/videos Ahora bien, no soy un fans, no soy un fanático ni del artista ni de sus videos, simplemente entro a ver cada tanto, elijo de la tanda que va ofreciendo los que me llaman la atención por algo (título, imagen, tema,etc…), si alguno me aburre, lo cancelo y sigo por otro, en ocasiones salto a otro canal y sigo con otro Youtubers, muchas veces cuestiono lo que dice/lo que planteo para mis adentros (o se lo manifiesto a la persona con quien estoy mirando el video) porque no coincido, otras veces completo algo que considero que le falta, otra veces me sorprendo con cosas que muestra, en otras ocasiones aprendo sobre cosas nuevas y desconocidas para mí, hay veces que me saca alguna carcajada, y otras veces me aburre, etc… Esto me pasa con muchos videos de Youtubers o Instagramers, y supongo que es lo mismo que le sucede a otras personas en otras redes sociales, personas que tienen la suficiente libertad de poder elegir que ver y que no, personas que tienen un pensamiento propio de a que adherir y a que no, personas con voluntad propia… que por supuesto tiene algunos límites y/o márgenes difusos sobre todo en lo comercial, los algoritmos con los que trabaja el marketing digital y cuestiones más profundas y complejas que nos afectan a todos en este sistema en el que vivimos. Hay personas que piensan por sí mismas y otras personas que se dejan llevan o captar por determinados discursos sin pensarlo previamente. Los casos extremos serían las sectas, o movimientos extremistas, pero Youtube está lejos de ellos, más que nada buscan la captación del destinatario con la finalidad de fidelización para obtener más visitas/vistas. En definitiva, creería que la mayoría mira los videos por voluntad propia y no por voluntad viciada.

Aquí debo hacer una salvedad. Los Youtubers podría diferenciarlos en dos grupos, uno de esos grupos estaría conformado por Youtubers intrascendentes como mi caso, que suben esporádicamente un video, casi sin edición (a lo sumo un cortar y pegar), en crudo, sienten la necesidad de mostrar algo por la razón que fuere y lo hacen y no les importa mucho, ni esperan demasiado, y creo que son la mayoría de los que conforman esta red social. Por otro lado, está el otro grupo, conformado por Youtubers de carácter “profesional”, que lo toman como un oficio y/o actividad, que le dedican tiempo, que invierten en videos, cámaras, luces, micrófonos, que crean un guión, que editan mucho, que invierten muchas horas de trabajo, que en ocasiones trabajan en dúos o en grupos, que estudian el mercado, es decir, hacen un trabajo de ello, y por consiguiente buscan un beneficio económico, trabajan con marcas, buscan sponsor, explotan otros emprendimientos, se dan a conocer, publicitan, etc… es decir, ligan de manera comercial y persiguen el lucro. Algunos lo logran y otros no, pero todos se llevan la experiencia.

El caso de este artista Antonio García Villarán es que creó una palabra, hamparte, que digamos, no descolló por originalidad, mezcló hampa y arte, y allí englobó ciertas creaciones que no considera arte pero que algo son, y bajo ciertos presupuestos las considera hamparte. Aquí el video donde elabora el concepto. 

https://www.youtube.com/watch?v=XHtfmngQ7aA

El video data del año 2018, y ha incomodado a muchos. Y se han venido las críticas. Que no tiene sustento, que es muy superficial, etc… Esto dicho a vuelo de pájaro, para entender las críticas, hay que ir a leerlas. Y ya cada quien, como libre pensador, determinará qué posición asume, si va con los que sostienen que un punto color amarillo es arte, es digno de admiración, contemplación, estudio y vale millones o con los que sostienen que un punto amarillo, es algo simple, no merece mayor estudio, no hay que dedicarle mucho tiempo, y no vale ni diez centavos, es hamparte.

La cuestión no es el hamparte, ni me va ni me viene. Festejo que haya debate, festejo que haya alguien que intente generar una nueva palabra, festejo el ímpetu por defenderla, festejo a los críticos y a la críticas a esa nueva existencia, festejo que al menos uno se indigne con ciertas “provocaciones” (a mí modo de ver) que produce el arte, festejo que alguien levante la vez de los que ven una pavada donde otros ven una millonada (tengan o no tengan razón/fundamentos).

El punto no es ni Villarán, ni sus videos, ni la palabra hamparte. El punto es una de esas críticas que recibió el Youtuber, pero no la crítica en sí, que me parece bien sostenida, la comparta o no, sino un aspecto dentro de esa crítica, los fragmentos en los que refiere a la generalidad, al público, el aspecto donde me sentí tocado y deseo contestar desde mi humilde blog.

La crítica se titula Dislogio a Antonio García Villarán y se encuentra en el siguiente link  https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-villaran/
Lo primero que hice, fue ver quien la escribió, y cuando fui a buscar al autor, resulta que ya no figura, al año 2021 el autor está como “Código Público. See author's posts.

https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

Código Público es la web donde se encuentra el texto. Y donde debería figurar el autor dice See author's posts. Que traducido sería Ver publicaciones del autor. Encima de eso figura quien colaboró con el texto, es decir, un “colaborador” pero que no es el autor, al menos el autor principal, podría ser un coautor, pero en ese caso se estila indicarlo como tal, un colaborador podría señalarse como de menor aporte que un coautor. Código Público tampoco lo es, se estila indicar de esa manera para líneas editoriales, generalmente en medios gráficos, que nadie firma y la editorial baja una línea. ¿Será un autor anónimo? No. En los comentarios se menciona un tal Carlos. Resta aclarar, que uno puede escribir con seudónimo, el pseudónimo protege la identidad hasta cierto punto, los pseudónimos suelen descubrirse más tarde que temprano, hace algunas décadas era muy común escribir con pseudónimos. Pero aquí había una autor, y había firmado como tal, así que fui a buscarlo a Archive.org y allí pude verlo.

https://web.archive.org/web/20190616005622/https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

https://web.archive.org/web/20190616005622/https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

 
El punto no es la palabra hamparte, ni su creación y defensa de la misma, ni tampoco los detractores ni la crítica a la misma. Todo lo cual me parece un lindo debate con final abierto, y ya veremos que la palabra se integra al lenguaje (en cualquiera de sus modalidades) o se desintegra con el paso del tiempo.

Lo que siguen son las 3 capturas con los fragmentos donde el autor ataca directamente al “público” del influencer, y como me siento (y soy) parte de ese público, me veo atacado, sin ton ni son, gratuitamente, como parte de este público que no está a la altura de este graduado, con postgrado y doctorando, que escribe.

https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/


Y para ser más específico, voy a citar los párrafos puntuales.

“Más bien es un batiburrillo de ideas, aforismos, reflexiones y ocurrencias deslavazadas que no ofrecen realmente ningún sustento teórico subscrito a deducciones lógicas. Más bien, sus “hallazgos” son lanzados a un público que no entiende de Arte, pero que tampoco tiene interés por el mundo del Arte y cuya única motivación es encontrar argumentos para justificar su pobreza cultural innata.”

“En definitiva, la propuesta de Antonio García Villarán es complaciente en el sentido de que da a al público lo que quiere oír y no lo que necesita
(…)
Del mismo modo el público de García Villarán da por ciertas premisas que no tienen validez alguna solamente porque lo ha dicho un videoblogger.”

“Lejos de ser una herramienta revolucionaria que desvela una oculta razón en la Historia del Arte, es un argumento fácil para congregar a todos aquellos, incluido Villarán, que no tienen una educación o gusto visual muy formado (punto crítico en la sociedad que vivimos hoy día). Y así, poder apoyarse en unos conceptos vacíos cuya única utilidad es la de generar una complicidad emocional entre el público y el atrofiamiento del pensamiento crítico de este influencer, que parece no haberle dedicado ni un minuto a la investigación o a la observación del estado de la cultura que acontece en el presente. El Hamparte no es que no exista, es que no puede (o debe) existir.”



En resumen, para esta persona graduada en Historia y Ciencias de la Música, yo pertenezco a un público que:
- no entiende de Arte;
- no tiene interés por el mundo del Arte;
- y cuya única motivación es encontrar argumentos para justificar su pobreza cultural innata;
- recibe lo que quiere oir;
- da por ciertas premisas sin validez solo porque las dijo una videoblogger:
- (recepciona un) argumento fácil para congregar a todos aquellos, incluido Villarán, que no tienen una educación o gusto visual muy formado;
- (que quiere) poder apoyarse en unos conceptos vacíos cuya única utilidad es la de generar una complicidad emocional;

El punto es, como una persona graduado en Historia y Ciencias de la Música, que ha realizado cursos de posgrado en Crítica y Argumentación Filosófica y actualmente realiza el doctorado en Filosofía y Ciencias del Lenguaje en la Universidad Autónoma de Madrid, se lanza a verter semejantes apreciaciones genéricas a todo un “público” de un influencer. 


Me empiezan a surgir miles y miles de preguntas para contestar semejante paparruchada ¿cómo conoce al “público” del influencer? ¿cómo determina que el “público” no conoce nada de arte? ¿Cómo determina que el “público” no tiene interés por el arte? ¿cómo puede aseverar que el “público” da por sentado ciertas premisas? Y además ¿cómo determina que el “público” da por sentado ciertas premisas “solo” porque las dijo un videoblogger? Podría continuar con las preguntas, pero mejor ir escribiendo algo más, que las preguntas irán surgiendo en la cabeza del lector.

Esta persona, graduada en Historia y Ciencias de la Música y su curriculum con más títulos, cuestiona la creación de palabra hamparte que no existe en la RAE. Titula su crítica con la palabra dislogio, una palabra que tampoco existe en la RAE.

https://dle.rae.es/hamparte

https://dle.rae.es/dislogio

Una simple búsqueda en la web, un googleo, devuelve 52700 resultados para la palabra hamparte y 355 resultados para la palabra dislogio. También he buscado la palabra en mi colección digital de 401 diccionarios y la palabra dislogio no aparece en ninguno de ellos.
La palabra “dislogio” no existe en el Diccionario de la Real Academia Española. No entiendo muy bien, y discúlpenme ya que pertenezco al “público” de Villarán. Pero me pregunto ¿el doctorando inventó una palabra? ¿o se trata de un tecnicismo muy específico de alguna disciplina?. Como se lo mire está mal, desde mi punto de vista, el doctorando está publicando a un “público” mundial, 7000 millones de personas pueden acceder y leer su texto crítico y utiliza una palabra que no existe o es demasiado técnica, que no aparece más de 400 veces en la web, la mitad de ellas referenciadas a su propio artículo. O bien… ¿está usando la ironía? ¿o está utilizando el sarcasmo?. ¿Estaría bien hacer eso? La ironía sería una burla fina y disimulada y el sarcasmo sería una burla sangrienta, colocar la palabra dislogio en alguno de esos dos sentidos no iría en consonancia con el sentido del texto, en defensa de los artistas… hampartistas según Villarán. La gente popular, como sería mi caso, por pertenecer al “público”, aplicaría un conocido refrán que dice No hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti.

https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

Lo siguiente que me planteo ¿es correcto “llegar a una conclusión”? ¿“podríamos”? o sea, el creador del término, publicas muchos videos sobre el tema, más aún, escribe un libro, y resulta que aparece un verdadero entendido y “llega a una conclusión” donde interpreta lo que dijo quien lo dijo. O sea, el que dijo A, evidentemente no sabía que dijo A, por eso, viene un tercero ajeno e interpreta lo que significa decir A, ya que su mismo emisor, claramente no sabe lo que está diciendo. Parece un poco soberbio. Este tipo de razonamiento, pareciera acercarse mucho a la falacia del hombre de paja (argumentum ad lógicam). El típico argumento hombre de paja es crear la ilusión de haber refutado o derrotado completamente la proposición de un oponente, mediante el reemplazo encubierto de la misma por una proposición diferente, y la subsiguiente refutación de ese falso argumento en lugar de atender a la proposición de su oponente.(1) ¿Está cuestionando lo que planteó Villarán o está cuestionando la conclusión a la que llegó el crítico interpretando lo que Villarán manifestó? Está atacando una posición radical y fácil, pero no el fondo de la cuestión, que es la esencia del mensaje.
Y además, habla en plural, englobando a un conjunto de personas, o sea, a todos, con el “podríamos” ¿consensuar? que “hamparte” es tal o cual cosa. No señor, usted tiene que hacerse cargo que usted llegó a esa conclusión, usted y su colaborador, pero no englobe al mundo entero, de la misma manera que engloba al “público” en todo un uno indivisible. ¿Estaríamos aquí frente a otro sesgo cognitivo? La falacia de la generalización apresurada,(2) donde el autor infiere una conclusión general a partir de una prueba insuficiente. Recuérdese que no lo hace como una pregunta ¿podríamos llegar a una conclusión? sino que lo hace de modo asertivo, podríamos llegar a una conclusión, pero ¿cuándo logró el consentimiento de los lectores donde le manifiestan que están de acuerdo en pensar de esa manera?, es imposible, pero al menos, ¿tiene una par de cartas de apoyo? ¿se basa en un muestrario de opiniones concordantes? ¿tiene una lista de adhesiones?. Se me ocurre un ejemplo burdo, pero que vale, si digo podríamos llegar a la conclusión que la Tierra es redonda, sería válido, porque tenemos muchos indicios que así la muestran, tenemos pruebas concretas que así la muestran… y tenemos a los terraplanistas que son una minoría. Esto se puede comprobar en muchos círculos donde se habla de la Tierra, ahora volvemos al caso, ¿dónde está esa mayoría o esos indicios que hacen coincidir, al menos, a los lectores del artículo, con ese “podríamos”?

https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

Ahora llegamos al primero de los párrafos donde el autor, directamente agravia al “público” de Villarán. Y claro, soy parte de ese público, y por tanto, me considero agraviado.  
Aquí vale recordar lo siguiente, quien escribió el artículo posee un posgrado en Crítica y Argumentación Filosófica y realiza un doctorado en Filosofía y Ciencias del Lenguaje. Es decir, no es un ingenuo, ni un medianero, está por encima de la media, sabe lo que escribe y lo hace con voluntad y el supuesto acervo de conocimientos que posee teniendo en cuenta sus estudios.
Voy a dividir el párrafo en tres partes:
La primera, dice que Villarán lanza sus hallazgos a un público que no entiende de Arte. Exactamente ¿qué es entender de Arte?.
Entender” es un verbo que posee 18 acepciones, y siendo que el autor es tan puntilloso, lo esperable sería que aclarase a cuál de las acepciones se refiere para que ningún lector caiga en error, ¿qué pasa si 18 lectores de su artículo lo leen tomando cada uno de ellos una acepción diferente para la palabra “entender”?.
Arte”, nótese que lo escribió en mayúsculas, eso significa que se refiere al arte como materia de estudio, al arte como disciplina científica. Aquí hay que hacer dos disquisiciones, una primera, para tomar al Arte como disciplina científica tenemos diversos ámbitos apropiados para ello, empezando por la Universidad, los colegios, las academias, los círculos, los grupos de estudio, etc… son ámbito donde se trabaja con dossiers, pappers, ponencias, publicaciones, etc… el lugar de encuentro son las revistas científicas, revistas literarias, vademecun, anales, etc… existen formas, existen reglas, se concibe una manera de escritura con citados especiales, es un mundo distinto del “común y corriente”. Conociendo esto, alguien puede esperar una devolución de carácter científico sobre el Arte en un Youtuber que realiza videos semanales de entre 10 y 15 minutos… si alguien está esperando eso, está en el lugar equivocado. Es cierto que la plataforma se puede utilizar para transmitir y divulgar conocimiento, es muy utilizada por Universidades de todo el mundo, pero cualquier persona, y mucho más, una con determinada base de estudios, debería saber marcar la línea divisoria entre el contenido de carácter científico de aquél que no lo es. Existe un llamado prejuicio cognitivo y consideración del futuro, donde se suele confundir aquello que deseamos que suceda con aquello que es previsible que suceda. Ahora bien, si Youtube como tal no es una plataforma para subir videos exclusivamente de carácter científicos, y alguien que ingresa a ver videos de tal Youtuber espera que sean todos ellos de carácter científico, ¿está o no está equivocado? ¿está deseando ver algo que es previsible que no suceda? Dado que lo previsible, es lo que sucede día tras día, cantidad de videos que no son de carácter científico, por tanto, también es previsible que el “público” vaya a ver arte, ya que no es un público que va a ver Arte ¿se entiende la diferencia?. Youtube no apunta a público de científicos interesados en ver contenido exclusivamente científico.
Otro punto ¿por qué el público debería entender de Arte? Esta pregunta tiene respuesta en la cabeza del autor, por eso determinó que el público no entiendo de Arte, pero ¿por qué debería? Acaso para ver o leer o escuchar Arte y arte es necesario “entender de Arte”. ¿Desde cuándo eso es así? Si ese razonamiento fuera correcto, sería un razonamiento elitista, solo una selección, la llamada “crema” podría ver Arte/arte y el resto no, por no “entender de arte”. Bastante de aristócrata, en tanto que la “chusma” a otra cosa. Pareciera que allí se para el autor del texto cuando señala “el público no entiende de Arte”.
Final para esta primera parte, ¿cómo llegó a la conclusión que el público no entiende de Arte? Estamos frente a un doctorando en ciencias del lenguaje, me intriga saber como logró determinar que el público no entiende ni tiene interés por el Arte, porque según entiendo, que eso lo logran los futurólogos, los astrólogos, los adivinos, los visionarios, los profetas, y todos aquellos englobados en las pseudociencias y en aquellas falsas creencias que existen, pero ¿cómo un estudiado y doctorando logra determinar concretamente un todo en ese público?. Hay por ahí dando vueltas otro sesgo, tal vez el de autoridad, pero ya volveré a él.
La segunda parte, dice que Villarán lanza sus hallazgos a un público que no tiene interés por el mundo del Arte. Este aspecto está relacionado con el anterior. Arte con mayúsculas refiere al arte como disciplina científica. Entonces puede ser que no todo el público esté interesado por el “mundo” del Arte, pero si es posible que todo el público o gran parte de él esté interesado por el “mundo” del “arte”. Nótese la palabra “mundo”, la coloco entre comillas, porque el mundo del Arte es menos que el mundo del arte, es decir, el mundo del Arte (el aspecto científico) es menor que el mundo del arte (todo lo demás que excede al exclusivo aspecto científico). Y ¿a qué mundo piensan que apunta Youtube? ¿al exclusivo o al general? Creo que apunta al general (que incluye el exclusivo), porque si solo se tratase de una plataforma para subir videos exclusivamente científicos (que las hay) asumiría otra forma, y ese público actual que tiene estaría en otra plataforma. Nuevamente hay una confusión (y/o sesgo) por parte del autor, al creer/suponer que todo el público debería ingresar a Youtube a interesarse por el Arte (científico) cuando lo previsible es que ese público entre a interesarse por el arte (genérico). Veámoslo de esta manera con un ejemplo ajeno a lo pictórico, pensemos en la música, es arte, hay cantidad de videos clip musicales, que tienen cantidad de reproducciones ¿deberían todos aquellos que van a ver y escuchar el video de una canción tener conocimientos avanzados de escritura musical, por ejemplo? o ¿es previsible que esa cantidad de personas que reproducen un video musical deseen hacerlo por otras motivaciones variadas como relajarse, divertirse, sentirse bien, o que le traen recuerdos, o le producen melancolía, o les sirven de motivación para algo, o desean ver al artista cantando o bailando, o ver una ambientación, o lo que fuere?
La tercera parte, dice que Villarán lanza sus hallazgos a un público cuya única motivación es encontrar argumentos para justificar su pobreza cultural innata. El autor sabe que el público que mira los videos de Villarán tiene “una única motivación” ¿cómo es posible que sepa eso? Miles, cientos de miles de visualizaciones, miles y miles de usuarios y todos ellos solo tienen una única motivación. Es inconcebible. Me recuerda las campañas políticas, cuando los candidatos, sin ningún tipo de vergüenza dicen “somos la única solución”, “nuestra propuesta es la única que ataca el problema” “esta es la única salida”, etc… cada vez que una persona utiliza el “único” en las ciencias sociales es porque está excluyendo a un montón más, es muy autoritario. Por supuesto, que hay excepciones, por ejemplo, uno podría decir, “el único presidente manco en el siglo XIX fue tal” pero se trata de un caso bien determinando y comprobable, pero aseverar que “la única motivación de un público de miles es” se trata de una mentira incomprobable, e irresponsablemente vertida en un texto, que se la puede dejar pasar a una persona común y corriente, pero aquí quien la vierte es un recibido universitario. Se me ocurren muchas motivaciones, basadas en la experiencia misma mía, y jamás se me cruzó por la cabeza que miraba los videos de Villarán para “encontrar argumentos para justificar su pobreza cultural innata.” Este es el segundo aspecto de este, literal agravio, a como lo veo yo. ¿Qué argumento se puede encontrar cuando uno mira y se ríe con los gestos que hace Villarán? ¿o cuando agarra el gato que se cruza de un lado a otro? ¿o cuando repite un gesto automático? ¿o cuando directamente pinta? ¿o cuando conversa con otro youtuber o participa con otra persona?. Dice el crítico de Villarán, “su pobreza cultural innata.” ¿Era necesario utilizar la palabra “innata”? el adjetivo innato nos cabe a todos, ¿o acaso el crítico nació sabiendo? ¿o ya estando en la cuna ostentaba su posgrado en no sé qué?. Creo que no se aplica, es una palabra demás, y pareciera que tiene un tinte peyorativo, como una extensión en el tiempo, un inculto innato que en 20, 30 o 40 años, no supo cultivar esa pobreza innata y por eso mira los videos de Villarán, claro que es un interpretación, porque no sé que quiso decir, y a como viene, no le veo nada bondadoso, más bien, por eso mismo, lo interpreto por el lado malicioso. Pero vamos a la “pobreza cultural”. Ya resulta aburrido preguntarse como un individuo con un posgrado en Crítica y Argumentación Filosófica “argumenta” de tal manera, realmente ¿eso es un argumento? El público de Villarán sufre “pobreza cultural”. Es complicado porque el concepto “pobreza cultural” es trabajado desde diferentes perspectivas, por ejemplo, la economía, la psicología, la educacional, etc… ¿Cómo es posible determinar que los miles de visitantes a los videos de Villarán sufren “pobreza cultural”? ¿y exactamente en que sentido la sufren? ¿No saber de arte es igual a pobreza cultural? ¿quién mide y bajo qué parámetros que es y que no es la “pobreza cultural”? Decirlo así, muy ligeramente, da para pensar cualquier cosa, básicamente que ese público es inculto. Se me ocurre pensar en individuos estudiados y expertos en ingeniería que se construyen un puente de 3km con los ojos cerrados, o individuos cirujanos que operan un corazón con los ojos cerrados, pero que no entienden nada de arte ¿sufren de “pobreza cultural”?, ahora pensemos en un licenciado en música que no conoce la historia musical de todos los pueblos de un determinado país ¿sufre de “pobreza cultural”?, es decir, sino tenemos el parámetro claro para determinar de que hablamos cuando hablamos de “pobreza cultural”, entonces, mejor ni mencionarlo. Parece surgir ese sesgo conocido como apelación a la autoridad (argumento ad verecundiam)(3) debido que quien escribe es graduado, con posgrado y cursando un doctorado entonces pareciera que con eso alcanza para determinar que todos los demás padecen “pobreza cultural”, rebajando a todas esas personas a la categoría de inculto o semi-culto o poco-cultos, que a nadie le gusta que así lo etiqueten, aún aquellas personas que realmente lo son, es aquí donde pareciera verse otro sesgo cognitivo, el conocidísimo Argumentum ad hominem(4) donde se pretende demostrar que algo es falso porque quien lo dice no tiene autoridad, si sos inculto, si sufrís de “pobreza cultural”, si no sabes nada de Arte, entonces ¿como podés pretender entender y/o analizar, criticar o cuestionar un video de Villarán? Es una manera de agredir a un grupo de personas de manera oculta, las (nos) desacredita gratuitamente. Básicamente subestima al público de Villarán, y lo hace de manera genérica, es decir, a “todo el público de Villarán”, infravalora a todo ese público que no conoce, y se para en el sesgo de autoridad. Cuando subestima e infravalora, lo que hace es despreciar, desprecia por igual a todo el público de Villarán ¿ese “despreciar” no es agresivo?

Esta persona que critica la creación del término “hamparte” escribe textual sobre Villarán “Nos habla siempre desde el pedestal del “Doctor en Bellas Artes” pero hemos de recordar que no todo lo que dice tiene el rigor suficiente.”.
Y ahora vale recordar que quien “critica” se presenta como graduado en Historia y Ciencias de la Música, que ha realizado cursos de posgrado en Crítica y Argumentación Filosófica y actualmente realiza el doctorado en Filosofía y Ciencias del Lenguaje.
Este graduado, con postgrado y cursando un doctorando, señala a todo el público de Villarán como individuos padecientes de “pobreza cultural”. Nótese que no dice ni a de su propio público. Cabe preguntarse ¿por qué? ¿qué sufre el público que lee el texto titulado “Dislogio a Antonio García Villarán”? Es increíble como guarda silencio sobre su propio público. Etiqueta al público ajeno pero se guarda decir algo de su propio público. Casos como el mío, que es público de Villarán y al mismo tiempo lee el dislogio del doctorando ¿qué sería? El “público” de ambos ¿sufrimos de “pobreza cultural”?.
Pareciera inferirse de este “razonamiento” forzado por el graduado, la presencia del sesgo conocido como apelación a la autoridad, toda vez que el sujeto se pone a la altura del “doctor en artes” siendo el un “doctorando” (es decir, todavía no es doctor). Ponerse a la altura, significa que busca con quien confrontar, y elige a quien dice tener un título de “doctor”, en tanto que los demás, el “público” de ese doctor no es capaz de comprender/criticar/cuestionar dado que sufre de “pobreza cultural”, es decir, un público inculto, por eso mismo lo desacredita. Este sesgo viene acompañado de otro sesgo, el sesgo de confirmación.(5) Alrededor de 400 años AC ya había sido descripto este sesgo por un historiador griego. Figura en Wikipedia lo siguiente “Tucídides escribió en “Historia de la Guerra del Peloponeso: «Pues los hombres tienen por costumbre (…) rechazar con razonamientos arbitrarios lo que no les gusta».” ¿qué diferencia encontramos aquí, en el año 2021, en lo que escribe esta persona sobre el “público” de Villarán? ¿acaso no estamos antes una formulación arbitraria y una aseveración sin criterio?.


https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

El segundo fragmento al que me referiré, dado que me atañe, porque habla del “público”, de manera genérica, sin precisar quien, y como soy parte de ese “público” me veo afectado.
Dice “En definitiva, la propuesta de Antonio García Villarán es complaciente en el sentido de que da al público lo que quiere oír y no lo que necesita” (…)
Las preguntas que surgen de manera inmediata son ¿qué es lo que el público necesita? ¿quién es este señor graduado y doctorando para determinar qué necesita y que no necesita el “público”?
Es volver sobre el sesgo cognitivo de autoridad, este señor, dicho en criollo “se la cree”, se para en un pedestal que no tiene y desde allí determina que necesita el “público” y que no. ¿Cómo es eso posible?. Esa  es la tarea de los censores. Los censuradores no tiene cabida en un sistema libre (o medianamente libre) donde cada quien publica lo que quiere y cada quien mira lo que quiere (siempre dentro de la ley). Si lo necesita o no lo necesita es asunto del público. El público ¿ha pedido el socorro de un individuo paternalista? No lo hizo. El público no necesita nadie que lo venga a “cuidar”. ¿Dónde encaja este comentario en la crítica al concepto de “hamparte”? En ninguna parte, el doctorando, tal vez falto de argumentos (o no, no lo sé) arremete contra el público. ¿Atacar al público de un videoblogger es un argumento? A mí me parece que no. Hay algo más, no hay novedad, después de años de existencia, que las redes sociales funcionan así, los grupos se unen porque “hay algo” que genera afinidad entre los individuos, si al público de Villarán le cae bien o muy bien su elaboración sobre el concepto de “hamparte” creado por él ¿cuál sería el problema?, si al público no le gustase, le reventaría el “No me gusta”. Podría ser el caso que Villarán encontró un público que se sentía disconforme con ciertas miradas y las concentró en el concepto de “hamparte”, tal vez, a diferencia de lo que dice el graduado y doctorando, existía una necesidad en parte del público en general del universo o puntualmente en el público de Villarán que este supo leer, y esa necesidad era lo que define el “hamparte”, y Villarán la supo ver, y tal vez no fue científicamente fundado al darle esa respuesta, pero al menos fue un vanguardista, que quizás otros defiendan y sostengan con más fuerza a futuro, pero esa mirada, en caso de ser cierta no pasa siquiera a los ojos del crítico graduado.
En la segunda parte del fragmento escribe “Del mismo modo el público de García Villarán da por ciertas premisas que no tienen validez alguna solamente porque lo ha dicho un videoblogger.
¿Es verdad esa afirmación? ¿En qué se basa? ¿tiene datos sobre los cuáles pararse? Si los tiene no los ha mostrado ni los ha mencionado. Si las premisas tiene o no tienen validez no es asunto del público, o si lo es, es justamente exclusivamente del público, y en un público diverso, dar por cierto o por no cierto, tiene que ser variable. Pero aquí el crítico da por sentado un público único que piensa todo por igual, algo que destierran de plano el primer cuatrimestre en cualquier universidad del  mundo occidental. “Solamente porque…” este tipo de aseveraciones dogmáticas e infundadas no deberían ser moneda corriente en los universitarios.
Pero aun así, se me ocurre pensar en los datos que tenemos a la vista, son dos números, se encuentran bajo el video que Villarán. Las dos cifras pertenecen al “público” de Villarán. El número de vistas del video, y el número de “me gusta” del video. 700.000 vistas y 50.000 me gustas (pongo números redondos). Eso hizo el “público”. De aquí se pueden hacer mil inferencias. Puedo pensar, por ejemplo, que un “me gusta” es afirmar mi conformidad con el video, y una vista, solo la vista, es decir, solo mirar el video, puede significar que me gustó, o que me generan ciertos repararos, o que no me gustó y no reacciono, o que no me gustó y me voy a ver otro, o que me es indiferente, o que me aburrió y prefiero otro tratamiento del mismo autor de contenido, etc… es decir, puede que haya 650.000 personas que vieron el video y no dieron por cierto las premisas formuladas. Este análisis es extensible a todos los videos de Villarán como a todos los videos de los Youtubers. En la mayoría de los casos “las vistas” no se igualan con los “me gustas” y eso tiene que tener un porqué, y desde allí supongo que, la ausencia de “me gusta” pueden deberse a disconformidades del “público”, pero solo son conjeturas. En tanto que sin ningún análisis previo, el graduado y doctorando, asevera que el público da por ciertas premisas que no tienen validez alguna solamente porque lo ha dicho un videoblogger, lo cual me parece un razonamiento insostenible.

https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/

El último párrafo de este texto “Dislogio a Antonio García Villarán” cierra una “idea” que no es el núcleo de la cuestión. Supuestamente el artículo comenzaba con lo que iba a ser un desarrollo/crítica al “hamparte” pero termina hablando del “público” del autor de dicho concepto. ¿Podemos llamar a eso “coherencia”?. Recuerdo que el artículo comienza así en su primer párrafo “ha fundamentado la mayor parte de su videografía en un concepto inventado por él mismo y desarrollado en su canal: el Hamparte.” ¿y lo finaliza hablando del “público”?. Imaginemos que no nos gusta una nueva palabra que se agrega al Diccionario de RAE, ¿sería correcto cuestionar a todo el público hispanohablante?
Dice el crítico de Villarán y crítico de su público también “Lejos de ser una herramienta revolucionaria que desvela una oculta razón en la Historia del Arte…” ¿de dónde surge lo de “una oculta razón en la Historia del Arte”? eso se llama tergiversar y tiene sentido, por lo que veremos a continuación. Pero antes de continuar ¿“una herramienta revolucionaria”? ¿alguién puede creer que la creación de una palabra es un hecho revolucionario? Esa manera de redactar es bastante denostativa. Todos los años el Diccionario de la RAE incorpora nuevos términos, nuevas palabras, y nadie ve en ello una herramienta revolucionaria. El lenguaje es dinámico. Es cambiante. Es difícil de creer, que un doctorando en Ciencias del Lenguaje no esté al tanto de ello.
Luego sigue “es un argumento fácil para congregar a todos aquellos, incluido Villarán,”. Resulta que ahora ya no es “el público” sino que son “todos aquellos”. Es un detalle mínimo, sutil, pero trata de cerrar la inconsistencia de la generalidad a la que atacaba en los párrafos anteriores.
es un argumento fácil para congregar a todos aquellos, incluido Villarán, que no tienen una educación o gusto visual muy formado (punto crítico en la sociedad que vivimos hoy día).” ¿Educación o gusto bien formado? No solo las palabras del lenguaje son dinámicas y cambiantes, sino que también los es la historia del arte, la estética, los gustos, las miradas, los paradigmas, etc… no existe una sola manera de ver el arte ni tampoco existe una uniformidad, pero aquí, para el crítico todo se resume de forma muy simplona, bajo la ecuación “mirar videos de Villarán = sin educación ni gusto visual”, creo que cualquiera con dedos de frente puede ver lo insustancial de elaborar dicho razonamiento.
Cuando leo completo el “Dislogio a Antonio García Villarán” me veo tentado a acudir al sesgo cognitivo llamado argumentum verbosium, o argumento por verbosidad o palabrería.(6)(7) Es complicado acudir a él, por momento lo encuentro viable y por momentos no encuentro lo extenso y complicado, si algún lector llega a este punto, determinará si aplica o no aplica esa falacia.
 “Y así, poder apoyarse en unos conceptos vacíos cuya única utilidad es la de generar una complicidad emocional entre el público y el atrofiamiento del pensamiento crítico de este influencer, que parece no haberle dedicado ni un minuto a la investigación o a la observación del estado de la cultura que acontece en el presente.” Lo que si encuentro, en este final, es un ataque agraviante hacia Villarán, es lo que se conoce como argumentum ad hominem, el autor de esta falacia (ya mencionada antes) se dirige al hombre, ataca la figura de Villarán y no a lo que plantea Villarán (el tema del “hamparte”) ¿qué le importa si tiene o no pensamiento atrofiado? ¿qué le importa si dedica un minuto o no a la investigación? Esas son cuestiones personales del autor y no son relevantes al momento de una discusión propia de un universitario. Pero lo que me importa señalar como relevante es cuando se dirige nuevamente al “público de Villarán” aduciendo que busca una complicidad emocional, esa conclusión tan elemental lleva directo a la falacia informal conocida como desviación de la atención(8) donde niega la información relevante realizando valoraciones relacionales o asociativas que nada tienen que ver con el tema de fondo. Ataca al público de Villarán cuando el corazón del artículo era atacar a la palabra “hamparte”. Esta última falacia, en la que creo que incurre el autor del “Dislogio a Antonio García Villarán” se la conoce como ignoratio elenchi (conclusión irrelevante, eludir la cuestión). Se trata de un argumento que puede en sí mismo ser válido, pero no aborda la cuestión de que se trate. Una afirmación usada como apoyo es incompatible con lo que se afirma en otra expresión, también usada como apoyo. El tema era el cuestionamiento del hamparte, pero dedica gran parte y, además, cierra el texto hablando/atacando al público de Villarán.

Como dije al comienzo, no me interesa el debate sobre la palabra “hamparte”, me encanta que existe el debate y ser un espectador ajeno, lo que me motivó a escribir fue el verme incluido cada vez que se aludió al “público de Villarán”.
He terminado todo lo que tenía para decir. No entiendo porque fui atacado gratuitamente por ser parte del público que mira algunos videos de Villarán. Pero me gustó escribir esta entrada, porque refresqué sobre falacias, leí y redacté (mal, bien o más o menos) y aprendí sobre palabras que no existen formalmente pero sí informalmente.



Referencias.
1. https://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_del_hombre_de_paja
2. https://es.wikipedia.org/wiki/Generalizaci%C3%B3n_apresurada
3. https://es.wikipedia.org/wiki/Argumento_ad_verecundiam
4. https://es.wikipedia.org/wiki/Argumento_ad_hominem
5. https://es.wikipedia.org/wiki/Sesgo_de_confirmaci%C3%B3n
6. https://franciscotorreblanca.es/marketing-argumento-por-verbosidad/
7. https://en.wikipedia.org/wiki/Proof_by_intimidation
8. https://homonovusproject.wordpress.com/2016/05/27/50-tipos-de-falacias-logicas/


Links para visitar:
https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-villaran/
https://codigopublico.com/cultura/ii-dislogio-a-antonio-garcia-villaran/
https://web.archive.org/web/20190616005622/https://codigopublico.com/cultura/dislogio-a-antonio-garcia-Villarán/
https://www.eldiario.es/andalucia/lacajanegra/antonio-garcia-Villarán-youtuber-arte-hamparte-miro_128_1459796.html
https://www.thewatmag.com/descubrimientos/que-hamparte-dices-clavas-mi-pupila-tu-pupila-azul
https://www.lacamaradelarte.com/2018/06/hamparte-el-arte-de-no-tener-talento.html
https://burritorosa.com/2019/02/19/el-manifiesto-hamparte-de-antonio-garcia-Villarán/
http://revistasolar.org/wp-content/uploads/2019/06/SOLAR-14-2-FINAL-11-06-99-122.pdf

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