Por la mañana se conoció la quinta muerte por el coronavirus, también se trató de un adulto mayor, por encima de los setenta años. Termino de escribir esta oración y ya anuncian la sexta víctima, un señor de cincuenta y tres años, el primero que no era un adulto mayor.
Los medios de comunicación, básicamente los “informativos” que desde hace tiempo se han convertido en lugares de opinión política más que lugares de información, hablan del peligro del coronavirus en los jóvenes. Resaltan el promedio de edad de los infectados. El resultado de este promedio es de 43 años. Y ya todos los médicos invitados en los programas de tv repitiendo lo mismo, como si fuera una alerta a la población joven y adulta. A mi modo de ver, el mensaje es erróneo, el problema serio, siguiendo las estadísticas, es para los ancianos o gente con patologías previas, los que se mueren mayormente son los ancianos y no los jóvenes y adultos (puede haber excepciones pero son mínimas). Mi manera de verlo es que hasta cierto punto es favorable que una persona joven o adulta de infecto dado que luego queda inmunizada para todo el viaje, ¿y dónde está lo positivo en esto? En dos factores: uno que la enfermedad vino para quedarse activamente en la población (de manera regular, como una gripe por ejemplo) y dos, la esperanza de vida del joven o adulto infectado, si esta persona de 43 años vive 80 años, y de repente tiene la mala suerte de infectarse dentro de 20 años a futuro, estará inmunizada. Había leído una hipótesis de este tipo hace diez años con la pandemia de la gripe H1N1 que afectó y mató a más jóvenes que adultos, la hipótesis planteaba que muchos afectados de H1N1 en 2009 habían vivido alguna de las tres pandemia gripales de la década del sesenta cuando eran jóvenes y se encontraban inmunizados (al menos parcialmente) frente al contagio de la influenza en 2009. Supongo que para esto debería haber estudios científicos, y yo me baso en artículos periodísticos que encuentro en los medios, y que a su vez se basan en algún estudio científico, pero que al mismo tiempo son criticables porque están formulados por la interpretación de periodistas y no por los mismos científicos, que al mismo tiempos tampoco son dios, solo personas que hacen ciencia, y la ciencia funciona con verdades falsables. Pero la hipótesis, o conjetura en mí caso, me parece más acertada, y además se refleja en la sociedad, los que más violan la cuarentena obligatoria son los jóvenes y adultos, los ancianos si bien es cierto que salen todo el tiempo, van al supermercado o caminan una vuelta manzana y se guardan, los jóvenes y adultos son los que violan constantemente las reglas de prohibición de salir a pasear, agruparse, circular en vehículos sin salvoconducto, y todas las estupideces que se ven que realizan. ¿Es por irracionalidad? ¿Es por falta de empatía, falta de compresión, falta de afinidad? Para el mí, el problema pasa para con los adultos mayores, debido a la franja etaria donde se produce mayor mortalidad, y de allí la ineficiencia de alertar por el “contagio promedio es de 43” años, lo veo como la ineficacia del simple slogan “el fumar es perjudicial” ahora cuando enfocan en el punto, muestran estudios científicos, muestran personas con los efectos de fumar, es decir, acompañas al slogan con más información, aún de alto impacto, realizan campañas, el resultado es otro más que el del simple slogan. Pero en este caso del coronavirus, los medios de comunicación, al día de hoy, solo alertan “el promedio de infectados es de 43 años”, y solo eso, no aclaran de donde toman los datos, ¿de infectados del mundo o a nivel local?, ¿de casos concretos detectados donde se excluyen los casos existentes pero no detectados?, no hablan de la influencia de factores en relación por los infectados (ejemplo, podrían haber más de 43 porque son más salideros o se reúnen más con otras personas a diferencia de bebes y ancianos, usos y costumbres sociales, idiosincrasia de determinados pueblos, etc…), es decir, los medios traducen una información sesgada que no conduce a nada bueno a mi modo de ver. Y siempre me enfoco en los medios de comunicación, por eso que llaman “el cuarto poder”, porque es lo que nos llega a los ciudadanos, y como ciudadano espero lo mejor para mí y para los que están en la misma que yo, no la manipulación, las mentiras o los datos sesgados, incompletos, o tendenciosos.
Hoy es 24 de marzo, no hay actos, marchas y movilizaciones por la cuarentena obligatoria, los medios de comunicación, salvo uno, hasta evitan el tema, o lo pasan por alto, hablan del “feriado”, y le dan un espacio muy minoritario en la pantalla, han ocupado el resto del día para hablar del coronavirus y la cuarentena obligatoria, solo los medios virtuales dedica columnas de opinión al tema, también he leído vía web los dicho por las radios que han manifestado algunas referentes de ddhh hablando pesto del gobierno anterior y haciendo política con el tema de la pandemia y su afectación en Argentina, enalteciendo la labor del gobierno actual por las nubes, nunca jamás una autocrítica de nada, siempre el odio por delante, y los medios de comunicación , gran parte de ellos mostrando las hospitales de campaña que el ejército puso a disposición, y por supuesto apenas una frase oportunista de los referentes de ddhh para con el ejército, hay que recordar que lo han vapuleado durante 12 años de kirchnerismo, y ahora están bien calladitos, escondidos, y la población en su mayoría mira de buena gana al ejército actual, despreciando el alguna vez denunciado curro de algunos sectores, hay que recordar que desde que existió el kirchnerismo prohibieron la exposición anual que realizaba el ejército argentino, año tras año por ejemplo durante la década del ´90, pero ahora en medio de la pandemia, avizorando “lo que viene”, en el plan de “achatar la curva” no dudan en llamar al ejército, que ponga disponible los cuarteles, camas, hospitales de campaña, y es lo que figura en los medios de comunicación estos días, prepondera salud y seguridad, por sobre otros temas como la economía, la inseguridad, los afectados por la crisis, el hambre, la corrupción ya no se habla, es secundario, me pregunto como va a “explotar” todo esto, porque a nadie se le puede ocurrir que desaparecieron los problemas, o están tapados, o los están tapando, o no existían, o habían sido magnificados, o lo que fuere, pero no hay muchos caminos, y aquí no estamos con un Churchill frente el nazismo, estamos soportando una pandemia que asestó los golpes fuertes en Italia, China y España, y por ahora, acá estamos lejos de eso (día 5 de la cuarentena) y ni sabemos como va a afectar y si realmente son efectivas las medidas que ha tomado el Gobierno, quizá sí, y haya sido una genialidad el trabajo realizado, pero ¿y si no lo fue? Nunca hay que olvidarse que estamos en Argentina, un país reflejado en la letra del tango Cambalache siempre vigente “cualquiera es un ladrón” y “el que no afana es un gil”.
Las noticias infames siguen en la tv el día 5 de cuarentena “obligatoria”, obligatoria para una importante cantidad de ciudadanos responsables apegados a la ley, luego están otros ciudadanos, que la ley no les importa mucho, y el resto de la sociedad les importa mucho menos, un empresario paseando en yate, un countrista entrando a su empleada doméstica en el baúl de su auto, policías dando retos exagerados y fuera de lugar a un par de demorados o persiguiendo en moto a estúpidos que corren, un surfista (¿sólo uno?) con varias tablas circulando alegremente, dos infectadas (una en colectivo y otra en taxi) atrapadas con síntomas circulando como sin nada, otro jugando por la calle al pokemon go, y muchos más de estos sujetos, pero los de los 5000 voluntarios para atender a adultos mayores o voluntarios para lo que sea en materia de sanidad, no se dice casi nada, salvo mínimamente en prensa escrita o una mención al aire por algún periodista, esto se contrapone con que nunca vamos a saber la suerte corrida por los detenidos/demorados infractores, no hay un registro, no hay publicidad, con suerte conoceremos de algún caso, ya debe haber abogados trabajando en la defensa a ultranza de los infractores. Así fue siempre en Argentina, ¿por qué va a cambiar ahora?. A mí como ciudadano, y por eso de “juicio oral y público”, me gustaría conocer el listado de los infractores, debidamente enjuiciado (la modalidad que sea prevista en la ley), sancionados y la sentencia cumplida, como para no sentirme el bobo que cumplió con la cuarentena obligatoria mientras los piolas de siempre de tiraban de risa y hacían lo que querían… pero estamos en Argentina.
Nuestro día de encierro fue tranquilo, hasta ahora no entramos en pánico (y esperamos que esto no suceda), no hay discusiones, si charlas, conversaciones sobre el tema y sobre otros temas sociales y personales. Lo menciono porque sé que muchos habitantes lo van a pasar mal psíquica y emocionalmente. Los horarios de sueño han cambiado un poco estos días, nos acostamos más tarde y nos levantamos más tarde. Hoy hizo más de 30º grados de temperatura, ayer también hizo mucho calor. Mirando por la ventanas hemos visto jóvenes haciendo ejercicio, una chica en el balcón realizando cuclillas, flexiones y abdominales, para luego relajarse y tomar sol. Otras dos chicas haciendo aeróbics posiblemente con algún video o música. Una pareja bailando. Nosotros también realizamos ejercicios para pasar el encierro, tuve la suerte que hace unos pocos meses atrás, en unas ofertas compre unos kit personales que salieron alguna vez con algún diario o revista llamado “el gym en casa” ¿y quién iba a pensarlo que hoy serían de utilidad?.
El almuerzo de hoy fue una ensalada de garbanzos, repollo y tomate, con milanesa de pollo, y para tomar, agua.
Es importante mantenerse hidratado, y para esto, lo mejor es el agua.
También tenemos una provisión de frutos secos, y separado, tenemos un tupper lleno de nueces, todos los días comemos algunas.
Para acompañar la merienda y las colaciones diarias hay panqueques.
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