sábado, 22 de septiembre de 2018

Bombitas por LED.




Un miércoles por la tarde llegó un email del Gobierno de la Ciudad donde anotician que cambian bombitas por focos LED. 5 por persona, acreditación de domicilio, así que me acerqué a buscar los led. Fui ese mismo día por la tarde. Antes de las 19 horas como estaba indicado en el correo electrónico. No había nadie, me dirigí directo al contenedor donde atienden, y la empleada me dice que ya se agotaron y no sabe cuando traen más. Me fui y decidí volver al día siguiente temprano, pensé que si se agotan, es porque va mucha gente, o porque entregan pocas, o quizás ni siquiera entregan, no sé. Igualmente al otro día decidí volver por la mañana. Llegué unos minutos antes de las 11hs y ya había una fila de espera, mayormente de ancianos, y algunas otras personas sentada en los bancos, también esperando, con bolsitas llenas de focos para cambiar.



La fila fue aumentando, y siendo la 11 en puntos todavía no habían abierto el contenedor convertido en oficina portátil. Diez minutos más tarde llegó la empleada, a lo que algunos de la fila se le acercaron y ella contestó que todavía no tenía stock para entregar, había que esperar que llegue el camión. Naturalmente todos, o mejor dicho, casi todos entendieron a la empleada, algunos se retiraron, otros le hicieron algunas preguntas, mientras ellas intentaba abrir el contenedor. Pero nunca falta un desubicado, y esta vez fue una mujer, que comenzó a increparla a los gritos, primero, le gritaba desde la fila, y luego se le acercó a increparla que había llegado diez minutos tarde indicándole que debía llegar “diez minutos antes o al menos en punto” y entró a espetarle otras acusaciones como que no había avisado que no tenían, y no sé cuanto palabrerío más, hasta que intervino otra de las vecina y calmó a la señora alterada. Me regresé sin los led. Quizás la tercera sea la vencida, volví a intentarlo el día sábado. Me acerco al contenedor, y ahí estaba la empleada esperando, no hizo falta que le pregunte nada, habían colocado un cartel que indicaba “Señor vecino. Se retoma la entrega de lámparas a partir del miércoles 26 de septiembre. ¡Disculpen las molestias!.”

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