No voy a realizar un comentario con características específicas del mismo, porque hay abundante información en la web, solo mencionaré algunos aspectos generales, como que comprende alrededor de 67.000 ha, posee una gran biodiversidad, es uno de lo poco que queda de lo que alguna vez fue la selva misiones, también conserva muchas especies en peligro de extinción, es mundialmente conocido por la presencia de las Cataratas del río Iguazú, un espectáculo natural único con saltos de hasta 80 metros de altura y en su mayor parte se encuentran del lado argentino ya que las cataratas son compartidas con el vecino Brasil, fue creado en 1934 (el año pasado cumplió 80 años de existencia).
El logo del parque, está conformado con una fondo de cataratas, y en primer plano un ave volando, esta ave se trata del vencejo de cascada, con alas en forma de boomerang con terminación en punta, pasa la mayor parte del tiempo volando, y para dormir y anidar se refugia en las rocas debajo del agua que cae por las cascadas. Es una de las más de 450 aves que circulan por la región. Si bien no realizamos mayores avistamientos de aves de aquellos que se fueron dando a lo largo del recorrido y que fueron pocos, hay recorridos que se dedican específicamente a visualizar aves, con cámaras fotográficas, binoculares, y guías que van señalando, también venden guías de aves del lugar para poder identificarlas con más facilidad.
En el año 1984, el Parque Nacional Iguazú fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su importancia natural y cultural excepcional.
El cartel de la imagen, ubicado en el ingreso del Parque, dice en idioma inglés Iguazu Fall. New 7 Wonder of Nature. Dicho cartel hace alusión a un evento realizado en el año 2011 en Suiza por la Fundación New Seven Wonder, donde después de una votación mundial, las Cataratas del Iguazú fueron seleccionadas en calidad de Nueva Maravilla Natural del Mundo, entre otros lugares, de entre todos los propuestos, también ganadores en la votación.
En 2013, nuevamente la UNESCO premia al Parque Nacional Iguazú como Valor Universal Excepcional.
Así que presentadas de este modo las Cataratas como el Parque Nacional Iguazú, estamos frente a un lugar de la naturaleza de suma importancia por su reconocimiento nacional e internacional.
Otro de los carteles, en tamaño grande, muestra un mapa con los senderos posibles y los puntos principales para ubicarse y saber qué, y por donde recorrer el Parque Nacional Iguazú.
El día que lo visitamos estaba nublado, y el pronóstico para ese día anunciaba lluvia. Cuando se llega, hay todo un direccionamiento para estacionar los automóviles. Luego uno camina hasta que encuentra la entrada, a un costado primeramente están las boleterías, hay tres o cuatro tipos de tarifas, para argentinos, para brasileros, y para el resto de los turistas. El costo de la entrada al Parque Nacional Iguazú, para argentinos, era de 160 pesos. Luego de abonar, a un lado se encuentran los baños. Unos metros antes hay una mesita, en la que se encontraban, 3 chicas con una remera del Parque Nacional Iguazú. Debajo de la mesa, tiene pilas de folletos con todo el mapa del recorrido, así que hay que acercarse y pedirles uno, sino, no dan, los tiene para dar, pero no los tiene a la vista ¿por qué motivo? No lo sé. Hay diversos folletos, logré obtener tres, unos completamente en idioma inglés, otro más grande bilingüe en español y portugués, y un tercero que solo era un volante referido a la no alimentación de los animales. Del lado de afuera del ingreso, hay algunos locales con venta de artesanías. Ni bien se ingresa, cuando se cruza el acceso de entrada, a los pocos metros del lado izquierdo, se encuentra el Centro de Visitantes Ivyrá Retá. Lo referido a este Centro de Visitantes ya lo comenté específicamente en otra entrada del blog. La mayoría de los visitantes, al menos, el breve tiempo de ese día en particular, que estuvimos allí, pasan de largo, van directo al punto, a la mayor atracción, que es ni más n menos, la Garganta del Diablo. El resto de todo lo ofrecido por la naturaleza y la institución del Parque Nacional por decirlo de alguna manera, pasa a segundo plano, y muchas veces es dejado de lado. En nuestro caso, visitamos el Centro de Visitantes a la vuelta, cuando nos retirábamos. Y éramos muy pocos lo que los recorríamos en ese momento. Unos metros más adelante, ingresando, hay para tomar un desayuno, una merienda o una almuerzo, hay sanitarios, cajeros, y para comprar regalos y recuerdos. En nuestro caso lo que adquirimos por 65 pesos cada uno, fue unos pilotines para la lluvia, en blanco casi transparente, con capucha y abiertos abajo, de mangas cortas y amplias, estos pilotines eran muy cómodos, y también muy calurosos, al ser pleno veranos, altas temperaturas, cuando no llovía había que quitárselos. Pero fue conveniente comprarlos, porque a los 20 minutos de haber ingresado se largó una lluvia muy fuerte, y hubo que utilizarlos, y sirvieron para protegernos, al menos el torso, las mochilas, y las cámaras fotográficas. Se camina unos metros más adelante y llega a una pequeñísima rotonda de cesped de la cual parten dos opciones. Una es un camino llamado Sendero Verde, y la otra La Estación Central de donde parte el primer tren. Se trata del Tren de la Selva, un servicio de transporte interno, un tren ecológico, de tamaño pequeño, en el que van por espacio hasta 10 personas sentadas, 5 y 5 sentadas frente contra frente. Estos trenes se llenan, salen con bastante regularidad, de entre 15 minutos a 30 minutos. Todos viajan sentado. En este caso, es preferible tomar el Sendero Verde, se camina y en 5 a 10 minutos uno llega a la Estación Cataratas. El Sendero Verde es un camino peatonal de 600 metros que permite acceder a los saltos a través de la selva. Es preferible, porque el trayecto es corto, el camino a pie corta camino entre la vegetación, en cambio, el tren da oda una vuelta más extensa que demora, además que va muy lento, y también hay que considerar el tiempo de espera hasta que salga de la estación, previo descenso de pasajeros que llegan. Los trenes son dos, el segundo tren sí es conveniente tomarlo. En nuestro caso, de ida, tomamos los dos trenes. En su mayor parte del recorrido, este primer tren bordea un camino de tierra. Y este tren no lleva a la Estación Cataratas. Aquí también tenemos puestos de comidas, sanitarios, y es el lugar desde donde parte el segundo tren y los senderos, al menos dos de los senderos. El Circuito Inferior y el Paseo Superior. El Paseo Superior permite la vista panorámica de los saltos desde arriba. Posee una longitud de 650 mts.
Nosotros iniciamos el recorrido del Circuito Inferior o Paseo Inferior que posee una longitud de 1600 mts según uno de los folletos, de 1400 mts según otro de los folletos, y de 2500 mts según los carteles ubicados en el mismo Parque Nacional. Lo cierto es que es un camino largo, hay que tomarse algo de tiempo, y recorrerlo con paciencia, hay muchas escaleras para bajar y aun así se está alto. A los pocos metros de comenzar, uno se encuentra con una construcción alta, antiguamente era un tanque de agua, luego transformó en una torre mirador, un mirador al que se accede por una escalera externa en forma de caracol y luego se continúa por otra escalera interna. Al parecer la vista desde allí arriba es excelente, pero lamentablemente no está abierto al público, se encuentra cerrado, y diría que casi abandonado, originalmente estaba pintado de blanco y rojo, y ahora parece algo abandonado. Se comienzan a bajar escaleras, y se llega a una especie de parador pequeño, hay baños y lugar para comer, y muchos coatíes que se sirven de lo que llevan y les dan los turistas.
Aquí hay que tener en cuenta una volante que se llama “Tu comida me mata”, en realidad hay que tenerlo en cuenta durante todo el recorrido del Parque. Este volante también lo entregan a la entrada, y digo que aquí hay que tenerlo en cuenta porque es el primer lugar donde se los encuentra y en cantidad considerable, no menos de veinte había en dicho lugar, y justamente acuden a estos paradores por la presencia de comida y el poco miedo que tiene de los humanos. El volante se llama “Tu comida me mata” y luego agrega “En los parques nacionales está prohibido tocar y alimentar animales” y efectivamente había gente irresponsable que se acercaba dándoles algo para poder acariciarlos, por suerte eran los menos, y casi todos ellos adultos, adultos irresponsables. Durante el recorrido al Parque Nacional se observan numerosos carteles con imágenes crudas y duras en primer plano de ataques de animales a personas, por ejemplos manos desgarradas por rasguños. Algunos de ellos, mostrando una mano lastimada, dicen “Monos y Coatíes pueden morder, rasguñar y robas cosas”. Y estos carteles son parte de un plan llamado Control de Animales Problemáticos en el Área Cataratas.
Estos volantes los realiza la Administración de Parques Nacionales cuya webage es http://www.parquesnacionales.gob.ar/
El volante posee indicada la web de Administración de Parques Nacionales desactualizada, ya hace varios años que gov no se escribe más con b. La parte trasera del volante, mediante gráficos indicativos explica y conscientiza los peligros de alimentar a los animales, haciéndolos hablar a ellos mismos. El volante dice “Los animales del parque sabemos buscar nuestro propio alimento en la selva. Si nos alimentas… Nos enfermamos y mueren nuestras crías. Nos volvemos agresivos entre nosotros y con las personas. Removemos y desparramamos la basura. Dejamos de transportar semillas y algunas plantas no pueden crecer.”
Dicho esto, el recorrido por el Parque continuó su curso. A partir de aquí, ya solo veremos selva y agua, el camino está todo rodeado de vegetación. El clima cada vez iba desmejorando. La llovizna que caía cada vez se volvía más fuerte. Fue necesario ponerse los pilotines. Se veían algunas aves, pero no muchas, una que recuerdo, eran aquellas de un color negro u oscuro y algo más y que tenía como una especie de pequeño copete, desconozco cuales serían, posiblemente hayan sido urracas, se las veía de dos en dos, algunos arácnidos con sus tejidas telas en tamaños considerable, y bastantes mariposas, a pesar de la llovizna se las veía volar. Algunas estaban en los pisos donde se formaban chacos de agua, otras volando, y otras sobra las barandas del camino, también un gusanito caminando por una de las barandas. Las mariposas en colores amarillos, rojos, azules, naranjas y varios más. La lluvia cada vez se intensificaba más. Justamente el cartel indicador en madera al comienzo del sendero, señalaba la prohibición de tocar animales (representados con una mariposa) y tocar plantas (representadas por una flor), tocar es los menos, porque algunas personas directamente arrancan flores que les gustan. De pronto, un conjunto de personas se detiene siguiendo con la mirad la parte superior de un árbol, allí se veía lo que parecía ser una serpiente, pero estaba bastante alto como para distinguirla bien. Por parte el camino era de piedra con barandas en metal y/o madera, y por partes era completamente metálico.
Así uno continua caminado un trecho, siempre rodeado de vegetación. Cada tanto tomando fotos que parecen interesante o porque solo se presenta la ocasión para hacerlo. Hasta que se llega a un lugar con un cartel de precaución por riesgo de caer por las escaleras, y con la humedad y el agua en partes se corre el riesgo de resbalar. En el camino recuerdo haber leído un cartel, que lamentablemente no le tomé foto, con la imagen de una persona y el comentario sobre las especies vegetales del parque, y resulta que esta persona había introducido en algún momento varias especies exóticas que luego se convierten en maleza y van ocupando el lugar de las especies autóctonas. De hecho otros carteles de mayor tamaño en la zona de la Estación Central, daban cuenta de un plan de erradicación de aquellas especies exóticas que fueron introducidas por el hombre. Se cuenta que en algunos casos se han plantado de forma delibera árboles y plantas frutales con la finalidad que se acerquen los animales y así poder atraparlos fácilmente los cazadores furtivos. En Argentina, las malezas exóticas no habían sido motivo de preocupación hasta hace pocos años que se comenzó a estudiar el tema y el impacto evaluando los perjuicios ocasionados y planificando soluciones en base a acciones concretas.
El camino sigue, y se sigue bajando, no obstante, todavía estamos lejos del suelo, llega un momento en que se comienza a sentir el ruido del agua, y se va a haciendo cada vez más fuerte, hasta que llega el primer salto de agua, el llamado salto Lanusse. Este nombre es en homenaje a Juan José Lanusse, segundo gobernador de lo que era el Territorio Nacional de Misiones (antes de ser convertido en Provincia). Se trata de una pequeña cascada que surge desde la selva, y el camino, por medio de un puente, lo cruza por delante y permite apreciarlo de lleno. Este salto es como una introducción a lo que viene. En nuestro recorrido, llegados a este punto, se había puesto a llover muy intensamente, hubo que proteger las cámaras, celulares, mochila y cartera y todo aquello que se podía mojar. Con los pies no había caso, comenzaban a mojarse de lleno. Ya en este momento se veía allá abajo la parte inferior del Río Iguazú Inferior.
El siguiente salto al que se accede yendo por el Circuito Inferior, es el salto Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. Existe una placa metálica de bronce que dice “A Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. Homenaje de la Administración de Parques Nacionales y Turismo a la memoria del descubridor de estas Cataratas don Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. Quien tras de cruentas luchas contra la naturaleza lo ignoto en su temerario viaje desde las selvas brasileñas atlántica, en busca de una vía al Río de la Plata, descubrió esta maravilla del mundo en el año 1541.”
Este salto se encuentra algo distante de la mayoría de los saltos que suelen verse en las fotografías por donde cae el grueso de caudal de aguas, pero no es menos importante siendo tal vez la mayor atracción del Circuito Inferior. Posee dos puentes que lo circundan, permitiendo la observación de frente y también la observación desde arriba del salto. El camino permite rodearlo en su totalidad. Es otro de los lugares lindos para tomar fotografías.
En este salto, los buenos observadores suelen ver vencejos aferrados a las rocas, pues allí suelen anidar, pero a nosotros se nos pasó por alto, por desconocimiento.
Desde ya antes de llegar al primer salto, el camino es prácticamente en su totalidad un pasarela metálica con escaleras metálicas. Cuando uno va bajando, por parte de ven los restos del viejo y antiguo camino de pierda que se encuentra uno o dos metros por debajo. Apenas se deja ver en la fotografía. Pero allí está en partes cubierto de musgo y vegetación. Las escalinatas están fuera de uso, pero aun se dejan ver. El Circuito Inferior, se continúa hasta llegar abajo de todo al nivel del río. Más adelante, siguiendo la pasarela se permiten ver a lo lejos el salto Bossetti, se encuentra el mirador final con vista a todos los saltos, y finalmente al puerto embarcadero de donde salen los botes que permiten cruzar a la Isla San Martin, dicha isla también posee un circuito para recorrer. Desde el embarcadero salen dos tipos de botes, los que cruzan gratuitamente a la isla, y los que son una travesía pagada que llevan casi hasta el interior de las cataratas en un recorrido de mayor tamaño en catamaranes. El regreso se puede hacer por otro sendero que pasa por el Salto Chico y por el Salto Dos Hermanas. Este último salto posee una pileta natural formada por el pozón que realiza el agua al caer y alrededores, en dicho lugar antiguamente se permitía a los visitantes bañarse, actualmente está prohibido. Todo este recorrido no lo realizamos. Para este momento se había largado una lluvia constante y fuerte que dificultaba el avance, y nos iba a retrasar para visitar lo demás. Pero hubiese sido lindo haber contado con más tiempo para poder disfrutarlo en su totalidad.
Desde aquí, desde el salto Alvar Nuñez, se continúa bajando a través de un largo camino en forma de pasarela metálica. En ocasiones del trayecto hay pequeños paradores para la observación y permiten tomarse fotografías con las cataratas de fondo en su total magnitud. En el camino solo se veían aves sobrevolando el agua, y algunos insectos y arácnidos. Y muchos turistas. En la fotografía también se pueden ver algunas palmeras. Creería que son palmeras pindó, pero no lo puedo aseverar con seguridad. También se pueden ver sobre algunos árboles algunas plantas epífitas como las orquídeas. Desde aquí también se puede observar la Isla San Martin, solo se ve vegetación exuberante y viejas escaleras de piedra o de madera, que no llegan a apreciarse bien.
Emprendimos el regreso por el Circuito Inferior, justo por donde veníamos, y ya la lluvia caía muy fuerte. El pilotín protegía lo justo, pero los pies y los brazos estaban completamente empapados. En mi caso utilizaba un gorro de pescador, que al tener alas a su alrededor me protegía la totalidad de la cabeza además que llevaba puesta la capucha del pilotín. Muchos turistas iban completamente mojados. Algunos ya circulaban descalzas y con los calzados en las manos, otros iban sin remera y cuando llegaban a algún reparo las escurrían para volvérselas a poner. Fue así que llegamos caminando bajo la lluvia a un lugar bien pintado pero completamente deshabitado. Se trataba del “Viejo Hotel Cataratas”. Allí hicimos un descanso de algunos minutos para ver si calmaba la lluvia. Antes de llegar al “Viejo Hotel Cataratas” pasamos por un parador de comida, un restaurant parrilla, y allí se encontraban un grupo de coatíes alimentándose (o esperando comida de los visitantes).
Y así iba llegando gente, algunos todos mojados, otros un poco menos, algunos chicos jugando en los charcos de agua, algunos paraban en este Viejo Hotel, y al rato continuaban su camino. Al rato la lluvia comenzó a menguar, así que nos dirigimos nuevamente hasta la Estación Cataratas.
El Paseo Superior no lo realizamos. Su recorrido demora alrededor de una hora. Este paseo lleva hasta el salto Bossetti, siempre por arriba, y luego continúa por los saltos Adan y Eva hasta llegar finalmente al salto Mbiguá.
Desde la Estación Central tomamos el tren ecológico que nos llevaba hasta el sector de la Garganta del Diablo. Un tren fabricado bajo normas ambientales. Allí había mucha gente esperando para subir, una vez que se habilita hay que caminar rápido para conseguir asiento porque se completa enseguida, y la gente se abalanza con avidez. Una vez que se completa, el tren parte en un recorrido de entre 15min a 20 min circulando a 20km/h. Este Tren de la Selva ya va por entre el medio del parque, vegetación a ambos lados, se suelen ver algunos animales, mayormente aves. El final del recorrido es la Estación Garganta del Diablo. Aquí hay lugar para comer, sanitarios, y un lugar de salud por si alguien sufre algún accidente o algo. También es el lugar donde se pueden contratar algunas de las excursiones que se realizan, todas pagas. No las realizamos por falta de tiempo, pero resultaban interesantes como el Paseo Ecológico, realizado en gomones a remo remontando el Iguazú superior. En esta crónica debo mencionar, el Hotel Sheraton, el Sendero Macuco, el Safari a la Cascada, el Safari en la Selva y los Restaurantes en los Paradores.
No pasamos ni realizamos ninguna actividad en ninguno de ellos, pero están disponibles en lo que ofrece en Parque Nacional Iguazú.
A partir de aquí se comienza el trayecto a lo que es el final del recorrido de todo el Paseo de las Cataratas, lo que creo, es la mayor atracción turística, el mayor espectáculo natural. La Garganta del Diablo. Puedo imaginarlo, pero desconozco a ciencia cierta la razón u origen de tal denominación.
Un primer cartel indicador señala el peligro, representado por una víbora, de salirse del camino. De hecho, un único camino lleva a la mejor parte. Este recorrido tiene una extensión de alrededor de 1100 mts.
El recorrido se realiza a través de una larga y única pasarela, asentada sobre pilotes, y casi en su totalidad metálica. El piso realizado con una malla metálica resistente que permite la visión del agua circulando por debajo. Uno va viendo vegetación propia de lugares húmedos y mucha agua, y algunas aves y peces. Los saltos varían con el caudal de agua, y este varía con relación a las lluvias. En el camino hay alrededor de seis miradores, espacios amplios donde apreciar el lugar, descansar, comentar y tomar fotos o realizar filmaciones.
La actual pasarela está realizada completamente en hierro, la antigua estaba realizada en madera, y fue destruida casi en su totalidad en dos ocasiones donde se produjeron grandes inundaciones, una en el año 1983 y otra en el año 1992.
Los restos de la vieja pasarela ahora en deshuso por inutilizable, se puede ver desde la nueva. Le tome una foto, aunque ahora solo queda como, podría decirse, “contaminación visual”.
Algo impresionante es ver la primera caída, el ruido que se escucha, el agua correr, y el hueco por donde se cae, la claridad que se forma en dicho lugar, el vapor surgiendo del pozo que se forma. Pero nada comparado con lo que está por llegar.
Metros más adelante llegamos al punto culminante.
La Garganta del Diablo. Se trata de una estrecha hondonada que concentra el mayor caudal de agua que cae. Hay alrededor de 80 metros de altura. Se trata de una de las cataratas de mayor caudal de agua del mundo. Con la caída del agua se generan altas fumarolas que pueden verse desde muy lejos. Se produce vapor de agua.
El vapor de agua se produce cuando el agua choca contra las rocas. Este vapor produce una incesante llovizna. Inevitablemente toda la gente se termina mojando.
Desde el mirador final, se tiene una vista panorámica del salto Unión. Es el salto que da origen a las cataratas y por donde cruza la línea divisoria de la frontera con Brasil. Se concentra mucha gente. Casi que no hay lugar para tomarse fotos o filmar. Todos quieren hacerlo ni bien llegan. Hay un sector reservado a los fotógrafos profesionales. Te toman una fotografía personalizada, sin gente alrededor, solo, con pareja, con familia, con amigos, como uno prefiera. La foto te la entregan entre una o dos horas más tarde en la puerta de entrada/salida y te la cobran a 100 pesos. Considero que vale la pena adquirirla como recuerdo, y luego enmarcarla.
El mirador final es uno de los puntos más concurridos. Hay una o dos banderas argentinas. Luego se emprende el regreso. En el camino de regreso pudimos ver algunas aves acuáticas totalmente color negras paradas sobre una roca saliente en el río. También se ven algunas especies de peces grandes que se concentran en algunos determinados lugares debajo de las pasarelas. También hay un lugar con una importante cantidad de monedas, al parecer es el lugar elegido por los turistas, donde, por alguna razón, arrojan monedas al río. Y como se ve el fondo, allí se ven todas las monedas que tiran. Llegados a la Estación Garganta del Diablo, tomamos el tren de regreso, y la última parte del recorrido desde Estación Central hasta la Salida la realizamos a pie por el Sendero Verde. Llegando casi a la salida, del lado derecho, hay un conjunto de mesas bajo un quincho, donde artesanos guaraníes ofrecen sus productos. Y en el camino suele haber un conjunto de niños guaraníes con un guía que forman un coro y cantan sus canciones y su música y recaudan a la gorra, lo que uno les quiera dejar. De estos niños cantores hay videos en la web de youtube que han subido los visitantes. Por parte lo veo bien en que realizan una actividad musical artística y recaudan un dinero, por parte está mal porque son niños menores de edad y los tienen trabajando, cuando, sin dejar de realizar la actividad del canto podrían estar estudiando o jugando, y no trabajando en el Parque. Llegados a la salida, visitamos el Centro de Visitantes Ivyrá Retá. Retiramos la foto y salimos.
Saliendo del Parque Nacional Iguazú, nos dirigimos a la ciudad de Puerto Iguazú. Unos pocos kilómetros por ruta. A los costados del camino hay innumerables carteles de señalización por el peligro que representan los animales que se cruzan por la ruta y el riesgo que corren de ser atropellados, aun así, las noticias dan cuenta de la cantidad de animales muertos productos de choques de automovilistas, que van desde yaguareté, ocelotes, tucanes, osos hormigueros, mulitas, zorros de monte y muchos más víctimas animal. Puede que algún accidente sea imprevisto pero mayormente, estos accidentes se deben a la poca o nula responsabilidad vial de los automovilistas.
Llegamos al Punto de las Tres Fronteras o Hito de las Tres Fronteras. En este lugar, en la cima de las barrancas que se encuentran sobre la ribera de los ríos, hay un monolito en cada uno de los países, que tiene pintado cada una de sus respectivas banderas nacionales. Y desde cada una de las costas, se pueden los otros monolitos. Antiguamente el monolito estaba ubicado sobre una base de ladrillos rojos a la vista, lo mismo que las escaleras a su alrededor. Actualmente, eso está cambiado.
Allí mismo, hay tres mástiles con las banderas de los países, y en su base el escudo de los mismos.
En el lado argentino, en el año 2010, con motivo del bicentenario del nacimiento de la patria, hay instalado un pequeño monumento del Club de Leones, que solo posee una placa y la distintiva cabeza de león.
A pocos metros del lugar, entrando o saliendo, depende cada caso, hay una feria de artesanías que ofrecen los lugareños.
La ciudad de Puerto Iguazú ofrece mucho más al turismo. Como lo señalado en el mapa de la fotografía. Pero se requiere tiempo, mínimo un día para recorrer lo más posible.
Luego de alrededor de cuatro horas y media de viaje, regresamos a la ciudad de San Ignacio Miní.
Así doy por concluida la crónica de este recorrido y visita.
Links. (Visitados Febrero 2015)
http://www.iguazuargentina.com/
http://es.wikipedia.org/wiki/Parque_nacional_Iguaz%C3%BA
http://www.iguazuargentina.com/el-navegante-y-explorador-espanol-alvar-nunez-cabeza-de-vaca-descubre-las-cataratas-de-iguazu/
http://www.parquesnacionales.gob.ar/areas-protegidas/region-noreste/pn-iguazu/
http://www.sib.gov.ar/
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