sábado, 29 de septiembre de 2018

El centésimo mono.


Fuimos al teatro a ver esta obra. Estaba pendiente desde hace un tiempo, cuando leí algo sobre ella el año pasado, y resulta que va por la temporada 8. Y una explicación posible para que una obra dure tanto en cartelera es la de resultar un éxito en el público que la va a ver, bienvenido esto para los actores (y demás que conforma el grupo actoral). Leer su reseña, sus 8 temporadas, y los más de 700 comentarios positivos en la web Alternativa Teatral, fueron motivos suficientes para ir a verla.

Ficha técnico-artística.
Dramaturgia: Osqui Guzmán.
Actúan: Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff, Emanuel Zaldua.
Iluminación: Adrián Cintioli.
Diseño de vestuario: Gabriela A. Fernández.
Diseño de escenografía: Gabriela A. Fernández.
Realización de escenografia: Miguel Yanson.
Realización de vestuario: Patricio Delgado.
Música: Tomás Rodríguez.
Asistencia de escenario: Mariana Salinas, Yamil Zeid.
Asistencia de escenografía: Estefanía Bonessa.
Asistencia de vestuario: Estefanía Bonessa.
Asistencia de dirección: Juan Manuel Wolcoff.
Prensa: Debora Lachter.
Producción ejecutiva: Suky Martinez.
Dirección: Osqui Guzmán.
http://www.alternativateatral.com/ficha_obra.asp?codigo_obra=19804


http://www.alternativateatral.com/ficha_obra.asp?codigo_obra=19804


Mi comentario lo voy a dividir en dos partes, una referida al teatro y otra la obra.


En la web de Alternativa Teatral se pueden reservar y/o comprar entradas. Ya de por sí está indicado un precio que no es tal, difiere del precio que en verdad cobran, no se si es que no actualizaron esos valores o que, a pesar de ello, a los registrados en Alternativa Teatral semanalmente les envían un email con algunas promociones, y cuando llegó el email que contenía esta obra, presentaba la oportunidad de descuento, y siempre está la opción de reservar y abonar en boletería. Confiando que el sistema era igual a otros teatros, reservamos y decidimos pagar en boletería, aunque el costo sea mayor. Nos equivocamos con este teatro.


El teatro La Carpintería se encuentra ubicado a tres cuadras de Av. Pueyrredón y a dos cuadras de Av. Córdoba. Podría decirse una zona aislada si la comparamos con la calle Corrientes, no es para andar de noche, ya que no hay nada, pero tiene de bueno la cercanía de las Avenidas de un lado y de otro.
Tiene algunas páginas web
https://es-la.facebook.com/lacarpinteria.teatro/
http://www.lacarpinteriateatro.com.ar/ que re-direcciona a https://lacarpinteriateatro.wordpress.com/
Llegamos temprano, y la fachada da la impresión de ser una casa más del lugar, salvo por su frente color rojo. Posee una puerta de reja, la cual te habilitan con un timbre para poder abrirla, el sistema funciona a ojo, en base a apariencia y portación de cara, pero son rápido, enseguida te detectan y ya están haciendo sonar el timbre para ingresar. Una vez pasada esa puerta ingresamos a un espacio que hace las veces de restaurant, sala de espera y ventanilla para sacar el ticket. El restaurant estaba lleno, no son muchas las mesas, pero las que había estaban colmadas y la cocina, con parrilla u horno encendido, que generaba un clima caluroso ahí dentro. Por uno de los lados del restaurant se habilitaba un pequeño espacio que funcionaba como pasillo hasta la ventanilla de venta de ticket, y sobre este pasillo y pegado a la pared, cinco sillas, tres de ellas ocupadas por otras personas. Este pasillo funciona como sala de espera. Por suerte pudimos ocupar las dos sillas restantes. La verdad que esto es una porquería, dado que mientras va llegando la hora, la gente se va agolpando en ese pasillo, y cada vez más junta, más apretujada, más pegada a los comensales de las mesas, y el calor humano, sumado al calor que genera la cocida, más el pequeño espacio, se generaba un clima de hacinamiento, y varias personas mayores, y solo cinco sillas para 30 o 40 personas (o más, no se la capacidad) esperando 10, 20, 30 minutos o más (sí, más) no parece agradable, de hecho, no es agradable. Llegamos, y voy a sacar la entrada a la ventanilla, me da los tickets, y le pregunto la ubicación. Recordar que por web decía “al sacar por ventanillas, se asignan la numeración de los lugares”, resulta que en este teatro, esto es una mentira, la vendedora de ticket me dice “cuando sea la hora, yo salgo, y digo que pasen, hay unos lugares adelante para los que no tienen números”, esto último me hizo ruido, pero no pregunté nada, y no quedó otra que esperar. Faltando 20 minutos empezó a llegar gente, faltando 10 ya estaba todo repleto, faltando 5 minutos ya estábamos todos bastante apretujados en ese pequeño espacio. Las 20 horas en punto, y nada. La vendedora de tickets seguía sentada en la ventanilla, otra mujer entraba y salía por las puertas que daban a la sala. Y nada. 5 minutos más, y nada, 10 minutos más y nada, 15 minutos más y nada. Algunos/as pasaban iban al baño, y volvían a pasar hacia atrás, otros se compraban algún refrigerio, un calor bastante intenso y todos allí esperando, y llegados los 20 minutos de espera, de la hora anunciada, habilitaron a entrar. Resultó que la inmensa mayoría había sacado ticket por web, así que habían seleccionado asiento, y pasaban directamente, pero a quienes habíamos pagado en boletería, por consiguiente sin número, y más caro, nos hacían corrernos a un lado y nos dejaban para lo último. Una desconsideración. Evidentemente el resto de la gente sabía como funciona este teatro, lamentablemente para nosotros no fue así. Las gradas son con sillas simples y comunes, pero los escalones son altos, así que no parece darse el problema del que tapa delante. A medida que ingresabas a la sala te daban, no un programa, sino el mismo folleto díptico que se encontraba en el mostrador delante de la ventanilla de venta de tickets. Cuando pasaron todos los asientos numerados, nos tocó a los asientos libres, y la mujer que nos hace pasar nos señala el lugar, unos bancos horizontales casi al ras del suelo, como para chicos, y compartidos, no individuales. Un despropósito. Si bien estaban acolchados, tener que llegar casi al suelo para sentarse, no era gracioso. Pero ahí iban todos, y resultó que había dos personas mayores, lo cual les resultaba bastante incómodo tener que sentarse casi a la altura del suelo. Pero estos cráneos ocupados en la organización de los asistentes, enseguida encontraron la solución, que no fue otra que pedirle a dos jóvenes (una mujer y un varón, que no estaban juntos, sino una por una lado, y el otros dos o tres asientos más allá) que dejen sus asientos, se sienten en el banco compartido, y permitan a los mayores ocupar sus asientos numerados. Una falta de respeto, para todos. Para las personas que eligieron asientos numerados, y que luego te pidan que te quites, no corresponde, y no pensar en tener unos asientos “normales” para personas mayores, que no cuesta nada.
Una mujer, hizo una cara de pocos amigos cuando tocó sentarse en el banco comunitario de primera fila, incluso hizo un comentario “seguro que no hacen participar si nos sientan en esto acá adelante”, por suerte esto no sucedió y gracias que no fue así, no hacen participar al público. Entre que pasaron todos, se sentaron, dieron las indicaciones de rigor “prohibido sacar fotos con flash” y “doy diez minutos para que apaguen los celulares” que en este sentido el público asistente fue respetuoso y no hubo molestias de celulares, se fueron 10 minutos más. Para 20:30hs apagaron todas las luces y dio comienzo la función.
Por todo esto que acabo de contar, es un teatro al que no volvería, salvo que una obra me atrape demasiado, preferiría evitarlo, porque no es cómodo.


Ahora sí, comienza la función. La obra El centésimo mono.
http://www.elcentesimomono.com.ar/
http://www.alternativateatral.com/ficha_obra.asp?codigo_obra=19804

En la entrada de la obra de Alternativa Teatral es bueno detenerse en los actores/magos y el director, para tener un acercamientos sobre quienes son estas personas y sus curriculums actorales, y además leer los comentarios de algunos asistentes a la obra, ya que entre ellos los hay divertidos y funcionan como referencia para tener una idea de que vamos a ver, más allá que coincidamos o no. De hecho, en el mismo teatro, en una pared camino a la entrada, han colocado recortes de notas en los medios con el 8º temporada bien visible.


Es difícil pensar en que va la obra. Al menos lo fue parta mí. Antes de ir a verla, lo que hice fue buscar en la web sobre “el centésimo mono”, como para tener una idea. Luego te dan el folleto de publicidad, que no es un programa ni nada explicativo, pero contiene dos fragmentos que básicamente resumen el contenido de la obra.


A mi modo de ver, como no te explican ni de brindan un hilo conductor más que esos dos fragmentos, y que de por sí, son bastantes abiertos, cualquiera puede pensar cualquier cosa, darle su propia interpretación. Así que eso es lo que voy a hacer, voy a plantear mi parecer, acertado o equivocado. Hay tres magos, pero son tres, es decir, ¿buscan reflejar tres personas distintas? ¿O es una misma y sus alter egos? ¿O es una misma y como se piensa ella misma? ¿O es el sueño del mago donde aparecen tres en su mente? ¿O buscan representar el “efecto” de los cien monos, pero aquí en lugar de colocar cien magos solo se conformaron con tres? Claramente no estaban clonados ni repetidos, eran únicos. La supuesta teoría, ahora ya digo supuesta, dado que tal “teoría” no existe como tal, se trata (o se trató) de un bulo, una fraude, una hipótesis no verificada por la ciencia. ¿Hay algo de esto en la representación? Están mostrando la magia como ilusión, exacto, como lo que es, y no como otra cosa. El mago, busca replicarse a través de la magia, como manera de repetir su comportamiento (como los monos), pero termina descubriendo aquellos que señala el refrán “la mentira endulza y la verdad amarga”.
Por parte lenta, por parte dinámica. Disparan para todos lados. Y uno puede ver cosas, incluso donde no las hay. Goobar, fue el que más me gustó, quizás porque representaba el personaje más loquito, así lo creí ver. En tanto que Kusnetzoff, explotaba mucho su voz, no cabe dudas que era su fuerte. Zaldua parecía el más dinámico, iba y venía con mucha energía por todos lados. Ni que hablar, con la magia lo tres buenos magos. Algunos trucos elementales y otros básicos, hasta cierto punto, por momentos buscaban esa superficialidad, y por momentos no, trucos sorprendentes, todavía me estoy preguntando como sacó la jarra con agua del maletín, posiblemente sea un truco común pero quedé impactado en ese momento, como algunos otros más. O cuando desapareció el mago atrás de la puerta y el que hacía de atontado repetía “se fue, no está” o algo así. Si bien se vende como Magia, los trucos de magia propiamente dichos no son lo esencial de la obra. Los hay, pero quien va a ver un clásico mago haciendo trucos, se equivoca, no es así, mezclan algo de drama, con algo surrealista, con algo de simbolismo, y también algunas tonteras sin sentido. Hay algunas palabras claves, como vida, muerte, magia, ilusión, y unas cuantas más que van surgiendo. Muchas interpretaciones pueden ser rebuscadas, pueden ocurrírseles a los espectadores y que nada tengan que ver con lo que ofrecen en la obra, o realmente fueron pensadas por los escritores, guionistas, directores, actores, para transmitir algo, y si fue así, que buscaron transmitir algo, queda en el espectador el trabajo mental/intelectual de darle esa interpretación, de encontrar y descubrir eso que buscan transmitir (quizás en este sentido haya algo de magia), o tal vez no.
Pienso por ejemplo, en las burbujas, cuando recién comienza, uno de los magos hace burbujas, podría verse como un juego de niños, podría hacer comenzado fumando una pipa o soplando un pañuelo, no sé, pero eligió comenzar con burbujas. Pero la burbuja lleva consigo un simbolismo.
Burbuja. La burbuja de aire o de jabón -esa "burbuja celeste que mi soplo engrandece", escribe Victor Hugo- simboliza la creación ligera, efímera y gratuita que estalla repentinamente sin dejar rastro; no es más que la delimitación arbitraria y transitoria de un poco de aire.
Chevallier, Jean. Diccionario de Símbolos. Edit. Herder. 1986. Pág. 206

La figura del mono, que da título a la obra, también es para observar, ¿por qué se eligió un mono y no una jirafa o un lobo?
Mono. 1. El mono es bien conocido por su agilidad, su don de imitación y sus bufonadas. Hay un aspecto interesante en la naturaleza del simio, que es el de la consciencia disipada. (F. Schuon).
5. El mono, gran bandido y aventurero de buen humor, que irrita, pero que desarma con sus bromas.
6. Quizás la síntesis de estas tradiciones, a la vez contradictorias y homogéneas, se encontraría en la interpretación que ve en el mono el símbolo de las actividades de lo consciente. Lo inconsciente se manifiesta efectivamente -sin que pueda ser dirigido por un regulador-, sea en forma peligrosa, desencadenando fuerzas instintivas, no controladas y en consecuencia degradantes; sea en forma favorable e inesperada, dando de repente una luz o una inspiración feliz para actuar.
Chevallier, Jean. Diccionario de Símbolos. Edit. Herder. 1986. Pág. 720

Cuando la obra se pone densa, o dramática, se cambia de aire con alguna tontería o alguna ilusión mágica. Pensemos que si la representación es el subconsciente de un mago que están operando, todos los delirios surrealistas tienen cabida, y pueden representarse con la figura de un mono. En este caso, pareciera desde el título pareciera estar contextualizando la obra. Máxime cuando sabemos que la supuesta teoría es un engaño, podemos pensar que lo que acontece en el escenario también es una mentira, y esa mentira estaría reflejando los pensamientos de un mago que se está muriendo.

Otra cosa que recuerdo es el pez Benito. No podía faltar un pez, en el inconsciente, una de las maneras de superar a la magia, la contrapartida con el tema de la muerte. El aspecto espiritual, y esa sintonía con el público de ver al animal, ahí mismo, vivo. Y luego, se multiplicó.
Pez. 1. El pez es por supuesto el símbolo del elemento Agua, en donde vive. Por otra parte el pez es también símbolo de vida y fecundidad, en razón de su prodigiosa facultad de reproducción y del número indefinido de sus huevos, símbolo este, que por supuesto, puede transferirse al plano espiritual.
Existen sortilegios en forma de pez para hacer llover, también está ligado a la prosperidad: soñar que se come pescado es de buen agüero.
Chevallier, Jean. Diccionario de Símbolos. Edit. Herder. 1986. Pág. 824

Un último aspecto que deseo mencionar es el nombre de la mujer, Helena. ¿Fue casual? ¿Era Helena o Elena? ¿o fue seleccionado adrede?. Solo escuchamos su voz, y la mención que de ella hacen los magos. Según Wikipedia, Helena, a veces conocida como Helena de Troya o Helena de Esparta, es un personaje de la mitología griega cuyo nombre hace referencia a la «luz que brilla en la oscuridad».
El mito de Helena participa de varias tradiciones lo que significa que ha evolucionado considerablemente, cargándose de elementos diversos que han recubierto de manera progresiva el relato primitivo.
Los especialistas subrayan el hecho de que Helena no es sino un nombre, suerte de "fantasma hinchado de viento" y alrededor del cual la guerra se realiza. Manera de mostrar, quizás, el carácter incomprensible, en última instancia, inherente a toda guerra. 
Mitos: filosofía y práctica. Freddy Téllez Universidad de Caldas. 2002. Pág. 45
Es en el inconsciente del mago donde se desarrollan todo este vendaval de sucesos mágicos y también patéticos, hasta cierto punto, incomprensibles, buscando una quimera, algo improbable que suceda.

Una comedia patética entre la magia y la muerte era uno de los slogans de los magos, y de la publicidad de la obra. La definición de patético/a que brinda la RAE dice adj. Que conmueve profundamente o causa un gran dolor o tristeza. Pero a efecto de la obra, me gusta más otra definición que brinda Oxford Dictionaries para patético/a y dice Que denota gran angustia o padecimiento moral, capaces de conmover profundamente y agitar el ánimo con violencia. Y hasta cierto punto, es lo que generaban los magos (o el inconsciente de un mago imaginado) en el público.
En cierto momento, una grabación habla del cumpleaños, y a nuestro lado había una pareja, y la mujer cumplía años, le hace un comentario en voz baja a su marido. Por suerte fue coincidencia. En otro pasaje, y este se puede escuchar en el tráiler de la obra, La gente está bailando, usted sabe como es la gente, prefiere bailar antes que ver un show. Así que va a haber una pequeña demora de diez, quince minutos nomas, yo le aviso, sabe… que bien podría servir de pequeña ayudita, para generar una sensación incómoda ¿agitar la angustia? de lo teatralizado ¿estará asociado este audio con los 20 minutos de demora para poder ingresar?
El desnudo parece relacionarse con aquella burbuja efímera. Así llegaron y así se van, sin nada, ni la magia se llevan. Si era el inconsciente del mago que estaban operando, o bien se despertó o bien partió. Un refrán catamarqueño dice Solo la muerte no tiene remedio. Otra idea, que se me ocurre, es la inutilidad de todos los trucos del mago, todos aquellos intentos por extender su comportamiento mediante trucos mágicos, se desvanecen, y ya desnudo y sin nada, se va. Cierro con otro refrán, para el mago anestesiado, que dice La muerte no te olvida, déjala tranquila.

Si desean ir a ver una obra, que mezcla de todo un poco, comedia, drama, magia, necedad y algo de angustia, y luego buscarle interpretaciones propias, es recomendable para ir a verla. La inmensa mayoría de las opiniones son satisfactorias (algunos aseveran haber ido más de una vez), la sala estaba llena, van por ocho temporadas, y los actores magos realizan una buena función actoral.

Trailer de la obra.

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