martes, 17 de febrero de 2015

Vivencias. Quemadura solar.


Como traté una quemadura solar de segundo grado.

(Febrero 2015) Este post lo voy a dedicar a comentar como fue el tratamiento que le di a una quemadura solar de segundo grado superficial que sufrí en la parte frontal de ambas piernas, en lo que comúnmente se conoce como espinilla, desde la rodilla hasta el tobillo.
Demás está decir la imperiosa necesidad de utilizar el protector solar cada vez que uno va a estar al sol, cuanto más alto el factor solar, mayor la protección. Algo que respeto mucho y soy de los que utilizan el protector solar, de hecho venía utilizando uno llamado “Dermaglós Solar. Protector Solar. FPS 20. Protección UVA y UVA con Vitamina A. Resistente al agua”.
También hay que agregar que respeto los horarios recomendados para estar bajo el sol por la razón que fuere, ya que no soy una personas que toma sol para obtener un bronceado, es decir, si puedo evito estar bajo el sol entre los horarios 11am y 16pm.
Estando en Misiones, donde el sol pega bien fuerte, en una salida de canotaje, sufrí el ataque impiadoso del sol. Eran las 10am de las mañana y aun así, fuera del horario a evitar, el sol también es peligroso, solo estuve 1 hora frente a sus rayos, lo suficiente para que me cocine la piel.
Llevaba puesto pantalón bermuda, remera mangas cortas, sombrero con alas, anteojo solar y nada más. Al subir al kayak nos habían pedido que nos quitemos el calzado, no solo lo hice, sino que iba sin medias, que si las hubiese tenido, creo que parte del tobillo hubiese sufrido menos, allí en dicha zona fue la que se llevó la peor parte de la quemadura, parece ser una zona delicada, y luego toda la espinilla hasta incluir la rodilla, toda la zona que quedó al descubierto frente al sol. También sufrí quemaduras en ambos brazos, parte frontal, pero no tan fuerte como en los pies, esto estimo que se debe principalmente a dos razones, una de ellas es que en el canotaje los brazos se ocupan de los remos, todo el tiempo, ambos brazos estaba en continuo movimiento, a diferencia de ambas piernas que iban en un estado de inmovilidad, el movimiento hizo que los brazos reciban los rayos solares de manera distribuida y no concentrada en un mismo lugar, la segunda razón que creo que hizo que la quemadura fueses menos violenta, que los brazos al estar todo el tiempo expuestos al sol, ya estaban en parte quemados, y la piel se vuelve un tanto mínimamente más resistente.
En el momento, y quizás por la distracción, no sentí nada, nunca me di cuenta que lentamente me estaba quemando. Transcurrió todo el resto del día y nada de importancia, pero ya llegando la media tarde empecé a sentir un mínimo cosquilleo, una especie de hormigueo en la piel que generaba una leve molestia. No le di atención. Ni siquiera me veía la piel enrojecida. Primer error, no darle importancia a la quemadura solar, lo que hasta ese momento era una potencial quemadura de piel. Llegada la tarde noche, ya me encontraba en la terminal para el viaje de regreso, allí noté la aparición de una pequeña mancha rojiza de unos 2cm de diámetro en los tobillos, la comezón se empezaba a sentir un poco más, y ya era constante, no se detenía. Ya era imposible darme un baño como para hidratar un poco la piel, y tampoco le apliqué ninguna crema hidratante. Segundo error, no atender la piel quemada de forma inmediata, proporcionándole hidratación de la manera que fuere. Transcurrió toda la noche, regresaba del viaje, venía en el micro, y para la noche nos dieron una manta para soportar el frío del aire acondicionado, una manta de tela polar, la cual entró en contacto con la piel, es muy factible que dicha manta al entrar en contacto con la piel quemada, seca, haya provocado o favorecido cierta irritación. Tercer error, no haber dejado la piel quemada al aire libre, sin que entre en contacto con nada de ropa, manta o algo que la afecte.
Al día siguiente, por la mañana, fin de viaje, amanezco con ambos pies completamente hinchados y enrojecidos, con un leve dolor y micha picazón, y si esas partes entraba en contacto con algo (en ese caso con el borde del calzado) el dolor de volvía más fuerte.
A partir de ese momento lo primero que hice fue darme un baño con agua levemente tibia, sin refregar las partes afectadas. El secado sin raspar, solo apoyando y retirando suavemente como si fuera una esponja. Luego adquirí en la farmacia dos productos. La elección de los mismos fue por consejo del farmacéutico. El primero de ellos, un “Gel Post Solar. Aloe Vera. Sin Alcohol. Hipoalergénico. Rayito de Sol”. Y el segundo producto fue una crema llamada “Emulsión Hidratante Reparadora. Hipoalergénico – No Comedogénico. Dermaglós Post Solar”.
La utilización de estos productos era sencilla, primero aplicar el gel, y luego, encima, la crema. La cantidad y las veces de aplicación, es cuando uno crea que necesita, puede ser cada 20 minutos, cada hora, cada 2 o 3 o 4 horas. Cuando uno se aplica, percibe una sensación refrescante. Al mismo tiempo que hidrata la piel y ayuda a su curación. Es recomendable aplicar en el sentido del vello de la pierna, para evitar raspados por el mismo vello en movimiento. Y la aplicación debe ser sumamente suave para no dañar la piel más de lo que se encuentra.
El farmacéutico también indicó que era muy probable que el cuerpo levante temperatura, para evitar la fiebre, era recomendable tomar una pastilla de ibuprofreno 400 cuando fuera necesario, esto iba a permitir evitar la fiebre y calmar el dolor, la picazón, el ardor de la quemadura. Solo tomarlo si se considera necesario, es el caso que haya fiebre o si no se soporta el dolor, si no se da esta situación, es preferible no tomar el ibuprofeno a efectos de evitar daños en el estómago u cualquier otro tipo de daño.
Así fue que pasó la primer jornada, pero al día siguiente, después de dormir con sumo cuidado de no chocar las piernas para evitar roces que provoquen raspados, la situación pareció empeorar, amanecí con los pies el doble de hinchados, muy inflamados, muy rojos, y con dolor, sobre todo al secarse la piel producto de la quemadura, al mover la pierna, el estiramiento natural de la piel producía dolor. Acudí inmediatamente a la guardia médica. Para concurrir a la guardia me vestí con pantalón largo y zapatillas, cuarto error, el pantalón largo y las zapatillas me produjeron raspados en el roce con la piel lastimada. Debería haber ido en ojotas y bermudas. En caso de quemadura es importante que la piel se encuentre aireada y limpia, sin contacto con nada. Sé que hay casos extremos o más graves que requieren vendajes, no fue mi caso, en lo posible, se debe mantener la piel quemada, cuidada, aireada, humectada, limpia.
En la guardia médica clínica, la médica que me atendió me dijo que lo que venía realizando estaba bien, era lo correcto, pero había que complementar con algo más. En líneas generales la quemadura era importante y debía cuidarse, pero al ser focalizada en un determinado lugar, era menos peligrosa que si fuese una quemadura de alcance general en todo el cuerpo o la mayor parte de él. La médica también agregó que la piel es la capa que nos separa del exterior, si bien es la barrera protectora del cuerpo, cuando se encuentra dañada, no presenta muchas defensas frente a un ataque exterior, y esto era peligroso porque al estar debilitada podía infectarse fácilmente. Por tal razón era necesario darles los mayores cuidados, a efectos de evitar cualquier infección.
La médica me recetó una pomada que solo se vende bajo receta. Se trataba de una crema de aplicación tópica local, llamada “Platsul-A”. Este medicamento, es antibacteriano, bactericida, bacteriostático, cicatrizante y anestésico local y sirve para el tratamiento local de las heridas infectadas y las quemaduras. La médica fue clara, solamente aplicarlo en las zonas donde se encontraba la peor parte de la quemadura y nada más, en el resto del área quemada, seguir aplicándome los otros dos productos. Y también, me indicó que utilizare un desinfectante de heridas, en este caso de venta libre, adquirí el “Pervinox incoloro” de aplicación en spray, para rociar las partes circundantes de la herida, siempre en forma exterior sin contacto con sangre ni con la propia quemadura, como parte de la quemadura estaba en los pies, pero no en su totalidad, era necesario desinfectar todo el alrededor, más que nada la zona de los dedos y las uñas, aunque estén limpias, mejor si estaban desinfectadas, para evitar cualquier tipo de posibilidad de contaminación y por consecuencia una infección. El desinfectante pervinox es de larga duración, una aplicación diaria parece suficiente.
Por último, la médica recomendó beber mucho líquido, mucha agua para mantenerme hidratado, un poco más de lo habitual, cuando hay una quemadura es importante beber mucho líquido para contrarrestar la sequedad de la piel quemada y para no deshidratarse.
Ese mismo día, por la mañana, al regreso de la guardia médico clínica, comenzaron a aparecer las primeras ampollas, no fueron muchas, y solo una de tamaño grande de 2cm, las dos o tres restantes de alrededor de 0,50cm o menos. Hay que tener cuidado con las ampollas, por caos que se revienten y es un camino propenso a la infección si no están debidamente cuidadas y limpias.
Al tercer día, ya comienzan a verse mejorías, la picazón casi desaparece, al mover el pie ya no se produce dolor, la piel está más flexible, el enrojecimiento de la piel cede poco a poco, las ampollas más pequeñas se achican, la hinchazón comienza a desinflarse, pero el proceso es lento, y hay que continuar con el tratamiento.
En casos como estos, es importante actuar rápidamente, hacerlo de manera diligente, hidratarse e hidratar la piel, mantenerla limpiar para evitar infecciones y con el debido mayor de los cuidados. Y sobre todo, acudir al médico. Pero siempre existe un momento, más o menos extenso, entre que se sucede el hecho, aparecen los síntomas y se acude al médico.

Como conclusión hay que tener presente:

- Usar siempre protector solar.
- Evitar el sol en los horarios picos.


Atención: Si alguien llega por algún buscador a este texto por tener algún problema similar con alguna quemadura solar, busque la solución en web especializadas, pero más que nada acuda al médico, recuerde que no es bueno auto-medicarse, este texto puede servir a modo de orientación, pero no deja de ser una crónica particular y personal.

Para completar este mensaje, es recomendable leer web especializadas en quemaduras solares como por ejemplo:
MedlinePlus 
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000030.htm
y otras con consejos como
http://psm-seguros.blogspot.com.ar/2012/03/quemaduras-por-exposicion-al-sol.html
http://www.kindsein.com/es/22/2/525/

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