Hoy día realizamos esta caminata de cinco kilómetros y medio.
A poco de arrancar, en el cruce de Av. Santa Fe y calle Godoy Cruz, pasó un auto deportivo color naranja bien bonito, no me dio tiempo de tomarle una foto de cerca, así que me conformé con una de lejos. Me recordó un viejo juego de PC llamado Need for Speed: Porsche Unleashed.
Unas calles más adelante, una zona donde están construyendo y revalorizando a lo que antes era, me llamó la atención un cartel del Gobierno de la Ciudad que dice “Andá caminando o en bici. #Cuidarte es cuidarnos.” ¿Harán referencia para ir al trabajo con la intencionalidad de reducir la afluencia del transporte público? Pero no lo indica, solo dice Andá, que podría interpretarse como un genérico, si salís, hacelo caminando o en bicicleta, no corriendo ni utilizando vehículos motorizados. Yo no veo ningún peligro en personas que salen caminando para solo caminar, no se trata de andar andando, es decir caminar sin objeto, sino caminar por la salud, sin interacción social, conservando las distancias, y rompiendo (o equilibrando) los males que produce el encierro y el sedentarismo. Pero hay otra cuestión, un país que nació del contrabando, una país donde prima el piola y el vivo, es muy difícil apelar a la responsabilidad individual y social.
Me gustó el cartel, quizás para pensar a partir de él. Le tomé algunas fotos y hasta pensé colocarlo de fondo a los datos de recorrido. Además la foto calza bien por el detalle de los alambres de púas que protegen una obra en construcción. Pero al mismo tiempo los alambres de púas remiten a otras imágenes, a opresión por ejemplo, a encierro, para algunos es una manera de protegerse, indican el miedo, para otro significan algo a cortar, porque los alambres de púas coartan, limitan.
Llegados a este punto, como muchas veces sucede, el primer tramo del recorrido fue el que realizamos a mayor velocidad.
Estamos en otoño y en muchas veredas se ven hojas marrones, muchas de ellas pertenecen a los plátanos (Platanus × acerifolia), árboles de la sombra, alcanzan alturas de 18 metros para arriba hasta los 25 o 30 metros, y en verano dan mucha sombre frente a los calores infernales, son resistentes y longevos, pero estos árboles también son motivo de quejas, por un lado los alérgicos que directamente los sufren en primavera y por otro los nativista radicalizados que al ser árboles exóticos directamente no los quieren. Entre el 10% y el 15% del arbolado urbano está compuesto por plátanos y gran parte de ellos se encuentran por el barrio de Palermo.
Las hojas del plátano son similares a las de un arce. Las hojas son caducas, simples, alternas y palmeadas en 5 lóbulos de picos agudos e irregulares. Son grandes, miden entre 12-22 cm de largo por 12-30 cm de ancho. Fue justamente la hoja seca y caída de un plátano la que utilice para el fondo del mapa de recorrido de caminata. Encontrada en una vereda de entre varias cubiertas de ese manto marrón.
Más adelante encontramos las consecuencias de la crisis, el deterioro provocado por la ineficiencia del gobierno anterior que fracasó políticamente, y agravado por el actual que además sumó la pandemia del covid-19, un combo explosivo.
Un cartel roto abandonado a los pies de un contenedor de basura, un cartel de lo que era un local de comidas rápidas que ofrecía una diversidad de sándwiches.
La que sigue es otra imagen de los efectos de la desolación, una avenida que contenía Centros Comerciales a cielo abierto como el Gobierno de Bs As lo indica en una baldosa en una vereda deteriorada, una vereda vacía de gente, y con persianas bajas, algunos cerrados temporalmente por efecto de la cuarentena por el covid-19 y otros comercios cerrado definitivamente por efecto de la crisis económica.
Luego de casi una hora y media da por finalizada nuestra caminata.
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