martes, 23 de febrero de 2021

Gitanos.


Ficha técnica.
Título: Gitanos. Historia, costumbres, misterio y rechazo.
Autor: Alberto Sarramone.
Editorial: Biblos Azul.
Edición: 2007.
Págs: 320.
Diseño de tapa y diagramación: Sofia Combessies y Juan Pablo Cermelo.


Reseña.
Tras siglos de historia, es evidente que la tolerancia es la virtud que puede lograr entendimiento, paz y el ascenso al respeto del otro. Cada grupo, etnia o cultura es un mundo, que enriquece el universo que lo contiene y aporta un nuevo modo de ver la vida, las relaciones, el ambiente y la trascendencia.
Para el autor, las diferencias enriquecen mucho más que las semejanzas, pues afirmarse en el propio saber y razón es una propiedad que nadie puede arrogarse. Un hecho puede ser contado desde distintos ángulos, según cada enfoque. Algo así ha sucedido con los gitanos. Sarramone ofrece una visión en este libro que ayuda a tener un panorama completo.
Los autodenominados rom, encontrarán aquí un adecuado intermediario entre ellos y quienes desconocen su forma de vida, procedencias, padecimientos, misterios y logros... Hasta descubrirán los famosos de ese origen...


Autor.
Alberto Sarramone nació el 3 de enero de 1935, en Chillar. Estudios primarios en el campo y en Chillar y secundarios en el Colegio San José de Tandil y Esteban Echeverría de Azul. Bachiller en 1951. En 1953 es Secretario del Centro de Estudiantes de Derecho de la F.U. La Plata. En 1956, por concurso, funcionario del Ministerio de Trabajo. En 1957 funda Librería Biblos, en Azul. En 1958 es Secretario del C.D. de Azul. En 1960, se recibe de abogado en la U.N. La Plata. En 1961 profesor de Arqueología y Prehistoria, en 1962 de Historia Argentina y en 1983 de Introducción a la Economía en el Instituto del Profesorado Secundario de Azul. Asiste al Congreso Internacional de Americanistas, en Roma, en 1972 y a otros de sus especialidades. En la U.C.A y en I.D.E.A realiza varios cursos. Actuó en política desde 1952 en la U.C.R y se encolumna con Frondizi, no pudo ser concejal, por la edad, en 1958 y renunció a la banca en 1973.
Ha escrito Historia de mi Chillar (1992); Catriel y los indios pampas de Buenos Aires (1993); Bearneses gascones y otros franceses en la pampa (1994); Los abuelos vascos en el Río de La Plata (1995) “best seller” del diario La Nación y de la revista Noticias; Envidia entre nosotros (1996) único libro de análisis sociológico; El antiguo pago y partido de Azul (1997); Los abuelos alemanes del Volga (1998).
Es también autor de tres obras en francés: Les Bearnals dans la Pampa (1996) con prólogo del Ministro de Educación de Francia, Francois Bayrou y del embajador argentino en Francia, Juan Archivaldo Lanús y Les cousins basques de l´Amérique (1997). Su último libro Les basques de l´Amérique (2004). Ha presentado sus libros y brindado conferencia en Francia.
En 1992, apareció Los abuelos inmigrantes. Historia y sociología de la inmigración argentina, con una mención en el Concurso de la Fundación El Libro, de la Feria Internacional de Buenos Aires como uno de los cuatro mejores libros de Sociología de los años 1999 y 2000.
Ha escrito también Los abuelos vascos que vinieron de Francia (2000); Los abuelos bearneses y gascones (2001); Los abuelos gallegos en América (2002); Catalunia y los catalanes en el Plata (2004); El rey francés de la Araucanía y Patagonia (2005); Gitanos, historia, costumbres, misterio y rechazo (2007); Apellidos vascos americanos (2007); Inmigrantes  y criollos en el Bicentenario (2009); Nuestros Abuelos  Italianos (2010); Alemanes en la Argentina: inmigración, refugiados judíos y nazis con Perón (2011); Vida y evolución de nuestros ancestros; Celtas: en la primera Europa y como inmigrantes en Argentina; Arturo Frondizi; Alexis Peyret: Vida y obra del francés-bearnés que tanto hizo por su patria adoptiva; Nuestros abuelos gallegos; Decir en criollo: el habla campera en la Argentina.



Este libro sobre los gitanos lo compré en una feria del libro en el año 2015, lo escribí en el blog hace siete años. Estuvo en la biblioteca esperando ser leído unos cuantos años, incluso, hasta lo presté en una ocasión. Ahora le llegó el turno, me lo leí y voy a dejar mi comentario.

Me pareció interesante en el sentido de conocer algo más sobre este grupo social que no sea lo superficial que uno puede tener a raíz de aquello que se conoce a través del “me dijeron” o “lo vi en los medios” o la experiencia propia, la mayoría de las veces muy limitada al no pertenecer. Otra manera de conocer algo llega sobre ellos llega a partir de la literatura (o lo audio-visual) pero muy recortada, un cuento, una película, un documental, una novela, que son interesantes pero reducidas en comprensión más amplia. Además, los gitanos en sí mismo, generan  al menos a mí, me generan cierta curiosidad, es un pueblo antiquísimo, que se mueve por el mundo, nómades eterno, que están ahí pero no están, se lo ve pero no se los conoce, se muestran muy colorinches pero se cierran que no se integren o no permiten que se acceda a ellos, representan algo que llama la atención pero que tampoco es algo extraordinario, ¿por qué son o fueron perseguidos?, ¿por qué existen ciertos prejuicios sobre este grupo? ¿qué tanto son esas diferencias con el resto de los grupos sociales? Estas dudas me pareció que podrían ser saldadas de alguna manera con la lectura de este libro. Así fue como me decidí a comprarlo luego de ojearlo, sobre todo el índice.

El autor lo llama ensayo (págs. 9, 239). El libro, a mí, me pareció una especie de manual, en el sentido de ser una publicación que abarca los aspectos básicos de una materia, en este caso, el tema de los gitanos. Bastante completo. Comprende muchos temas. Hasta incluye un glosario en medio del libro. Una amplia bibliografía por si algún lector desea ampliar temas. El autor va colando experiencia propia de hablar con gitanos y visitar lugares. En algunos temas, emite opiniones valiéndose de la auto-referencia, anécdotas personales que cuenta (ej: págs. 124, 224, 246 o 251). Hace más amena la lectura acompañando unas cuantas fotos e ilustraciones. Todo esto suma positivamente en la lectura del libro y que por tanto considero recomendable para leer.

Los gitanos son un pueblo que tienen características propias, una de ellas es que se basan su existencia en los usos y costumbres, y estos se transmiten de forma oral. No tienen historia propia escrita. El libro lo explica bien en toda su extensión, así como también los problemas derivados de esta cerrazón como forma de vivir. Me pareció a mí, que el autor nunca encuentra nada negativo (cierta parcialidad hacia el “lado” de los gitanos) en la reticencia del grupo para con los de afuera (no adopción, no casamiento, no leyes, no “payos” o “gadje”, etc…), y se da la paradoja o contrasentido que el grupo/comunidad adopta para su supervivencia muchos, muchísimos usos y costumbres de los pueblos con los que se cruza pero, al mismo tiempo, impide mimetizarse o aculturalizarse por riesgo o peligro de desaparecer, y esto al tiempo que le permite la supervivencia también los condena a la mirada y juzgamiento de lo “de afuera”. Como que no existe una crítica interior del “lado” de los gitanos, que en definitiva hay muchos grupos de gitanos, y la verdad que el tema es más complejo, porque si se abren corren el riesgo de desaparecer como grupo homogéneo, pero si se cierran se mantiene ese distanciamiento con el resto. El tema se agrava porque los gitanos, a diferencia de otros grupos sociales (como por ejemplo comunidades aborígenes), no tienen un territorio donde establecerse o asentarse de manera estable, su territorio es el mundo, así que van de aquí para allá todo el tiempo. Pero es realmente así, la integración con otros grupos sociales ¿haría desaparecer al grupo integrado? Es muy difícil saberlo, es probable que sí, se me ocurre pensar el proceso corrido por los Vikingos mezclándose con la población local y aculturizándose (en ese entonces con la cristianización). Y si así fuera ¿sería para peor o para mejor? ¿no existe posibilidad de un proceso de integración donde se conserven sus rasgos más relevantes como grupo? Es harto complejo, por el tema del territorio y por la simple razón que los gitanos asimilan usos y costumbres de los pueblos donde se instalan y/o pasan, se me ocurre pensar en el ejemplo de la occidentalización de Japón, que no por eso perdió su identidad y se convirtió en una potencia mundial para bien de ellos, pero son ejemplo que no aplican, no obstante escribo lo que me viene a la mente, como escenarios posibles frente a determinada conjetura.

Algo que por ahí se presta a confusión en la redacción, se mezclan temas del pasado con lo actual, o bien, otras veces se mezclan particularidades propias de un grupo de gitanos a “todos” los gitanos. Y si bien, el autor nunca deja de señalar la amplia bibliografía con la que se sustenta, en algunos casos, son autores que escribieron hace muchos años atrás.

En un momento, el autor se lanza con una crítica hacia nosotros mismos, los argentinos, la primera parte del capítulo 14 (pág. 243), se trata de un fragmento tragicómico, con el cual coincido plenamente pero que no tiene casi nada que ver con la línea con que venía trabajando el libro, remata con la pregunta ¿Qué somos regulares o boludos? que me dio mucha gracia, luego corta con un Basta! Volvamos…, sin embargo ese desliz sirve para graficar y poner en situación ese prejuicio que podemos tener cuando “miramos al otro”, empezar por mirarnos nosotros mismos para tratar de entender al otro y no comenzar viéndolo desde un pedestal que no existe.

Si el objetivo era, como dice en las primeras páginas, hacer una resumida descripción de su complejo mundo, creo que lo logra muy bien. De lectura llevadera, que no se detiene, introduciéndonos en múltiples aspectos de la cultura gitana.

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