jueves, 12 de junio de 2014

Malas Costumbres.

Mientras viajaba en ómnibus, que acá conocemos como colectivo, observo una anciana que me llamó la atención.
Iba parado justo un asiento detrás de esta señora, y veía como escondía algo, se notaba que movía algo entre los dedos. Tenía un pañuelo que le tapaba gran parte de la mano y no permitía ver bien. Al rato descubro que se trataba de un rosario, una anciana, pelo corto, peinado para atrás, y teñido de color marrón oscuro, llevaba puesto un vestido de colores sobrios, casi todo marrón y algo así como un saquito de algodón. Estaría, casi con seguridad, por encima de los 65 años.Luego veo que la mano con la que llevaba el rosario, posiblemente rezando, la tenía vendada. A mitad de lo que era mi camino, una mujer que venía sentada justo enfrente de esta rezadora, se inclina, le toca el brazo y le señala el suelo. La mujer mira, y también miramos los que veníamos parado, había otra chica que mira el suelo que venía parada casi al lado de la anciana, y que también miró. Había un reloj pulsera, de mujer, plateado, que estaba caído, la anciana lo mira, y dice que no es de ella, lo levanta, y la otra mujer, que dio aviso, siguió sentada normalmente. Esta señora, mira el reloj, amaga como que va a preguntar al de adelante, ve que la chica que iba  a su lado le es indiferente (ya que no era de la chica, dicho reloj), y se hace la tonta escondiendo cada vez más el reloj en su mano, lo empieza a mover con la mano en un movimiento que cada vez lo escondía más. No pasó más de una cuadra que avanzó el ómnibus, que se desocupa un asiento de los de adelante, y esta rezadora, se para rápidamente y se cambia de asiento, inmediatamente que se sienta introduce el reloj pulsera, que no era suyo, en la cartera. Fin del hurto de un reloj que bien podría haber sido de la persona que iba sentaba delante de esta anciana, o de alguien de atrás y que por el movimiento del micro llegó hasta allí, o que bien podría haber sido devuelto a su dueño dejándolo, para un posible reclamo de él, en la estación de ómnibus.
Era un reloj pulsera, no era, algo de mucho valor, pero a esa mujer rezadora, no le costaba nada preguntar
a su alrededor si el reloj pertenecía alguno de los que ahí estaban.
¿Para qué rezaba con el rosario? ¿iría verdaderamente rezando? ¿o era para figurar algo?

(publicado originalmente el 4/7/2007)

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