Caminata diaria con objetivo cumplido.
Marqué en la app para registrar el recorrido. Y el resultado fue espantoso. El GPS falló feo, y luego de 1,7km, dio por finalizado el recorrido bien adentro del Río de la Plata. Cerré el registro de recorrido y continué caminando sin él. El día estaba agradable, soleado, con 22º a las cuatro de la tarde.
Parque Las Heras. |
Ya en el camino de regreso de la caminata, venía cruzando por dentro del Parque Las Heras, donde había poca gente, y al llegar a la vereda que da a la calle Jerónimo Salguero, veo una joven, llamativa que llevaba casco violeta, bolsa con una cruz violeta y polainas violetas que contrastaban con su remera blanca, subida a un monociclo eléctrico blanco. Conducía con cierta dificultad, o bien no tenía mucha práctica, o bien los bolsas/as que llevaba le dificultaban llevar un correcto equilibrio. La joven tomó en bajada por la vereda amplia, de baldosas que allanaban el camino, sin más que uno o dos peatones que esquivar, en bajada. Y justo al pasar frente a la escuela, donde hay una entrada para automóviles, y la vereda “se introduce hacia adentro” no perdiendo su amplitud, no sé qué fue lo que sucedió… si no supo doblar, o no pudo frenar, o intentó saltar de vereda directo a calle, o intentó evitar el auto que estaba estacionado frente a ella… que pasó lo que tenía que pasar, un fuerte estruendo, el monociclo siguió su camino solo, hasta perder su equilibrio y detenerse un tercio adentro de la calle, y la joven compró terreno, que por suerte no fue nada grave ni para preocuparse, enseguida se levantó y fue a buscar el aparato. Un momento para aplicar la frase de moda en los últimos meses, sin miedo al éxito, se volvió al subir al monociclo y continuó su camino perdiéndose en la calle.
Joven en monociclo eléctrico. |