jueves, 15 de octubre de 2020

Bicicleteando hasta Plaza Irlanda. 12,38km. 56min.



Entre caminata y bicicleta casi completo dos horas, pero casi una de ellas fue exclusivamente de bicicleta. Me fui hasta Plaza Irlanda, ubicada en el barrio de Caballito justo al límite con el barrio Flores. Todo el recorrido por ciclovías, bueno casi todo, hay algunas calles por donde no había lugar exclusivo para bicicletas. 


El recorrido prácticamente me resultó recto. Iba con la bicicleta en orden, frenos funcionando, luces reflectantes, casco, una mano siempre en un freno, y nada fuera de lo común. Pero no todos los ciclistas se comportan así, hay muchos desubicados, no les importa la seguridad propia ni la de los demás, por ejemplo, más de la mitad de los que me crucé circulaban sin casco, lo mismo sucede con algunos peatones, que caminan por la ciclovía como dueños del lugar, presumiendo la estupidez que portan, cuando tiene las veredas, y los autos, muchos que no respetan nada, no les importa el otro, se creen dueños de la calle, y muchos de esos, no son nada. No todo es malo, muchos ciclistas son respetuosos y responsables, van bien aggiornados con el casco, frenos y luces como debe ser, lo mismo que muchos peatones que miran a ambos lados y no cruzan de improvisto por la mitad de cuadra. 


Casos patéticos de este recorrido:

Me pasó de ver un ciclista adulto llevando una menor de edad sentada en el caño, no estamos en un pueblo del interior donde casi no hay circulación, en plena calle, al lado de los colectivos, y ambos sin casco. Una vergüenza, la falta de conscientización frente al peligro, la falta de responsabilidad del adulto, y la falta de controles y sanciones del Estado a nivel nacional y municipal, sino se quiere una sanción, se puede por lo menos frenar al infractor irresponsables y darle a entender, explicarle su inconsciencia. 

Un mujer adulta (lo entendería si fuera un/una joven), sin casco, conduciendo con una mano, y con la otra mirando el teléfono.

De los jóvenes que vi trabajando en los sistemas conocidos de delivery por app, ni uno solo utilizando casco. Hasta el año pasado la situación de estos trabajadores era muy precaria, yo creería que sigue siendo igual, están muy expuesto, y la mayoría de ellos trabajando y circulando sin casco. Una pena porque se colocan en un riesgo evitable en caso de sufrir un accidente, que al estar mucho tiempo circulando con la bicicleta sus probabilidades aumentan, y una lástima la ausencia de organismos e instituciones que se ocupen del tema como corresponde.

Tener que esquivar en medio de la ciclovía un amontonamiento compuesto por hojas, una bolsa con basura y una paloma muerta. Ese amontonamiento no se formó naturalmente, alguien los juntó y lo dejó allí. ¿Acaso no podía hacerlo sobre la vereda? ¿o sobre uno de los lados? ¿o en una esquina?




Casos positivos de este recorrido:

No todos son ineptos, los que acomodan basura, algunos lo hacen bien, y el montoncito de hojas, lo dejan en un lugar que no afecta a los ciclistas ni a los automovilistas ni a los peatones, como se ve en la imagen que sigue.

Mucha utilización del sistema gratuito y sponsoreado de bicicletas.



Hay un sector, a mi juicio el más peligroso, cuando se viene por calle Gurruchaga para continuar por calle Tres Arroyos, hay que girar unos poquitos metros por Av. Warnes, y es complicado, por el trayecto en sí, por la avenida, por el caudal de circulación, por algunas carencias en señalización, por algún irresponsable que estaciona el auto negro sobre la bicisenda, no sé si era la mejor opción hacer el cruce por allí, la Av. Warnes en diagonal rompe toda la cuadrículas de las manzanas, así que sí o sí hay que hacer un pequeño giro por allí o por las demás, pero queda la sensación como que algo falta. Hay que cruzar con más cuidado que el normal.


Una vez que se cruza Av. Warnes, ya el tráfico baja bastante. Como que se pedalea con más tranquilidad. 


Pasando la Av. Honorio Pueyrredón, hay que tener cuidado al cruzar las calles, no hay semáforos, y muchos loquitos en autos se mandan con todo sin consideración, naturalmente hay automovilistas responsables, pero el problema son los irresponsables y de los que hay que prevenirse.


No hay ciclovía que lleve directamente a la Plaza Irlanda, como muestra el mapa de cliclovías.

https://www.buenosaires.gob.ar/ecobici/pedalea-la-ciudad

Por lo que tomé por calles adyacentes hasta llegar allí. Si bien la ciclovía continúa su camino girando hacia la derecha, yo giré hacia la izquierda tomando por la calle Andrés Lamas por tres cuadras, para luego seguir por la calle Cnel Apolinario Figueroa (paralela a Av. Gaona) y finalmente una cuadra más por la Av. Tte Gral Donato Alvarez  llegando así a Plaza Irlanda.

Para el regreso, simplemente cuatro cuadras derecho por la calle Alte F. J. Seguí, y listo, se engancha nuevamente la ciclovía y se vuelve más cómodo que por la calle.


Circulando por las calles, encontré otro auto antiguo estacionado, ploteado con unas ligeras llamas negras, y sin las ruedas delanteras, tenía toda la pinta de ser un Chevrolet Impala de 1966. 


En la esquina de la plaza, un joven que le da un toque al perrito, el pequeño can de patas cortas ni se inmutó, no se trató de una patada sino más bien de una caricia con zapatillas, a la que el buen temperamento del teckel hizo caso omiso apenas moviendo la cola contento en su salida de paseo.


Habiendo ya llegado a la Plaza Irlanda, no me introduje en ella, sino que la bordee por uno de sus lados. Había unas cuantas personas caminando con ropa deportiva a su alrededor. Y bastante más gente dentro de la plaza. La estación de ecobici estaba casi vacía.


Entre las conocidas aves que bajan al suelo a buscar su alimento, había un hornero (Furnarius rufus) con la particularidad que no tenía su cola. La cola de los horneros es corta (aprox. 7cm) termina en forma cuadrada, suele ser un poco más oscura que el resto de las plumas y cumple varias funciones. ¿Por qué este pajarito no tenía su cola? ¿La perdió en un accidente? ¿La perdió en una pelea con otras aves? ¿Se le cayó por alguna enfermedad? ¿Fue el resultado de sobrevivir al ataque de un gato, perro o una rapaz? Como fuere, en su lucha por la supervivencia, continuaba buscando su comida en la tierra.

Hornero sin cola.

Hornero sin cola.

Hornero sin cola.

También le tome una fotografía a la fachada del edificio Policlínico Bancario


Se me adhirió a la ropa una especie de escarabajo con bordes rojos, tal vez algún coleóptero del cual desconozco su especie con precisión que no pude encontrar en la web, ni tampoco en cuatro app que me bajé y solo devuelven resultados genéricos y no específicos. 



A este insecto le di un golpecito con el dedo y lo despaché. Siguió su rumbo y yo el mío. 


Así concluye la bicicleteada del día de hoy.


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