miércoles, 28 de agosto de 2019

La costilla de Adán.



Ficha Técnica.
Título original: Adam's Rib
Año: 1949
Duración: 101 min.
País: Estados Unidos Estados Unidos
Dirección: George Cukor
Guón: Ruth Gordon, Garson Kanin
Música: Miklós Rózsa
Fotografía: George J. Folsey (B&W)
Reparto: Katharine Hepburn, Spencer Tracy, Judy Holliday, Tom Ewell, David Wayne, Jean Hagen, Hope Emerson, Eve March, Clarence Kolb, Emerson Treacy, Polly Moran, Will Wright, Elizabeth Flournoy
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)
Género: Romance. Comedia. Comedia romántica. Comedia sofisticada. Drama judicial.

Sinopsis:
Las tensiones domésticas y profesionales aumentan cuando un esposo y una esposa trabajan como abogados opuestos en un caso que involucra a una mujer que le disparó a su esposo. (IMDB)

Premios:
1950: Nominada al Oscar: Mejor historia y guión.
1950: Globos de Oro: Nominada Mejor actriz de reparto (Judy Holliday).
1950: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión comedia.
1949: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión comedia.


Hemos visto esta película, La costilla de Adán, y resultó magnífica. A pesar del tiempo, no pierde vigencia, setenta años después, aquí en Argentina, están en boga aquellos temas que aborda la película. Yo la calificaría como una comedia dramática, que si bien hay parte que hacen reír, algunas bien logradas para mi gusto (cómo cuando la mujer dispara contra su ex) y otras un poco cursi (como cuando la testigo da vueltas), lo interesante es el planteo de fondo, que deja pensando varias situaciones. No es una comedia para pasarse de risa, sino más bien sutil, que provoca en el espectador el trabajo mental de hacerlo pensar. Vamos a encontrar temas de feminismo, sociedad machista, justicia con visión sesgada, la vida cotidiana, los planteos informales de pareja, algunos aspectos sociales dentro de determinado círculo social, y todo ello insertado en el enfrentamiento de dos personas, una pareja, bajo la óptica de “guerra de los sexos”, que de comedia da paso al drama, por partes un drama reflexivo, y por parte un drama punzante que incomoda como la discusión final a los gritos, es una película que logra hacer pensar y generar emociones en el espectador. La actuaciones están bien logradas, máxime que la mujer es quizás la mayor estrella femenina del cine americano. Al haber pasado 70 años de su filmación, que claramente está filmada en blanco y negro, tiene el plus que podemos ver un mínimo reflejo de esa época, algunos aspectos sociales en la ciudad, en la manera de vestir, y cosas propias de aquél entonces. Los actores se entienden muy bien, incluso los secundarios, y si bien, el debate en el juicio es resumido (supongo que debido a los tiempos del film y además que no es lo esencial), es la excusa para desarrollar el tema, digamos que lo importante pasa por los diálogos donde se confrontan los argumentos, incluso algunas miradas señalan alguna cuestión.


Costilla de Adán. La llamada costilla de Adán no es otra que la mujer, a la que se alude así coloquialmente por alusión al pasaje el Génesis en el que Dios decide crear a la mujer de una costilla de Adán. "Hizo, pues, Yahvé Dios caer sobre el hombre un profundo sopor; y dormido, tomó una de sus costillas, cerrando el lugar con carne, y de la costilla que del hombre tomara formó Yahvé Dios a la mujer, y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: "Esto si que ya es hueso de mis huesos y carne de mi carne". (Gén. II, 21-24).
Seres míticos y personajes fantásticos españoles. Manuel Martín Sánchez. EDAF. 2002. Página 102.

Ya el título es sugerente “Costilla de Adán”, lanza la tensión, un título “coloquial” pero al tiempo de origen religioso y claramente machista (visto desde el hoy y en aquél entonces más), que cosifica a la mujer, pero al mismo tiempo refiere a la mujer, a visión de género y a la figura de la actriz que, tanto ella como el tema que lleva adelante es lo más importante de la película. Hay otras dos películas con el mismo título en el cine americano pero no tienen nada que ver con esta.

En cuanto al aspecto jurídico, recordemos que, frente a un hecho, se trata del enfrentamiento entre la abogada de la defensa (en principio, la imputada acusada de un crimen, que en este caso, termina siendo absuelta, víctima de la desigualdad de género), enfrentamiento con el fiscal del caso (quién acusa al imputado). Es un planteo rebuscado, donde hay que tener algunas consideraciones, se invierten algunas posturas, el procedimiento allá y aquí son distintos, incluso han pasado setenta años del hecho, la visión es simplista, básicamente se reduce por un lado a la defensa irrestricta del principio de legalidad, frente a la defensa del principio de igualdad sesgado por la cuestión de género (para el mismo caso, un hombre podría haber disparado contra su esposa y amante, sin obtener sanciones legales), es decir la película no se enfoca en la cuestión legal con minuciosidad sino que utiliza el marco jurídico de los tribunales para plantear cinematográficamente (de manera reducida) una realidad muy discutible, tanto allá como aquí, y es esa trascendencia en el tiempo, al menos aquí, al día de hoy muy visible, y que se busca modificar a partir de un cambio cultural, lo que convierte a la película en una clásico, a mi modo de ver.


Establecido el pretexto y abocetado el eje argumental, es necesario aclarar el contexto: estamos en la Norteamérica de los años cuarenta y todavía rigen ciertos rasgos machistas en la definición de los personajes -Amanda conduce muy mal, por ejemplo-, solo perdonables con la necesaria perspectiva temporal. Por el mismo motivo, La costilla de Adán contiene también algunos elementos subversivos que se verán confirmados al final.
(...)
Mientras hace las maletas para marcharse, Adam achaca la crisis de su matrimonio al desprecio de Amanda por el establishment. Una discusión jurídica -dentro del vestidor- que él trata de cerrar afirmando que "la ley es la ley, sea buena o mala. Si es mala, cámbiala, no la destroces”.
Cien abogados en el cine de ayer y de hoy. Ernesto Pérez Morán, Juan Antonio Pérez Millán. Universidad de Salamanca. 2010. Página 76.

Los roles femeninos en la comedia de Hollywood: La costilla de Adán (1949), de George Cukor.
(...) la ruptura entre los consabidos roles tuvo un ejemplo señero en La costilla de Adán (1949), de Cukor (1899-1983).
La que se denominó comedia refinada -clases altas, ambientación exquisita- puso en su centro a la mujer; una mujer de gran personalidad, fuerte y sexista de cara a su pareja, invariablemente encarnada por la Hepburn, a la que dirigió en al menos siete ocasiones.
Pero fijémonos de nuevo en La costilla de Adán, filme que no ha envejecido y que "pasa revista, con un delicioso sentido satírico, a un montón de asuntos relacionados con el matrimonio y las aportaciones de las mujeres a mundos laborales hasta ese momento netamente masculinos" (Fijo, 2009a: 27)
(...)
La pareja, felizmente casada, con un nivel de alto standing, sin problemas, sin hijos... se tambalea. Solo la inteligencia de ambos y la ruptura de los estereotipos habituales, conseguirá el happy end, tan necesario en este tipo de comedias.
Dos parejas, don niveles sociales -alto en los abogados, popular en los acusados-, dos mujeres: la histriónica ridiculización de Doris, la acusada, subraya el papel de la educación en la emancipación femenina. Amanda conduce su coche, tiene su despacho y secretaria como un hombre; po supuesto, su autonomía económica y un abogado propio -papel ridículo, contaminado de los tópicos previsibles: es frívolo y ligón, ocasional escritor de cancioncillas deleznables-. La película deja en el aire interrogantes sugestivos.
Mujeres a la conquista de espacios. Margarita ALMELA BOIX, Vv.aa. Editorial UNED. 2013. Páginas 314.

Han repuesto una comedia estadounidense dirigida en 1949 por George Cukor, La costilla de Adán protagonizada por Spencer Tracy y Katherine Hepburn. La popularidad de esta comedia fue, en los primeros años cincuenta, más que considerable. La película se vio en todo el mundo, a todo el mundo le pareció un precioso juego y después aparentemente fue olvidada. Sólo aparentemente. En realidad este maravilloso entretenimiento engordó y afiló sus calidades en un largo reposo de décadas en unas latas redondas, y estas calidades estallaron en algunos indicios de cine mayor que escaparon de sus varias reposiciones televisivas. Ahora, ya fuera de simples indicios, ay en el terreno de las evidencias, después de esta recuperación en pantalla grande y versión integral no doblada, La costilla de Adán reaparece con toda su gracia inicial intacta y un nuevo esplender añadido a ella. Una lenta reacción química ha convertido a lo largo de cuatro décadas a aquél entretenimiento en una obra de cine exquisito, bordado con maestría.
La mirada encendida: Escritos sobre cine. Ángel Fernández-Santos. Penguin Random House Grupo Editorial. España. 2014. 616 páginas.



La versión que vimos, está doblada al español, español de España, y utiliza algunos vocablos pocos comunes o en deshuso, como el español Latino como comúnmente diferencian, aunque este español latino es bastante restringido ya que para hacerlo “universal” a todos los países Latinoamericanos, utilizan un español neutro. Como sea, encontré algo referido a un coloquial “pochoclito/a” que dicen en la película.

Pocholo, Pochola. La Academia define la palabra como adjetivo coloquial de poco uso, que significa "Bonito, atractivo o agradable". Y, sin embargo, la evidencia demuestra que es de uso muy frecuente en el País Vasco y en otras zonas (Navarra, La Rioja y Burgos).
Como testimonio de los años en que pochoclo fue palabra de moda, tenemos la versión española de aquella divertida película de George Cukor, La costilla de Adán (1949), en la que Spencer Tracy era Adam y Khaterine Hepburn, Amanda, su mujer; él era fiscal y ella abogada, y se enfrentaban en los tribunales. En la traducción española siempre se llaman entre sí pocholín y pocholina, como hacían los enamorados de entonces, que se dirigían uno a otro como pochola, pocholo, pocholita y pocholito.
Palabras moribundas. Pilar García Mouton, Álex Grijelmo. Penguin Random House Grupo Editorial España. 2011. 392 páginas.


He leído los comentarios/críticas de los usuarios, tanto de IMDB y de FilmAffinity, y también en algunos blogs personales dispersos en la web. También los comentarios completos de los libros citados de los cuales rescaté algunos fragmentos. Los libros coinciden casi todos en la misma línea, creería que son autores informados con cierto nivel de conocimiento. En tanto que las opiniones de los usuarios en los sitios fílmicos, dan para todo tipo de pareceres, dado que allí van a opinar todos, pero por suerte, esos sitios utilizar una especie de nivelador de opiniones basado en votos del resto de los usuarios, calificando a la opiniones por su nivel de utilidad, las más votadas al frente y las menos votadas al final. Tendrá sus errores, pero me encuentro entre los que ven este sistema positivo. Es así que las peores opiniones, o al menos, las menos útiles para el sistema, es decir, las menos votadas como útiles van quedando relegadas fondo. Es interesante ver, que a partir de la mitad de los comentaristas en esos sitios, la tendencia es ver la película de manera llana, sin lograr interpretar el mensaje, no comprenden lo que está más allá, se posicionan en la postura que justamente la película está cuestionando/parodiando, y sea por la razón que fuere (falta de conocimiento, formación machista, provocación, incomodidad, etc…), estos individuos, en sus comentarios, asumen un rol contrario al mensaje que transmite la película.

Otro tema distinto es puntualmente ¿qué mensaje? Dado que se habla en todas las referencias, mayormente del feminismo, ¿pero qué feminismo? ¿el que se enseña en las aulas de una Universidad para empoderar? o ¿el de “izquierda” que organiza un tetazo en el Obelisco para visibilizar algo? ¿Un feminismo que buscar plantear la cuestión de género y luchar por esa igualdad desigual que obstruye y excluye? o ¿un feminismo que plantea la ideología de género, una doctrina radicalizada? Pero se entiende, o al menos, yo así lo entiendo, como un feminismo en general, que busca mostrar la desigualdad en el trato de las mujeres con respecto a los hombres por parte del sistema judicial. Porque si vamos a lo puntilloso, en esa misma época, las reivindicaciones de las mujeres de entonces, también eran distintas, por ejemplo existían diferencias entre los planteos feministas de mujeres blancas con los planteos feministas de mujeres negras.



La costilla de Adán es de esas películas con las que uno simplemente se identifica, en las que se mete dentro desde el primer fotograma, tratando de compartir, de vivir la experiencia de los protagonistas. Nada más, y nada menos, se puede decir de esta fabulosa obra cinematográfica, de las que ya no se hacen.
Imágenes y justicia: el derecho a través del cine. Francisco Soto Nieto, Francisco J. Fernández. LA LEY. 2004. Página 188.


Ficha en IMDB
https://www.imdb.com/title/tt0041090/
Ficha en Film Affinity
https://www.filmaffinity.com/es/film443564.html

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