El día de hoy, día que en Argentina se celebra el día de la madre, día de mucha calor, la temperatura llegó a los 32º, me hice una caminata de poco más 10km, completada en casi 1 hora y 40 minutos, de recorrido, lo caminado del día llegó a más de 11 km. Día de pichones y discos como ya se verá.
A poco de comenzar, en una vereda toda sucia con líquidos, un pichón de paloma doméstica (Columba livia) picoteaba cosas del suelo junto a su madre, un pichón que ya volaba pero que todavía no tenía bien formado el plumaje, esas plumas iridiscentes azuladas tan características, y sí se le veían algunos pelones.
Paloma doméstica (Columba livia). |
Paloma doméstica (Columba livia). |
Más adelante, en el cruce las calles Thames y Castillo, veo un Ficus (Ficus benjamina), especie exótica, “comiéndose” con sus raíces una tapa de agua en la vereda. Este árbol, se dice, en sus comienzos, fue traído del exterior por los vecinos que los plantaron en macetas, pero se trata de una planta que alcanza alturas considerables entre los 10 y los 30 metros, cuando estas hermosas plantas superaron el espacio de las macetas, los vecinos lo llevaron a la calle, y de ahí que es común encontrarlos en las veredas y espacios públicos, la naturaleza hizo lo propio y se expandieron por la ciudad. La verdad que es la Ciudad con sus administradores políticos no lo quieren, y es así que lo prohibieron, sus raíces levantan baldosas y otros “peros” que encontraron para juzgarlo y condenarlo. Otras ciudades sí lo quieren, resulta ser el árbol oficial de Bangkok, Tailandia. También se lo conoce peyorativamente como “árbol estrangulador” por como logra asentarse en la tierra y bla bla bla… basta ver como va cercando la tapa redonda ¿de fundición?, logrando así que los humanos no la destapen nunca más, a menos claro... que le corten sus raíces, dejando provocativamente visible los dos agujeritos de la tapa para que alguien lo intente, lo que a simple vista pareciera muy difícil, casi imposible sin dañar al árbol, cerrando ese interior oculto en la vereda.
Ficus (Ficus benjamina). |
Ficus (Ficus benjamina). |
Llegando al Parque Centenario, me faltaban pocas cuadras, veo al costado de un contenedor de basura algo que me llamó la atención, un montoncitos de cosas llamativas. Me acerqué a ver. Había una bolsa, en la cual no metí la mano, otra bolsa con unos cuantos cds de música (eso fue lo que me llamó la atención), un spot triple para lámparas de techo, un rompecabezas, y un cartón, levanto el cartón y se trataba de otro rompecabezas armado, aunque de ambos se habían despegado algunas piezas, las menos, y debajo de este segundo rompecabezas otra bolsa con más cds de música, más atrás había una caja de zapatos, la abrí y veo que contenía algunos cassettes. No es la primera vez que veo cds tirados, la gente se deshace de estos objetos ya casi en desuso, pero quien los tiró los dejó a un lado, creo yo, con la idea que alguien los recoja y se los lleve. Podría habérmelos traído todos, había llegado primero y los había encontrado, pero preferí dejarlos para que alguien tenga mejor suerte, los llamados “recolectores urbanos”, luego los venden en ferias, o por sitios web, y puede adquirirlos algún coleccionista de antigüedades, como utilería, recuerdo o lo que sea. Pero algo me dio pena, cuando estaba “revolviendo” (en realidad no revolví, apenas moví un par de cosas de lugar para ver debajo), encontré que también habían tirado un portarretrato con el vidrio roto, con la imagen de una bebita, tenía la pinta de ser (o haber sido) alguien real, y no una imagen de publicidad, un recuerdo, y esto me disparó muchas ideas de como una fotografía termina tirada en la basura, mi mente parecía asociar “foto tirada” con “olvido”, o con “maldad” ¿por qué alguien tira una foto? ¿no tenía otra alternativa? Sea de quien fuere. ¿Tenía otra repetida? ¿no conocía a la persona? ¿quiere borrar un pasado? La persona que la tiró ¿estaba o no estaba relacionada con la persona de la fotografía? etc… y muchas preguntas más que nunca tendrán respuesta. Quien sabe donde terminará la foto, si en un basural, si a la venta en un cajón de feria, si en una obra de arte, si en una escenografía como utilería, si ahí mismo se desintegrará en la calle por la acción de los fenómenos naturales... Y más conjeturas ¿la niña de la foto habrá sido la dueña de los cds? ¿habrá sido quién armó los rompecabezas/puzzles? ¿será ella misma quien dejó todo en la calle?. Este impacto de la foto me dejó pensando y continué mi camino. Había una pareja que pasaba y me vio observando los cds, bajaron el ritmo, cruzaron a la vereda de enfrente y me observaban, esperaron que me vaya, y apenas hice unos metros se volvieron, yo los observaba desde la esquina y ellos estaban mirando los cds. Pero no se los llevaron. Al regresar, pasados 20 minutos, volví a pasar por allí, y las cosas todavía estaban, pero ya había un señor de los llamados “recolectores urbanos” con un hierro con punta doblada revisando dentro del contenedor, y su carrito estaba justo al lado del lote de cds, posiblemente haya sido él quien los haya recogido, o no, no lo sé, porque esta vez seguí sin detenerme.
Finalmente llegué al Parque Centenario, no lo rodeé, solo me acerqué hasta Asociación Argentina Amigos de la Astronomía, que naturalmente estaba cerrada, solo un habitante en la entrada, detrás del enrejado, un gato doméstico (Felis silvestris catus), pasando el calor, echado a la sombra.
Gato doméstico (Felis silvestris catus). |
El resto del lugar sigue igual, había gente andando en bicicleta y algunos corriendo y/o caminando, pero las ferias habituales todavía no regresan. Solo había dos o tres containers móviles en los que el Gobierno de la Ciudad lleva a algunos vendedores de verduras y hortalizas, una especie de feria itinerante, que antes solían establecerse sobre la calle Juana de Ibarbourou, ahora estaban sobre la Av. Patricias Argentinas en el lugar que antes ocupaba una de las ferias del parque.
No habiendo mucho más para hacer, y llegando al objetivo planteado, emprendí la caminata de regreso, bueno, sí había algo que hacer, caminar.
En una esquina, un restaurant con las mesas en el exterior, repleto de comensales, supongo yo, gente que salió a festejar el día de la madre, aunque también podría ser gente que solo salió a comer afuera un fin de semana, lo que me llamó la atención, fue el auto, un antiguo citroen 2cv, que después de más de cincuenta años dejaron de fabricarse en 1990, en este caso, este estaba vestido con publicidad.
Más adelante, sobre la calle Padilla, otro automóvil me llamó la atención, por su estado, por una baliza rectangular reflectante en su parabrisas y por un cartel que tenía colocado también en el parabrisas.
Tenía la pinta de haber sido un renault 11, bastante castigado, me acerqué a leer el cartel escrito con birome y este decía Este auto tiene dueño. No está abandonado. "La imagen es todo" decían algunas publicidades, y el estado de este vehículo denotaba una situación de abandono, de allí la necesidad de colocar el cartel
Luego más pichones, plumífero de paloma doméstica (Columba livia), recién salido a volar, con sus pelones, falta de irisdiscencia y delgadez característica, picoteaba al lado de un contenedor de basura dando sus primeros acercamientos a lo que será la comida variada y de sobras con lo que se alimentará lo que dure su vida en la urbe donde le tocó nacer.
Paloma doméstica (Columba livia). |
Paloma doméstica (Columba livia). |
Un colectivo que pasaba me llamó la atención, nunca lo había visto, con un color llamativo entre rosado fuerte y fuscia, más cercano al fuscia, y con la leyenda Rosario Guaraní. Le tomé una foto, para luego indagar en la web, ¿una nueva línea? ¿un publicidad? ¿un colectivo de otro lugar que justo pasaba? Ahora me entero que es una nueva línea, que comenzó a circular hace poco y no exenta de conflicto con otras dos.
https://enelsubte.com/noticias/insolita-disputa-entre-las-lineas-141-y-145-funcionan-las-dos/
Sigo mi camino, y aparece la segunda caja con discos que me encuentro abandonada o dejada en el camino, era caja contenía cajas con dvd, estaba en la vereda sobre un escalón de un local dedicado a la venta de comida, aquí el lugar estaba limpio. No los revisé, ni me los traje, les tomé un par de fotos y continué.
Más adelante, a la vera de otro contenedor de basura, otra tanda variada de revistas y folletería, tal vez algún librito en el montón, todos desparramados, alguien ya los había revisado y los dejó así como se ven.
Así concluye la caminata del día de hoy.