martes, 11 de diciembre de 2018

35 años democracia. UCR. Alfonsin.


Me llegó un correo electrónico sobre la realización de un Acto en conmemoración de los 35 años de la recuperación de la democracia. Presentación del libro Alfonsín por Alfonsín.
No soy radical ni militante, no obstante, Alfonsín, con muchos errores, me parece la figura más representativa de la política argentina de este último período ininterrumpido de democracia, por el contexto histórico que afrontó y por no haber quedado ensuciada su figura con cuestiones que hacen a la honestidad.
Si bien no era un acto que prima facie me interesara asistir, lo que me decidió ir fue la parte que dice se entregaran a los asistentes un ejemplar del libro. Por un lado que te den un libro gratis pocas veces sucede, creo que es la segunda vez que me pasa, y por otro lado, a alguien que le gustan los libros, no era una oportunidad para dejarla pasar.
Había que, previamente al acto, inscribirse por email, para obtener el ejemplar.
Eso hice, y llegado el día me acerqué. Poca gente, ya finalizaron las cursadas y solo van algunos estudiantes que rinden finales y/o recuperatorios. Una chica se había recibido y la estaban bañando a huevazos, harina, papelitos y todo lo que le tiran para festejar. En el Salón de Actos estaban por jurar una nueva promoción de nuevos abogados, así que en ese lugar y el hall contiguo, es decir en el Salón de los Pasos Perdidos, había muchos familiares y amigos esperando para ingresar. Llegué al Salón Azul, relativamente nuevo, inaugurado hace menos de diez años, precisamente en el 2009, un salón con capacidad para 180 personas.
Cuando llegué, media hora antes, los organizadores de la Cátedra Libre Democracia y Estado de Derecho Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, ya habían colocado una mesa, y tres o cuatro de ellos, con las planillas de los anotados en sus manos, controlaban a los inscriptos y le entregaban un ejemplar del libro a medida que iban llegando, encima de la mesa tenían varios piloncitos de libros.
Como llegué temprano tenía casi todos los asientos a mi disposición para elegir donde sentarme, supuse que esto se iba a llenar y me quedé por atrás. En el escenario, donde se encontraba la mesa para los oradores, estaba el presentador probando que los micrófonos funciones y con algunos papeles en las manos. Dentro del salón, tres o cuatro mujeres que iban y venían, eran parte de la organización y acomodaban o respondían consultas. Ya había algunas personas sentadas y otras pocas que iban ingresando, todos con su libro en la mano. No llegaban a quince asistentes hasta ese momento. Pero a medida que fue acercándose de la hora el salón se iba llenando, y llegó un  momento que se completó. La inmensa mayoría era gente mayor, así a ojo, fue mi impresión, si bien había jóvenes, la mayoría eran adultos y muchos adultos mayores. En punto, la hora indicada, ya los oradores estaban presenten. Y unos minutos más tarde dieron comienzo. Palabras preliminares, y el conductor iba leyendo cartas que fueron legando de algunas personas. También habló una de las compiladoras y explicó un detalle en el trabajo que realizaron sobre una versión taquigráfica y poco más, donde siempre ponderaron lo dicho de forma oral por el presidente frente a lo taquigrafiado. Pensaba que iban a cerrar las puertas, pero no fue así, y la gente siguió llegando, y todos querían entrar, y eso hacían, a medida que llegaban, entraban, y se quedaban parados, y el hecho es que el fondo se llenó de gente parada, pero detrás de este fondo de gente parada, había dos filas más de asientos, con gente sentada, que por supuesto dejó de ver el escenario y veía espaldas. Para los que estaban atrás, no había opción, o se quedaban sentados y no veían, o se paraban. Y seguían entrando, y muchos de ellos venían con el libro, es decir, estaban anotados, llegaban tarde, y se acomodaban como podían, hasta que algunos pocos comenzaron a ocupar el pasillo central que llevaba al frente. Para esto puede ver que un par de las organizadoras, ya habían salido sin posibilidad de ingresar por los invitados que quedaron parados y ocupaban su lugar. Había fácil, entre tres y cuatro filas de parados al fondo. Así que desde mi lugar ya no veía nada, escuchaba. Llegó un momento, que entraron dos mujeres mayores, una consiguió un asiento al lado de la puerta del fondo, la otra comenzó a pasarse por entre la cuarta fila de los parados, ahí la llamé y le dejé mi asiento. Salí, y afuera había una nutrido grupo que no habían ingresado, todos alrededor de la puerta. No se escuchaba. Fue todo para mí.





En cuanto al libro, por el momento solo leí, lo que dan introducción al compilado de discursos, es decir, la Presentación y el Elogio Académico a Don Raúl Ricardo Alfonsín, firmado por Mónica Pinto (Decana, Derecho, UBA, 2010) con motivo del título Doctor Honoris Causa entregado “con demora” por la Universidad de Buenos Aires.
Según señalan en la presentación, tienen como objetivo, realizar otros compilados con otros discursos formulados por Alfonsín.

Llama la atención la solapa de la contratapa, presentan los años de su gobierno (discursos) que comienzan con una rojo vistoso y que a medida que pasan los años va deteriorándose en un rojo opaco, una posible mirada puede ser la representación concisa del desgaste que sufrió su gobierno en diversos aspectos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario