sábado, 2 de abril de 2016

La Ronda del Pirata.

(10-10-2015) Recibí este libro como regalo de cumpleaños y lo he terminado de leer. Aquí van mis comentarios. Nunca había leído un una novela propiamente de piratas, más bien algunos cuentos, algunos datos de enciclopedias y unos cuantos artículos con referencia a los piratas, pero este fue mi primer encuentro con una novela cuyo enfoque se centra en personajes propiamente piratas.
El título del libro es La ronda del pirara (The Pirate Round) del autor James L. Nelson. Editorial Ediciones B. www.edicionesb.com . Año 2007. Traducción de Montse Gurgí y Hernán Sabaté.

Primera vez que leo una obra de este autor, James L. Nelson, que posee una página web oficial http://www.jameslnelson.com/ Ha escrito textos de ficción (novelas históricas) y de no ficción (textos de historia). Dentro de los de ficción, generó dos series. Una primera serie de batallas navales que transcurre durante la guerra civil norteamericana, titulada Revolution at Sea Saga y consta de cinco libros. Y una segunda serie protagonizada por Thomas Marlowe que, bajo el nombre de La Hermandad de la Costa, recoge tres títulos, siendo La ronda del pirata (2002) el tercero y último, los dos primeros son El vigía (2000) y El negrero (2001). También escribió otras obras, relacionadas con la historia y con la navegación, por una de ellas, la novela Gloria en el nombre: Una novela de la Armada de la Confederación (2004) recibió el Premio Literario WY Boyd a la excelencia en la ficción Militar de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos en 2004.

Otro punto que deseo comentar es el referido a la imagen de la portada del libro. Se ve claramente un pirata enfrentándose con un militar en la cubierta de un barco. En el libro no se indica. Busqué y encontré cual es la imagen. Se trata de un fragmento parcial de una obra un tanto mayor, un pintura titulada “The Capture of the Pirate Blackbeard, 1718.” Realizada en 1920 por el pintor francés Jean Leon Gerome Ferris (1863-1930). La obra representa la batalla entre el pirata Edward Thatch, más conocido como Barbanegra y el teniente Robert Maynard, a bordo de la cubierta de la balandra Jane, en la ensenada de Ocracoke. La historia da cuenta que luego de algunas confrontaciones, el pirata abordó el buque del teniente a cargo de perseguirlo, éste lo esperaba en una maniobra de emboscada, y en la pelea, ambos confrontaron cuerpo a cuerpo, resultando vencedor el teniente al matar al pirata. En la pintura original (no en el recorte realizado para la tapa del libro), resulta curioso la bandera pirata en la cubierta del buque, por dos razones, una porque no era el barco pirata y otra porque la bandera de Barbanegra no era la que figura allí sino otra. En la pintura figura la bandera más popular y conocida con la cual se representa a los piratas.

Sinopsis del libro disponible en su contratapa:
La ruta de América a Madagascar a través del mar Rojo pasó a la historia con el nombre de la Ronda del Pirata, y atrajo a miles de buscadores de fortuna, como antes había hecho el descubrimiento del Nuevo Mundo y más tarde haría la Fiebre del Oro. En 1706 la guerra todavía ruge en Europa y los cultivadores de tabaco de las tierras bajas de la colonia de Virginia tienen que hacer frente a unos mercados cada vez más competitivos y a los piratas que acechan en la costa. Pero los navegantes norteamericanos han descubierto una nueva fuente de riqueza: el océano Índico y los barcos que transportan los fabulosos tesoros del Gran Mogol de la India. Ante la amenaza de una ruina inminente, el otrora pirata Thomas Marlowe, que vive tranquilo en su plantación de tabaco junto a su esposa, Elizabeth, lejos del mar, decide ir en pos de esas riquezas orientales. Con su cosecha de tabaco a bordo de su barco corsario, el Elizabeth Galley, zarpa con rumbo a Londres, pero alberga planes secretos de continuar viaje hasta el océano Índico para atacar las naves del mogol. Sin embargo, Marlowe no sabe que navega hacia el triángulo de odio y venganza, una cita con dos acérrimos enemigos de su pasado. El final, nadie saldrá indemne de la sangre y de las tormentas, de la traición y del peligro que conlleva navegar por la Ronda del Pirata.
1706 es un mal año para la industria tabaquera, así que Marlowe se embarca con rumbo a Londres para vender ahí su tabaco, con la idea de surcar también el mar Rojo y el Océano Índico. Sin embargo, Marlowe es reconocido por un antiguo e implacable enemigo…

El libro es interesante desde varios aspectos. Es una novela histórica de aventuras y en este aspecto no defrauda, se presentan muchas aventuras una detrás de otra, cuando se desarrolla un suceso, es atrapante, genera ganas de continuar leyendo hasta conocer el desenlace. Hay mucha acción. Se da u sucesión de hechos que no dan respiro. Otro aspecto bastante logrado es la caracterización de muchos personajes que asumen un rol importante, muchos personajes de más o menos protagonismo pero que dan más verosimilitud a la obra cada uno de ellos interactuando en su espacio. En el libro se da la presencia bien singularizada de una mujer pirata, desde el principio prácticamente hasta el final. No vamos a encontrar un héroe en el personaje central, el cuál reúne la condición de ser un perseguido por la mala suerte, o también, alguien que tomó muchas malas decisiones, o podría resumirse con una frase conocida de otros libros que versan sobre piratas como “un pirata a su pesar”.
Habla de las plantaciones en el sur de los EEUU, como para presentar una aproximación ligera al tema. Habla de la esclavitud y como esta condición no representaba un problema entre los piratas. Y también desde el aspecto histórico, brinda un panorama de la patente de corso y la llamada ronda del pirata que da título al libro. Si alguien no conoce nada de esto, puede llegar a tener una aproximación a los conceptos, que al margen de la aventura, resultan de interés, y completa con Madagascar, el océano Índico, los barcos del Gran Mongol, etc… Hace mención a varios tipos de buques, que si uno no los conoce no va a comprender nada, ya que no los explica como para poder imaginar diferencias entre ellos más que algo muy general, así que sabemos de la existencia de gabarras, balandras, goletas, fragatas, chalupas, barcazas, etc… pero está en uno informarse por su cuenta de que van.

En un momento, un personaje, dice la siguiente frase “-¡Ah, Señor, no hay nada como dormir a pierna suelta para reponerse!.(p. 126) 
Primeramente, esta expresión, configura un modismo. ¿Qué es un modismo?.
Un modismo es un “Expresión fija, privativa de una lengua, cuyo significado no se deduce de las palabras que la forman.” (RAE) o “Expresión característica de una lengua que está formada por un grupo de palabras con una estructura fija y que tiene un significado que no se puede deducir del significado de las palabras que lo forman y que puede apartarse de las reglas generales de la gramática.” (Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. 2007 Larousse Editorial)
Seguidamente, cuando dice “a pierna suelta” pareciera indicar una locución adverbial. ¿Qué es una locución adverbial?. “Una expresión fija constituida por varias palabras que equivalen a un adverbio.” (Nueva Gramática Básica de la Lengua Española. RAE.)
Para encontrar el sentido, creyendo en la traducción del inglés (ya que no tengo el original), y considerando las últimas dos palabras (“para reponerse”) podría referirse simplemente a “dormir bien y de manera profunda”, es decir, cómodamente, despreocupado, tranquilo, a destajo, descansar muy bien.
Otros ubican el significado de la expresión en otro lado. “A pierna suelta” significa sin sujeción, un pierna sin sujeción alguna, sin ningún atadura. Y aquí, quienes tenían los pies atrapados, unidos a algo, eran los presos y/o prisioneros y/o esclavos, que llevaban un grillete (arco de hierro semicircular, con sus extremos unidos por un perno, para asegurar una cadena al pie de un presidiario) algunas veces cargando consigo pesadas bolas de hierro o de piedra. En ocasiones, por algún motivo (hacer bien su trabajo, etc…) se los premiaba de manera excepcional, permitiéndoles dormir sin estar atados de los pies, sin estar sujeto a ninguna cadena u otro preso, atados simplemente por las manos (para evitar fugas). El tener los pies libros (piernas sueltas) les permitía tener un mejor descanso durante el sueño, una mejoría siempre dentro de las condiciones imperantes (que de por sí eran malas).

Otra frase que despertó mi curiosidad fue la que dice “Se sentía como si sus nervios estuvieran cargados con el fuego de san Telmo(p. 238)
Aquí la inquietud se reduce al “fuego de San Telmo”. ¿Qué es este fuego? ¿A qué se refiere? ¿Por qué San Telmo? Evidentemente nunca había escuchado esta frase.
Al buscar, inmediatamente aparece una entrada en Wikipedia, decidí buscar un poco más y acudí a Google Book, y allí el buscador me devuelve 3700 resultados, así que para facilitar, me regresé a Wikipedia.
El fuego de San Telmo o Santelmo es un meteoro ígneo consistente en una descarga de efecto corona electroluminiscente provocada por la ionización del aire dentro del fuerte campo eléctrico que originan las tormentas eléctricas.
Aunque se le llama «fuego», es en realidad un plasma de baja densidad y relativamente baja temperatura provocado por una enorme diferencia de potencial eléctrico atmosférica que sobrepasa el valor de ruptura dieléctrica del aire, en torno a 3 MV/m.
Este fenómeno toma su nombre de San Erasmo de Formia (Sanct’ Elmo), patrón de los marineros, quienes habían observado el fenómeno desde la antigüedad y creían que su aparición era de mal agüero; aunque otros marineros lo asociaban con una forma de protección de parte de su patrono. Los marineros españoles harían referencia a San Pedro González Telmo.
Físicamente, es un resplandor brillante blanco-azulado, que en algunas circunstancias tiene aspecto de fuego, a menudo en dobles o triples chorros surgiendo de estructuras altas y puntiagudas como mástiles, vergas, pináculos y chimeneas.
El fuego de San Telmo se observa con frecuencia en los mástiles de los barcos durante las tormentas eléctricas en el mar, donde en tales circunstancias también era alterada la brújula, para mayor desasosiego de la tripulación.
(Wikipedia)

Y finalmente un fragmento que no lo entendí, no comprendo que quiso decir el autor, dice “Durante los diez segundos siguientes, ninguno de ambos habló. Marlowe miraba por una de las latas ventanas que miraban al puerto. Allí abajo, mientras el gobernador redactaba la patente de corso, el Elizabeth Galley se le antojó un juguete.(p. 63)

Un libro recomendable, de lectura rápida y sencilla pero atrapante.

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