miércoles, 10 de julio de 2019

Vaquita de San Antonio.

Me encontré caminando una vaquita de san Antonio, un simpático insecto, querido por todos. Para algunos es augurio de buena suerte, otros cuando encuentran una piden tres deseos. Yo no pedí nada, conjeturé como había llegado, ¿quizás se prendió en la ropa cuando caminé por el césped del parque? Puede ser, o no, y llegó por otro camino. Y ahí la dejé caminar, pero no mucho, puse el dedo y se subió sola. Y de allí la llevé a las plantas de atrás, justo debajo de una ventana que suele estar abierta todo el tiempo. No dejó de caminar por las ramas de la planta. Al día siguiente la vi estacionada en techo. Y después no la vi nunca más. No sé a que especie pertenece, tampoco sé si el color indica alguna particularidad en su taxonomía, dado que esta era color gris con puntos negros a diferencia de las muy comunes rojas con puntos negros. Algunos las relacionan con la primavera, esta apareció en otoño.


Estas vaquitas de san Antonio son criadas en cantidades en algunos lugares de Europa y de EEUU para combatir plagas de pulgones en los cultivos, a modo de control biológico, ya que el pulgón es su alimento favorito. También de las conoce como mariquita o chinitas, entre otros varios nombres locales menos conocidos (ej. mariquitilla, sarantontón, catarina, catita, xoaniña, coquitos, cocos, tortolita, sanantonito, etc…). Busqué el origen de sus denominaciones más comunes y no encontré mucho, poco por la web y sin fuentes claras.

El Diccionario de la Real Academia Española recoge las siguientes definiciones relacionadas con este insecto.
vaca de san Antón
1. f. mariquita (‖ insecto coleóptero).
cochinilla de san Antón
1. f. mariquita (‖ insecto coleóptero).
mariquita
1. f. Insecto coleóptero del suborden de los trímeros, de pequeño tamaño, cuerpo semiesférico y alas de color rojo o anaranjado con puntos negros.
cochinito de san Antón
1. m. And. mariquita (‖ insecto coleóptero).
gallinita
1. f. Ar., Burg., Córd. y Rioja. mariquita (‖ insecto coleóptero).
margarita
8. f. Ál., Cád., León y Zar. mariquita (‖ insecto coleóptero).
sananica
1. f. León. mariquita (‖ insecto coleóptero).
santanita
Del dim. de santa Ana.
1. f. mariquita (‖ insecto coleóptero).

Un antiguo Diccionario General de Americanismos (Francisco J. Santamaria, 1942), recoge la siguiente acepción:
Vaquita de san Antonio:
(Coccinellafa vofasciata). En Colombia, insecto coleóptero, que arroja un líquido apestoso cuando se le toca.
¿Líquido apestoso? Quizás se tenía esa idea hace casi ochenta años o le llegaron mal los datos al autor, o tal vez lo confundió con la aquí conocida chinche. Lo pienso basado en mi experiencia, que he tocado al insecto y no me arrojó ningún líquido apestoso ni de ningún otro tipo.


Al parecer, la denominación popular de este insecto está, mayormente relacionado con la religión católica, y es común encontrar datos a partir de una búsqueda como “mariquita de Dios”, aunque solo de la llame “mariquita”, si le agregamos el “de Dios” aparece información.

Hay un buen artículo, completo en cuanto denominaciones populares para el coleóptero, publicado en una Revista de Folklore española (Nº 192, año 1996) titulado “La mariquita; un destello encarnado en el arte madrigueño” escrito por José Manuel Fraile Gil. Accesible por el siguiente link https://funjdiaz.net/folklore/07ficha.php?id=1553 o por aquí también http://media.cervantesvirtual.com/jdiaz/rf192.pdf
El artículo se enfoca en el aspecto artístico, letras que se forman con rimas y refieren al animal. A mí me interesa el tema de la nomenclatura y voy a citar los fragmentos interesantes:

De entre los muchos nombres que este insecto tiene en nuestra geografía traeremos aquí a colación solamente los que encontramos en la provincia de Madrid. Veámosles por orden alfabético: Abejita (Pinilla del Valle, Venturada), Antoñito (Becerril de la Sierra), Becerrita (Chapinería), Capillita (Horcajo de la Sierra), Coca (Paredes de Buitrago), Coquita (Pedrezuela), Gatita (El Berrueco), Juanita (Garganta de los montes), Mariposa (Montejo de la Sierra-Robledondo), Mariquita ciega (Cenicientos), Mariquita de San Juan (Navarredonda), Palomita (Patones), Pastorcillo (Somosierra), San Antón (Gascones), San Blas (Valdemanco), Vaquita de Dios (Colmenar del Arroyo, Fresnedillas, Nava del Rey), Zapatera (Pelayos de la Presa, San Martín de Valdeiglesias) y, por supuesto, mariquita. De esta somera lista se desprende lo que ya apuntamos antes: la relación del insecto con el ámbito sagrado a través de su nombre. El más popular de ellos, o mejor, el más popularizado en los últimos años –mariquita- no es sino un diminutivo, por cierto, antes muy usado en toda España y no sólo en Andalucía, de María. Ejemplos de esta asimilación con la Virgen tenemos en: María (Gor, Granada), Marieta (Ayerbe, Huesca; Cheste, Liria, Valencia; Camarles, Tarragona; Oliana, S. Guim, Madrona, Senterada, Lérida; Alcalá de Gurrea, Huesca; toda la provincia de Gerona; Vinároz, Castellón; Berga, Barcelona y su provincia; Inca, Muro, Santa Margarida, Mallorca; S. Miguel, Ibiza); Mariol, Mariola (Sóller, Baleares). Fuera de nuestras fronteras este escarabajito se consagra también a la Virgen, especialmente en Inglaterra donde se le llama Ladybird (pájaro de la Virgen) o Mary-gold (oro de María); En Italia se la conoce como anima de la Madona, provincias de Belluno y de Trento; en Portugal galinha de Nossa Senhora y en Alemania Marienkäfer (escarabajo de la Virgen). De esta costumbre de dar al insecto un carácter Mariano sólo he alcanzado a recoger un precioso testimonio en el área madrileña; en Pinilla del Valle me dijeron que: ...cuando éramos chicos nos decían que no había que matarlas, porque las cuidaba la Virgen, que eran como su rebañito o una cosa así, vamos... que eran buenas.
En la misma área madrileña observamos que denominaciones como San Antón (Gascones) y Antoñito (Becerril de la Sierra) se relacionan directamente con San Antón (Gumiel de Izán, Burgos), San Antonio (Montevideo, Uruguay), Sarantontón (La Laguna, Tenerife), vaquita de San Antón (Regumiel, Burgos) y vaquita de San Antonio (Buenos Aires, Argentina). Por cierto que esta relación entre nuestro escarabajito y la vaca (que de paso no conviene olvidar fue animal sagrado en culturas como la egipcia y aún lo sigue siendo en la India de nuestros días) es un fenómeno curiosamente extendido hasta límites insospechados: vaquina (Peranzanes, León), vaquita de Dios y becerrita (en los madrileños pueblos de Colmenar del Arroyo, Fresnedillas de la Oliva, Nava del Rey y Chapinería), God's little cow (pequeña vaquita de Dios, Inglaterra), vacca y vachetta (Italia), en Rusia Bózhia karófka (vaquita de Dios) (12), y en hebreo parat moshé rabenu (vaquita del Patriarca Moisés) (13). Otros nombres madrileños, como Juanita (Garganta de los Montes) y mariquita de San Juan (Navarredonda), están relacionados con Sanjuanín (Lebeña, Cantabria) y Sanjuanito (Pozaldez, Valladolid; Cedillo de la Torre, Segovia). Y otros en fin, como San Blas en Valdemanco y todos los que se acompañan de un de Dios como coca, coquita, palomita, mariposa...a la hora de formar las rimas que protagonizan, hacen hincapié en la idea de asociar a nuestro animal con lo sagrado.
La mariquita; un destello encarnado en el arte madrigueño”. José Manuel Fraile Gil. Revista Folklore. Nº192. Año 1996. https://funjdiaz.net/folklore/07ficha.php?id=1553 

El artículo agrega un par más de definiciones, diciendo que en Turquía se la conoce como ugur bocegi (literalmente gusano de la suerte) y entre los judíos sefarditas de Marruecos como bichito de luz.

Según se desprende del texto, claramente lo de “mariquita” tiene relación con la Virgen María.

La fantasía popular y las creencias se han unido para llamarla, en algunos casos, “mariquita de Dios”. Tiene bastante sentido, si pensamos en campesinos, de ahora y de antes, cuya mayor asimilación de conocimiento procede de la misa de los domingos y de la experiencia labriega. Para granjeros ingleses y viticultores franceses, es señal de buen tiempo. Y que los granjeros la hayan asociado con Dios y como señal de buen augurio, también tiene sentido, si lo vemos desde el punto de vista como grandes devoradores de pulgones, plagas de los cultivos.

Algunos creen encontrar el origen de esta evocación a la Virgen María, en el color del insecto, así el rojo se interpreta como el manto rojo que lleva María en algunas pinturas antiguas, mientras que los siete puntos simbolizan las siete alegrías y las siete penas. El manto rojo simbolizaba en algunos casos la realeza y en otros la sangre de los mártires cristianos. Hay mucha simbología del número siete en el cristianismo, relacionado con la Virgen, podrían ser los siete dolores del corazón. Al parecer han relacionado el aspecto colorido más común del bicho con algo de la iconografía mariana.
El origen puede encontrarse en la Edad Media, los campesinos cristianos asociaron las manchas del insecto con los siete dolores de la Virgen. Y surge la simbología. Luego de la siembra le rezan a la virgen para proteger el sembrado. Como fruto de sus plegarias aparecen las mariquitas. La cosecha es saludable. Y nace la leyenda. Los granjeros llamaron a los insectos “escarabajos de Nuestra Señora” (ladybug), que luego se transformaron, más coloquial, en “mariquitas” en referencia a la Virgen María.

Hay veces que se pasa a denominar simplemente “mariquita de los 7 puntos” (la especie más común en Europa), directamente el nombre surge de la observación del insecto, que en sus alas endurecidas posee 7 puntos visibles, que también dieron su nombre científico Coccinella septempunctata (del latín septem, "siete", y punctata, "punteada")

En japonés, tentōmushi (天道虫), «el insecto del Sol» sirve como nombre genérico para las mariquitas. Con la misma lectura, también se emplean los ideogramas 紅娘 (doncella escarlata) y 瓢虫 (insecto calabaza).

En Asia oriental hay ladybugs (escarabajo de la señora) pero llamadas oriental-beetle (escarabajo oriental) que son distintas en color y manchas. La mariquita asiática es un depredador de varios insectos plaga, pero también esta especie de mariquita ocasionalmente puede morder.


¿Y cómo surge la denominación “vaquita de San Antonio”? quién sabe, quizás nunca se sepa, otra vez el ingenio popular. Pero hay indicios con los que nos podemos manejar. Otra vez, surge la relación, granjero-vaca-plaga-insecto antiplaga-religión y asociación de palabras.

No es una vaca cualquiera, es una vaca de San Antonio, y como es pequeña, pequeñita, de ahí, vaquita. Algunos creen que los granjeros de antaño han visto, a escala, una similitud en apariencia, entre las vacas, aquellas que dentro de la familia de los bóvidos eran blancas con manchas negras, y los insectos coccinellidae cuyos élitros poseen manchas negras y trompa negras, y de ahí la atribución de vaquitas.

Pero ¿a qué San Antonio refiere? Buscando en algunos santorales católicos aparecen no menos de diez, entre once y catorce, pero me voy a concentrar específicamente en dos, San Antonio de Padua y San Antonio Abad.

El primero, San Antonio de Padua, parece que es a él a quien evocan las vaquitas de San Antonio, ¿pero por qué? Es uno de los santos más venerados, sin embargo entre sus atributos (Libro (Biblia), vara de azucenas (lirios de San Antonio), Niño Jesús, custodia.) no aparece una vaca y su patronazgo (De los objetos extraviados, de quienes buscan pareja y de los celíacos.) tampoco indica que sea protector de las vacas. De hecho, para protector de las vacas tenemos a San Peran de Landevennec, para protector de los agricultores a San Isidro Labrador, para protector de las cosechas a San Marcos. Y así, de alguna manera, campesinos de antaño asociaron a San Antonio con el insecto vaquita de San Antonio.

Un escritor argentino, Mateo Booz (seudónimo de Miguel Ángel Correa, 1881-1943) escribió un cuento llamado “Las vacas de San Antonio”, en el cuento relata algunas costumbres propias de lugar con una habla particular de los personajes, pero en cuanto a las vacas y San Antonio, no deja de graficar nada de los atribuido al santo, milagros, grandes milagros, objetos perdidos, hambruna y escasez, animales, búsqueda de pareja, y por supuesto las vacas, pero no vaquitas.

San Antonio de Padua, fue un sacerdote de la Orden Franciscana, orden fundada por San Francisco de Asís, y este último tenía una particular devoción por los animales como criaturas de Dios.

Pero parece que la atribución a San Antonio de Padua viene por otro lado. Las mariquitas, pasan el invierno en sitios protegidos al aire libre en algo parecido a la hibernación, salen al campo y se reproducen a montones durante la primavera. Temporada de lluvias. La primavera, comienza con el equinoccio de primavera, entre el 23 marzo y el 21 de junio en el hemisferio norte. Y la fiesta patronal de San Antonio de Padua se celebra los 13 de junio. La asociación con San Antonio se da por la convergencia de la temporada de fiestas patronales y abundancia de insectos.

Por supuesto que hay muchas más creencias, algunas un tanto absurdas, como por ejemplo una que dice que las vaquitas de San Antonio se llaman así debido a que están protegidas por este santo. U otra un tanto más disparatada, como la que indica que la vaca o vaquita era del santo, tal vez una deformación del milagro de la mula o asno. Y ya la imaginación no se detiene con límites, y podemos leer en la web, comentarios que comienzan con un serio “la leyenda dice” y después se despachan con alocadas historias del tipo “una vaca atentó contra un nido de mariquitas y al tratar de impedirlo San Antonio recibió una patada de la vaca” o “una vaca quiso arrasar un nido de mariquitas y este santo salto para impedirlo y recibió una cornada”.

¿Y por qué menciono a San Antonio Abad?  Es uno de los santos de los primeros siglos cristianos, muy venerado durante la Edad Media, sin embargo entre sus atributos (Vestiduras de monje, acompañado por un cerdo o sufriendo tentaciones.) no aparece una vaca y su patronazgo (Amputados, protector de los animales, los tejedores de cestas, los fabricantes de cepillos, los carniceros, los enterradores, los ermitaños, los monjes, los porquerizos y los afectados de eczema, epilepsia, ergotismo, erisipela, y enfermedades de la piel en general.) tampoco indica que sea protector de las vacas.
Ahora si vemos a la vaca como un animal, que efectivamente lo es, entonces, si es su patrono, dado que San Antonio Abad, es patrono de los animales, pero esto de los animales es visto de modo genérico, de todos los animales y no de uno en particular. Así como San Antonio de Padua tiene su historia del milagro con un asno, San Antonio Abad tiene su historia con un cerdo que surge de una costumbre de la Edad Media. Pero no con vacas ni vaquitas.
No obstante, encontré en GoogleBook, un libro español, que habla de la confusión entre los dos santos antoninos. De como, a través del tiempo, se pasó de la devoción de uno al otro.
En España, la devoción a San Antonio de Padua absorbió parcialmente a la de San Antonio Abad, protector de los animales.
En el santuario de los Santos Antonios de Urquiola (Vizcaya), la imagen de San Antonio de Padua tuvo que juntarse a la de San Antonio Abad por la confusión entre los dos. (...)
De hecho, se recuerda hoy todavía que los pastores trashumantes solían pernoctar en la posada del santuario. Sin duda, en ambos santuarios se buscaba protección para las ovejas (hoy, para las vacas) y se trataba de encontrar animales perdidos.
Apariciones en Castilla y Cataluña: siglos XIV-XVI. William A. Christian.
Editorial NEREA, 1990. Páginas 137-138.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario