Hace algunos años atrás, varios años atrás, quizás siete, ocho o nueve años atrás, los libros de esta colección llegaron a las librerías de saldo, y uno podía verlos en cantidad exhibidos en las mesas, luego se fueron vendiendo o bien fueron ocupando otros lugares dejando el espacio a nuevos libros, en aquel momento no me atreví a comprarlos, los miraba, pero siempre me llevaba algún otro, no obstante siempre los miraba y leía su contratapa, eran llamativo, más que nada la portada (toda la colección tiene el mismo estilo de tapa), esa imagen que resalta sobre un fondo blanco era vistosa.
Hace un año atrás, volvieron a aparecer en una librería de saldo, no mucha cantidad, alrededor de diez ejemplares distintos, así que los compré. Comencé la lectura de ellos, con este, referido a Viriato. Curiosamente el título original no es el presentado, sino A voz dos deuses que podría traducirse como La voz de los dioses. Y luego de terminada la lectura del libro, uno comprende que el título más apropiado es el que le consignó el autor y no el que le colocaron para la versión española. Imagino que el cambio de título se debe a una manera de popularizar la obra de modo que tenga más llegada. Es posible que identificar, de una, al personaje principal, que su nombre genere cierta atracción que tal vez no se logre con un título que referencia a deidades, pero realmente el libro hace honor al título original, ya que en todo momento habla de los dioses de los distintos pueblos de aquél entonces, los menciona, además que lo completa con los santuarios, las profetisas, los sacerdotes, las prácticas, los sacrificios, etc… por citar un ejemplo, dice “un rey que los mandara en la guerra y que respondiera por todos ante los dioses” (p. 198)
Sinopsis.
Cuando el Imperio Romano pretende extender su dominio en la península Ibérica, se encuentra un gran impedimento en su avance. Entre los años 147 y 139 a. C., un caudillo lusitano logra convertir unas cuentas tribus de guerreros en un ejército que mantuvo en jaque a la mayor potencia militar de su tiempo. Viriato, héroe del que es difícil separar historia de leyenda, estratega indiscutible y alma de la resistencia ibérica, fue vencido no en el campo de batalla sino en el de la traición. “Roma no paga traidores” fue la respuesta que recibieron los asesinos del general –tres de sus propios emisarios– en lugar de recompensa.
Sobre el autor, Joao Aguiar (1943-2010), puedo indicar lo que dice la solapa del libro: Nacido en Lisboa, hasta su primera novela, Viriato Iberia contra Roma, de la que se han publicado 15 ediciones en portugués (la primera edición data de 1984), desempeñó su trabajo en prensa y radio. Licenciado en Periodismo, es autor de guiones para series de televisión y autor de otros textos. Otra de sus importantes novelas, Inés de Portugal: reinar después de morir, anuda datos fidedignos con un amor más poderoso que la muerte.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jo%C3%A3o_Aguiar
Es la primera novela que leo de este autor y, posiblemente, la primera obra que leo, de la literatura portuguesa.
A continuación voy a formular mi apreciación luego de la lectura de esta novela. Y se trata de una novela histórica, solo histórica, realmente se centra en sucesos acaecidos en la antigüedad con personajes, de los cuales muchos de ellos realmente existieron, pero aquí radica la cuestión, y la dificultad para el autor, ya que no hay registros, o los que hay son vagos, y no permiten conocer mucho de lo sucedido, y esto abre la puerta al trabajo intelectual del escritor. Aquí se apega a lo que primero indica la solapa del libro “Distinguir entre la desnudez de la Historia y el manto de la fantasía” es el juego de equilibrio en el que Joao Aguiar basa su literatura.
Es el mismo autor quien lo manifiesta en el prólogo, y así como algunas cuestiones se le facilitan por existir registros (ej. batallas), otras cuestiones se le dificultan (ej. la vida cotidiana de los lusitanos).
Como todo libro, tiene su pro y sus contras, y basado en mi subjetividad manifestaré primero los aspectos que veo positivo. La novela está bien documentada. El libro posee prólogo, posee mapa, al final incluye una suerte de apéndice, donde se mencionan notas, bibliografía, cronología, personajes históricos reales que fueron mencionados, y toda la cuestión de los rituales y santuarios. Que una novela histórica venga con todo este plus es de gran ayuda, al menos, lo considero valioso. Otro aspecto interesante es todo aquello relacionado con las creencias y los ritos de aquellos antiguos habitantes de los lugares que se mencionan.
Por otro lado, la historia por parte resulta algo aburrida o repetitiva. La figura de un “héroe bueno” del grupo, que muchas veces (casi todas) termina “vengando” a sus amigos al matar romanos. Otro aspecto que no me gustó es que es bastante moralista, y leerlo se vuelve meloso.
Quizás resulte en una falta de dinamismo, no se detallan las costumbres de cada uno de los pueblos a los que se hace alusión, esta carencia se nota, además, no hay conflictos que atrapen en emoción, ni para bien ni para mal, amén que cualquier batallas y/o guerra genera una emoción trágica con las muertes y los daños que producen, pero esto no se percibe como tal en el texto. Pero reitero la dificultad que se le debe haber presentado al autor para crear ese ambiente careciendo de datos ciertos y tratando de no salirse del carácter histórico de la obra.
El personaje principal del obra no es Viriato, sino un allegado que nos relata una historia, y a partir de este narrador ficticio, llegamos a conocer la historia de Viriato. Pero tampoco se introduce tanto en la vida particular del caudillo, sino más bien se avoca a su vida militar y los enfrentamientos con los romanos.
Es interesante conocer, que, la frase que se menciona en la sinopsis del libro, frase popular que dice “Roma no paga traidores” tiene su origen en los efectos de la muerte de Viriato. Este fue asesinado por tres de sus propios emisarios que fueron cooptados por los romanos, luego de matarlo, cuando fueron a cobrar su paga, tuvo nacimiento la frase “Roma no paga traidores”. En realidad, no se sabe bien que sucedió con los tres traidores, ni tampoco quien ni cuando se dijo la frase, si se dijo tal cual como se expresa o si se formó así con el tiempo, todo es parte del mito, y hay variadas fuentes, que generan diversas hipótesis sobre el camino de los tres traidores, si se les pagó, si no se les pagó, si se les mató, si no se les mató, si sobrevivieron, si se les envió a cobrar el pago a Roma, si fueron, si no fueron, etc… Pero el mito sobre la figura de Viriato, y, accesoriamente la frase popular apócrifa, fue creciendo hasta llegar al día de hoy.
En lo referente a la imagen representada en la tapa del libro de la presente edición, tiene su razón de ser, y su significación se rebela en la primera parte del libro, por lo que no diré nada.
“Médamus, que es esclavo de uno de los Ancianos, me dijo que solo repartían dinero entre los mendigos, los que no tiene oficio y algunos hombres que mejor estarían en la cárcel que fuera de ella.” (p. 64)
Hace ruido la palabra “cárcel”, es sabido que los romanos tenían la llamada “cárcel mamertina” o “tullianum”, pero, ¿los lusitanos?
“Los lusitanos, habituados a una vida frugal, sólo llevaban unas hogazas de harina de bellota y una liebre que habían cazado aquella mañana. A esto añadí mi ración de vino, pescado salado, un trozo de carne de cabrito y un pote de garum.” (p. 88)
¿Pote de garum?
El garo (del latín garum, y este del griego γάρον) es una salsa de pescado preparada con vísceras fermentadas de pescado. En lugar de verter unos granos de sal sobre la comida, se ayudaban del garo para proporcionar un sabor salado a los alimentos. Hoy en día se sabe de su composición por las descripciones confusas y ambiguas de Apicio que aparecen en la obra de De re coquinaria. (Wikipedia)
Garo. (Del lat. garum, y este del gr. γάρον gáron.) 1. m. Entre los romanos, condimento que se hacía poniendo a macerar en salmuera y con diversos líquidos los intestinos, hígado y otros despojos de ciertos pescados. 2. m. Pez, hoy no identificado, con que, según los antiguos, se había hecho primeramente el garo. (Real Academia Española)
Y concluyo el comentario a este libro, con dos fragmentos que me gustaron, el primero por su carácter histórico y el segundo por su carácter poético. Libro que resulta interesante leerlo a quienes les gusten las novelas históricas y busquen un acercamiento a la historia de Viriato y su época.
“En Iberia, las relaciones entre los pueblos no eran buenas ni cuando se trataba de tribus emparentadas (y eso ocurre hoy). Eran muy frecuentes las guerras tribales, sobre todo en la Lusitania, donde los pueblos montañeses atacaban a los de la llanura o guerreaban entre ellos por cuestiones de pastos, de mujeres o por ofensas hereditarias.” (p. 111)
“La característica especial de la pasión es arder hasta las cenizas y extinguirse luego por completo. Entonces, las cenizas son aventadas, y todo se acabó.” (p. 203)